Diccionario Ideológico Abiogénesis Es la teoría que explica el origen de la vida vegetal y animal a partir de la materia inerte. Aunque su origen se remonta a la época clásica, la abiogénesis se desarrolla cuando Pasteur demuestra la inconsistencia de la tesis de la generación espontánea a mediados del siglo XIX, al tiempo que aparece el evolucionismo de Darwin. Eran réplicas hipotéticas a la idea de la creación divina. Hasta la teoría del biólogo soviético Oparin, expuesta en 1924, la abiogénesis no había dispuesto de una hipótesis convincente sobre el origen de la vida. Oparin parte de la evolución geológica previa a la aparición de los primeros seres vivos y la consiguiente formación y desarrollo de los compuestos carbonados hasta llegar a las proteínas. La materia química ya contiene en sí misma la posibilidad de dar origen a los seres vivos pero únicamente en las condiciones de existencia proteínica del caldo primitivo, y tras un largo proceso, surgen aquellos individuos originarios, que reúnen y realizan en su interior lo que ya existe difuminado -en general y no como tal- en el exterior. Este salto cualitativo constituye, sin lugar a dudas, la etapa del proceso de desarrollo de la materia que resume el paso de lo no vivo a lo vivo. El núcleo del problema del origen de la vida es el salto desde la actividad química provocada por las variaciones energéticas del conjunto del sistema a la actividad química gobernada por la propia asociación, esto es, con energía proveniente y gobernada por la propia asociación. Si bien Oparin planteó de manera acertada las condiciones en que aparece la vida, no alcanzó a formular en los justos términos el problema clave, ya que desligaba mecánicamente al ser vivo de su medio. Dado que la contradicción fundamental de todo ser vivo es la que mantiene con el medio, éste tiene naturaleza de causa interna y, como tal, debe considerarse interno en los procesos vitales. Oparin inspiró las experiencias realizadas a principios de la década de los cincuenta por el estadounidense Stanley Miller que confirmaron la posibilidad de crear moléculas orgánicas a partir de la inorgánicas. No obstante, la hipótesis de Oparin aún está por confirmar y desarrollar. Ablación Es la extirpación antes de la adolescencia de los genitales externos femeninos, tradicional en algunos países del centro de África. Esta práctica aberrante se ha extendido recientemente como rito de iniciación en las jóvenes de algunas comunidades musulmanas y cristianas africanas. Aunque el Corán señala la obligatoriedad de la circuncisión masculina, nada dice sobre este tipo de mutilación femenina. Absolutismo Es la etapa final del régimen feudal que evoluciona políticamente hacia la centralización y fomenta activamente el desarrollo del capitalismo. Se caracteriza por un cierto equilibrio de fuerzas entre la aristocracia y la burguesía que permite al monarca asumir un papel de arbitraje, de distanciamiento o de neutralidad entre ambas clases. Frente a la dispersión feudal y el predominio de la nobleza territorial, el absolutismo fue un gran avance que permitió sentar las primeras bases políticas, ideológicas y económicas de la revolución burguesa. En particular, el absolutismo permitió someter por primera vez, aunque de manera parcial, a las jerarquías eclesiásticas. El mayor teórico del absolutismo fue el inglés Tomás Hobbes (1588-1679), uno de los más originales filósofos materialistas. Absoluto Es la categoría con que la filosofía designa lo incondicionado, independiente, desligado, lo que es en sí, lo que no está mediatizado por nada, lo inmutable. Por el contrario, lo relativo caracteriza a los fenómenos en sus relaciones y en dependencia de otros fenómenos. El materialismo dialéctico defiende una concepción científica de lo absoluto. La materia en movimiento, tomada en su conjunto, no se halla condicionada ni limitada por nada: es eterna e inagotable, o sea, absoluta. Las innumerables variedades de la materia, las formas concretas de su movimiento, que se suceden sin fin unas a otras, son temporales, finitas, transitorias, relativas. Cada cosa es relativa, pero forma parte de un todo y, en este sentido, contiene en sí un elemento de lo absoluto; lo que en una conexión es relativo, en otra es absoluto, etc. De ello se sigue que la diferencia misma entre la relativo y lo absoluto también es relativa. Para el idealismo, por el contrario, lo absoluto es un sujeto eterno, infinito, incondicionado, perfecto e invariable, lo que es autosuficiente, lo que no depende de ninguna otra cosa y contiene de por sí todo lo existente y lo crea. Para la religión, lo absoluto es dios; en Fichte, es el Yo; en la filosofía de Hegel, la razón universal o espíritu absoluto; en Schopenhauer, la voluntad; en Bergson, la intuición. Abstencionismo Es la línea política sistemática, característica sobre todo del anarquismo, de convocar a las masas a fin de que dejen las manos libres a la burguesía en el terreno político y materializada en la negativa a votar en cualquier clase de elecciones. Las elecciones que organiza la burguesía conducen a una cierta movilización de masas que puede ser aprovechada por las organizaciones revolucionarias para realizar agitación y ampliar su radio de acción. En la etapa ascendente del capitalismo, el movimiento obrero llevó a cabo importantes luchas por la extensión del sufragio electoral que sirvieron de palanca para desarrollar la conciencia de clase en muchos países y crear poderosas organizaciones obreras. En aquella época, a los obreros no les interesaba tanto lo que pudieran obtener participando dentro el parlamento, una vez pasadas las elecciones, sino las elecciones por sí mismas, la posibilidad de llegar por la vía letoral a las masas y explicarles el programa revolucionario, la necesidad de organizarse y los objetivos finales de la lucha. Sin embargo, la entrada del capitalismo en su fase imperialista ha desvalorizado esta forma de lucha. En todos los países, el capitalismo conduce a la reacción por lo que el empleo revolucionario del sufragio ha perdido casi todo el interés para la clase obrera, mientras que cada vez son más importantes los métodos de lucha clandestinos. Ahora bien, eso no quiere decir que el partido comunista deba descartar la lucha por la democracia, sino todo lo contrario, debe ponerla en un plano relevante, debe luchar por la democracia, una conquista aún pendiente en muchos países en los que los obreros carecen de los más elementales derechos y libertades. Tampoco quiere decir que se deba descartar de manera definitiva el arma electoral porque los métodos de lucha son cambiantes y ningún revolucionario puede aferrarse de manera exclusiva a ninguno de ellos sino saber combinarlos todos de la forma más eficaz posible para acabar con el capitalismo. Abstracción — 1. Como producto del pensamiento, es toda aquella generalización teórica que refleja la realidad en sus aspectos más unilaterales y aislados del contexto del que forman parte. En la historia de la filosofía, hasta Hegel, lo concreto se entendía como multiplicidad sensorialmente dada de cosas y fenómenos singulares; lo abstracto, como característica de los productos exclusivos del pensamiento. Hegel fue el primero en introducir en la filosofía las categorías de abstracto y concreto en el sentido dialéctico: lo concreto es sinónimo de interconexión dialéctica, de integridad que se descompone en partes; lo abstracto no es lo contrario de lo concreto, sino una etapa en el movimiento de lo concreto mismo; es lo concreto sin revelarse, sin desplegarse, sin desarrollarse. No obstante, lo concreto, según Hegel, es característico únicamente del espíritu, del pensamiento, de la idea absoluta. En cambio, la naturaleza y las relaciones sociales de las personas han aparecido como su ser-otro no verdadero, como manifestación abstracta, de facetas singulares, de momentos de la vida del espíritu universal. El materialismo dialéctico se interesa, ante todo, por la verdad concreta porque la abstracción es lo unilateral, lo uniforme y sin desarrollar, una mera faceta o parte de un todo más complejo; lo abstracto en la realidad misma es expresión de insuficiencia, de limitación de cualquiera de sus fragmentos al tomarse tal fragmento por sí mismo, al margen de sus nexos o de su historia ulterior. Mientras, lo concreto es lo compuesto, lo complejo, lo multifacético que está en la realidad material interconectado con su entorno. Así, pues, el conocimiento abstracto se contrapone al concreto como conocimiento unilateral que fija tal o cual faceta del objeto al margen de todo nexo con las otras facetas, al margen de estar condicionado por el carácter específico del todo. El pensamiento abstracto se verifica por medio del lenguaje, es un pensamiento verbal. Únicamente de este modo, el pensamiento aparece como actividad cognoscitiva del hombre socialmente condicionada. — 2. Como método de investigación, es la separación varias propiedades de los objetos y de sus relaciones, delimitándolas de una propiedad o relación determinada. La generalización científica presupone la abstracción, que se logra a través del análisis. Todo conocimiento se halla necesariamente unido al proceso de abstracción. Sin ella no sería posible descubrir la esencia del objeto, penetrar en su profundidad. En calidad de resultados del proceso de la abstracción aparecen las distintas categorías científicas, como materia, movimiento, valor o impulso. El pensamiento, al ascender de lo concreto a lo abstracto, si es correcto, no se aleja de la verdad, sino que se le acerca. Todas las abstracciones científicas reflejan la naturaleza de manera más completa. La abstracción existe ya en el conocimiento empírico y, por supuesto, también en el conocimiento teórico. Además, en ambos tipos de conocimiento la abstracción opera de manera idéntica. En todo acto reflejo existe ya cierto elemento de abstracción dado que responde a un estímulo -a una señal- determinado, hasta cierto punto, independientemente de otros estímulos que actúan al mismo tiempo. Ya en dicho acto aparece el rasgo esencial de la abstracción en virtud del cual lo universal se diferencia de lo particular y, sobre todo, lo esencial de lo accidental. Por tanto, tiene siempre un doble aspecto, positivo y negativo, porque significa, al mismo tiempo, prescindir de algo, desentenderse de determinados aspectos del fenómeno, considerados como particulares, y destacar otros, los universales. La función cognoscitiva de esta abstracción primaria estriba en modelar lo conocido sensorialmente en consonancia con las necesidades de la práctica, pero no conduce al descubrimiento de nuevas propiedades de los objetos, no dadas de modo sensorial. Por otra parte, la abstracción no es una simple selección de propiedades generales de entre las dadas sensorialmente; es, además, transformación: el concepto no coincide con el fenómeno de modo directo e inmediato porque no lo agota, ni podrá agotarlo nunca. Un concepto general, como producto de la abstracción científica, idealiza los fenómenos, los toma no tal como se hallan dados directamente, sino en su aspecto puro, sin que lo refracten circunstancias accesorias. La abstracción no separa totalmente lo universal de lo particular. De lo universal como esencial se derivan más propiedades particulares de los fenómenos. En el concepto científico, en la ley, lo particular no desaparece, sino que se conserva en forma de elementos variables que pueden tener distintos valores particulares. En este sentido, lo universal es más rico que lo particular, lo contiene en sí, aunque en forma no especializada. Por eso el conocimiento tiene que recorrer el proceso opuesto, el tránsito de lo abstracto a lo concreto, debe restablecer lo que tiene de concreto la realidad concreta de la que ha partido el análisis. Si la mera reproducción de la multiplicidad sensorial no debe ser el objetivo del conocimiento teórico, en no menor medida queda excluido que pueda servir de tal objetivo la disociación de ciertos nexos absolutos. Pues, cuando esos nexos se aíslan, pierden lo que tienen de concreto y de verdadero. El conocimiento teórico realmente científico consiste en un movimiento del pensamiento que parte de la multiplicidad sensorial de lo concreto y llega a la reproducción del objeto en toda su esencialidad y complejidad. El procedimiento que permite reproducir teóricamente en la conciencia la integridad del objeto estriba en la ascensión de lo abstracto a lo concreto, lo cual constituye la forma universal en que se desenvuelve el conocimiento científico, el reflejo sistemático del objeto en conceptos. La ascensión de lo abstracto a lo concreto, como procedimiento para trabar los conceptos en un sistema íntegro que refleje la disociación objetiva del objeto investigado y la unidad de sus partes, presupone el movimiento inicial de lo concreto (de lo dado empíricamente) a lo abstracto. De ahí que sea necesario distinguir lo concreto como objeto de estudio, como punto de partida de la investigación (lo concreto sensible) y lo concreto como culminación, como resultado de la investigación, como concepto científico del objeto (lo concreto conceptual). Ambos procesos -el que lleva de la realidad concreta no analizada al pensamiento abstracto y el que de este pensamiento abstracto vuelve a lo concreto- constituyen un movimiento por un mismo camino si bien en dirección contraria. Es natural, pues, que el punto extremo del movimiento del pensamiento tomado en su conjunto, coincida con su punto de partida o se le acerque, de hecho, con aproximación asintótica, sin fin. Al final el resultado de la abstracción debe coincidir también con los datos empíricos. Aburguesamiento Es la adopción por una parte reducida de la clase obrera de la política y la ideología burguesas para difundirlas entre las masas y desviar la lucha de sus objetivos últimos. En el capitalismo la ideología dominante es la ideología burguesa, por lo que es natural que también esté ampliamente difundida entre la clase obrera, creando en su seno tendencias adaptativas y conciliadoras hacia su enemigo de clase en forma de conformismo o apoliticismo. Es consecuencia de la alienación: el obrero está explotado por su patrón pero se resigna a suerte; el patrón le succiona una parte de su trabajo pero le suministra un cúmulo de ideas para que las haga suyas. En el obrero alienado se verifica esa contradicción: sus condiciones materiales son las de un explotado pero su mentalidad es la del explotador. A partir de esa evidencia, un cúmulo de falsas teorías de moda afirman que el aburguesamiento llega también a las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera en los países capitalistas más avanzados, que las distancias sociales entre capitalistas y obreros se ha reducido, que se han aproximado hasta formar una misma clase media. Todas estas teorías están desmentidas por el creciente pauperismo de la clase obrera en todos los países capitalistas y la subsiguienteacumulación de capital y riquezas en manos de un reducido grupo de magnates. Cuestión diferente es que, con la entrada del capitalismo en su fase imperialista, ese proceso sea apreciable entre la aristocracia obrera, pero se trata de un sector muy reducido que no representa al conjunto de la clase. Acción — 1. Es la parte alícuota en que se divide el capital de una sociedad anónima y otorga a su titular un derecho político, consistente en participar en la toma de decisiones, y un derecho económico, consistente en percibir la parte correspondiente de los beneficios. Las sociedades por acciones se han convertido en un instrumento fundamental del capital monopolista, contribuyendo a la expansión del capital financiero, las bolsas y la especulación. En las sociedades anónimas coexisten normalmente dos tipos de accionistas; por un lado está el núcleo estable que tiene el control de los órganos de dirección y que se mantienen en ella más allá de los vaivenes de la bolsa; por el otro, están los grandes fondos de inversión, que compran masas de acciones únicamente para especular, para extraer rentabilidad económica de ellas, y las venden en cuanto las cosas se ponen feas. Las ampliaciones de capital mediante la emisión de nuevas acciones permiten a los grandes monopolios expandirse de manera gratuita, ya que mientras las pequeñas empresas tienen que recurrir al crédito, ellos pueden obtener dinero a cambio de un trozo de papel. Además, el accionista no tiene derecho a que la sociedad le devuelva el dinero que le ha entregado. Por tanto, no es realmente dueño de la empresa sino más bien un prestamista que cede su dinero a la empresa a cambio de un dividendo. Esto favorece el control sobre la sociedad de una minoría, que une su capital al de terceros cuyo mayor interés no es el control sino el beneficio. Los apologistas del gran capital hablan de democratización del capitalismo gracias al reparto del capital en acciones, que todos pueden adquirir, participando de ese modo en el festín de