Oskar Schindler era un industrial alemán católico y estaba muy bien relacionado con la jerarquía nazi. Además, era un mujeriego empedernido y un gran bebedor.
¿Quien iba a pensar que tras esa apariencia frívola y bohemia se escondía un hombre que no dudaría en arriesgar su piel para salvar a más de mil judíos durante la Segunda Guerra Mundial?