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Del Evangelio A La Formacion De La Teologia Cristiana PDF

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0) (B £ ->*- ÍÍI 0) (B 0) del evangelio a la formación de l¡ teología cristiana ÓSCAR CULLMANN DEL EVANGELIO A LA FORMACIÓN DE LA VERDAD E IMAGEN TEOLOGÍA CRISTIANA 31 EDICIONES SÍGUEME Apartado 332 SALAMANCA 1972 Tradujo RAFAEL SILVA-COSTOYAS sobre el original francés Des sources de Vévan- gile a la formation de la theologie chrétienne, publicado en 1969 por Éditions Delachaux et Niestlé de Neuchatel. CONTENIDO Presentación de la edición española 9 Introducción 15 1. LA SIGNIFICACIÓN DE LOS TEXTOS DE QUMRAN PARA EL ESTUDIO DE LOS ORÍGENES CRISTIANOS 17 2. LA OPOSICIÓN CONTRA EL TEMPLO DE JERUSALÉN, MOTIVO COMÚN DE LA TEOLOGÍA JUÁNICA Y DEL MEDIO AMBIENTE . 41 3. SAMARÍA Y LOS ORÍGENES DE LA MISIÓN CRISTIANA . .. 67 4. EL CARÁCTER ESCATOLÓGICO DEL DEBER MISIONERO Y DE LA CONCIENCIA APOSTÓLICA DE SAN PABLO 79 5. EiSev xoú ejriCTTEuasv.. LA VIDA DE JESÚS, OBJETO DE «VISIÓN» Y DE «FE» SEGÚN EL CUARTO EVANGELIO . . . 119 6. EL RESCATE ANTICIPADO DEL CUERPO HUMANO SEGÚN EL NUEVO TESTAMENTO 135 7. EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS Y LA DOCTRINA BÍBLICA DEL BAUTISMO 151 8. ¿INMORTALIDAD DEL ALMA O RESURRECCIÓN DE LOS MUER TOS? 233 9. Dos MEDITACIONES BÍBLICAS 269 Índice de nombres 281 © Delachaux et Niestlé 1969 © Ediciones Sigúeme 1972 índice general 285 Núm. Edición: ES. 541 Es propiedad Printed in Spain Dep. Legal: B. 48372-1972 - Imp. Altes, S.L., Barcelona PRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN ESPAÑOLA La obra oscurece, a veces, al hombre. En Osear Cull- mann, todos ven hoy a uno de los teólogos más destacados de la teología protestante; al autor de centenares de tra bajos; al profesor eminente de Strasbourg, Basel y La Sor- bona; al conferenciante.de medio mundo. Pero pocas veces se ha buscado al hombre que hay debajo; pocas veces se ha sentido el latido de su humanidad. Hoy, Osear Cullmann está en la cima, pero le han precedido largos y penosos días, duras jornadas que hacen más heroico su camino. Porque Cullmann es intelectual y teólogo. Y si toda vocación científica es difícil, porque no se valora nunca el sacrificio callado y oculto, la voca ción del teólogo es además ingrata. El teólogo no descansa. La verdad, que es la razón de su vida, le es huidiza. Ha de vivir con el continuo tor mento de intentar y de buscar, porque la teología es esen cialmente búsqueda e intento, no recetas mágicas. En un mundo de utilidades no se ve eficacia en la obra de los teólogos. El teólogo vive además para el espíritu. El diálogo que mantiene de continuo con el espíritu, le impide enten der el lenguaje de la croniquilla mundana. No está ajeno a la vida. Precisamente porque su mirada está habituada a los valores trascendentes, es capaz de adivinar, mejor que 10 PRESENTACIÓN PRESENTACIÓN 11 nadie, los valores que se encierran en cualquier acción es necesario rehuir también el culto de la persona — culto humana. Pero está ajeno al mundo del ruido, de la fama, a sí mismo o a otros teólogos célebres—, porque nadie que cada mañana levanta al cielo sus ídolos para enterrar puede ocupar el sitio de Cristo, que es el único funda los al caer el sol. mento de la EXXXTJCTÍOC. El teólogo de Basel se mantuvo El teólogo no busca el aplauso. Su íntima satisfacción — y mantiene — en esa línea de la búsqueda de la verdad está en dar respuesta a la llamada acuciante de su espíritu, respetando siempre la libertad de espíritu y de opinión. en tener conciencia de que sus días están llenos de entrega. Sólo el nombre de Cristo debe unir a los hombres en la El teólogo no es el titiritero de la ciencia que, al menor diversidad. Ésta es la trayectoria de Osear Cullmann, logro, se encarama en el pedestal de la fama para recibir la línea por él trazada hasta nuestros días. los aplausos de los demás. El teólogo, en fin, vive una continua y perpetua tra r * * * gedia. Cada paso que da o cada traspiés, repercuten en su propia existencia. Los estudios reunidos en el presente volumen son una Osear Cullmann, ese hombre que ahora está en la serie de trabajos publicados por su autor a lo largo de cima, ha recorrido este largo y difícil camino. En cierta los 30 últimos años. Se mueven en torno a dos puntos manera está aún en él. No ha descansado. Más de un cen principales, y a la vez relacionados entre sí: el uno mira al tenar de obras jalonan su andadura. La obra es el kilóme origen histórico del cristianismo, el otro al pensamiento tro del sabio, que señala su dirección, cuantifica su es del Nuevo Testamento. Esto es, estudian «la evolución fuerzo y le dice cuanto le falta aún... Cullmann ha vivido que va de las fuentes del evangelio, desde sus raíces lejanas siempre para el espíritu. Se ha colocado al lado de la y anteriores a la venida de Cristo, hasta la fijación de la oleada humana para darle su propia razón de ser. Él tam teología cristiana». bién ha gritado, pero no para unir su voz al coro, sino Los primeros capítulos tratan del significado de los para advertirles que una vida sin Dios no tiene sentido. textos de Qumran para el estudio del Nuevo Testamento, Cullmann, en fin, ha sido fiel a su vocación, manteniéndose del origen de la misión cristiana en Samaría y de la labor en ella aun en los momentos más difíciles. Cuando la nece intrépida de los primeros misioneros cristianos en aquella sidad le apremió y tuvo que vivir bajo la mano protectora región semijudía: los helenistas, cuyo representante prin de su hermana Louise Cullmann (lo confiesa en una emo cipal fue Esteban. cionada dedicatoria de su obra Études de théologie bibli- En el capítulo 4 se realiza un estudio exhaustivo sobre que, 1968) él siguió fiel. Cuando tantos renunciaron, el «obstáculo» (cf. 2 Tes 2,6-7) que retiene la venida del dedicándose a la fácil tarea de hacer teología-estándar, fin de los tiempos y el carácter escatológico del apostolado casuística política, él se mantuvo en su línea de estricta de Pablo. El capítulo 7 está dedicado al intrincado pro investigación. Renunció a los slogans teológicos, porque blema del bautismo de los niños y la doctrina bíblica del son siempre exclusivos. bautismo. Después de considerar el fundamento del bau Cullmann es consciente de que su oficio de exegeta le tismo (la muerte y la resurrección de Cristo), se examina compromete a la búsqueda sincera de la verdad. Para ello el bautismo como agregación al cuerpo de Cristo; el 12 PRESENTACIÓN bautismo y la fe; el bautismo y la circuncisión. En la con sideración de este tema, Cullmann, fiel a su método de rigurosa independencia, mantiene opiniones contrarias a sus hermanos protestantes, sobre todo se opone a la tesis de Karl Barth que reduce toda la virtud del bautismo a la cognitio salutis. Los capítulos 6 y 8 tratan de temas afines y comple mentarios, relativos a la escatología del Nuevo Testa mento: «rescate anticipado del cuerpo» y «resurrección de A la Facultad de teología protestante de la los muertos». Es cierto que no todo lo que se dice, sobre universidad de Strasbourg todo en estos dos capítulos, puede ser suscrito por un católico. El católico se encuentra con la doctrina propuesta y ala Facultad libre de teología protestante por la Iglesia sobre la visión beatífica de los santos, el de París, culto a los mártires, el purgatorio, etc. Todo esto le ha de en recuerdo de mi docencia que ha contenido llevar a adoptar, frente a la tesis cullmaniana, no una actitud polémica sino dialéctica. No conviene olvidar que los primeros esbozos de estos trabajos. por muy profundas que parezcan algunas simas, que nos separan, no lo son tanto, ni tantas sobre todo, como gene ralmente se cree. Para convencerse de ello, se requiere ante todo el conocimiento mutuo de las posiciones — esto está en la base del jjutgnjtisp ecumenismo —, conocimiento que debe tener no sólo el jefe de la Iglesia, y el teólogo, sino también el simple fiel, ya que el ecumenismo es tarea de todos. Las divisiones no se evitan creando un clima de unidad artificial a expensas de la verdad, sino concentrán donos todos —católicos y protestantes— sobre el fun damento de la fe: Cristo-Jesús. Si tuviéramos que destacar algún rasgo, que fuera exponente y característica del libro, señalaríamos la estric ta limitación a los datos del Nuevo Testamento, que el autor se impone a lo largo de sus trabajos, y la fidelidad al pensamiento de los autores inspirados. RAFAEL SILVA-COSTOYAS INTRODUCCIÓN Nuestra primera gran obra ha sido aquella que hemos consagrado, hace unos cuarenta años, a las relaciones entre el gnosticismo y el judeo-cristianismo (Le probléme litté- raire et historique du román pseudo-clémentin. Varis 1930); la más reciente (Le salut dans l'histoire. Neuchá- tel 1966) contiene una especie de síntesis de la teología del Nuevo Testamento. Entre estos dos trabajos, a pri mera vista tan diferentes por su objeto, hemos publicado, a la par de otros libros, una serie de estudios especiales cuya aparición se escalona sobre muchos años y que tra tan igualmente de estos dos objetos a simple vista tan lejanos el uno del otro: por una parte las corrientes par ticulares de ciertos medios cristianos de la primera hora se relacionan con un judaismo más o menos esotérico que parece ser la cuna del cristianismo; por otra parte la ela boración de una teología cristiana en la que encontramos los grandes temas de los escritos neotestamentarios. Esta doble clase de problemas concernientes el uno al origen histórico del cristianismo, el otro al pensamien to del Nuevo Testamento, continúa preocupándonos simul táneamente hasta hoy, y el presente volumen es un testi monio claro de esta simultaneidad. Vero ¿no tienen relación el uno con el otro? Nosotros pensamos que sí. Los tra bajos reunidos en esta nueva obra de «estudios bíblicos» ponen de manifiesto precisamente el lazo de unión entre 16 INTRODUCCIÓN los dos: la evolución que va de las fuentes del evangelio, desde sus raíces lejanas y anteriores a la venida de Jesu cristo, hasta la fijación de una teología cristiana. Hemos añadido, al final del libro, dos meditaciones pronunciadas con ocasión de la apertura de las reuniones 1 anuales de la Sociedad de estudios del "Nuevo T estamento en Lovaina (1964) y en Heidelberg (1965), dada la im LA SIGNIFICACIÓN DE LOS TEXTOS portancia, que tiene para nosotros, la colaboración tan necesaria entre los exegetas de la Biblia. DE QUMRAN PARA EL ESTUDIO DE LOS ORÍGENES CRISTIANOS S EGÚN el historiador Ernest Renán, el cristianismo, al principio, no habría sido más que una forma de esenismo, «un esenismo que habría sobrevivido largo tiempo». En la misma línea de ideas y a título de curio sidad, se puede también mencionar el hecho que E. Schu- ré, autor de los Grands Initiés, ha sostenido, sin dar por otra parte prueba alguna, la tesis de que Jesús habría sido iniciado en las doctrinas secretas de los esenios. En efecto, ni Renán ni Schuré han tenido conocimiento de los textos del mar muerto. Ciertamente, ya se sabía, por las descrip ciones de Josefo y de Filón, que los esenios poseían doc trinas secretas y los manuscritos de Qumran lo confirman. Pero es caer en una especulación desprovista de todo fun damento el querer pretender que Jesús ha sido, como miembro de la comunidad esenia, iniciado en estas doctri nas secretas. Ni en el Nuevo Testamento ni en los escritos judíos encontramos alusión alguna a tal cosa. En cuanto a la cuestión de saber si es posible —basándose en las afinidades que existen entre el pensamiento esenio ahora mejor conocido, y la enseñanza de Jesús— concluir indi rectamente que Jesús ha conocido la doctrina de la secta, tendremos ocasión de volver sobre ello más adelante. 18 QUMRAN Y LOS ORÍGENES CRISTIANOS CRISTIANISMO JUDÍO Y HELENÍSTICO 19 Por lo pronto, nosotros quisiéramos insistir en que comienzos, el cristianismo era simplemente judío y que es importante establecer una distinción entre las dos cues sólo más tarde se ha hecho helenístico. Este error funda tiones siguientes: ¿Jesús ha sido un esenio? y ¿existe un mental ha implicado toda una serie de otros, como por lazo entre los esenios y los primeros cristianos? ejemplo la suposición de que la herejía llamada gnóstíca En realidad, se ha pensado siempre —prescindiendo no habría aparecido sino más tarde en los medios helenís del problema de los esenios — que el cristianismo primi ticos situados fuera de Palestina. El hecho de que el gnos tivo hundía sus raíces, no en el judaismo oficial, sino en ticismo, allí donde nosotros lo encontramos por primera un medio judío más o menos esotérico. Esto, por otra vez en el Nuevo Testamento, se encuentre en estrecha parte, no implica de ninguna manera que el cristianismo relación con el judaismo, prueba que esta concepción del primitivo no haya aportado algo esencialmente nuevo res gnosticismo es errónea. Ha habido un gnosticismo judío pecto a sus orígenes judíos. antes que el gnosticismo cristiano, lo mismo que ha habido En nuestro libro sobre las cartas Pseudo-Clementinas, un helenismo judío antes que el helenismo cristiano. escritos judeo-cristianos en los que la parte arcaica (los La evolución generalmente admitida y que va de un Kerygmata Petrou) ha conservado antiguos elementos del cristianismo judío primitivo a un cristianismo helenístico judeo-cristianismo primitivo, hemos sostenido la tesis que universal ulterior, es un esquema artificial que no corres él contenía al margen del judaismo, una especie de gnosti ponde en modo alguno a la realidad histórica. Nosotros cismo judío que, a simple vista, debiera ser considerado veremos, en efecto, que estas dos tendencias han existido como la cuna del cristianismo de la primera hora'. En efec simultáneamente en la Iglesia primitiva y que la historia to, siendo así que este gnosticismo judío acusa ya una del cristianismo primitivo es la interferencia de estas dos influencia helenística, debemos considerar toda la cuestión tendencias, ambas presentes desde el origen en la Iglesia de las relaciones entre el judaismo y el helenismo bajo palestina. una perspectiva completamente diferente a la acostum El hecho de que el cristianismo palestino haya podido brada. Antiguamente, tan pronto como se descubrían in adoptar ciertos elementos helenísticos que desbordan los fluencias helenísticas en un escrito del Nuevo Testamento, límites de las fronteras nacionales del judaismo era cono se concluía inmediatamente que ese escrito debía ser de cido antes del descubrimiento de los nuevos textos, y estos redacción reciente. Éste es el caso, en particular, del evan últimos no hacen sino confirmarlo. En efecto, gracias al gelio de Juan. Bajo el pretexto de que se descubren ele descubrimiento de los textos llamados «mándeos» y a su mentos helenísticos en este evangelio, se ha deducido que publicación por M. Lidzbarski hacia 1920, nosotros sabía era la prueba más contundente de su origen tardío. En la mos ya que existió un movimiento bautista judío pre base de esta conclusión inexacta se encuentra una concep cristiano, extendido en Palestina y en Siria2, que ha ción errónea o, al menos, demasiado esquemática de los debido, de una manera o de otra, ejercer una influencia orígenes del cristianismo, a saber, la idea de que en sus sobre los discípulos de Juan Bautista como también sobre los de Jesús. Además, ha habido sin duda un lazo entre 1 O. CULLMANN, Le poblime littéraire et historique du román pseudoclé- mentin. Étude sur le rapport entre le gnosticisme et le judéo-christianisme. Pa rís 1930. 2 Cf. J. THOMAS, Le mouvement bapíiste en Palestine et Syrie, 1935. 20 QUMRAN Y LOS ORÍGENES CRISTIANOS LA VIDA 21 el cristianismo primitivo y la literatura judía tardía y un poco esotérica de Enoc. Pues esta forma de esperanza La vida mesiánica en la que la espera del hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo se sitúa en lugar de la espera de En primer lugar, conviene señalar el nombre que se un mesías nacional judío, se encuentra solamente en la daba la secta judía. Ella llevaba, entre otros, el título de periferia del judaismo y más particularmente en los libros «nueva alianza». En griego estas palabras equivalen a de Enoc. Ahora bien, esta forma de esperanza mesiánica kainé diathéké que, a su vez, pueden ser traducidas por es la que encontramos en los evangelios. «nuevo testamento». Se encuentra también la expresión Sin embargo, nos faltaba hasta ahora el punto exterior «los pobres» que, en estos textos, se ha convertido casi de referencia que nos habría permitido establecer el en un nombre propio para designar a este grupo3. Se en lazo de unión entre el cristianismo primitivo y esta forma cuentra también este nombre en el Nuevo Testamento, desviada de judaismo. ¿La secta de los esenios, ahora me en las cartas a los romanos y a los gálatas, para caracterizar jor conocida, nos ofrece este punto? a los primeros cristianos. Más tarde, debió ser atribuido al A primera vista, parece haber una analogía entre esta resto de la comunidad de Jerusalén que toma el nombre secta y el Nuevo Testamento, porque el «maestro de jus de ebionitas. Esta palabra «ebionitas» significa precisa ticia» de los nuevos textos es objeto de una veneración mente «los pobres». particular que parece conferirle un carácter mesiánico. El convite comunitario de la secta de Qumran presenta Por el libro de los Hechos (c. 5) y Josefo, sabemos que muchas analogías con la fiesta eucarística de los primeros antes que Jesús, ha habido hombres como Judas y Teudas cristianos4. Tiene carácter esencialmente sagrado y sólo que se arrogaron un poder particular. Y sin embargo, después de un noviciado los nuevos miembros tenían dere veremos que es precisamente en este punto en donde el cho a participar. Se pronunciaba una bendición sobre el cristianismo se diferencia de las sectas judías. A nuestro pan y el vino. Es posible igualmente que los esenios hayan juicio, no es en la analogía entre el maestro de justicia y tenido convites sin vino5 de los que se encuentran huellas Jesús, ni en la manera como sus discípulos han concebido en la «fracción del pan» de la Iglesia primitiva. Un frag su persona y su obra, donde residen los puntos de contacto mento de Qumran, designado con el nombre de «fragmen entre los dos movimientos, sino más bien en las otras to de las dos columnas», hace alusión a la presencia del doctrinas, y en primer lugar, en la vida y organización de mesías durante el convite. las dos comunidades, aun cuando también ahí encontra Los baños o bautismos, que se encuentran en el centro ríamos diferencias. de la vida cultural de la secta judía, difieren tanto del bautismo cristiano como del administrado por Juan, por- I 3 K. ELLIGER, Studien zum Habakuk-Kommentar vom Toten Meer, 1953, Hablaremos ante todo, de las afinidades y de las dife 222. 4 K. G. KUHN, Über der ursprünglicben Sin» des Abendmabls utid sein rencias que se manifiestan en la vida y en el organismo Verbiltnis zu den Gemeinschaflsmablen der Sektenschrift: EvTh (1951) 508 s. 6 Ver las frases alternativas en el Manual de disciplina, VI, 4-6, «pan o de las comunidades. vino»; «pan y vino».

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