Description:Los vaqueros iban regresando de la diaria tarea. Con aire de cansancio desensillaban sus monturas y tomaban luego asiento en cualquier parte, esperando, impacientes, la campanada anunciadora de que la cena estaba lista. De pronto, a la incierta luz de la tarde que caía, vieron venir a un jinete cuyo desesperado galope les llamó la atención, pues parecía huir del mismísimo diablo. Traía la cara llena de tierra, un parche sobre el ojo izquierdo y el brazo del mismo lado sujeto por un pañuelo lleno de sangre.—¡«El Aguilucho»! ¡Viene hacia aquí!