Description:Aquella bahía azul turquesa era maravillosa aun antes de coger en ella a la ingenua y apasionada sirena. En su vida se quedó tan atónito como al apresarla, un día que salió de pesca. ¿Qué hacer con una sirena? No era este el problema más grave; peor lo planteaba la rubia esplendidez de la sirena, con su bellísima feminidad, excesivamente manifiesta. Peabody no se cansaba de mirarla: Peabody se enamoró de ella.
Esto crea una graciosa situación entre Arthur y su mujer, que ve la sirena por primera vez metida en el baño. Polly se indigna, y las cosas se ponen de tal modo, que trascienden hasta la Policía colonial.