Diccionario de Anatomía Comparada de Vertebrados - Diccionario de anatomía comparada de vertebrados DR. JOSEE NRIQUVEIL LAR IVERA Director General DR. EFRÉNP ARADAAR IAS Secretario General DRAY. OLOX~CIHBIUTSLT AMANDT~EE Z Secretaria Académica DR. JOSEM ADRIFDL ORES Secretario de Extensión e Integración Social DR. LUISH UMBERTFOA BILCAA STILLO Secretario de Investigación y Posgrado DR. HECTORM ART~NCEAZS TUERA Secretario de Servicios Educativos DR.M ARIOAL BERTROO DR~GUCEAZS AS Secretario de Administración Lrc. Lurs ANTONIRO ~OCSA RDENAS Secretario Técnico ING.L UISE DUARDZOE DILLPOO NCEDE L E ~ N Secretario Ejecutivo de la Comisión de Operación y Fomento de Actividades Académicas ING.J ESÚSO RTIZG UTI~~RREZ Secretario Ejecutivo del Patronato de Obras e Instalaciones ING.J ULIOD E-BELLRAO LDÁN Director de XE-IPN TV Canal 1 1 Lic. Lurs ALBERTCOO RT~OSR TIZ Abogado General Lic. ARTLIRSOA LCIDBOE LTRÁN Director de Publicaciones Diccionario de anatomía comparada de vertebrados José Álvarez del Villar Ticul Álvarez Sergio Ticul Álvarez-castafíeda Diccionario de anatomía comparada de vertebrados Primera edición: 2007 D.R.,a 2007 Instituto Politécnico Nacional e Instituto de Investigación en Dirección de Publicaciones Tresguerras 27, 06040, México, DF ISBN 10: 970-36-0389-0 ISBN 13: 978-970-36-0389-3 Impreso en México / Printed in Mexico Prólogo La anatomía es la ciencia que da a conocer el número, estructura, situación y re- lación de las diferentes partes de los cuerpos orgánicos. En el caso de la anatomía comparada de vertebrados, además de la definición anterior se consideran las ho- mologías y las analogías presentes en los diferentes grupos. Por lo que una de las características fundamentales de esta ciencia es la comparación de los individuos de diferentes grupos de vertebrados que con base en la filogenia determina si las estructuras que se observan son homólogas o análogas. La anatomía comparada surge como la aplicación de los conocimientos que se tienen para el humano, hacia los animales, motivo por el cual muchos de los términos usados son similares, pero a medida que se estudian los vertebrados inferiores se observan estructuras que no se encuentran en el humano, por lo que se tienen que acuñar nuevos términos o adecuar los existentes. De esta manera se observa que un mismo término puede tener significados completamente diferen- tes dependiendo del grupo del que se trate. Cuando el hombre empieza a tener la capacidad de razonamiento, hace mi- les de años, tuvo que aprender a conocer las estructuras que lo conformaban, así como la de los animales que lo rodeaban, ya sea para aprovecharlos mejor, defen- derse de ellos o únicamente para conocerlos. Así de una manera empírica se fue- ron transmitiendo los conocimientos de una generación a otra de manera oral, hasta los días en que la cultura produjo la escritura, de manera que esta tradición oral fue pasándose a la escritura, en la época de los egipcios encontramos los pri- meros tratados sobre las estructuras humanas y de los animales, siendo este pue- blo donde se empieza aplicar el concepto de anatomía comparada, aunque sea desde un punto de vista teológico, dando valores espirituales a los diferentes Órga- nos del cuerpo, independientemente de que fueran humanos o animales. En la época clásica de la cultura griega, se traducen los escritos egipcios, el conocimiento aumentó considerablemente por el propio desarrollo de este pue- blo, así se realizan los primeros escritos que llegan hasta nuestra era creándose las bases de lo que más adelante sería el estudio metódico del cuerpo humano y de otras especies animales. 8 ÁIvarez del Villar et al. Posteriormente, los romanos tradujeron la mayoría de los textos griegos al latín, de esta manera fue posible que llegaran hasta nuestros días, también nos heredaron su lengua que, en el renacimiento, fue la lengua culta; actualmente el latín es poco conocido, sin embargo, en la comunidad científica sigue vigente para designar estructuras anatómicas y nombres científicos de los seres vivientes. A la caída del Imperio Romano y hasta el Renacimiento, no se practicó abier- tamente la anatomía en occidente; la teología dominaba el campo de la ciencia e impedía el estudio y la discusión de los libros sagrados. Se tenía la percepción de que el mundo y los seres vivos eran inmutables y que habían sido creados por deseo divino. Su estudio significaba cuestionar al creador. Durante el Renacimiento, se empieza a debilitar el poder de la iglesia y por consiguiente, se intensifica el estudio de la anatomía humana y la de los vertebra- dos inferiores y superiores. Con estos estudios se intuye que todos los vertebrados tienen una relación íntima en sus estructuras y se confirma que en ellos existe un plan general común, es decir, que se encuentran estructuras que fueron cambian- do o perdiendo su función o utilización, de tal manera que todos están relaciona- dos. Estas deducciones dieron las primeras pistas de la mutabilidad de los seres, tomándose como uno de los mejores ejemplos para la teoría de la evolución. En el siglo pasado Charles Darwin, basado en cambios anatómicos de dife- rentes especies que se encontraban aisladas, enuncia los principios de la teoría de la evolución y concluye que las especies sufren cambios paulatinos que se propi- cian o se pierden según se necesite de acuerdo con la selección natural, dando así una línea de descendencia que se conoce generalmente, como filogenia, ésta se basa en la homología, estructuras con el mismo origen, pero con diferente fun- ción, como las patas delanteras de un perro y las alas de las aves, ambas proceden de los miembros anteriores, pero a una le sirve para caminar y a otra para volar. La acuñación de los términos homología y analogía, se refieren a estructuras de diferente origen, pero con función similar, como el ala de una ave y la de un insecto, que en ambos casos sirven para volar, pero se diferencian en su estructura y origen. La homología y analogía son la base de la anatomía comparada, ya que el fin de esta ciencia es el conocer las estructuras y su relación con similares de otros organismos o grupos de vertebrados. La mayoría de los términos anatómicos que actualmente usamos son deriva- dos del griego o el latín, y en muchos casos indican la posición o función de la estructura. En casi todos los idiomas, incluyendo el castellano, existen nombres para designar algunas de las estructuras, sin embargo no indican por su solo nom- bre la posición o funcionamiento, como lo hacen los vocablos latinos, aunque se lleguen a castellanizar los términos. La terminología anatómica es muy complicada, razón por la cual se ha trata- do de homogeneizar en diferentes congresos, siendo uno de los principales, el realizado a fines del siglo pasado, en Basilea, Alemania. En donde los veterinarios trataron de ponerse de acuerdo, sin embargo, la terminología acordada fue muy deficiente, por lo que para principios del siglo xx, se lleva a cabo en París otro congreso, que corrigió muchos defectos del anterior, pero no estuvo ausente de Diccionario de anatornía comparada de vertebrados 9 sus propios errores. En el siglo xx se han producido muchos trabajos científicos que han tratado de corregir, precisar o aumentar la terminología, pero en muchos casos no es observada por todos los investigadores, a pesar de la existencia de la norma anatómica. El término de anatomía comparada de vertebrados comprende el estudio y relaciones de las estructuras que conforman el cuerpo de los cordados. Consideran- do como cordado a los animales que en algún estado de su desarrollo presentan notocordio, que en los vertebrados ha sido sustituido por las vértebras y constitu- yen un Subphyllum (para algunos investigadores Phyllum) de los denominados como Chordata, el que se caracteriza por poseer en alguna etapa de su vida o de su desarrollo, principalmente durante el estado embrionario, notocordio, que es un tubo neural en posición dorsal. La presencia de hendiduras branquiales, que pos- teriormente se transforman, en los peces da origen a las llamadas branquias. El Phyllum Chordata no solamente se comprende al Subphyllum Vertebrata que consideran a los elasmobranquios, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, sino que también al Subphyllum Prochordata, que incluye a las salpa y el Subphyllum urochordados al anfioxus. En esta obra, las definiciones se refieren tanto a los protocordados, urocordados y cordados, haciendo énfasis en estos Últi- mos, que tienen las estructuras más complejas. En el diccionario se hace referen- cia, en muchos casos, a ejemplares fósiles o lo que se puede interpretar de ellos, ampliando así el panorama de las relaciones entre los diferentes grados de verte- brados. El diccionario no es un libro de texto que debe ser aprendido a pie juntillas, sino un libro de consulta, no sólo para los biólogos, sino también para los médicos y veterinarios, los cuales pueden encontrar la relación que existe entre las estruc- turas del ser humano o la de los animales domésticos. El conocimiento de las es- tructuras anatómicas también es esencial para otras especialidades, como para el neurólogo, cirujano, patólogo, fisiólogo, paleontólogo, etc., ya que entre mejor puedan entender la relación que existe entre su disciplina y la anatomía compara- da, mejor puede ser su trabajo y por ende sus conclusiones. En este contexto o vocabulario se definen, con mayor o menor precisión aproximadamente 16 000 términos, los cuales se refieren al Phyllum chordata y principalmente al Subphyllum vertebrata. La recopilación original del diccionario fue realizada por el Dr. José Álvarez del Villar, quién durante muchos años fue entresacando todos los términos de anatomía a su alcance, principalmente aquellos relacionados a la anatomía compa- rada de vertebrados, a manera de fichas, que se encuentran en los diferentes tex- tos, libros y artículos relacionados a vertebrados, incluyendo algunos términos de anatomía humana. El Doctor José Álvarez del Villar (1908 - 1989) fue un biólogo dedicado prin- cipalmente al estudio de la ictiofauna dulceacuícola de México y siempre tuvo gran interés por el grupo de las aves. Escribió aproximadamente ochenta trabajos científicos en revistas nacionales y extranjeras, destacan, como libros de texto el de Anatomía comparada básica y el de Los cordados, que actualmente se siguen 10 Álvarez del Villar et al. usando en varias universidades mexicanas y extranjeras, en las que se imparten estas materias. Fue titular durante más de veinte años de la cátedra de anatomía comparada de vertebrados y la de Cordados, entre otras, en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCBa),d emás de impartir varios cursos relacionados con anatomía en la Escuela Superior de Medicina, ambas del Instituto Politécnico Nacional. El M. en C. José Ticul Álvarez Solórzano (1935 - 2002), hijo del Dr. Álvarez del Villar, también sigue la carrera de biólogo, pero se especializa en Mamíferos y Herpetozooarios, publicando más de 125 trabajos (que incluyen libros y artícu- los), impartiendo desde 1965 las cátedras de mastozoología y herpetología, en la ENCB del IPNC. on relación al diccionario, en 1992 rescata las fichas existentes deja- das por el Dr. Álvarez del Villar que se encontraban a manera de borrador, colo- cándolas en orden, adicionando términos faltantes, evitando repeticiones y dando la estructura de un diccionario. Concluyendo la revisión hasta 1999. El Dr. Sergio Ticul Álvarez Castañeda (1964 - ), nieto e hijo respectivamente, continuó la tradición de estudiar Biología, siendo la tercera generación de biólogo egresado de la ENCB, se especializó en mamíferos. A la fecha ha editado varios libros y publicando más de 100 trabajos en revistas científicas. Es titular de la materia de Anatomía comparada en el postgrado del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, entre otras materias. Junto al M. en C. José Ticul Álvarez Solórzano rescata las fichas y culmina esta obra, realizando muchas correcciones, adiciones y la presentación del mismo. Muchas fueron las personas que contribuyeron a la elaboración de este dic- cionario, pero hay que mencionar principalmente al Señor Aurelio Ocaña Marín, quien no solamente ha colaborado con las tres generaciones en muchos aspectos, sino que por más de un quinquenio ayudó al M. en C. Ticul Álvarez en las repeti- das correcciones, adecuaciones y edición de este diccionario. La otra persona, es la Sra. Lourdes Vázquez Padilla, quien, como secretaria del Laboratorio de Cordados de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, ayudó al Dr. Álvarez del Villar a pasar una y otra vez cada una de las fichas que elaboraba. La mayoría de los términos anatómicos proceden de palabras griegas o lati- nas, que se usan en estos idiomas o se han castellanizado, y en general proceden de la anatomía humana. Esto nos presenta un problema de tipo anatómico y gra- matical, ya que según las reglas de escritura de términos científicos en castellano, nos indican que las palabras de otros idiomas deben de escribirse en escritura distinta a la general de texto o subrayadas, pero la costumbre del uso de muchas palabras latinas y griegas, ha hecho que éstas se acepten como si fueran palabras castellanas, por ejemplo, foramen, palabra latina o griega actualmente se conside- ra como si fuera una palabra castellana y no se subraya e inclusive en muchos textos de anatomía se escribe foramen magnum, sin hacer la acotación de que no es una palabra castellana. Otro de los problemas que observará el lector es que al traducir muchas de las palabras escritas en latín o griego al castellano algunas letras se transforman, pero sin modificar su fonética, por ejemplo, sphinter pasa a esfínter, que se escri- Diccionario de anatomía comparada de vertebrados 11 ben diferente, pero la pronunciación se conserva, es decir, en general muchas de las palabras latinas o griegas que empiezan con "S" se rescriben con "es" y de la misma manera sucede con la "ph" que se sustituye por la "f" y la "sp" por "S", entre otras. Un problema de tipo gramatical que se presenta en el compendio es la ter- minación de algunas palabras, que en realidad son lo mismo como "ico", "al", "ideo" sin cambiar realmente el significado es el mismo, como ameboico, amebal o ameboideo, que en todos los caso se refiere a que tiene forma de ameba. El lector también observará algunos problemas con la terminación gramati- cal genérica, ya que muchas palabras, pueden ser masculinas o femeninas, esto debido a que un mismo término puede tener varias acepciones, como: vaso carótida, que también puede ser, vena carótida; fibra colágena o cartílago colágeno, por lo tanto, puede en algunos casos indicarse como femenino o masculino. Las únicas abreviaciones que son usadas en el diccionario son: sin. que significa sinónimo, y V. que significa véase. Debido a que la anatomía nace antes de los conceptos de homología y ana- logía, se observará que en el diccionario una palabra puede corresponder anató- micamente a estructuras diferentes de acuerdo con el grupo zoológico del que se trate, cuando esto suceda, las diferentes definiciones, están separadas una de otras por doble pleca (11). En la presente obra se dan las defin'iciones anatómicas de los términos, especificando el grupo zoológico del que se trate, pero no se dan las definiciones funcionales. Se realizó un esfuerzo por incluir la mayor cantidad de términos de todos los grupos que conforman el Phyllum Chordata y hacer claras las acepciones a cada una de ellas. Aunque la anatomía humana es una de las más amplias en ter- minología, en el presente diccionario nos centramos en aquellos términos que son usados en los animales más que en el humano. Nosotros consideramos que esta obra será de gran ayuda para biólogos, ve- terinarios, zootecnístas y demás especialistas de vertebrados. Esperamos que sea de gran utilidad para el desarrollo de sus profesiones.
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