En esta magnífica obra se cuenta la historia de Sierva María de Todos los Ángeles, una niña de 12 años, hija no deseada del marqués Casalduero y de su segunda esposa, la mestiza lujuriosa Bernarda Cabrera. Debido al odio de la madre por Sierva y la despreocupación del marqués hacia la niña, la sirvienta negra Dominga de Adviento la cría y entre esclavos negros, creyentes de la tradición yoruba, vive feliz. La suerte de Sierva cambia cuando la muerde un perro. Después de enterarse de este percance el marqués lleva a su hija con el médico judío Abrenuncio, ateo e ilustrado, que no encuentra que la niña tenga rabia sino más bien observa un problema de infelicidad. Más tarde el marqués acude a ver al obispo y a él le confiesa su escepticismo y su pérdida de fe, así como el caso de su hija. El obispo, representante del Santo Oficio, afirma que la niña está poseída por el demonio, y que se le debe practicar exorcismos para su salvación. Tras esta visita, el marqués decide internarla en el convento de Santa Clara.
En esta novela histórica, el escritor colombiano nos ofrece nuevamente una obra cautivadora y fascinante que atrapa al lector a lo largo de cada una de sus páginas; el estilo de su escritura, muy semejante al mítico-histórico utilizado en Cien años de soledad, la hace parecer «como un capítulo perdido» de esta última obra