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El Cinturon Rojinegro: radicalismo cenetista y obrerismo en la periferia de Barcelona (1918-1939) (Volume 9 of Agora (Grupo de Historia ''Jose Berruezo'')) PDF

466 Pages·2008·3.13 MB·Spanish
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EL CINTURÓN ROJINEGRO RADICALISMO CENETISTAY OBRERISMO EN LA PERIFERIA DE BARCELONA (1918-1939) Grupo de historia José EDICIONES CARENA Berruezo Grupo de historia “José Berruezo” Carles Capdevila Llovera Vidal Bueno Martín Noe Ferrer Juan José Gallardo Romero Agustín Iglesias Perez Manel Lumbreras Jose Manuel Márquez Rodríguez Inma Morales Ivan Muñoz Olga Serrano Ángel Sody de Rivas Este trabajo ha podido ser editado gracias a la colaboración de: Diputació de Barcelona Centre de Història Contemporània de Catalunya ©Grupo de Historia José Berruezo ©De esta edición Ediciones Carena C/ Sovelles 7, Local 8 08038 Barcelona Tel 93 223 37 37 - 93 331 82 82 Fax 93 223 04 88 Correo electrónico: [email protected] Pág web: Carena.org Diseño y Compaginación: Jordi Hernández Depósito legal ISBN 978-84-96357-50-1 ÍNDICE Introducción....................................7 La explosión de las segundas periferias: geografía, vivienda y formas urbanas 1. Las segundas periferias de Barcelona vivienda y formas urbanas, 1917-1936 ......................17 Gloria Andrés, José Luís Oyón Jornaleros e inmigrantes: las características sociales de las segundas periferias 2. Apropósito de algunos medios sociales de e-migración: mineros del sur de España .......................47 Arón Cohen 3. La configuración de un suburbio de inmigrantes y jornaleros. Santa Coloma de Gramenet en 1930 ........69 José Manuel Márquez, Juan José Gallardo La separación trabajo-residencia 4. Las diferentes movilidades de un municipio suburbano. Hospitalet y el censo obrero de 1923.................101 José Luís Oyón, Carles Enrech Las nuevas comunidades obreras y la sociabilidad 5. Anarquistas y sindicalistas en L'Hospitalet. La creación de un proyecto de autodidactismo obrero. ...........125 Dolors Marín 6. Grups culturals llibertaris i revolució social a l'àrea de Barcelona durant la II República..................147 Pere Solá i Gussyner 7. Perifèries de Barcelona, 1850-1950. Unes taules -fragmentàries i a mig fer- i un comentari............163 Pere Gabriel Acción colectiva y comportamientos políticos 8. Acerca de los orígenes de la CNTen Badalona: el primer congreso de la Federación Local de Sociedades Obreras en 1918. ....................273 Joan Zambrana 9. Vells i nous espais de pràctiques sindicals i politiques al Prat de Llobregat, 1917-1939 ...........303 Soledad Bengoechea, Mercè Renom 10. La acción libertaria en el origen de "una ciudad dormitorio".El cenetismo colomense (1923-1936)......333 Juan José Gallardo 11. Radicals i moderats a Barcelona i el seu entorn: una reflexió sobre les seves causes. ................363 Eulália Vega 12. Un andamio en movimiento: Organigrama y territorio en la CNT...........................377 Enric Ucelay-Da Cal, Susanna Tavera 13. Milicianos anarquistas de Barcelona: inserción urbana y perfil social, 1930-1936 .................431 Jose Luis Oyón, Carlos Calvo INTRODUCCIÓN El cinturón rojinegro: radicalismo cenetista y obrerismo en la periferia de Barcelona en el periodo de entreguerras (1918-1939). Una hipótesis de trabajo Hace ahora seis años, en la primavera de 1996, en el CCCB se celebraron unas jornadas bajo el título "Vida obrera en la Barcelona de entreguerras", cuyas ponencias fueron editadas dos años más tarde. En aquella ocasión el centro de interés fue la ciudad de Barcelona y se abordaron temas relaciona- dos con la situación urbana de los barrios antiguos así como el crecimiento de los situados más allá del Ensanche. Las ponencias trataron también aspectos tan diversos como la importancia de las fuentes orales, el desarrollo de formas de sociabilidad obrera, la movilidad y los problemas de transporte, etc. Sólo una de las intervenciones giró en torno a la situación en los munici- pios limítrofes del área de Barcelona, municipios que conocieron un extraor- dinario crecimiento urbano y demográfico durante el período que se estudia- ba. Nos estamos refiriendo a poblaciones como Badalona, Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià del Besòs, etc. Cada una de ellas con sus propias especificidades, pero también con grandes similitudes. En esta ocasión se presenta la oportunidad de realizar unas nuevas jorna- das, pero tomando como protagonista principal de la reflexión y el análisis la situación de los trabajadores de los nuevos barrios, tanto en estos municipios periféricos como en Barcelona, también durante el mismo período. Una vez delimitado el ámbito geográfico, el estudio debería contemplar una multitud de fenómenos que, por un lado, nos acercara más a la realidad de las condiciones de vida de este sector social, y, por otro lado, que nos permita rea- lizar análisis comparativos en el marco más general del área de Barcelona. Durante el período objeto de nuestro interés, los municipios limítrofes con Barcelona acogieron a inmigrantes que, en gran parte, eran desplazados de la gran ciudad, convirtiéndose algunos de ellos, de pequeños pueblos rurales en verdaderas ciudades dormitorio. La avalancha de inmigrantes fue tan enorme, que muchas autoridades locales se encontraron con problemas nuevos para los que no tenían mecanismos, ni financieros ni políticos, para poder solucionar: 7 escuelas, recogida de basuras, transportes, correos, sanidad, cementerios, agua corriente, iluminación pública, etc.. Estos trabajadores, recién llegados, hubie- ron de enfrentarse a dificultades de vivienda, de trabajo, pero también de rela- ción social, de desarrollo cultural, de inquietud política o sindical, cuando no también problemas de relación con la población autóctona del municipio. Pronto dieron forma a asociaciones de variada temática, a núcleos de afilia- ción sindical que presentaban problemas distintos a los de los sindicatos de la gran ciudad, formas de expresión política que, aunque minoritarias en el mundo obrero, tuvieron cierta presencia, como el republicanismo federal o pequeños grupos marxistas. Pero sin duda, la integración se realizó funda- mental y mayoritariamente, en las filas del anarcosindicalismo, lo que debería llevar a hacernos preguntas como... ¿por qué la CNT y no otras formas de expresión política? ¿Ya la conocían en sus lugares de origen? ¿se integraron por inercia en la fuerza ya mayoritaria en Cataluña? ... Muchos de estos trabajadores, que vivían alejados de Barcelona, participa- ron activamente, desde el primer día, en el enfrentamiento con las fuerzas políticas y militares sublevadas el 18 de julio de 1936. Lo realizaron, en gran parte, de manera espontánea e improvisada, pero dieron respuestas de urgen- cia a una situación excepcional, en numerosas ocasiones en alianza con otros sectores sociales fieles al orden republicano. Se hicieron con el control políti- co de los municipios donde vivían, pusieron en marcha las fábricas abando- nadas por sus propietarios, aseguraron el abastecimiento de la población, cre- aron colectividades agrícolas, etc. Todo ello, no hay duda, en un contexto de grandes dificultades provocadas por las necesidades de la guerra. También fueron muchos de ellos los que formaron parte de las primeras milicias y ofre- cieron, con alto grado de voluntarismo, una primera respuesta militar al avan- ce de las tropas facciosas, labor poco reconocida por amplios sectores de la historiografía. Hemos de tener en cuenta que estamos hablando de un sector social de poca cualificación profesional y afectado por amplias tasas de analfabetismo, que no es sinónimo de desinterés por la cultura o de inquietudes sociales. Car- pinteros, pintores, camareros, albañiles y multitud de obreros asalariados fue- ron los iniciales protagonistas de la derrota del ejército sublevado en numero- sas ciudades de España, y sobre todo, en las grandes ciudades de Cataluña. ¿De dónde procedía esa gran capacidad de movilización? ¿Podríamos encon- trar claves que nos ayudaran a comprenderlo mejor? Los nuevos barrios surgidos en los municipios limítrofes -La Torrassa, Santa Eulàlia en L’Hospitalet, La Salut y Artigas en Badalona, o los de Santa Coloma y Sant Adrià en la ribera del Besòs-, no eran en absoluto casos aisla- dos. Formaban parte de un auténtico cinturón de suburbios, de unas "segundas periferias" que rodeaban la ciudad y cuya lógica de funcionamiento superaba 8 el estricto marco municipal. En el municipio de Barcelona, Can Baró, los dis- tintos asentamientos de los actuales Nou Barris, la Colonia Castells, Collblanc, los nuevos desarrollos en las zonas orientales de Sant Andreu y Sant Martí , cercanos ya al Besós, el barrio en torno al Hospital de Sant Pau, se crearon en esos años de entreguerras en zonas muchas veces lindantes a los municipios citados. Las Casas Baratas del Patronat, con dos grupos incluidos en el térmi- no de Santa Coloma, expresan a las claras esa unidad geográfica y funcional ya consolidada del nuevo cinturón obrero. Todos esos asentamientos, tanto los surgidos en la periferia del municipio de Barcelona, como los de los munici- pios limítrofes, formaban en realidad una única corona geográfica, jornalera e inmigrante, cuya lectura ha de hacerse en conjunto. Para lo que serían las segundas periferias ampliadas a esos municipios limítrofes, estaríamos hablan- do de unos 150.000 habitantes en 1930, un 12 o 13% como máximo de la población del Barcelonés en esa fecha. Estamos pues ante un fenómeno ya con- solidado, pero que se encuentra todavía en fase de formación. Obviamente, la relevancia de esa cifra aumenta a medida que restringimos el universo de refe- rencia. Podríamos estar hablando entonces de un 15% de la clase obrera del Barcelonés, algo más quizás, cerca de un 20%, si limitamos nuestra observa- ción al jornalero sin cualificación. Por los que sabemos, muchas de estas nue- vas barriadas limítrofes dieron muestras de militancia cenetista, radicalismo político y compromiso, como se constató en los meses álgidos de la revolución. Estas Jornadas pretenden precisamente hacer una lectura conjunta de toda esa nueva realidad que surge en los años veinte y treinta. Tratan de superar el estricto marco local. Intentan sacar a la luz una realidad de base poco conoci- da pero que era ya un hecho emergente en la ciudad al filo de la Guerra Civil: la formación de un cinturón obrero en el que el obrerismo y el anarquismo en particular iban a encontrar la ocasión de nuevos lugares de despliegue. Un urbanismo nuevo y unas nuevas realidades geográficas que alumbraban pau- tas de acción colectiva también nuevas. Hemos organizado las intervenciones en cinco grandes apartados. La idea es que una serie de intervenciones-clave permitan iniciar el debate y encua- dren otras de carácter más puntual para rebatir, confirmar o simplemente apar- tarse de algunas de las hipótesis que a continuación se exponen. La ordenación lógica de los distintos apartados es la que sigue. 1. La explosión de las segundas periferias: geografía, vivienda y formas urbanas Desde el final del periodo de bonanza económica de la Primera Guerra, un explosivo movimiento de construcción urbana comenzó a cambiar la fisono- mía de la periferia de Barcelona y sus municipios limítrofes. La cronología del 9 surgimiento de todos estos barrios, tanto los barceloneses como los de los cita- dos municipios, es común. Brotan acabada ya la Guerra, con máximos desa- rrollos a mitad de los años veinte y una relativa desaceleración en los treinta. Las curvas de permisos de obras lo permiten atestiguar. Barrios enteros sur- gieron de la nada en localizaciones más excéntricas a las ocupadas por los suburbios de la primera industrialización del siglo XIX o rellenando a veces vacíos intersticiales hasta entonces olvidados. ¿Cuál era el paisaje urbano de estas nuevas barriadas periféricas?, ¿se ase- mejaba al de los viejos barrios obreros y populares del Ochocientos, o eran más bien la expresión de nuevas formas urbanas? ¿eran todos los barrios simi- lares o existían diferencias sustanciales respecto al tipo de calle, de casa, de parcelación, ....? Las parcelaciones periféricas fueron por lo que parece el reino de la promoción edificatoria diminuta. Se trataba de iniciativas para construir una sola vivienda o como máximo dos. Las promociones de más viviendas fueron poco habituales y extremadamente excepcionales las masi- vas. El paisaje resultante era por lo general el de casetas bajas, interrumpidas aquí y allá por pequeñas casas de pisos y alguna torreta con jardín. La caseta de bajos y el pasaje fueron los elementos de composición urbana hegemóni- cos de toda la segunda periferia, un paisaje radicalmente distinto del del Ensanche y por supuesto bien diferente del de los barrios populares de los antiguos núcleos del Llano, caracterizados por una mayor densidad y unas for- mas edificatorias distintas. La vivienda de dimensiones mínimas fue la norma. Lo mismo puede decirse de la presencia de barracas y otras formas de infra- vivienda. Sorprende también la alta tasa de hacinamiento y la presencia de la propiedad 2. Jornaleros e inmigrantes: las características sociales de las segundas periferias ¿Cúal era el contenido social de estos espacios, cuál su papel en la geogra- fía de la sociedad barcelonesa? Las segundas periferias se caracterizaron en pri- mer lugar por una diferenciación sociogeográfica muy definida que las con- vertía en un conjunto específico y bastante homogéneo dentro del mapa social barcelonés. Adiferencia de los suburbios obreros y populares formados el siglo XIX, caracterizados por una mayor variedad y mezcla social, las nuevas peri- ferias eran menos diversificadas, más "monocolores" desde el punto de vista de clase. Los obreros, se encontraban aquí más segregados de las otras categorí- as sociales de lo que lo estaban en los viejos barrios populares. Ello se relacio- na también con una tendencia que se está produciendo en estos años; a saber, la de una cierta diferenciación del espacio obrero y popular barcelonés en sub- clases, siendo estas nuevas periferias obreras las más claras áreas de decanta- 10 ción del estrato jornalero menos arraigado y cualificado. El analfabetismo fue un rasgo cultural íntimamente asociado a la baja cualificación laboral. Las segundas periferias se definen también por la alta presencia de la inmi- gración, especialmente de la charnega (murcianos y almerienses), aunque es también significativa la presencia de valencianos y aragoneses. En el munici- pio de Barcelona y desde el punto de vista de la estructura demográfico-fami- liar era altamente significativa la abundancia de hogares con muchos niños, de cabezas de familia jóvenes y de formas de cohabitación de dos o más familias dentro de una misma vivienda. La diferenciación sociogeográfica y la homo- geneidad social especialmente por lo que toca a determinados rasgos de pre- cariedad aparecía pues muy clara. 3. La separación trabajo-residencia Una importante característica a destacar en estas segundas periferias es la de la disociación entre lugar de residencia y lugar de trabajo que en ellas se produce, disociación agravada muchas veces por la inexistencia de un medio de transporte rápido, barato y eficaz. Muchos de estos nuevos asentamientos se situaban relativamente alejados de nuevas industrias o centros del mercado laboral. Aún cuando la distancia a recorrer entre la vivienda y el puesto de tra- bajo no fuera a veces excesiva, la fábrica el taller o el tajo no se encuentran ya como en los viejos núcleos obreros y populares en el propio corazón del barrio. Las consecuencias que de ello se derivan son trascendentales. El obre- ro suele sindicarse en el centro de trabajo, con lo que el lugar de la reivindi- cación salarial y de la lucha obrera en sentido estricto suele situarse en una esfera diferente a la de la vida cotidiana, del no-trabajo. Los temas referentes al consumo, como la vivienda o el transporte pueden pasar a un primer plano, autonomizarse y tomar un nuevo sentido en la esfera de una comunidad aleja- da de la demanda sindical inmediata y que no se identifica de manera directa con un centro de trabajo situado en el seno del barrio. Es cierto que existieron barriadas suburbanas en Sant Adrià y Badalona o en Sant Martí, relativamente próximas a las nuevas industrias. Pero aunque la fábrica o el taller se encontrasen a distancias relativamente cercanas la inexis- tencia de transporte obligaba con frecuencia a un cierto desplazamiento cami- nando. Cuando el transporte existía y era conveniente su uso para acceder al trabajo en lugares todavía más lejanos, las altas tarifas lo convertían a veces en prohibitivo. El resultado fue la disociación absoluta entre barrio de resi- dencia y trabajo, agravado en el caso de obreros de la construcción, muy fre- cuentes en los barrios periféricos, por desplazamientos al tajo variables y dis- tantes por definición. 11

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La formaci?n del cintur?n proletario de Barcelona
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