El camino de la revolución. De Babeuf a Mao Tse-Tung - Alberto Falcionelli

254 Pages·1965·10.054 MB·Spanish

by  Alberto Falcionelli

la
revolución
DE BABEUF
A MAO TSË-TUNG
.
£ditorial Nuevo Orden
BUENOS AIRES
OTROS TITULOS DE
EDITORIAL NUEVO ORDEN
Charles Maurras, El porvenir de la in­
teligencia.
Gustave Bord, La conspiración masóni­
ca de 1789.
Kenneth Goff, Psicopolítica. Técnica del
lavado de cerebro. 2« edición.
Pierre Lemaire, Concilio y anticoncilio.
Luc J. Lefèvre y François Lammasson,
A propósito del psicoanálisis.
Guillermo7 Furlong, S.J., En defensa de
Sarmiento. 2» edición.
Joaquín Sáenz Arriaea, El antisemitis­
mo y el,Concilio Ecuménico. Qué es
el progresismo.
Thierry-Maulnier, Más allá del nacio­
nalismo. 2» edición.
Maurice Talmeyr, La Francmasonería
y la Revolución Francesa.
Jordán B. Genta, Guerra contrarrevo­
lucionaria. 2» edición.
J. Calbrette, El catolicismo de izquierda.
Louis Veuillot, La ilusión liberal.
Maurice Pinay, Complot contra la Igle­
sia.
Jordán B. Genta, Doctrina política de
San Martín.
Enrique Zuleta, Introducción a Maurras.
H. Le Carón, Misión destructora de la
revolución.
El plan Andinia.
ALBERTO FALCIONELLI
EL CAMINO
DE LA REVOLUCION
DE BABEUF A MAO TSE-TUNG
EDITORIAL NUEVO ORDEN
BUENOS AIRES
Hecho el depósito que marca la ley 11.72S
Prohibida la reproducción total o parcial
sin previo permiso del editor
© 1965 by
EDITORIAL NUEVO ORDEN
Buenos Aires
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina
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INDICE ANALITICO
Pág.
9 Advertencia preliminar
15 Primera parte: La rebelión de los ricos
15 1 - Algunas definiciones. Revolución y subversión. El
concepto de democracia en sus varias acepciones.
19 2 - El hombre ante la tradición. Pierre Bayle y la ra­
zón razonante. Jansenistas, libertinos y galicanos.
31 3-La crítica universal. John Locke y la ley natural.
Los nuevos ideales éticos, de Spinoza a los empi-
ristas.
45 4 - Del universalismo de Vico al cosmopolitismo de Mon­
tesquieu. Historia y Derecho. El azar de haber na­
cido francés...
64 5-1750. Los Fisiócratas en ruta para Cosmópolis. ¿Qué
es la Enciclopedia? El final de los Jesuítas. Janse­
nismo y despotismo ilustrado.
91 Segunda parte: La rebelión de los pobres
91 1-Juan Jacobo Rousseau, de la ley natural a la de­
mocracia integral. La envidia y el resentimiento
como filosofía política.
115 2 - Los activistas, de los Estados Generales a la Asam-
7
Pág.
blea Constituyente. La Constitución civil del clero,
el pueblo soberano y el hambre.
129 3 - Las dos revoluciones. Burguesía capitalista y Cuar­
to Estado. Robespierre, Saint-Just y Babeuf. La
Conspiración de la Igualdad. Triunfo de los pro­
pietarios.
159 4 - La burguesía capitalista, del 18 de Brumario a la
Revolución de Julio. Blanqui, la revolución perma­
nente y la dictadura del proletariado. La Comuna
de París.
174 5 - Los Comuneros y la mitología marxista. Marx,
Proudhon, Blanqui. De La Guerra civil en Francia
a El Estado y la revolución. La mistificación so­
viética, de Lenin a Stalin y a Mao Tsë-tung.
201 Postfacio
205 Liberalismo y marxismo en la sociedad industrial.
De la voluntad general a la organización tecnocrática.
205 1 - De nuevo Rousseau. La voluntad general, la reli­
gion civil y la dictadura de las mayorías. El “hom­
bre virtuoso” de Robespierre a L. B. Johnson. Ge­
nes, cromosomas y virtud ciudadana. Breve bosquejo
de la virtud democrática,
216 2 - Inutilidad de Babeuf en la sociedad industrial. De
Rousseau a Marx por los “jóvenes hegelianos”. Los
Doctrinarios, la Contribución a la Critica de la
Economía Política y el parto, casi indoloro, de la
Historia.
231 3 - El “liberal espurio” en una apreciación de Grego­
rio Marañón. El espejismo de la libertad, o <(pas
dfennemis à gauche... ”. Cómo el liberal vende su
alma al diablo en los altares de la Ciencia. El ho­
nesto liberal, el decente socialista y el comunista
sin complicaciones.
237 Bibliografía esencial
8

ADVERTENCIA PRELIMINAR
El presente trabajo fue publicado hace quince años
en una edición limitada que se agotó casi de inmedia­
to. Formaba parte de una obra de conjunto consagra­
da al segundo centenario de la Enciclopedia, que al­
gunos colegas de la Universidad Nacional de Cuyo
decidimos conmemorar a nuestra manera. El título
que le di entonces: La Ilustración ante la historia, o
decadencia de la libertad, ha dejado de responder,
una vez separado de su contexto original, al propó­
sito que nos habíamos trabado. Este es el punto de
visto, del editor, y tal es la razón por la que he
aceptado cambiarlo.
Fuera de ello, no he aportado al texto primitivo
más que modificaciones desprovistas de importan­
cia que, por lo general, se reducen a cuestiones de
estilo. El fondo sigue siendo el mismo porque, en ver­
dad, sobre los temas tratados, sigo pensando exacta­
mente como en 1950. Aquello que ha sucedido en el
campo del socialismo y en el mundo libre en estos
quince años no ha hecho sino confirmar esta inter­
pretación del tema de la “segunda revolución”.
Con todo, he optado por suprimir algunas páginas
finales, no muchas por lo demás, que se referían a
hechos circunstanciales que, desde entonces, han per­
dido importancia, tanto concreta como especulativa.
Tenga presente el lector que estas páginas fueron
escritas en la fase final de la dictadura staliniana,
vale decir, cuando era imposible prever que a esa
dictadura iba a substituirse una í(experiencia Jrush-
chov” que ha acabado por dar paso a la rehabilita­
ción del hombre de Tiflis; que, al monopolio atómi­
co incuestionablemente detentado por los norteameri­
canos, iba a suceder un u equilibrio del terror" tan
inestable que depende del más leve adelanto técnico;
que una China apenas salida de una guerra que la
había dejado destrozada, iba a llegar al manejo del
plutonio 235 más rápidamente que los franceses y
los mismos ingleses; que la guerra fría pudiera ser­
vir de antesala a la política de apaciguamiento; que
la voluntad de los occidentales de luchar contra los
comunistas sin exclusión de golpes desembocaría en
una especie de desarme moral de las naciones libres
ante las exigencias de Moscú; que una política de
descolonización aún en esbozo, provocaría la irrup­
ción demoledora del tercer mundo; que el delirio cas­
ticista debía poner tan pronto en movimiento al es­
tancado continente latinoamericano. Sobre todo, fue­
ra de algunos aislados a los que un James Burnham
había despertado, casi nadie pensaba en la amenaza
mortal representada para la humanidad por los pro­
yectos de organización tecnocrática, en cuya conse­
cución vemos aunarse ahora a los teóricos del neoca-
pitalismo y a los doctrinarios del colectivismo. Final­
mente, hace quince años ¿quién hubiera pensado en
el “final de las ideologías", comodín al que se a fe-
rran tantos intelectuales, progresistas o bienpensan-
tes, para hacer pasar sus ilusiones sobre religión de
la Ciencia, que, de triunfar, seria la más totalitaria
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