Tess Mcvee necesita reinventarse y lamer las heridas que su orgullo ha recibido. Después de que su última pareja se aprovechara de ella para robar información de la empresa familiar en la que trabajaba y que finalmente no va a heredar, como toda su vida había pensado, decide parar y replantearse la vida.
Por sugerencia de su hermana, se refugia en un acogedor hotel en una zona vinícola, donde se siente completamente fuera de lugar.
**Nathan Murray** es dueño, entre otras muchas propiedades, del pequeño hotel rural donde Tess se aloja. Sospecha que el contable que gestiona su patrimonio le está robando, pero él no sabe nada de contabilidad ni de ordenadores, ni siquiera está interesado en aprender.
El amor no tiene cabida en sus vidas. No van a buscarlo, pero … ¿Y si lo encuentran?