Description:Leonore Kepp se quedó perpleja cuando entró en el bar de Frank Potter, en Fort Laramie. Se dijo que en todos los días de su vida no había visto un establecimiento como aquél; y tal pensamiento no se concretaba solamente al local, sino también a la clientela. Hubiera podido jurar por los huesos de su abuela Ruth, suponiendo que a una señorita de Boston le fuera posible jurar, que allí se había dado cita la chusma de todos los Estados de la Unión. Los parroquianos de Potter eran tipos astrosos, barbudos, sucios y hasta malolientes. Se distribuían a todo lo ancho del bar, desde el extremo del mostrador más cercano a la puerta, hasta la pared del fondo. A la derecha había media docena de mesas, simples tablas de madera sostenidas por trípodes, a cuyo alrededor bebían y cantaban aquellos extraños hombres.