ebook img

Diario de la guerra de Espana PDF

340 Pages·2009·9.775 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview Diario de la guerra de Espana

1)iario de la guerra de España Mijaíl Koltsov (Kiev, 1898-Moscú, 1942) par- ticipó en la Revolución rusa de 1917, pasó a ser miembro del Partido Bolchevique en 1918 y tomó parte en la subsiguiente guerra civil. Comunista convencido, pronto se convirtió en una figura clave de la élite intelectual so- viética y posiblemente en el periodista más famoso de la URSS, debido principalmente a sus bien escritos ensayos y artículos satíricos. Escribió regularmente en Pravdu, diario de cuya junta editorial formó parte. Viajó como corresponsal a numerosos países, entre ellos España, para cubrir los primeros compases de la guerra civil. Algunos historiadores lo consideran el agente personal de Stalin en España. El 12 de diciembre de 1938 fue de- tenido, acusado al parecer por André Marty, la máxima autoridad de las Brigadas Inter- nacionales, bajo la acusación de antisoviéti- co y de participar en actividades terroristas, como parte de la Gran Purga. Fue condenado a muerte y fusilado en 1942. Al igual que mu- chas otras víctimas de las purgas de Stalin, Koltsov fue rehabilitado después de la muerte del dictador, en 1954. Diario de la guerra de España Prólogo de Paul Preston Prólogo Este libro no podri ser reproducido, ni total ni parcialiiiriite, sin el previn ~ieriiiisriis crito tlcl editor. Todos los derechos resenwios. C Editiotis Rurdo ibGrico, igG.3 0E ditorial k'laiicta, S. A,, rooy NUI'A: bl editor quiere agradecer las nutnrizaciones recibidas para reproducir inxig-enes protegidas en este libro. Se han realizado todos los esfuerzos para cunractarcon los Este diario de las proezas en España de Mijaíl IZoltsov, uno de los pe- propictariosdc las cnpyriglits. <:o11t odo, si no se haconsepido las autonzacih o el cróditci correcto, el editor ruega quc Ic seacoiiiuiiicadn. riodistas más famosos de la Unión Soviética, se publicó por entregas en Rusia durante la primaveray el verano de 1938, y se convirtió de in- Iconografia:Alicia(:aballern, Departameritode Diseño, División Editorial de (;rupo Planeta. mediato en un gran éxito. El diario estaba basado en las crónicas que BackList, Rarcelon,i. 2009 Koltsov escribió como enviado especial a la guerra civil española, pu- Diagonal, 662-66408034 Barcelona (España) blicadas a diario en Pravda entre el g de agosto de 1936 y el 6 de no- Prinieraedición: octubre <Ir2 009 viembre de 1937, y ávidamente devoradas por los lectores rusos. Poco Dep8~itoL egal: M. 38.y~~-zooy después de su publicación a Koltsov lo eligieron diputado en el Soviet IbBN 978-84-08-oXH7o-7 Supremo de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. Se Preimpresión: Foirisa Edifilln, S. L. 11nprmiRny ericiiaderriacion: Huertas Industrias Graficas, S. A. encontraba en pleno apogeo de su popularidad. Una noche, en el Printed in Spain, Impreso en España Bolshoi, Stalin lo invitó a su palco y le comentó lo mucho que le había gustado el diario de España. En una más que obvia muestra de favor oficial, el dictador invitó entonces a Koltsov a presentar la Historia del Partido Bolchevique, una compilación que había editado el mismo Stalin. Dos días antes de la confercncia, Koltsov recibió un nuevo ho- nor: lo nombraron miembro correspondiente de la Academia de las Ciencias. A última hora de la tarde del 12 de diciembre, un radiante Koltsov cumplió la promesa que le había hecho al líder soviético y ofreció una charla sobre su libro ante el entusiasta público congrega- do en la Unión de Escritores. Esa misma noche, al llegar a su despa- cho de Pravda, varios agentes de la NIZVD (el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos) lo estaban esperando para detenerlo. Des- pués de soportar interrogatorios y torturas durante más de catorce meses, Koltsov fue fusilado. Hasta hoy, siguen siendo un misterio los motivos de la caída en desgracia de tamaña celebridad soviética, pero sin duda guardan relación con los contenidos y la publicación de su diario de Espana. Nacido en Kiev en 1898, hijo de un artesano judío, Mijaíl Efimo- vich Friedland Koltsov logró alcanzar una inmensa popularidad en la Rusia soviética. Abandonó de joven su Ucrania natal para estudiar medicina en la Universidad de San Petersburgo, pero el estallido de la revolución rusa hizo que se decantara hacia la política. Participó en la guerra civil rusa como propagandista político del Ejército Rojo en el frente sur. Se unib al Partido Comunista en 1918 gracias a las cartas Pravda, pero se le consideró de inmediato una figura de peso. El te- de referencia de Trotski y de unviejo bolchevique, Anatoli Lunachars- niente coronel Felipe I~íazS andino, consejero de Defensa del recién lii. ~oltsovpa rticipó en la represión de la revuelta de los marinos que constituido gobierno catalán de Joan Casanovas, puso un vehículo a tuvo lugar en Kronstadt en marzo de 1921. A partir de entonces, su su disposición. En el transcurso de apenas dos días, Koltsov se entre- fama fue aumentando gracias a sus artículos sobre los primeros vue- vistó con el líder anarquista Juan García Oliver, con los dirigentes del los de larga distancia, el más famoso de los cuales había inaugurado Partit Socialista Unificat de Catalunya (Partido Comunista Catalán), y la ruta ~oscú-Ankara-Teherán-Kabul.E scribió coloristas artículos con el mismo Casanovas. Al día siguiente, Koltsov ya estaba en el sobre sus hazañas aéreas, sobre sus experiencias como taxistay sobre frente de Huesca, asesorando al comandante local. Poco después ex- sus largos viajes por Asia y Europa.' Ya desde sus inicios, intercalaba presó su deseo de conocer al legendario dirigente anarquista Buena- en los escritos periodísticos y literarios sus intrépidas aventuras. Esa ventura Durruti, que se hallaba en Bujaraloz, en el frente de Aragón. tendencia a la autopropaganda se aprecia también en su diario de Es- Al principio, Durruti no demostró interés alguno en hablar con él, paña y es posible que contribuyera al trágico destino de Koltsov. pero cambió de idea cuando leyó, en la carta de presentación que le Las actividades políticas de Koltsov en los años veinte contenían había enviado García Oliver, las palabras I(MOSCÚy »+ 'rauda». también la semilla de los problemas que vendrían después. Entró a A pesar de las ventajas que suponía el acceso a tan importantes formar parte de la plantilla de Pravda en 1922 y trabajó también en la políticos, Koltsov no tardó en toparse -lo mismo que el resto de co- revista Ogonyok, en la que publicó un fotomontaje titulado <<Udní a en rresponsales- con las dificultades de la censura, de la escasez cróni- la vida de Trotski),, lo cual despertó las iras de Stalin. Tras la deporta- ca de líneas de teléfono y del limitado sistema telegráfico español.4 ción de Trotski en 1927, Koltsov renegó de su pasado y pronto alcan- legó a Madrid el 18 de agosto y al cabo de veinticuatro horas ya ha- zó una considerable popularidad en el mundo de la prensa soviética, bía hablado no sólo con los dirigentes del Partido Comunista, sino en cuyo marco dirigió diversas publicaciones, como Ogonyok, Kroko- también con el ministro de la Guerra, el teniente coronel Juan Her- dil, Chudak y Za rubezhom. Llegó a conocer a los mandamases de la nández Saravia, y con el jefe de gobierno, el doctor José Giral. Al cabo NKVD, entre ellos al mismísimo director, el despiadado Nikolái Ye- de una semana, I<oltsov había conseguido entrevistar al socialista zhov, a quien conoció a fuerza de visitar el salón literario que ofrecía moderado indalecio Prieto, el cual dirigía desde la sombra la campa- Yevgenia, la esposa de éste ultimo. Koltsov dirigió incluso la podero- ña bélica. Que Prieto le hablara sin tapujos del desprecio que le inspi- sa Asociación Soviética de Periódicos y Revistas (Zhurgaz),c osa que lo raba Largo Caballero es un reconocimiento no sólo al talento perio- convirtió en uno de los hombres más influyentes de la política cultu- dístico de Koltsov, sino también a la posición que éste ocupaba. Un ral soviética de los años treinta. Por otro lado, y como presidente del día después, y por mediación de Julio Álvarez del Vayo, a quien Kolt- comité externo de la Unión de Escritores Soviéticos, desempeñó un sov conocía de la época de éste último como corresponsal español en papel fundamental a la hora de difundir las políticas del Frente Popu- Moscú, pudo entrevistar al presidente Manuel Azaña y al mismo Lar- lar.2 Sin embargo, sus vínculos con Trotski y la oposición de izquier- go Caballero, el cual se mostró tan poco reservado como Prieto en sus das lo perseguirían de por vida. feroces críticas hacia el gobierno del doctor Giral.5 Cuatro días des- Aunque I<oltsov disfrutaba en Moscú de un alto nivel de vida, la pués de ser nombrado jefe de gobierno, el 4 de septiembre de 1937, posibilidad de trasladarse a España debió de antojársele como el res- Largo Caballero recibió de nuevo a Koltsov para otra larga entre~ista.~ piro que necesitaba ante la cada vez más opresiva atmósfera política El papel de Koltsov en la guerra civil española se ha exagerado de Rusia. Koltsov fue el primer corresponsal soviético de prensa en hasta lo inimaginable. Se ha llegado a decir, incluso, que hablaba por viajar a España. Envió su primer despacho aPravda.7 la misma noche teléfono con Stalin una o dos veces al día, con el objetivo de comuni- de su llegada a Barcelona. Es más, le faltó tiempo para asumir el pa- carle las últin~ans oticias acerca de la situación española. El in~pulsor pcl de asesor político de las autoridades republicanas. Las únicas cre- de esa idea, que con el paso del tiempo ha ido gozando de una acep- denciales de que disponía eran las de redactor y enviado especial de tación cada vez más amplia, fue Claud Cockburn, periodista anglo-ir- landés de ideología comunista e íntimo amigo de Koltsov en España.' uno de los rasgos más fascinantes del diario de IZoltsov es la for- Sin embargo, no por ello resulta más verosímil: la conexión telefóni- ma en que éste separó sus tareas periodísticas de otras que tenían un ca entre Madrid y Moscú, vía Barcelona y París, no era ni lo bastante carácter más político-militar. Lógicamente, se atribuyó a sí mismo la operativa ni lo bastante segura como para permitir tales conversacio- obra periodística, pero dejó en manos de un n~isteriosom exicano Ila- nes, ni siquiera en el caso de que Stalin hubiera mostrado interés por mado <(MiguelM artínez,) íos asuntos relativos a las operaciones con recibir boletines diarios desde España. Tal y como revela una carta de dirigentes políticos y militares. Supuestatnente, el tal Martínez había Koltsov a Stalin, los emisarios soviéticos más veteranos se mostraban luchado en la revolución mexicana y, como el mismo IZoltsov de jo- reacios a enviar información incluso por telegrama, método que per- ven, había tomado parte también en la primera guerra mundial y en mitía la codificación, así que no digamos ya por teléfono, un sistema la guerra civil rusa. Además, la descripción que el minúsculo Koltsov que se podía intervenir con relativa fa~ilidad.~ hizo de Martínez indica que podría estar hablando de sí mismo: <<Un Sea como fuere, lo que sí se puede afirmar es que a pesar de que comunista mexicano de estatura por debajo de la media que, como oficialmente IZoltsov no era más que el corresponsal del diario Prav- yo, llegó ayer.,, Lleva gafas, igual que 1Zoltsov.l.i El texto está repleto de da, desempeñó en España un papel que iba más allá de sus meras res- pistas que apuntan a la posibilidad de que <(Martíilez)y, IZoltsov fue- ponsabilidades periodísticas. Muchos testigos presenciales de la ran en realidad la misma persona. En el diario se describe el espeluz- época constataron la importancia de ~oltsovS. antiago Carrillo, por nante vuelo de Martínez entre París y Barcelona, en un avión pilotado aquel entonces consejero de Orden Público en la Junta de Defensa de por Abel Guides. Tras sospechar que el piloto podría tener planeado Madrid, se refirió a él como alguien que, sencillamente, tenía mucha llevarlo a la zona rebelde, (.Miguel,) contempló la posibilidad de dis- más influencia que cualquier otro corresponsal. Durante el sitio de la parar a Guides y luego pilotar el avión él mismo ... algo de lo que Kolt- capital, parecía incluso más importante que el embajador Marcel Ro- sov era perfectamente capaz. El 8 de junio de 1937, en Bilbao, Koltsov senberg. El experto sovietólogo Louis Fischer, que en aquella época mantuvo una conversación con Guides sobre ese mismo incidente, mantuvo frecuentes contactos con IZoltsov, lo describió como wo- de la cual se desprende que quien iba en el avión y quien había consi- rresponsal de Pravda en España y, oficiosamente, los qjos y los oídos derado disparar al piloto no era otro que Koltsov. El periodista ruso de Stalin en el paísn.9 Hemingway se refirió a Koltsov como ((unod e escribió en su diario que Miguel Martínez iba todas las noches a la re- los tres hombres más importantes de España),." El novelista Iliá Eh- dacción del periódico comunista Mundo Obrero y colaboraba en la ... renburg escribió: ((Lose spañoles lo consideraban no sólo un perio- edición del día siguiente que es justamente lo que solía hacer Kolt- dista famoso, sino también un asesor político. Resulta difícil imagi- sov. En otro momento se dice que, durante la retirada de Talavera, nar el primer año de la guerra civil española sin IZoltsov.)+l {(MigueMl artínez,>vioa la escritora María Teresa de León con una pis- Comandante de la NIZVD, Lev Lazarevich Nilzolsky, conocido como tola pequeña en las manos; más tarde es Koltsov quien recuerda ha- Alelzsandr Orlov, coincidía en España con Koltsov desde septiembre berla visto con la pistola en ese mismo 1ugar.lVor tanto, no es de ex- de 1937, y luego, en unas memorias poco fiables, afirmó que Stalin trañar que el hermano pequeño de Koltsov -el famoso humorista había enviado a Koltsov a España ((enc alidad de observador perso- gráfico de Pravda, Boris Efimovich Friedland, mas conocido como nal)>l,o cual es como no decir nada, ya que es justamente lo que ca- Uoris Efimov-, los biógrafos Sltorokhodovy Rubashlzin, y otros estu- bría esperar del veterano corresponsal de Pravda." Estas opiniones diosos hayan dado por cierto que <(MigueMl artínez,, era, en realidad, han pasado a formar parte de la historia aceptada de la guerra civil es- el propio Koltsov. Enrique Líster, comandante del Quinto Regimien- pañola. Hugh Thomas, por ejemplo, presenta a Koltsov como <(eml ás to comunista, que más tarde se convertiría en el núcleo del Ejército que probable agente personal de Stalin en España, con línea directa Popular, mantuvo contactos frecuentes con Koltsov, tal y como ates- al Kremlin de vez en cuando,). Con menos exageración, la historiado- tigua el diario. Líster le aseguró a Ian Gibson que, en su opinión, Kolt- ra rusa Olga Novilzova lo considera (.un enlace entre Stalin y las auto- sovy ((MiguelM artínez,. eran sin lugar a dudas la misma pers~na.'~ ridades español as^.'.^ Sin embargo, ese hecho no aclara por qué IZoltsov creyó necesario inventarse a ((MiguelM artínez>,.E s bastante obvio que en realidad fue en la carretera de Talavera a Madrid, IZIMM estaba allí, pistola en Koltsov quien llevó a cabo muchas de las actividades atribuidas al mano, tratando de impedir la retirada. En este caso, IZIMM era proba- mexicano. Sin embargo, es posible que otras no, lo cual explicaría por blemente Koltsov, pues no es creíble que Gorev o Grigulévich se halla- qué Lister, ferviente prosoviético, se esforzó por ocultar la verdadera ran en el frente de batalla. En la capital sitiada, KIMM actuaba como identidad de ((MiguelM artínez,>o , por lo menos, de alguna parte inte- asesor de los dirigentes comunistas y como estrecho colaborador de grante del mismo. En sus memorias del sitio de Madrid, Vicente Julio Álvarez del Vayo, quien el 17 de octubre había recibido el nom- Rojo, jefe republicano del Estado Mayor, dice haber conocido a (<Mi- bramiento de comisario general del ejército, lo cual lo convertía en la guel Martínez), y su trabajo con el Quinto Regimiento. No cabe duda práctica en jefe del cuerpo de comisarios. En lo que respecta a sus en- de que Koltsov conoció a Rojo y, es más, escribió sobre él en diversas cuentros con Del Vayo, <{MigueMl artínez,, podría haber sido en algunos ocasiones.'/ En consecuencia, el hecho de que Rojo se refiriera a momentos IZoltsov y, en otros, Gorev. Antes incluso de ese momento, (qMartínez*y no lo identificara con Koltsov llevó tanto al estudioso KIMM obtenía copias de comunicaciones enemigas interceptadas ruso Boris Volodarski como al historiador español Ángel Viñas a sos- por radio. Dado que el ejército republicano no disponía de la capaci- pechar que existía un auténtico ((MiguelM artínez))q ue había mante- dad necesaria para interceptar las comunicaciones enemigas, de esa nido contacto con Rojo. Basándose en las investigaciones de Boris tarea tuvieron que hacerse cargo tres especialistas militares soviéti- Volodarski en los archivos de la seguridad rusa, llegaron a la conclu- cos llegados en octubre de 1936. Por tanto, la persona que recibió co- sión de que por lo menos algunas actividades atribuidas a <(Miguel pias de las comunicaciones interceptadas tuvo que ser Gorev, en su Martínez» no las Ilevó a cabo Koltsov, sino un agente soviético de ori- calidad de agregado militar y jefe local de la inteligencia militar. Se gen lituano. El hombre en cuestión, Jvozas Grigulavicius, conocido sabe que, el 28 de octubre, KIMM explicó a las unidades del Quinto en la ((DirecciónS . (Ilegales) de la NIWD-KGB como Iósif Romualdo- Regimiento comunista cómo llevar a cabo los ataques con tanques.'9 vich Grigulévich (con nombres de código ARTUR, MAIZS y FELIPE), Si fue Koltsov, es lógico pensar que estuviera transmitiendo los con- tenía veintitrés años y era miembro del «cuerpo de operaciones espe- sejos del verdadero especialista en tanques, Gorev, lo cual alimenta la ciales~d e la NKVD, una sección especializada en el asesinato, el te- sospecha de que quien dio las explicaciones fue en realidad el propio rrorismo y el sabotaje en suelo extranjero. Había aprendido español Gorev. en Argentina y había llegado a España en 1936 Más tarde dirigiría el Una importantísima intervención de ((MiguelM artínez,, es la que primer atentado contra la vida de Trotslti en México. En consecuen- tiene que ver con el proceso de toma de decisiones sobre la evacua- cia, el (<MigueMl artínez),q ue describió IZoltsov podría haber sido en ción de Madrid y posterior ejecución de los derechistas encarcelados, realidad una amalgama de varios individuos: el mismo Koltsov, Gri- uno de los episodios más controvertidos de la guerra civil española. gulévich y, posiblemente, el agregado militar ruso, el general Vladi- En el diario, ({MiguelM artínez. señala con insistencia a los dirigentes mir Gorev. Gorev era consejero militar en Madrid, enviado por la inte- comunistas el peligro de permitir que los militares que se hallaban ligencia militar soviética (GRU), e informó a Moscú de que Koltsov entre los prisioneros pasaran a engrosar las filas de los rebeldes. Preo- ({ejecutabaa l pie de la letra todas las órdenes que yo daba en relación cupado por {<loos cho mil fascistas encarcelados en diversas prisiones con la defensa de la ciudad)>.ls de Madrid)),q ue amenazaban con convertirse en un auténtico proble- Nadie pone en duda que I<oltsov,c omo redactor de Pravda, se be- ma como peligrosa (<quintac oluinna~>*M, iguel Martínez))a cudió en neficiaba de un trato de favor en tanto que observador de Stalin. Sin distintas ocasiones al cuartel general del Partido Comunista y a las embargo, ello no explica las proporciones reales del activo papel que oficinas de la Intendencia Militar para interesarse por lo que se había Koltsov / <<MigueMl artínezx desempeñó en una amplia variedad de hecho y proponer ideas sobre cómo organizar la evac~aciónB.~or~is cuestiones políticas y militares, cosa que indudablemente estaba Volodarski es de la opinión de que, al describir las actividades de «Mi- más allá de la capacidad de un solo hombre. Cuando el zi de sep- guel Martínez,, en relación con la evacuación de los presos políticos tiembre de 1936 las milicias republicanas se retiraron de Maqueda, de derechas, en realidad Koltsov estaba anotando en su diario las de Iósif Grigulévich. La operacicín se saldó finalmente con el asesinato de En su diario, Koltsov habla de la relación de .Miguel Martínew un gran número de presos, pero sigue sin aclararse quién fue el res- con Álvarez del Vayo y lo hace en unos términos que otorgan credibi- ponsable directo de esas muertes. En la decisión de evacuar intervi- lidad a la participación del primero en el sistema de comisarios. El 23 nieron muchas personas y el resultado final se produ.jo de fornia gra- de octubre de 1936, Koltsov escribió que todos los días a las seis de la dual, acumulativa. No obstante, Grigulévich estaba al mando de una tarde, el comisario general Álvarez del Vayo se reunía en el Ministerio unidad especial cuyos integrantes habían sido reclutados de las Juven- de la Guerra con los cinco subcomisarios, otros dos comisarios y ((Mi- tudes Socialistas Unificadas OSU) y, según parece, dicha unidad des- guel Martínez)).S i nos lo creemos al pie de la letra, eso implicaría que empeñó un papel clave la noche del 7 de noviembre y el día siguiente ~oltsover a algo más que un simple corresponsal. Parece mucho más en la recogida y traslado de los presos." Es más, Grigulévich se había verosímil, desde luego, pensar que quien participaba en dichas reu- convertido en íntimo amigo y colaborador de Santiago Carrillo a quien niones era Gorev, o bien Koltsov obedeciendo Órdenes de orev v." se había presentado con el nombre falso de José Escoy. Carrilo, como Está claro que IZoltsov se sentía más feliz y más vivo en Madrid líder de las JSUy consejero de Orden Público en la Junta de Defensa de que en la funesta atmósfera de las purgas moscovitas. Es posible que Madrid, ha sido acusado con frecuencia de implicación en todo el apoyara públicamente las purgas de Stalin, pero de lo que no cabe complicado asunto conocido después como para cuello^.^^ duda es de que cada vez se sentía más incómodo al respecto. Experi- El diario de I(oltsov da a entender que ([MiguelM artínezn protagoni- mentó una gran alegría al conocer la noticia de que la Unión Soviéti- zó un papel decisivo en la creación del sistema de comisarios políticos ca había decidido enviar aviones, tanques, artillería y otras clases de para levantar la moral de las tropas. Según él, (<MigueMl artínez,) fue armamento para ayudar a la República españ0la.~7N o se puede po- quien introdujo la práctica de que los comisarios enviaran con regula- ner en duda su extraordinaria capacidad de trabajo ni su arrollador ridad informes políticos de sus unidades al alto mando militar. Dado entusiasmo hacia la causa republicana, si bien tampoco se puede ne- que en la época ésa era una práctica habitual del Ejército Rojo, es po- gar que algunos autores exageran, aunque sea con buena intención. sible que o bien en este caso ((MiguelM artínez. fuera IZoltsov limitán- Gleb Skorokhodov, su primer biógrafo, refundió a Koltsovy a ((Miguel dose a transmitir las recomendaciones de sus colegas asesores rusos, Martinezn e hizo una absurda afirmación: según él, a IZoltwv se le en- como Gorev; o bien que el mencionado (<MigueMl artínez,) fuera en comendó a finales de octubre la tarea de ultimar las instrucciones del realidad Gorev o cualquier otro <.asesor)>S.e gún se desprende del dia- Ministerio de la Guerra para la defensa de ~ a d r i dE.s ~in~co ncebible rio, (<MigueMl artínezn no sólo tenía acceso a esos informes, sino que pensar que los estrategas responsables de tal cuestión, los generales de vez en cuando incluso los es~ribía.S~i Jb ien no cabe duda de que Jan Berzin y Gorev, y el jefe republicano del Estado Mayor, Vicente la introducción en España del sistema de los comisarios se basaba en Rojo, hubieran permitido tal intrusión por parte de un aficionado. El el modelo surgido durante la guerra civil rusa, el nombre de Koltsov error de Skorokhodov es un indicio más de que no sólo ((MiguelM ar- no figura entre los citados por las fuentes españolas como impulso- tínez,, era una amalgama de individuos, sino también de que un com- res del desarrollo de dicho sistema en España. Sin embargo, cabe la ponente fundamental de esa amalgama era Gorev. posibilidad de que, gracias a su estrecha relación con el Quinto Regi- Cuando el gobierno abandonó Madrid, Koltsov tomó la valiente miento comunista, sus consejos resultaran cruciale~.~K4o ltsov escri- decisión de quedarse, decisión que se convirtió en el preludio de su bía para Milicia Popular, el periódico del Quinto Regimiento. Además, mejor momento. Gorev, quien asesoraba oficiosamente al general mantenía una más que cordial relación con Enrique Líster, aunque José Miaja, presidente de la Junta de Defensa de Madrid, hablaba a ese hecho no prueba nada. Lo mismo puedc decirse de Gorev. Koltsov diario con Koltsov. Emma Wolf, amante e intérprete del agregado mi- escribía para Milicia Popular, el periódico del Quinto Regimient~.~s litar ruso, evocó dichos encuentros. Según ella, Gorev escuchaba con No se puede tener una total certeza, pero es muy probable que el ((Mi- mucha atención todo lo que Koltsov decía, pues lo consideraba la per- guel Martínez))i mplicado en el desarrollo del sistema de comisarios sona más informada sobre lo que acontecía tanto en el frente como fuera alguien distinto de Koltsov. en la retag~ardia.~In9c luso dejando a un lado lo que parecen haber XII sido las actividades dc los otros elementos constituyentes de ((Miguel gafas para limpiarlas. Al volver a ponérselas dijo, en un tono triste y Martínez~n, o se puede dudar que IZoltsov estaba completanlente en- profético: (<Sing afas todo me parece negro. Si algún día tne fusilan, les tregado a la causa republicana. Cuando las cosas empezaron a ir mal, tendré que decir que no me quiten las gafas antes de disparar.,,35 no pudo evitar pasar a la acción. Este ocasional pesimismo de Koltsov tenía su origen en las noti- Un estudioso alemán llegó a sugerir que ~oltsoves taba al mando cias que le llegaban sobre el creciente número de ejecuciones en de una sección de tanques rusos con la cual desempeiió un importan- Moscú. Gustav Regler creía que los asesores rusos enviados a España te papel en las batallas de Pozuelo y Aravaca (4-14 de enero de 1937). se enfrentarían con un destino trágico cuando regresaran a casa: ((Al Se trata sin duda de una inmensa exageración basada en una anota- convertirse en partisanos de la ~epúblicaes pañola, fue como si hu- ción de su diario en la cual relata que recorrió el campo de batalla su- bieran vuelto a nacer: ¡se transformaron en hombres nuevos! Los bido en un carro blindado, lo que hizo con el entusiasmo de un ado- vientos de la Sierra y la España heroica alejaron el hedor de MOSCÚ.),~~ le~cente.3A~ p esar de esa agenda repleta de acción, Koltsov tenía Ese ((hedord e Moscú,) se percibía en el asesinato de Andreu Nin. En tiempo suficiente para enviar a Rusia un flujo constante de largos y vi- diversos artículos publicados enpravda e Izvestiya, y más tarde repro- vos artículos. Sin embargo, es imposible saber si Koltsov hizo todo o ducidos en L'Humanite y otros periódicos comunistas europeos, Kolt- parte de lo que relata en su diario gracias a una autorización o acredi- sov denunció al POUM como ((unaf ormación de agentes de Franco, tación especial del mismísimo Stalin.il Es igualmente verosímil pen- Hitler y Mussolini que llevan a cabo actos de traición en el frente y sar que si destacó tanto fue, en gran parte, debido a su energía, a su asesinatos trotskistas-terroristas en la retaguardia,,. Sus escritos so- seguridad en sí mismo y a su impaciencia con la falta de organización bre el POUM, tras el cual Koltsov intuía ((lam ano criminal de Trotski., republicana, que muchas veces lo llevaba a inmiscuirse en las situa- se publicaron en un panfleto titulado (<Pruebasd e la traición trotsltis- ciones y dar consejos en tono imperativo. Tal vez se le permitiera asu- tad7 Si bien I<oltsovs e ausentó de España entre el 2 de abril y el 24 de mir un papel dominante precisamente porque se creía que Stalin le mayo de 1937, siguió escribiendo artículos para Prnvda en los que re- había entregado algún tipo de acreditación. producía la versión comunista oficial, según la cual Nin había sido li- Las memorias del cámara Roman Karmen confirman algunas de berado de su arresto por agentes nazis.J8 Sin embargo, no estaba ni las cuestiones que se mencionan en el diario de Koltsov. Estuvieron mucho menos sólo en esa cuestión. De hecho, el POUM se menciona juntos, por ejemplo, en el sitio del Alcázar de Toledo. Más tarde, del 7 menos de diez veces en el diario de IColtsov. La entrada mas larga, fe- al 17 de octubre de 1936, Karmen se embarcó con Koltsoven una gira chada el 21 de enero de 1937, es más irónica que despiadada en la por el País Vasco y Asturias para visitar los frentes del norte, durante la descripción de los dirigentes del POUM y considera irrelevantes tan- cual los acompañó Paulina Abramson en calidad de intérprete. Tanto to el POUM como el trotskismo.39 Koltsov como Karmen decidieron, haciendo caso omiso de las instruc- El 27 de marzo de 1937, Koltsov le dijo a Dolores Ibárruri que de- ciones del embajador ruso Marcel Rosenberg, no retirarse a Valencia bía regresar a Moscú para informar sobre la situación política y mili- con el gobierno, quedándose en cambio en Madrid durante el sitio re- tar en España, pero que confiaba en volver pronto. La necesidad de belde.J2E l 6 de noviembre, Karmen acudió a la sede central del PCE y que Koltsov fuera requerido para acudir a Moscú a informar en perso- se encontró a Koltsov charlando con Pedro Checa, quien en su calidad na resta aún mayor credibilidad a la idea de que mantuviera conver- de secretario de organización del Comité Central era la cabeza en fun- saciones telefónicas diarias con Stalin. Cruzó la frontera franco-espa- ciones del partido.?J Karmen se sentía fascinado por la energía y las iiola el z de abril y se quedó en Moscú hasta la tercera semana de muchas facetas de IZoltsov: ((Un agudo cronista de extraordinarios mayo.-i-'De todas formas, que Koltsov era una figura importante lo de- acontecimientos, un animal político, un soldado intrépido. a quien muestra el hecho de que la noche del 15 de abril fuera recibido por también le gustaba vivir bien y que se mostraba siempre alegre y jo- Stalin. Fue interrogado durante casi dos horas por el mismo dictador via1.w En una ocasión, sin etnbargo, hablando con Gustavo Regler, el junto con Lazar Kaganóvich; el primer ministro soviético, Viacheslav comisario alemán de la XII brigada internacional, Koltsov, se quitó las Molótov; el mariscal Voroshílov; y Nikolái Yezhov, sucesor del despia- XIV dado Genrikh Grigorevich Yagoda al mando de la NKVD.J1 kse era el de Santander y Asturias. Era consciente también de las catastróficas estrecho círculo en el que se tomaban las decisiories mas irnportan- pérdidas que habían supuesto para la Kepública las victorias pirricas tes en lo que respecta a política exterior. Con el frente vasco de la Re- de Brunete y Belchite. A pesar de ello, mantuvo su optimismo y entu- pública a punto de caer, el panorama que le tocó describir a Koltsov siasmo por la República, si bien lo que estaba sucediendo en España no era precisamente alegre. Sin embargo, y para sorpresa del propio y lo que les estaba pasando a sus amigos en Moscú pesaba cada vez Koltsov, Stalin pareció darse por satisfecho con el relato y le dijo, en más en su mente. El 6 de noviembre de 1937 le ordenaron que volvie- tono de aparente desaliento, que estaba consternado por el creciente ra y supo de inmediato que la situación había empeorad0.4~A su re- número de traidores descubiertos en la URSS y que su único consue- greso a Rusia, mantuvo breves encuentros con Stalin los días g y 14 de lo era la actuación de la misión soviética en E~paña.4~ noviembre. Es de suponer que no tuvieron mucho tiempo para anali- Esa misma noche, Koltsov le relató a su hermano el extravagante zar con detalle la situación en España, pues casi tres semanas des- final del encuentro: Stalin se había puesto a hacer el payaso. (<Sem e pués Koltsov escribió para solicitar una entrevista con Stalin durante plantó delante y, cruzando un brazo sobre el pecho, hizo una reveren- la cual qucría revisar una larga lista de cuestiones relativas a la Espa- cia y me preguntó: "¿Cómo lo llaman a usted en España? ¿Miguel'?" ña republicana." La ocupación inmediata de Koltsov consistió en Le dije: "Miguel, camarada Stalin." "Muy bien, don Miguel. Nosotros, editar sus crónicas de Pravda para convertirlas en un libro. La prime- nobles españoles, le estamos muy agradecidos por su interesantísi- ra parte de su diario de la guerra civil española se publicó en Novyi mo informe. Nos veremos pronto, camarada Koltsov. Buena suerte, Mzr, la muy difundida revista de la Unión de Escritores Soviéticos, en- don Miguel." "Estoy al servicio de la Unión Soviética, camarada Sta- tre abril y septiembre de 1938: los artículos, bajo el titulo genérico de h."C uando ya me dirigía hacia la puerta, me volvió a llamar y man- Ispanskii dnevnik, alcanzaron un considerable éxito de crítica.A8 tuvimos una extraña conversación: "¿.Tiene usted un revólver, cama- Atemorizado por la situación imperante, Koltsov trató de presen- rada I<oltsov?"D esconcertado, repliqué: "Si, camarada Stalin." "¿No tarse a sí mismo como un defensor de la ortodoxia estalinista. Sin estará usted pensando en suicidarse, verdad?" Mas perplejo aún, res- embargo, y a pesar de sus crecientes temores, ciertos asuntos saca- pondí: "Claro que no. Jamás se me ha ocurrido tal posibilidad." Sta- ban a relucir la valentía que lo caracterizaba. Cuando Louis Fischer, lin se limitó a decir: "Estupendo. Estupendo. Gracias otra vez, cama- quien estaba rompiendo todos los vínculos con la Unión Soviética, vi- rada Koltsov. Nos veremos pronto, don Miguel.". I<oltsovl e preguntó sitó Moscú a finales de 1938, ninguno de sus amigos fue a visitarlo. entonces a su hermano: *¿Sabes qué leí con absoluta certeza en la mi- Todos estaban demasiado asustados. Koltsov, sin embargo, asumió rada de Stalin? "¿.Qué?"L eí: es demasiado listo.~Adl ía siguiente, uno el riesgo de presentarse en casa del periodista norteamericano por- de los presentes en el encuentro -probablemente Yezhov- le dijo: que ansiaba con desesperación obtener noticias de España. Fischer <<Nool vides, Mijaíl, que te apreciamos, te valoramos y confiamos en dijo lo siguiente: (<Koltsovs e mostraba muy emotivo en relación con ti.)>K oltsov, sin embargo, no podía dejar de pensar en la desconfian- España.." Según Uoris Efimov, durante las ultimas semanas antes de za de Stalin.43 su arresto, Koltsov <trabajó con frenesí, con obsesión, casi sin respi- La tarde del 14 de mayo tuvo lugar otro encuentro, al que también ro, como si quisiera huir de sus atormentados pensamientos.,. acudió MolÓtov.44 El 23 de mayo, Koltsov estaba en Francia, de camino A finales de scptiembre de 1938, Koltsov viajó a Praga en calidad hacia España. Entre el 24 de mayo y el ii de junio pasó dos peligrosas de corresponsal de Pruvda para informar sobre la situación checa in- semanas tratando de entrar en el País Vasco e informando sobre la mediatamente después del tratado de Munich pero antes de la llega- cada vez más desesperada situación en Bilbao. En una nueva muestra da de las tropas alemanas. I,o que Koltsov interpretaba como la pér- del valory temeridad quc lo caracterizaban, voló desde Francia hasta la dida de la última oportunidad de detener a Hitler, lo deprimió capital vasca, donde entrevisto al presidente José Antonio Aguirre.45 profundamente y fue un amargo revés a su fe antifa~cista.5K~o ltsov Poco después de su regreso a España, I<oltsov fue testimonio de temía que aqucl fuera el fin del antifascismo y que Stalin buscara a las sucesivas y dolorosas caídas no sólo del País Vasco, sino también partir de entonccs algún tipo de acercan~ientoh acia Hitler. De hecho,

See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.