Description:Ninguno de los dos jinetes tenía un aspecto muy boyante cuando coronaron la cumbre y tendieron la mirada hacia el llano, y el pueblo desparramado allá abajo, sumergido en la dulce neblina de polvo y sol. —Creí que ya no había ningún lugar habitado entre los montes y la frontera —comentó Nick Casidy, echándose el sombrero hacia la nuca. —Te dije que había un poblacho —replicó el mexicano que le acompañaba—. Cuatro casuchas no más… Pero ha crecido desde la última vez que estuve aquí. —¿Cómo se llama el lugar, Montoya? —Chico Nogales. —Eso será en tu idioma