Holly acaba de ser abandonada.
A una semana antes de Navidad. En público. Vestida como una Sra. Claus puta.
Todo lo que quiere es esconderse en el baño y tener una crisis nerviosa en paz.
Pero el Silver Fox, dueño del bar, tiene otros planes.
En el momento en que Nick se fija en los ojos grises y la actitud descarada de Holly, queda enganchado.
No se puede negar la atracción que ha surgido entre ellos.
Y cuando esa tensión finalmente se rompe, se encuentra llevando a Holly a la cama.