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Cristianismo Entre Dos Limites PDF

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c r i s t i a na m o e n tr l í m i te i n ik •• • < ! * • • • •• ——r> H IÉ Í-> ^S!M HEINZ ZAHRNT Cristianismo entre dos límites ¿PARA QUE EL CRISTIANISMO? EDITORIAL VERBO DIVINO ESTELLA (Navarra) 1974 CONTENIDO Prólogo ... • 11 Introducción 15 I. LA PREGUNTA 29 1. Dios lia muerto. Dios a la vista ... 31 2. Piensa que vivirás 53 II. LA RESPUESTA 73 3. Dios, ¿qué otra cosa si no? 75 4. El cielo está abajo 111 Tradujo: Jesús Pérez Alija . Título original: Wozu ist das III. LAS PRUEBAS 157 Christentum gut? . © Piper et Co. Verlag 1972 . © Edi torial Verbo Divino, 1973 . Es propiedad . Printed in 5. El "más" del hombre 159 Spain . Talleres Gráficos: Editorial Verbo Divino, Estella. 6. La vida es gratuita, pero no barata. 229 Depósito Legal: NA. 1.402-1973 7. ¿Hasta qué punto puede ser político ISBN 84 7151 148 7 el cristianísimo? •.. 285 ISBN 3 492 01947 1, Piper, edición original 7 Pues ¿qué aprovecha al hotmibre ganar todo el mundo, si llega a perder su alma? Jesús de Nazaret El hombre es lo más valioso para el hombre Karl Marx Si hubiésemos de creer a los sermones dominicales de los últimos veinte años, hace ya mucho tiempo que el hombre habría estado hasta tal punto en el centro de sus afanes, que, a buen seguro, se encontraría ya hastiado de esta situación de pri vilegio Erhard Eppler La especie humana lia conseguido éxitos sorpren dentes en un universo que empieza a abrirle gene rosamente sus puertas. Pero ¿qué ha pasado con la persona humana individual? Milán Machovec 9 Ya hemos hablado bastante del hombre: ya es hora de que nos ocupemos de Dios Abram Terz-Sinjawski Los cristianos no son menos humanistas que todos los humanistas Hans Küng PROLOGO El prólogo de un libro significa una especie de ceremonial del saludo, pues, de una parte, no debe incidir en la temática del libro mismo —labor ésta de la subsiguiente introducción—, y, de otra, su sentido más profundo radica en posibilitar el primer contacto entre lector y autor. En última instancia, hoy, como ayer, el prólogo es el instru mento de que nos valemos para captar "la bene volente atención del estimado lector". Quizás, pues, no sea otra cosa lo que yo intente en el momento en que me dispongo a informar al lector de la gé nesis de este libro. Una de las casas editoriales alemanas más an tiguas —la editorial Osian, de Tübingen— me encomendó, el pasado año, el discurso conmemora- 10 11 tioo de su 375 aniversario. Accedí gustoso, cierta una llamada de atención, precisamente por su sin mente; pero ¿de qué iba a hablar? Por el hecho de gularidad. estar encasillado yo entre los "autores de libros A medida, empero, que aoarazaba en la elabora científicos", y, dentro de este compartimiento, entre ción de la conferencia, se me encogía el ánimo al los autores que se ocupan de la cosa teológica —la pensar en mi audacia en la elección del tema. "cosa con Dios"—*, era claro que sólo venía a Cuando llegó el día de la conmemoración, y mien cuento un tema con enjundia teológica. Cualquier tras desfilaban por la tribuna, diciendo sus exactas otra cosa hubiera significado un imperdonable y amables palabras de congratulación, el rector, diletantismo. Propuse, pues, que mi conferencia el alcalde de la ciudad, el representante de las versase sobre la importancia que hoy quepa adscri cámaras de comercio, los editores y los libreros, bir a la invariable contribución de la fe cristiana iba yo pensando si de verdad era esta la ocasión a la vida de los individuos y de las colectividades. más apropiada para leer las cuartillas de mi dis Mi asombro fue grande, cuando vi que los recto curso. ¿En qué podría consistir aquí la aportación res de la citada institución, la señora Brigitte y el de la fe cristiana a la vida de los individuos y de señor Konrad-Dietrich Reithmüller, estaban de la sociedad? acuerdo. Pude, no obstante, constatar muy pronto que, De haber ocurrido esto en los años que si al parecer, nuestros contemporáneos perciben aún guieron a la guerra, me hubiese parecido nor la fe cristiana como una contribución importante mal esta postura, pues entonces estaban de moda en la configuración espiritual de nuestro tiempo. los lemas con una proyección cristiana. Pero, en Al menos, este juicio era válido para quienes allí el entretanto, ha corrido mucha agua debajo de estaban, cristianos y no cristianos, surgiendo una los puentes, y no es ya comprensible en absoluto, especie de diálogo ecuménico y contemporáneo al sin más, que una editorial no específicamente de mismo tiempo. dicada a la problemática religiosa, acceda, llegado La amable invitación a publicar esa conferen el caso, a una elección "cristiana" de temas. De cia —a lo que me resistía— fue la ocasión para ahí que un acontecimiento tal me pareciera que profundizar en su temática, reelaborándola nue había que considerarlo como todo un símbolo, vamente desde su base. Este libro es el fruto de esos afanes. Réstame sólo esperar que logre refle * El autor hace referencia a su más famoso libro Die Sache mit Gott. Die protestantische Theologie im 20. Jahr- jar, sin excesivas brumas, la discusión en curso hundert 1966, traducido al castellano con el título A vueltas sobre Dios, el hombre y el mundo; discusión en con Dios. Hechos y Dichos, Zaragoza 1972 (N.T.). 12 13 la que se oyen voces altamente discordantes, cierto, pero que, a la postre, acaban fundiéndose en un solo acorde. Evidentemente, mi propio punto de vista ha de quedar también reflejado a lo largo de las páginas que siguen, y, a veces, con una INTRODUCCIÓN cierta energía. Heinz Zahrnt Hamburg, agosto 1972 Hoy, todos somos "humanistas" —otra cosa es saber si, realmente, somos también humanos. No existe hoy religión alguna, ni ideología, ni corriente filosófica o sistema político que no afirme que el hombre está en el centro de sus afanes. Su preocupación incidirá, o bien en el he cho de cómo el hombre continúa siendo hombre, o en cómo lo llegará a ser definitivamente. Y no otra cosa cabe afirmar de los hombres que pro graman el futuro: planificadores de lo venidero, reformadores sociales y estrategas del desarrollo. Y, en verdad, no se puede negar que no ocurran razones objetivas para esta preocupación. La his toria universal está tocando un punto en el que se arriesga la decisión sobre la pervivencia de la 15 14 humanidad y de su historia futura en la tierra. proceso histórico y desde éste se propagan. Esto Pero no sólo en este (postrer horizonte histórico nos sugiere que la conciencia histórica es suscepti late la amenaza a la existencia de la humanidad. ble también hoy de aletargamiento en la contem Su definitiva ruina sería sólo el resultado "con- plación de la historia, es decir: un remontarse a cluyente" de una avanzada y progresiva deshuma su pasado en busca de modelos para su futuro. En nización del hombre, su cénit y su omega al mis vista de los nubarrones que amenazan a la humani mo tiempo. He ahí por qué hay que salvar hoy dad, muchos ponen sus esperanzas de vivir en una la naturaleza humana del hombre (Mensehlichkeit), vuelta a la tradición. Se piensa que la salvación ¡po si no queremos que, al fin, perezca la humanidad dría encontrarse en un examen crítico y en la re (Menschheit). Y esta es la razón por la cual nos novación de las tradiciones históricas que aún se empleamos hoy en una batalla tan trabajosa en muestran operantes en la vida de los individuos pro de la conservación —o de la reconquista, según y de la sociedad. E igualmente por lo que respecta los casos— de lo humano del hombre en la historia. a las tradiciones un día vivas y que hoy yacen su mergidas en el olvido. Pero ¿qué es, ten realidad, lo que hace que el hombre sea hombre? Y, ante todo, ¿de dónde le Hoy, como ayer, el cristianismo forma parte de vienen al hombre sus límites?; ¿cómo intenta él las fuerzas operativas que constituyen nuestra hacerse hombre, o existir como tal?; ¿qué es lo tradición histórica. Sin embargo, la postura de los que le proporciona la fuerza para subsistir y alcan contemporáneos a su vista es discordante: mientras zar el futuro? Preguntas son éstas a las que hoy que unos ya no esperan nada de él, haciendo oídos no podemos contestar inequívocamente. Hablamos, sordos a la proclamación de la palabra cristiana, en verdad, continuamente del hombre y asegura otros siguen profesando esperanzas que más bien mos que éste está presente en todos nuestros afa debieran abochornarlos. Importa, pues, plantearse nes y proyectos, pero en la intimidad abrigamos si el cristianismo está ya muerto, si dejó de ser, la sospecha de que todos nuestros hablares sobre por consiguiente, la sal de la tierra, o si, incluso, el hombre no son otra cosa que conceptos sin sus se ha podido convertir en veneno que amenace tancia, .desprovistos de un riguroso contenido. infeccionar a nuestra sociedad. Pero también es legítima la pregunta de si, tal vez, mantenga aún No es tarea fácil la adquisición de nuevos pro frescura y juventud suficientes para vivificar a yectos e imágenes-guía (Leitbilder) sobre el hom los hombres de hoy. En cada caso estamos ante bre y sai historia. Por desgracia, no descienden gra una herencia que no cabe repudiar sin más ni más; ciosamente de los cielos, ni brotan súbitamente a se impone, más bien, que le demos una respuesta modo de generación espontánea. Fórmanse en el 16 17 adecuada y que tratemos de asimilarla. Amigos las mismidades de su ser y de su misión: no sabe o enemigos de la cosa cristiana, debemos, al me exactamente qué es y para qué sirve. nos, tomar posiciones frente a ella. Por nuestra Vive inmersa en los más dispares y a menudo parte, nos gustaría coadyuvar a este careo. He contradictorios afanes, esperanzas e imágenes-guía, ahí por qué el subtítulo de este libro": ¿para qué surgidas tanto de sí misma como de hontanares sirve el cristianismo?" geográficos extraños. La Iglesia tiene que ser todo; Cualquiera que hoy, en la actual situación so cada cual la convoca a tareas diferentes. No es cial, pregunte por la utilidad del cristianismo, se de extrañar, piues, que se sienta solicitada a todos enfrenta directamente y en primer lugar con la los extremismos de "derecha" o de "izquierda". Iglesia. No quiere decir que el cristianismo no Y así, para unos la específica misión de la Iglesia haya operado históricamente fuera de la Iglesia consistiría en predicar la doctrina a los hombres hasta el día de hoy; pero, en el sentir de nuestra y llevarlos a la vida eterna. Cualquier desviación sociedad, la Iglesia, y sólo ella, es la administra de este presupuesto sería pecaminosa, según éstos. dora legal de la tradición cristiana. Hasta se le Otros reclaman una Iglesia guardiana de la moral; paga por ello. Ahora bien, esta tradición adminis su menester queda circunscrito al solo campo éti trada por la Iglesia hunde sus raíces más profun co. De este modo, así piensan, apuntalará el "sta das en la biblia, entendida ésta no como figura tus" de la presente sociedad. Un tercer grupo opina circunscrita a un documento histórico, sino en la que la misión de la Iglesia consiste precisamente amplitud de sus consecuencias históricas. en todo lo contrario: en posibilitar los cambios de esta sociedad hacia otra sociedad más justa. En Pero quien intente preguntar, hoy, a la Iglesia su decir, sería o debería ser la Iglesia como la van sobre la utilidad del cristianismo sufrirá una no guardia en la larga marcha de las reformas. Pero leve decepción. Sus propias dudas serán mayores tampoco esta solución satisface a todos, pues otro después del presunto interrogatorio. La actual si grupo propone —desde una perspectiva de resig tuación anímica de la Iglesia es tan menesterosa, nación política más que desde una religiosidad re que no cabe recabar de ella una respuesta inequí descubierta— que la Iglesia aparece como impres voca a semejantes preguntas. Al contrario, ella cindible para la mayoría de sus miembros tan só misma se interroga. Utilizando una expresión del lo porque, con sus ritos sagrados, sus misas y actos psicoanálisis, podríamos definir su actual situa solemnes, posibilita emocionalmente para vencer ción como una "difusión de Ja identidad" (Erik H. los miedos provocados por la crisis estructura] de Erikson). La Iglesia se siente hoy zarandeada en las familias, con lo que, de paso, ofrece a la pre- 18 19 senté sociedad una coartada para retardar las re presenta un aspecto incomparablemente más sa formas que desde hace tanto tiempo se hacen sen ludable que en otros tiempos y países. Además, tir. Los más radicales, finalmente, y en cuanto no cabe rebatir, con la biblia en la mano, semejantes consideran perdida la batalla, postulan que la lamentos: el fundador de la religión cristiana nun Iglesia sea la plataforma desde la cual parta la ca hizo avance alguno en lo que respecta a la es revolución social universal. La táctica a emplear en tadística y a la institución. Prometió redención, este objetivo no sería otra que la táctica de gue no éxitos. rrillas, trabajo de los cuadros y formación de cé lulas (en el acontecer de este proceso transforma Se nos entendería erróneamente, sin embargo, tivo de la sociedad también desaparecería la Igle sí se creyese que negamos toda relación entre ver sia, espontáneamente). dad e institución. Podíría aplicarse a la Iglesia lo que la sociología de la ciencia ha estatuido sobre las Vemos, pues, que la identidad, la esencia y la llamadas "estructuras de plausibilidad", es decir, misión de la Iglesia dista mucho de ser monocorde. que verdades y convicciones tienen validez públi Además, existe el agravante de la desorientación ca, y, por tanto, son plausibles, en tanto en cuanto en sínodos, dirigentes eclesiásticos, obispos, etc., están legitimadas y apuntaladas soeialmente. Por pues, pese a lo que digan sus críticos, no son hoy haber perdido, precisamente, esta "estructura plau "inaccesibles" en absoluto a las sugerencias de aba sible" las verdades y convicciones cristianas, sus jo —incluso a las sugerencias de "afuera"—, con partidarios se han convertido en una "minoría cog- lo que la difusión de la identidad de la Iglesia nitiva", cuya creencia, en rigor, no es más que opera también en los planos más altos de su admi una opinión entre otras varias.1 No obstante, en nistración. Y así, tenemos que en Alemania, por vez de lamentar este universal retroceso eclesiás ejemplo, regiones como Hessen-Nassau son mote tico, y pese a esta conexión entre lo institucional y jadas de "rojas", Baviera y Hamburgo, de "ne la verdad, podríamos incluso saludarlo como un gras", mientras que Hannover pasa a ocupar en esa proceso útil; un replegarse de las partes sanas; un escala cromática un lugar intermedio. proceso, en definitiva, depurativo y de clarifica Es aquí, en la crisis de su propia identidad, ción. Pero esta llamada al optimismo nos está donde radica la verdadera amenaza a la existen prohibida por los factores negativos concomitan cia de la Iglesia, y no en la pérdida de material tes, como son: la pérdida en la doctrina cristiana existente. No hay razón alguna para lamentacio nes jeremíacas por la estadística. Por lo que res 1 Peter L. Berger, Auf den Spuren der Engel. Die mo- pecta a la República Federal Alemana, la Iglesia derne Gesellschaft und die Wiederentdeckung der Trans- ¡zendenz. Frankfurt M. 1970, 19s., 56ss. 20 21

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