Description:Era uno de esos coches convertibles. Con un cadáver dentro. En la parte trasera. Exactamente en el lugar donde debería llevar la rueda de recambio. Claro que yo no lo sabía, ni el dueño del coche tampoco. Cierto también que esto lo supe varios días más tarde. Como cosa de tres o cuatro, cuando él se presentó una mañana en la oficina, preguntando por mí. La cosa empezó de la siguiente manera: Lina Falcom era mi secretaria. Diecinueve años sobre una imponente fachada. Lo mismo que el Empire State Building de Nueva York…, o quizá un poco más.