UNIVERSOS EMOCIONALES Y SUBJETIVIDAD Edith Calderón Rivera* Resumen: En este artículo la autora propone la dimensión afectiva como un elemento central en la cultura, ya que permite construir una ligadura entre lo psíquico, lo individual y lo social. Asi- mismo es útil para nombrar lo que en el sentido común se conoce como emociones, pasiones, sen- timientos y afectos; todos ellos forman parte de conjuntos que deben ser vistos como símbolos que dan lugar a intercambios regulados por las culturas. Es por ello que la dimensión afectiva debe ser considerada un punto de partida para el abordaje de los universos emocionales y de la subje- tividad en el campo de la antropología. ¿Qué lugar ocupan los sentimientos en la vida cotidiana, íntima y social? ¿Son suficientes las descripciones de las experiencias emocionales para hacer una antropología de las emociones? ¿Será importante crear nuevas metodologías antropológicas para el estudio de los universos emocionales? Éstas son algunas de las preguntas que se respon- den en este artículo. Palabras clave: cultura, subjetividad, emociones. Abstract: In this article the author proposes the affective dimension plays a key role in culture since it allows for a bond between the psychic, individual and social to be built. It is also useful for naming commonly known terms such as emotions, passions, feelings and affections; altogether they form groups that must be seen as symbols that lead to culture-regulated exchanges. This is the reason why the affective dimension must be considered a starting point for approaching emo- tional universes and subjectivity in the field of anthropology. What place do feelings occupy in social and intimate everyday life? Are the descriptions of emotional experiences enough to make an anthropology of emotions? Is it important to create new anthropological methodologies for studying emotional universes? These are some of the questions that are answered in this article. Keywords: culture, subjectivity, emotions. *Profesora del doctorado en Antropología a Elena Azaola Social del Centro de Investigaciones de Estu- dios Superiores en Antropología Social; profeso- La cultura no puede existir sin la ra visitante del Departamento de Antropología dimensión afectiva. Tal dimen- de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iz- sión es una forma de nombrar lo tapalapa. Línea principal de investigación: An- que en el sentido común se conoce tropología de las emociones y subjetividad. Este artículo es resultado de la investigación sobre como emociones, pasiones, sentimien- Antropología y afectividad que, con apoyo del tos y afectos; así el amor o el odio, el Conacyt inicié en el ciesas y actualmente conti- miedo o el valor, la envidia o el cariño, o núo en la uam-i. Quiero agradecer a los dictami- los estados anímicos como el enamora- nadores anónimos las observaciones que enriquecieron este trabajo. miento, la nostalgia, la melancolía, la 11 01_NuevaAntropología81.indd 11 06/03/15 17:01 12 Edith Calderón Rivera felicidad o la solidaridad —por men- emociones, la finalidad es señalar que cionar algunos— forman parte de tal en ellos —aunque no existe un consen- dimensión. Todos ellos son experimen- so respecto de la manera en la que se tados, compartidos, descritos, expresa- concibe lo emocional— encontramos dos y comprendidos porque son descripciones de diversas formas con constitutivos de todas las culturas. En las que funcionan los universos emo- ese sentido forman parte de una es- cionales. Posteriormente resumiré bre- tructura mayor, cuyos elementos cons- vemente mi propuesta sobre lo que he tituyen conjuntos que deben ser vistos denominado “dimensión afectiva”. En como símbolos que dan lugar a inter- ella propongo una manera para abor- cambios regulados por las culturas. La dar lo emocional, pasional, afectivo y finalidad del presente trabajo es pro- sentimental —es decir los universos poner a la dimensión afectiva como un emocionales— desde un punto de vista punto de partida para el abordaje de antropológico. Propongo contemplar, los universos emocionales y de la subje- además del dominio fenoménico de la tividad. Propongo que el concepto de experiencia, ya identificado por los es- universos emocionales incluye tanto lo tudios anteriores, un dominio estruc- simbolizado como lo no simbolizado. tural que permite ver la subjetividad Las preguntas que guían el texto como un espacio privilegiado para el pueden formularse de la siguiente ma- en tendimiento de la afectividad. Fi- nera: ¿qué lugar ocupan los sentimien- nalmente, deseo presentar algunas re- tos en la vida cotidiana, íntima y flexiones metodológicas que considero social? ¿Son suficientes las descripcio- pertinentes para el estudio de la dimen- nes de las experiencias emocionales sión afectiva. A manera de conclusión observadas para hacer una antropolo- propongo que subjetividad, pensa- gía de las emociones? ¿Qué comparten miento y dimensión afectiva se enmar- las diversas teorías de las emociones? can dentro de procesos que se hacen y ¿Qué es la dimensión afectiva? ¿Será modifican a lo largo de la vida social e importante crear nuevas metodologías individual. La interacción que existe antropológicas para el estudio de los entre el psiquismo, el sujeto y la so- universos emocionales y de la subjeti- ciedad no sólo permite asomarnos a las vidad? experiencias emocionales sino que En este texto deseo mostrar que abre una posible explicación de su ori- tanto los análisis que desde el senti- gen, su desarrollo y transformación. do común se hacen sobre las emociones como los registros de lo afectivo de mu- LA DESCRIPCIÓN DE LAS chas de las etnografías de la antropolo- EXPERIENCIAS EMOCIONALES gía clásica, se concentran en el nivel fenoménico, donde se describen las ex- En la vida cotidiana y pública todos periencias. También presentaré los podemos decir algo acerca de las emo- hallazgos de la revisión de algunos es- ciones, o acerca de la afectividad. Las tudios que se han realizado sobre las emociones hacen parte importante de 01_NuevaAntropología81.indd 12 06/03/15 17:01 Universos emocionales y subjetividad 13 nuestro entorno global, cultural, social, poeta desencadenó una movilización familiar e individual, podemos ver que nacional, denominada Marcha del Si- ocupan un lugar fundamental en la lencio, también conocida como Marcha conformación y mantenimiento del or- por la Paz ante la llamada guerra con- den social, pero también en su trans- tra la delincuencia organizada, que el formación. presidente Felipe Calderón promovió Un suceso, aparentemente trivial, en México y que cobró miles de vidas que nos deja ver la importancia de las inocentes. Este movimiento cruzó la emociones se dio a conocer en los me- frontera nacional y llegó a Estados dios masivos de comunicación de Mé- Unidos por medio de una caravana en xico en agosto de 2011, la nota fue la que familiares de otras víctimas se difundida por la televisión abierta y se su maron y —paradójicamente en su le denominó como el caso de las Ladies marcha del silencio— narraron sus de Polanco. Consistió en un enfren- desgarradoras experiencias de pérdi- tamiento verbal violento entre unas da, de tristeza, de impotencia; todos mujeres y varios policías que las con- esos sentimientos conjugados incita- minaban al orden. Los policías al inten- ron a la movilización social que deman- tar hacer que se respetaran las normas dó el esclarecimiento de los asesinatos ciudadanas, que impiden a los sujetos y la paz. manejar vehículos en estado de ebrie- Las emociones, vistas como lengua- dad, fueron víctimas de actos violentos, je, comunican y trascienden fronteras ofensivos, discriminatorios y de humi- territoriales, se globalizan (Nieto y llación; un ciudadano grabó con su te- Calderón, 2009). Los medios de comu- léfono celular el momento en el que nicación y su virtualidad nos permiten una de las mujeres expresaba, entre compartir, contagiar, adherirnos o re- insultos y agresiones la palabra asala- chazar, aprobar o reprobar emociones. riado, esta grabación fue trasmitida En el ámbito internacional, un suceso por las televisoras, en ella se podía ver como el rescate de 33 mineros en Chile, cómo los policías fueron sometidos en febrero de 2010, llenó de alegría, re- por dos mujeres ebrias llamadas a par- gocijo y esperanza al mundo.1 Muchos tir de ese evento las Ladies de Polanco; fuimos testigos y compartimos la fe- el suceso propició expresiones de enojo e licidad de las familias de los mineros indignación social en contra de las cuando recuperaban uno por uno sus transgresoras y agresoras, así como miembros. Chile y la figura de su pre- muestras de solidaridad y apoyo hacia sidencia fueron admirados en ese mo- los policías (a pesar de que una de ellas mento, aunque un año después una había sido reina de belleza en Puebla). manifestación de protesta social —en Sin duda otro ejemplo claro de las consecuencias sociales de lo emocional 1 En México se vivió con particular interés porque una tragedia similar ocurrida en febrero es la indignación y el dolor suscitado de 2006, en la mina de Pasta de Conchos en por la muerte violenta del hijo del poe- Coahuila, tuvo un desenlace trágico: la muerte ta Javier Sicilia en México. El duelo del de 65 mineros. 01_NuevaAntropología81.indd 13 06/03/15 17:01 14 Edith Calderón Rivera la que los jóvenes fueron protagonistas William (en abril de 2011) contagia de importantes— permitió que en el mun- romanticismo, mantiene la expecta- do se reprobaran algunas de las prác- ción y, momentáneamente, cohesiona a ticas y políticas del gobierno en los un amplio sector en el mundo gracias a ámbitos laborales y educativos. los medios de comunicación que ponen En los terrenos de lo político, lo ético de manera global una agenda emocio- y lo moral, las emociones tampoco son nal que toca de manera local a las fa- ajenas. Lo que a unos les causa alegría milias, realizando imaginariamente su y lo ven como un triunfo, a otros les pro- deseo de ser nobles y de cumplir la uto- voca dolor y lo perciben como derrota o pía al resolver la desigualdad social. amenaza; la noticia de la muerte de Con estos casos he querido ejempli fi- Osa ma Bin Laden —y de su familia— car la existencia de varios tipos de uni- en Pakistán (en mayo de 2011) fue por- versos simbólicos emocionales que se tadora de felicidad para el pueblo comunican, intercambian, circulan y es tadounidense, pero el mismo evento que tienen inscritos valores que pue- que enorgullece al presidente de Esta- den ser compartidos socialmente. Las dos Unidos, Barack Obama, quien reci- emociones que hemos visto están por be el apoyo de múltiples mandatarios y todas partes, son representaciones so- sus respectivos países, es causa de des- ciales, son expresiones públicas que se dicha, rencor y coraje para una parte difunden como datos por los medios del mundo musulmán y para el grupo masivos de comunicación que las usan Al Qaeda, que amenazó mediante co- y muchas veces abusan de ellas. Las municados que la sangre preciosa de emociones se contagian, se trasmiten, su líder no será derramada en vano, y se repelen; todos podemos describirlas, anunció que la felicidad de los Estados reflexionar respecto de ellas e incluso Unidos terminará en tristeza. Por su elaborar análisis que están impregna- parte al ser entrevistado sobre el suce- dos de una ética y moral particular, de so, el Dalai Lama se dijo entristecido nuestros propios universos emociona- por la muerte de Osama Bin Laden. les y nuestra subjetividad. Esto se pue- También por medio de la televisión de hacer porque gracias a los medios se difunden rituales de amor; millones poseen el carácter de no ser privadas y de personas en el mundo compartieron nos pertenecen a todos, son parte de la posibilidad del cumplimiento de una los imaginarios sociales y de las es- ilusión, de un sueño común: un deseo tructuras de poder. Todas forman par- de muchas niñas y mujeres que forma te del orden social que compartimos o parte del imaginario amoroso occiden- de otros órdenes culturales que pode- tal. Los medios masivos de comunica- mos entender. ción permitieron que ellas presenciaran Esta forma de tratar e interpretar cómo un príncipe azul busca el amor lo emocional no es exclusiva de nues- en una mujer común mediante un lazo tra época; se encuentra en un estilo de de alianza, es decir de parentesco. La reflexión, elaborado a lo largo de la his- boda real de Catherine con el príncipe toria por diversos pensadores, que ha 01_NuevaAntropología81.indd 14 06/03/15 17:01 Universos emocionales y subjetividad 15 tenido como finalidad expresar, seña- desde la filosofía, Singer señala que el lar o bien formular, entre otras cosas, amor no es un mero sentimiento, es un las reglas de comportamiento, que los aspecto de la imaginación, una reali- sujetos y los grupos en sus respectivas dad, una verdad verificable y una aspi- sociedades deben seguir (Platón, 1973; ración significativa (1992b: 32 y 536), Tomás de Aquino, 2004; Hobbes, 1987). es una actitud o un estado mental que Por ejemplo para Aristóteles (1992), todo lo permea (1992c: 12). Él propo- disposiciones como la benignidad son ne que amor es sobre todo una manera correctas o moralmente apropiadas de evaluar e incluye dos conceptos para alcanzar la virtud. El respeto por para hacerlo: la apreciación y el otorga- la ley, para Kant (1980), es otro ejem- miento. La reciprocidad del amor tiene plo. También lo que sentimos y cómo lo lugar cuando cada uno de los partici- hacemos ha servido como argumento pantes recibe y le otorga a otro un va- en trabajos tan importantes como la lor (1992a: 21). El amor es un continuo Fenomenología de la percepción de dar y recibir (1992c: 459). Merleau-Ponty cuyo concepto central Entonces, sí la reflexión sobre lo es el de cuerpo-sujeto; para él percibir emocional ha estado presente desde la y sentir están íntimamente ligados; filosofía clásica hasta la actualidad, y sentir es comunicación vital, pero una se ha enfocado en el nivel público, rela- emoción nunca tendrá el mismo sen- cional y fenoménico de estas experien- tido para dos sujetos, por ejemplo, per- cias, la pregunta que podemos hacer cibimos el odio y la ira del otro por su es:¿será suficiente esta reflexión para comportamiento pero sus emociones, entender su importancia desde discipli- para nosotros, nunca tendrán el mis- nas sociales como la antropología o la mo significado (1985: 73 y 367).2 Aun- sociología? y, más aún, ¿por qué resulta que rebasa con mucho los límites del particularmente complejo abordar lo presente texto, no podemos dejar de afectivo si queremos verlo desde el nivel señalar que el amor ha sido una de las subjetivo? Parto del supuesto de que la emociones más analizadas a lo largo sola descripción de las emociones y de de la historia. Durante la segunda mi- las experiencias no basta para enten- tad del siglo pasado, un teórico social der la subjetividad de la que están im- tan importante como Luhman conside- pregnadas. Resulta indispensable ver ró que el amor no es en sí mismo un al sujeto para entender con mayor pro- sentimiento, lo vislumbra como un me- fundidad lo social (Calderón, 2012). dio de comunicación que permite com- prender las relaciones entre los medios LO FENOMÉNICO EN LOS ANÁLISIS de comunicación y las estructuras de ANTROPOLÓGICOS SOBRE LAS la sociedad (1985: 22). Por otra parte, EMOCIONES El universo de la afectividad desborda 2 Para una intensa reflexión autoetnográfi- los intentos de su análisis. Hasta aho- ca sobre la dificultad de sentir o caminar con los zapatos del otro puede verse en Rosaldo (1991). ra las referencias que tenemos de la 01_NuevaAntropología81.indd 15 06/03/15 17:01 16 Edith Calderón Rivera antropología clásica develan un trato les, y es un aspecto de la vida que está implícito de lo emocional que hasta regulado y normado culturalmente. hace veinte años no era un tema sus- Es decir, los sentimientos forman par- tantivo de estudio. Un ejemplo claro es te de los universos de representaciones, el posicionamiento de Lévi-Strauss, de los imaginarios sociales, de los pro ce- quien ve a la vida afectiva como poste- sos de construcción de identidad o de la rior y subordinada al intelecto y al diferencia y de las experiencias coti dia- pensamiento (1983: 615). Otros antro- nas de los grupos. No obstante, en nin- pólogos daban por supuesto que el gún texto o monografía clásica apa re ce control de la vida afectiva, en cierta for- lo emocional como un tema central. ma, tenía que ver con el control de los Considero que el papel periférico instintos, lo cual mostraba un avance asignado a lo emotivo en la teoría an- evolutivo de nosotros respecto a nues- tropológica clásica es el reflejo del lu- tros antepasados. En otras palabras, y gar que tenía para los propios autores no sólo para muchos antropólogos, sino esta dimensión. He corroborado que para importantes pensadores en las cuando el antropólogo se tropieza con ciencias sociales, éramos considerados la afectividad de los otros, inevitable- civilizados debido a que también había- mente construye un diálogo y hace mos evolucionado en el ámbito emo- com paraciones que subrayan las dife- cional respecto a los primitivos (Elias, rencias sobre las semejanzas. En tal 1994; Morgan, 1971; Frazer, 1992). De comparación aparece una dimensión hecho en gran parte de la literatura ético-moral que califica la expresión de antropológica clásica se mencionan las la emotividad y las consecuencias de pasiones, los sentimientos, las emocio- ello. El trato que se da a lo emocional nes o los afectos, pero no se analizan a de pende del contexto y la cultura de la pesar de que, se encuentran en los tes- que provienen los analistas, y no de timonios de los informantes y son aso- los que viven sus sujetos de estudio. ciados con los eventos tanto rituales Eso ex plica que los juicios y valores como ordinarios como en los casos de la que se plasman en las etnografías sean brujería para Evans-Pritchard (1976), guiados por la moral y los intereses o de la personalidad para Mead (1990). emo cionales de los antropólogos. A los Así, las prácticas sociales y las accio- científicos sociales se nos dificulta nes de los individuos que son guiadas atender lo emocional en los sujetos de por la ternura o la venganza son poco forma particular. Como veremos más tomadas en cuenta, a pesar de con- adelante, esto sucede fundamental- formar la materia prima con la que se mente porque no existe un consenso, no analizan la personalidad y la brujería, sólo del lugar donde se encuentran y se dos temas principales en los análisis expresan las emociones, sino del tipo de de estos antropólogos. En sus mono- fenómenos mentales, psíquicos, instin- grafías se puede ver que lo emocional tivos, corporales o biológicos que son. se encuentra presente de forma implí- Por otra parte, la antropología con- cita en las conductas y prácticas socia- temporánea ha mantenido el interés 01_NuevaAntropología81.indd 16 06/03/15 17:01 Universos emocionales y subjetividad 17 por este antiguo tópico y por legitimar ser resuelta por medio de la venganza un campo de estudio sobre las emocio- que es positiva. nes. Michelle Rosaldo (1980 y 1984) es Sin duda, aportes relevantes que una de las pioneras y promotoras más permiten ver el manejo de lo afectivo importantes del análisis etnológico de en diferentes culturas se los debemos a lo emocional; propone trabajar desde lo que se ha dado en llamar antropolo- las emociones que implican componen- gía de las emociones. Dignos de men- tes culturales conscientemente cons- cionar son los que provienen del truidos, es decir públicos, por ejemplo, pensamiento feminista y de la teoría cazar cabezas humanas para los ilon- de género; estos trabajos fueron los gots les proporciona una especie de primeros en identificar la importancia distinción que resulta difícil de enten- de lo afectivo en los estudios sociales y der para los occidentales, pues no tiene la asociación, muchas veces estigmati- nada que ver con el gusto por la violen- zada, de las mujeres con las emociones, cia, sino que está relacionado con una entre ellos los de M. Rosaldo (1980 y, emoción llamada liget, una especie de 1984), Abu-Lughod (1986 y 1990), Lutz ira que surge de la envidia que provoca y Abu-Lughod (1990), Héritier (1996 y el éxito ajeno. Experimentar liget es 2002), Mageo (1996a; 1996b; 1996c). valorado como algo positivo, dado que También actualmente se observa una está asociado a los rituales de cacería y preocupación por dar cuenta etnográ- de pubertad. fica, etnológica e incluso etnohistórica Esta conclusión no parece muy di- de lo emocional, los trabajos de Middle- ferente de la que nos devela la lectura ton (1989), Desjarlais (1992), Bourdieu del texto de Evans-Pritchard, el traba- (2002), Green (1994); Whitehouse jo sobre la brujería es un ejemplo que (1996); Davies y Spencer (2010), Na- he ubicado de cómo las emociones han vokov (1997), Rutherford (1998) son sido tratadas como implícitas en la teo- algunos ejemplos. Cabe hacer notar que ría antropológica clásica (Calderón, los análisis anteriores, entre muchos 2012). Para el autor los actos de bru- otros, se proponen dar cuenta de la expe- jería son resultado de la envidia, del riencia y el funcionamiento emo cional. odio, los celos o la avaricia que alguien Considero que tanto los antropólo- siente por la víctima embrujada. gos clásicos como los contemporáneos Evans-Pritchard nos muestra a lo lar- comparten una carencia que les impi- go de su obra cómo el control de la envi- de explicar los procesos constitutivos dia constituye un organizador de la de lo emocional en la escala del sujeto. vida social e impide el conflicto, man- Desde mi punto de vista, dar cuenta de tiene la armonía de tal forma que los este proceso constitutivo no sólo per- azande piensan en el odio, la envidia y mite entender la gran diversidad feno- la avaricia en términos de brujería, ménica (social, pública), sino que abre como algo que está en el inconsciente, la posibilidad de preguntarnos si los que no se desata de forma intencional métodos que utilizamos son adecuados por los sujetos, pero es negativa y debe para registrar lo emocional en otro nivel: 01_NuevaAntropología81.indd 17 06/03/15 17:01 18 Edith Calderón Rivera el de la subjetividad. Es importante tivas, racionales y públicas, o bien las reconocer, como veremos a continua- concibe como subjetivas, fisiológicas, ción, que ha existido una disyuntiva pasivas e irracionales. cuando se intenta abordar las emocio- A manera de ejemplo, desde una nes no sólo desde la disciplina antropo- perspectiva de psicología filosófica se lógica, sino desde diversos puntos de distinguen cinco enfoques de la teoría vista. Tal dificultad ha conducido hacia de la emoción: el de la sensación, el fi- dos ámbitos de análisis: el primero ha siológico, el conductual, el evaluativo y implicado ubicar a las emociones como el cognoscitivo. En estos enfoques, más problemáticas que se encuentran en el que una definición diferente de la emo- individuo, en su interior, en su fisiolo- ción encontraremos el énfasis en un gía, biología y subjetividad; el segundo componente diferente de ella (Calhoun ha implicado incluirlas como parte del y Solomon, 1989:14). Las teorías de la análisis social, han sido asociadas a la sensación y las fisiológicas coinciden objetividad, a los procesos culturales y en que una emoción es algo que senti- públicos. Considero que para abordar mos dentro de nosotros, que impide una la dimensión afectiva como un objeto de visión objetiva y propicia comporta- estudio antropológico debemos disol- mientos irracionales. La emoción sirve ver esa dicotomía y contemplar ambos poco para el análisis. El objetivo desde dominios para identificar el problema ambas perspectivas es detallar los orí- en su totalidad. genes causales, tanto fisiológicos como psicológicos, de las emociones y los DISTINTAS MIRADAS SOBRE efectos de ellas sobre la conducta y la LAS EMOCIONES cognición. Estos enfoques parten de la dicotomía mente-cuerpo que ha acom- Los planteamientos de Aristóteles y pañado al pensamiento occidental. Así, James han sido ejes de muchos análi- lo que para los estudiosos de la teoría sis. La concepción aristotélica ha visto de la sensación son emociones, para a las emociones con un significado, los de la teoría fisiológica no lo son. Por como manifestaciones o signos de si- ejemplo, para William James si es cor- tuaciones objetivas. Por su parte, la poral tiene que ver con la emoción, en- concepción que desciende de la teoría tonces el dolor lo es; en cambio, para jamesiana propone a las emociones David Hume el dolor no es una emo- como carentes de significado porque ción porque tiene que ver con el cuerpo están dentro del ámbito de lo fisiológi- y no con las sensaciones psicológicas o co; en otras palabras, las emociones son mentales. producto de lo corporal y de lo subjetivo La tercera teoría es la conductual, (Calhoun y Solomon, 1989: 9; Abbag- para esta corriente lo decisivo es lo que nano, 1987: 394). La intención de mi se muestra públicamente, la conducta propuesta es crear un puente y de for- observable es la base para analizar ma explícita disolver la dicotomía que una emoción y no la experiencia priva- las considera como objetivas, cognosci- da. Podríamos concluir que, para los 01_NuevaAntropología81.indd 18 06/03/15 17:01 Universos emocionales y subjetividad 19 conductistas, las emociones son causas a la falta de acuerdos sobre el tipo de o patrones de conducta, son observables fenómenos mentales que son las emo- y públicas. La cuarta teoría es la eva- ciones, sino que son un claro ejemplo luativa; en ella se postula que las emo- de que ha existido una disyuntiva en- ciones son evaluaciones, las emociones tre ubicarlas como competencia de las son una forma racional y consciente de ciencias que estudian al sujeto, lo fisio- estar en el mundo. Sin embargo, el lógico, lo privado y las que estudian las sen tido en que las emociones son eva- expresiones sociales y públicas. luaciones depende de la teoría evaluati- Por otra parte, Lutz y White en una va que se use. Por ejemplo, para Sartre revisión exhaustiva, dan cuenta de los y Solomon “las emociones son o se pa- estudios sobre las emociones realiza- recen a juicios de valor o creencias no dos desde la segunda mitad de la déca- expresados” (ibidem: 23). Por otro lado, da de los setenta hasta los primeros para Hutcheson y Scheler las emocio- años de la década de los ochenta. Casi nes son percepciones de valor análogas doscientas referencias son citadas en a las sensoriales. A su vez, para Hume las que se incluyen trabajos, funda- y Brentano son sensaciones o actitudes mentalmente en inglés, de psicólogos sobre las cuales formulamos nuestras interculturales y antropólogos. Los au- creencias de valor. Por último, las teo- tores consideran que las diversas posi- rías cognoscitivas consideran que las ciones son el resultado del pensamiento emociones son actos cognitivos y pro- dicotómico moderno. Señalan que, des- ponen que es posible hacer un análisis de su punto de vista, el paradigma ma- racional de ellas: centran su atención terialista ha sido dominante en el en la conexión entre las emociones y estudio de la emoción en las ciencias las creencias sobre el mundo, los suje- sociales (Lutz y White, 1986: 406-7). tos y su entorno, de tal manera que si Lutz y White identificaron cuatro cambian las creencias cambian las emo- grandes posiciones o clasificaciones de ciones. Así, aunque las emociones pue- los estudios sobre las emociones, la uni- dan ser irracionales o inapropiadas versalista, la relativista, la racionalis- para los sujetos que las experimentan ta y la romántica, en ellas también se en un momento determinado, sólo lo discute el cómo y dónde ubicar lo emo- son porque los sujetos tienen creencias cional. Los universalistas señalan que erróneas e injustificables que están su- las emociones son una habilidad que es- jetas a cambio. Como se puede apreciar, tán en todos los seres humanos, pue- algunas de las teorías mencionadas den ser clasificadas como panhumanas antes se pueden clasificar como cogni- y epifenoménicas. Para los relativistas, tivas; por ejemplo, casi todas las teo- la emoción está asociada al problema rías evaluativas son cognoscitivas de la traducción y de juicios validados (Calhoun y Solomon, 1989: 14-30). socialmente, aunque existen algunos Considero que los estudios sobre aspectos universales de la emoción. las emociones nos permiten concluir Tanto los relativistas como los univer- que las diferencias nos remiten no sólo salistas coinciden en que potencialmen- 01_NuevaAntropología81.indd 19 06/03/15 17:01 20 Edith Calderón Rivera te los humanos pueden experimentar teorías de la sensación, las fisiológicas vidas emocionales similares, y lo que y las relativistas como ejemplos que en un observador externo ve como dife- principio competerían o se ubicarían rente está en la superficie (ibidem, dentro del ámbito individual. Estos en- 1986: 408). Para los universalistas las foques se refieren a la forma en que la emociones son universales, para los gente experimenta las emociones. Por relativistas son universales pero intra- su parte, las teorías cognoscitivas, con- ducibles; para los románticos son una ductuales, evaluativas, racionalistas y forma positiva de la naturaleza huma- románticas pueden clasificarse dentro na y llenan de significado la vida; para de las que centran su atención en el los racionalistas son racionales, mora- ámbito social. Las teorías en su con- les y valorativas. Existen varias discu- junto develan la necesidad de visibili- siones, una de ellas se presenta entre zar las relaciones existentes entre lo la postura que entiende a las emocio- social e individual. nes como culturalmente construidas Podemos estimar que el estudio de frente aquella que las ve como univer- las emociones no es reciente y que ha sales. Otra discusión se ha dado entre sido un objeto de interés de diversas la propuesta que sostiene que una emo- perspectivas disciplinarias; sin embar- ción organiza la sociedad entera contra go, considero que no se han agotado la que argumenta que el sistema social sus posibilidades de abordaje. Los au- genera numerosas emociones entre tores se han interesado en la valiosa sus miembros (ibidem: 418-420). En la tarea de describir el funcionamiento antropología, el énfasis se ha puesto en en las distintas culturas, nos dotan de cómo la gente construye el sentido de las reglas y de redes de conceptos que los eventos vitales: para Lutz y White sirven para entender parte de la dimen- lo que necesita ser explorado son las sión afectiva. Los estudios me permi- formas particulares en que el significa- tieron constatar que lo emocional do cultural y la estructura social se re- fenoménico ha sido lo más estudiado y lacionan con esas caracterizaciones ha permitido identificar la dificultad generales (ibidem: 428). que todos hemos tenido para reconocer En síntesis, las diversas teorías re- un dominio estructural que he deno- visadas tanto por Calhoun y Solomon minado “la pieza clave”, la cual permi- como por Lutz y White sirven para te ver algo constitutivo que fundamenta mostrar que los distintos enfoques for- el nivel de la experiencia emocional y man parte de un universo en el que se está relacionada con la subjetividad ha intentado dar cuenta del funciona- (Calderón, 2012: 199-222). miento emocional desde los distintos contextos en que fueron creadas. He LA DIMENSIÓN AFECTIVA querido hacer notar que las teorías so- bre las emociones implican dos ámbi- En la vida cotidiana todos entendemos tos de análisis: el individual y el social. a qué hacemos alusión cuando habla- Esto se puede apreciar si ubicamos las mos de lo afectivo; no obstante, los pro- 01_NuevaAntropología81.indd 20 06/03/15 17:01
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