Philippe Carles, André Clergeat, Jean-Louis Comolli Diccionario del jazz Traducción del francés dirigida por Carlos Sampayo. Aportes a esta edición, por Carlos Sampayo y Federico González. Traductores: Andrés Ehrenhaus, Aurora Fernández de Villavicencio, Matilde Fernández de Villavicencio y Victoria Llorente. +++++++++++ INTRODUCCIÓN Ese entramado de músicas y estilos al que llamamos jazz cuenta con el extra ño atributo de ser casi un coetáneo de nuestro siglo. Nacido en Nueva Orle ans, hacia 1890, si es que se le puede presumir un acta de nacimiento tan cate górica, el jazz se ha desplegado en cierto modo ante nuestros ojos ya que en el presente conviven míticos intérpretes de los comienzos, siempre dispuestos a salir a escena y declamar su parte, con jóvenes músicos de la última hornada. El enciclopedista del jazz -que, tratándose de esta música, no puede ser otra cosa que un aficionado, en el sentido más contundente del término- oza por "tanto el ambiguo privilegio de tener que vérselas simultáneamente coma leyen da, la historia y la actualidad. Nosotros hemos intentado contentar a estas tres Parcas elaborando un diccionario capaz de no sacrificar ningún período, esté tica, estilo o género en beneficio de cualquier otro, desde los orígenes cargados de misterio a las alquimias inexploradas del presente. La categoría de los cola boradores de este diccionario, provenientes de todos los horizontes jazzísticos, habla a las claras de nuestra voluntad de ofrecer un enfoque amplio, diversifi cado, abierto, nada sectario; en una palabra: ecléctico, aunque no por ello menos erudito y competente. Bien es cierto, no obstante, que la distancia que nos separa de los orígenes del jazz, vista desde el marco histórico de la música occidental, es sin duda ínfi ma y un siglo de jazz se parece más a la expansión de una galaxia que al breve paso de un cometa. No puede dejar de sorprendernos el modo irresistible en que, a partir del núcleo original de Nueva Orleans, el jazz ha sabido expandir se por Estados Unidos, la vieja Europa y el mundo entero, ganándose la esti ma de los públicos más diversos y dejando su huella en las músicas más popu lares. A consecuencia de ello, y a pesar de su indudable juventud, este arte puede preciarse hoy de contar con miles de ejecutantes y decenas de escuelas, tradi ciones v corrientes. Por supuesto, no se trata de citar aquí a todos los músicos de jazz que, de un modo u otro, han llegado a hacerse un nombre (empresa imposible además de absurda, toda vez que un diccionario debe ser una herramienta de consulta), sino de no omitir a ninguno de aquellos que han sabido jugar un papel, por modesto que fuera, en el escenario o tras las bambalinas del jazz. Se trata, asi mismo, de brindar al lector una suerte de estado civil, de señas personales y artís ticas, un comentario de la carrera, de la forma o del estilo de cada uno de ellos, mencionando además algunos de los títulos o grabaciones que, a juicio -siem pre subjetivo- del autor o autores del artículo, representan lo mejor de su pro ducción. Por tanto, sólo figuran aquí aquellos músicos que han vivido con el jazz (bajo cualquiera de sus cambiantes fisonomías) una relación significativa, una aven- cura singular. En cuanto a los otros, a los músicos de blues o de rhythm and blues, de rock and roll, de spirituals o gospels, remitimos al lector, por una par te, a los respectivos diccionarios especializados y, por otra, a los artículos en los que estos géneros son abordados, conjuntamente con sus principales intérpre tes y sus momentos estelares. Pero también hay un sitio para el tratamiento de los distintos territorios del jazz: síntesis históricas y estilísticas, enfoques musicológicos (confiados a Phi lippe Baudoin), estudio de los principales instrumentos, análisis del reperto rio... Tampoco se ha rehuido aquí a la tentación enciclopedista ni al reto de res ponder a muchas de las preguntas que hoy surgen en torno al jazz. Sin embargo, puesto que no tenemos respuestas para todas, invitamos al lector a unirse a nues tra aventura enciclopédica y a señalar las faltas y errores, a sugerir los comple mentos yretoques que nos ayuden a ~erfeccionar este work in progress que-for zosa pero afortunadamente- es un diccionario de jazz. CARLES, CLERGEAT, COMOLLI P .D.: No podíamos dejar de citar aquí las principales obras de referencia con sultadas, indispensables para nuestro trabajo, ni a sus autores, nuestros precur sores. Destaquemos, pues, las distintas ediciones de The Enciclopedia of jazz, de Leonard Feather, el Whos Who ofjazz, de John Clinton, jazz-The Essential Companion, de lan Carr, Digby Fairweather y Brian Priestley, el jazz A-Z, de Peter Clayton y Peter Grammond; las discografías generales de Walter Bruy ninckx, Jorgen Grunnet Je sen, Brian Rust; las publicaciones jazz Magazine, Jazz Hot, Bulletin du Hot Club de France, Down Beat, Cadence, Coda, jazz Times, Jazz Journal, Wire, Jazz & Pop, Jazz Forum, Swing journal; sin olvidar las obras de los coautores de este diccionario: el Dictionnaire du jazz, de Frank Ténot y Philippe Caries (Larousse, 1967), el de André Clergeat (Seghers, 1966), la Ant bologie des musiciens de jazz, de Jacques Réda, Free jazzlBlack Power de P Car les y JA. Comolli, West CoastJazz de Alain Tercinet, Jazz Mode démploi, de Philippe Baudoin, la Grande Enciclopedia del Jazz, dirigida por Adriano Maz zoletti, amén, claro está, de las obras citadas en la bibliografía general. INSTRUCCIONES DE USO En todos los artículos dedicados a un músico se indican: en negrita, el apellido y nom bre o apodo por los que se le conoce; en redonda normal, los nombres o apodos menos usuales y, entre paréntesis y en mayúscula, sus otros nombres (apellido de soltera, nom bre anterior o posterior a la conversión al Islam, apellido previo a la naturalización, etc.). Después de la mención de sus instrumentos y especialidades profesionales figuran, entre paréntesis, las fechas y los lugares de nacimiento y muerte, omitiéndose el nombre del país cuando éste coincide con la nacionalidad indicada. Ya en el texto biográfico, los nombres de las orquestas y los títulos de las piezas aparecen en cursiva, en tanto que los títulos de álbumes, espectáculos (revistas, óperas, etc.), libros, películas y periódicos están entrecomillados. En cambio, para evitar confusiones, en las selecciones discográficas los nombres de las orquestas se consignan en romana. En dichas selecciones se indican en orden cronológico los pasajes o surcos (en cursiva) y los "álbumes" o colecciones (entre comillas) más descollantes del artista. En caso de que éste no haya liderado la forma ción bajo cuyo nombre fue editada la grabación, el nombre del líder o del grupo apa recen entre paréntesis o bien encabezando una serie de ejemplos. Los nombres de los instrumentos y funciones más frecuentes se abrevian como sigue: ac (acordeón) org (órgano) ar (armónica) p (piano) arr (arreglista) pel (piano eléctrico) b (bajo, tanto eléctrico como acústico) perc (percusión) bat (batería) sa (saxo alto) bel (bajo eléctrico) saxos (saxos en general) bg (bongó) sb (saxo barítono) bjo (banjo) sbj (saxo bajo) cañas (saxos y .clarinetes en general) ss (saxo soprano) cb (contrabajo) st (saxo tenor) cello (violonchelo) sint (sintetizador) cga (conga) tb (trombón) cl (clarinete) tbb (trombón bajo) clb (clarinete bajo) tbp (trombón a pistones) cn o cnt (corneta) tp (trompeta) comp (compositor) trp (trompa) fl (flauta) tu (tuba) flb (flauta baja) vib (vibráfono) fls (fliscorno) vi o vln (violín) g (guitarra) voc (vocal) gel (guitarra eléctrica) wbd (washboard) lid (líder, director) xil (xilofón) A A & R Man (Artist and Repertoire Man). Este término designaba -sobre todo durante las décadas del 40 y 50- a quien, por encargo del editor de discos, se ocupaba de contactar con los artistas y orientar su repertorio. La sesión se articu laba a menudo en torno a una estrella, a la que se intentaba arropar de la manera más idónea. Esta práctica, ligada al cuasi mo nopolio de las grandes casas discográficas estadounidenses, se ha ido diluyendo gra dualmente. La pérdida de agilidad de los gigantes transoceánicos, asociada a la irrup ción de pequenas empresas y a la crecien te autonomía de los músicos, ha puesto en la picota a esta profesión. Hoy en día, par te de sus funciones las asumen los pro ductores. HABA. Ver Estructura de los temas, Anatole, Christophe. AACM (Association for the Advance ment of Creative Musicians). Creada en Chicago en 1965 por iniciativa de Muhal Richard Abrams (líder, desde 1963, de la Experimental Bana~ junto con el contra bajista Malachi Favors, el pianista Jodie Christian, el trompetista Phil Cohran y el baterista Steve McCall, esta especie de coo perativa reuniría a una cincuentena de músicos negros, entre ellos los saxofonis tas Anthony Braxton, Roscoe Mitchell, Joseph Jarman, Kalaparusha Maurice Mclntyre, Fred Anderson, Troy Robin son, Edward Wilkerson, John Stubble field, Chico Freeman, Henry Threadgill, Wallace McMillan, Edwin Daugherty, Richard Brown, Charles Cochran, los trompetistas Frank Gordon, John Jackson, Lester Bowie, Leo Smith, Billy Brimfield, los trombonistas Lester Lashley, George Lewis, el violinista Leroy Jenkins, el flau tista y poliinstrumentista Douglas Ewart, los pianistas Christopher Gaddy, Claudine Amina Myers, Steve Colson, los contra bajistas Charles Clark, Leonard Jones, Fred Hopkins, Reginald Wallace, el gui tarrista Pete Cosey, los percusionistas Thurman Baker, Robert Crowder, Kahil El Zabar, Alvin Fielder, Ajaramu (Gerald Donovan), Philip Wilson, Jack De)oh nette, así como a poetas (David Moore), cantantes (Iqua Colson; Penelope Taylor, George Hines), bailarines (Rrata Christi ne Jones), etc. Además de una eventual ayuda material y de defender los intereses profesionales de sus miembros, se propo nía -al ijual que la neoyorquina Jazz Composers Guild- fomentar el encuentro de compositores, intérpretes y orquestas (Experimental Band, Afro Arts Ensemble, Air..), potenciar los estudios centrados en la música negra (Great Black Music) y favo recer el surgimiento de una música nueva (creative). En 1969, algunos de sus miem bros fundadores estuvieron en París. La AACMse ha dado asimismo a conocer gra cias a las grabaciones producidas en Chi cago por Bob Koester (Delmark Records) y Chuck Nessa (Nessa Records). El Art Ensembb OfCbicago, formado por Roscoe Mitchell, Joseph Jarman, Lester Bowie y Malachi Favors, constituye el mejor ejem plo de la amplitud y diversidad de las preocupaciones estéticas de los músicos de la AACM- P.C. AARONS Albert N. Al. Trompetista norteamericano (Pittsburgh, Pennsylvania, 23-3-1932). Numerosos hechos confir man la enorme cualificación de un obre ro musical como Aarons: las influencias que él mismo reconoce (Clifford Brown, Gillespie, Armstrong), la duración de sus estudios ásale de la Wayne State Univer- . siry de Detroit en 1957), la diversidad de sus empleadores (Yusef Lateef y Barry Harris en 1956-57, Wild Bill Davis en 1961, Count Basie de 1961 a 1969), su asidua presencia en los platós televisivos de Hollywood (junto a Della Reese, Flip Wilson, Burt Bacharach, Bill Cosby, Nancy Wilson, Quincy Jones, Henry 16 / Abdul Malik Abney / 17 Mancini y demás estrellas del music busi ness californiano) y sus frecuentes incur siones en las filas de las grandes orquestas. Especialista en sordinas y, en ocasiones, solicitado como fliscornista, demuestra en sus breves solos un melodismo nada dramático. El sonido redondo y la que renciapor los registros medios son los ras gos esenciales de este clásico donde los haya - P. C. Con Basie: Ain't That Right? (1962), Oh Lonesome Me (1965), Frankie and fohnny (1967). ABDUL MALIK Ahmed. Contraba jista y laudista norteamericano (Brooklyn, Nueva York, 30-I-1927). De origen suda nés por parte paterna, estudia violín a los siete años. Aún no ha dejado el colegio cuando debuta en orquestas especializadas en bodas. Luego cursa estudios en la All Ciry High School of Music & Performing Arts, en cuya orquesta sinfónica se integra. Llega al jazz de la mano de Art Blakey, quien lo convence para que le acompañe como contrabajista (1945-48), aunque hace también otras incursiones, sobre todo junto a Don Byas en 1946. Su pasión por las músicas no europeas lo lleva a estudiar oud y qanun, pero también violonchelo, tuba y piano. Este paréntesis/bisagra se cie rra nuevamente en 1954 al unirse a Sam The Man Taylor. En 1957 vuelve a tocar con Randy Weston al tiempo que se ocu pa de presentar un programa de música oriental en la Nonagon Art Gallery de Nueva York. Entre 1957 y 1958 toca en el cuarteto de Thelonious Monk. Pero gra ba también como líder y, sobre todo, a las órdenes de Jutta Hipp, Herbie Mann, Anthony Ortega, Walt Dickerson... Impulsado por su proselitismo, organiza distintos programas pedagógicos, ocasio nes que aprovecha para presentar y acom pañar a instrumentistas y vocalistas orien tales, africanos, haitianos, etc. En 1961 realiza un viaje de estudios por África y, ya de vuelta en Estados Unidos, prepara en 1965 el doctorado en el New York Colle ge of Music. A partir de entonces, se con sagra a la enseñanza y difusión de las músi cas no europeas. Gracias a su curiosidad por toda clase de músicas, Abdul Malik se interesó en los sonidos e instrumentos no europeos mu cho antes de que las modas los pusieran de relieve. Explorador de sonoridades exóti cas, sus composiciones van desde el calipso a las melodías arábigas. Es el bajista espe cializado en oud (junto a Henri Texier en Francia). - P.B. & C.G. In Walked Bud (Monk, 1958); "The Music Of Ahmed Abdul Malik" (1961). ABDULLAH Ahmed (Leroy BLAND). Trompetista norteamericano (Nueva York, 10-5-1947). A los trece años, tras ver a Louis Armstrong por televisión, se com pra una trompeta en una casa de empeños y de Harlem al Lower East Side de Man hattan, del rhythm and blues (toca con King Rubin & The Counts) al Birdland (donde oye a Coltrane y Gillespie), del Slug's-uno de los focos de la "revolución de octubre" del free jazz (1964)- al des cubrimiento de Malcolm X y el Islam... Como se ve, el itinerario de Ahmed Abdu llah atraviesa (crono)lógicamente las fases y estados de la música y la sociedad afro americanas. Luego estudia improvisación y composición con el trompetista Cal Massey y el teórico de este instrumento Carmine Caruso. En 1972, inaugura con su MelodicArt-tet (con Charles Brackeen, Ronnie Boykins y Ro er Blank) el Studio Rivbea y participa en F mayoría de las ini ciativas de la "loft generation". Se le pue de oír junto a Ed Blackwell, Steve Reid, Sam Rivers, Arthur Blythe, Chico Free man, el clarinetista Kappo Umezu, la compañía de danza Sounds In Motion, de Diane Mclntyre, y su propio grupo, Abdu llah, compuesto generalmente por Rashid Sinan (bat), Vincent Chancey (cn), Ber nard Fennell (cello), Masujaa (g), Jerome Hunter (cb) y, en ocasiones, un violinis ta... hasta su encuentro con el trompetis ta Chris Capers, que le da algunas leccio nes y le presenta a Sun Ra, convirtiéndose (1975-80) en uno de sus principales solis tas. La necesidad lo obligará, en determi nado momento, a conducir un taxi por las calles neoyorquinas. En 1986 forma The Group, con Marion Brown, Billy Bang, Fred Hopkins, después Sirone y Andrew Cyrille y, en 1988, el Solomonic Quartet con Chico Freeman, Wilbur Morris (cb) y Charles Moffett. Enérgico, mordaz, incisivo, atraído so bre todo por los registros agudos, Abdu Ilah hace un uso casi rítmico de la trom peta, con la que suele asumir el papel de catalizador de tensiones - P.C. The House Of Eternal Being (Sun Ra, 1976); Odyssey Of The Oblong Square (Reíd, 1977); A Long Time Black (1980); The Fire From Within (Bang, 1984). ABERCROMBIE John. Guitarrista y mandolinista norteamericano (Porches ter, Nueva York, 16-12-1944). Descubre la música en la escuela, en Greenwich (Connecticut). Autodidacta apasionado por Bill Halev y Elvis Presley, estudia gui tarra a los catorce años y toca en diversos grupos de rock. Un profesor de música le hace escuchar a Miles Davis y los prime ros discos de Dave Brubeck: se enamora del jazz. Impresionado por Barney Kes sel, Tal Farlow, Jimmy Raney y Johnny Smith, no tarda en descubrir a Jim Hall. Entre 1962 y 1966 estudia en el Berklee College of Music con Jack Petersen y Herb Pomeroy. Al acabar, permanece en la re gión de Boston, donde toca como sideman y solista en varios grupos. En 1967-68 Johnny Hammond Smith le ofrece su pri mer puesto fijo. Pasa, en 1969, por el gru po Dreams (con Billy Cobham y Randy Brecker) y posteriormente toca en Nueva York con Chico Hamilton y Gato Barbieri (y Stanley Clarke, Roy Haynes...). 1970: primer viaje, con Hamilton, a Europa (Festival de Montreux). 1971: colabora ción con Jeremy Steig. Reclutado por Gil Evans, toca con él durante un tiempo. A partir de 1975 entra en el New Directions de Jack Dejohnette (con Al Foster y Mike Richmond) e inicia su andadura como líder: con jan Hammer, Dave Holland y, luego, con Dejohnette en el marco de Gateway. Forma un grupo con Richard Beirach, George Mraz y Peter Donald (bat); colabora con Enrico Rava, Charles Earland, Kenny Wheeler; multiplica las experiencias y los encuentros (John Sco field, Ralph Towner); crea un trío con Marc Johnson y Peter Erskine, al que en ocasiones se suma Randy Brecker, sin abandonar, sino todo lo contrario, su acti vidad pedagógica. Participa en 1988 en la gira europea de Michel Petrucciani. Encontramos en Abercrombie lo "me jor de ambos mundos": influencias coltra nianas y modos hendrixianos, prolongados vuelos líricos segados por abruptos relám pagos, bordados a veces a la manera del guitarrista country John Fahey. Con un estilo muy natural, su madurez es fruto de un retorno a (que es relectura de) cierta tra dición, de Jim Hall a Bill Evans. Esta aris ta más clásica y esta reflexión histórica han añadido profundidad a su toque. Atento a los ritmos, desarrolla en su búsqueda de timbres un campo sonoro muy vasto: es uno de los pocos intérpretes que han abordado el free jazz con un sonido ligado, que tan pronto es claro como saturado. Es, en el argot profesional, un guitarrista "de mástil", de "mano izquierda", un es pecialista en escalas disminuidas, mezcla de escalas pentatónicas y acompañamiento, capaz de tocar acordes y línea de bajo a la
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