Colin McGregor ha conseguido salir con vida del páramo de Culloden, no sin gran esfuerzo. Herido, busca refugio en una cuadra donde sus fuerzas le abandonan y cae desmayado.
Brenna Campbell, dueña y señora del castillo de Cawdor, no puede creer que el herido en sus cuadras sea un McGregor. Sabe que si los ingleses lo descubren allí, el clan será acusado de traición a la corona. Pero ese no es su único problema, Brenna tiene que lidiar con las atenciones del capitán Fullarton quien pretende cortejarla. Pero ella jamás se casará con un sassenach, así que está dispuesta a pedirle a Colin McGregor, una vez repuesto de sus heridas, que se haga pasar por su prometido para alejar al barón inglés.