Azar se ha apoderado de Fort Dallas. Él gobierna con total autoridad, y todos se inclinan ante él.
Todos excepto una mujer. Melina, la médica del fuerte. No importa lo que él ofrezca, ella se niega a ceder. Un buen hombre debería dejar de preguntar. Desafortunadamente para Melina, Azar no es un buen hombre.