Description:El inmenso reactor se deslizó por la pista con un silbido atronador de sus motores antes de detenerse en la terminal. Los pasajeros descendieron, pisaron la alfombra roja hasta las escaleras mecánicas, y rindieron viaje en la oficina de la aduana, donde los rápidos trámites fueron cumplidos rutinariamente. Donald Savage cerró el maletín y se alejó en busca de la salida. Era un hombre casi gigantesco, de aspecto sólido, cabeza de cabello alborotado y ojos claros que caminaba como si tuviera una ofensa personal contra el suelo y quisiera triturarlo a cada paso.