DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS Dedico este trabcgo especialmente a Eirvna, mí esposa, quien con toda adhesión supo soportar en las necesarias concentraciones intelectuales, mi alejamiento espiritual. Al mismo tiempo, quiero dedicar este libro a la memoria del Dr. Miguel Herrera Figueroa que fuera Jundador y rector de la Universi dad John F. Kennedy, quien recibiera en su momento con gran interés y palabras de apoyo la noticia referente a la confección de esta obra, que estaba ya próxima a ser entregada a la editorial. En cuanto a quienes contribuyeron con esta publicación, he de agradecer en primer término a los prologuistas Dres. Pedro David y Mario H. PencL, que con toda voluntad y gratos conceptos, me acompa ñan en su edición. A la vez, quiero dejar asentado aquí mi reconoci miento al Dr. Aldo Irrú>riano, médico de nota de nuestro pais, por su particular disposición en mis consultas y sus correctos y sinceros con sejos en lo concerniente a la ciencia de su dominio, que conforma el carácter interdisciplinar de la Crinúnólogia. Asimismo, no puedo dejar de hacer constar mi particular agrade cimiento a las siempre alentadoras palabras del Dr Maño Coscio Secre tario General de la Universidad Kennedy, y del Dr. Felipe FerrerLavalle, Vice-Director de la Escuela de Abogaría de la misma Universidad. Finalmente debo tcmú)ién constar que me siento enteramente satisfecho y agradecido, al recordar las colaboraciones prácticas reci bidas de idóneos en informática y otros menesteres, que posibilitaron esta impresión. Me refiero al matrimonio Escobar, Miriam y Alberto, al Profesor de la Universidad del Salvador Carlos Filips y al Dr. Miguel Marzano. SALVADOR FRANCISCO SCIME Abogado, Doctorado en Derecho Penal y Ciencias Penales. Ex Juez de la Cámara Criminal y Correccional de la Capital Federal. Profesor Titular de Derecho Penal. Parte General y de Criminología de la Universidad John F. Kennedy. Profesor de "Leyes Penales Especiales" de Posgrado en la Universidad del Salvador. Ex Profesor de Derecho Penal. Parte General de la misma Universidad. CRIMINOLOGÍA. "CAUSAS Y COSAS DEL DELITO" EDICIONES JURÍDICAS BUENOS AIRES 1999 I™ edición 1999 I.S.B.N.: 950-758-025-5 © Copyright by EDICIONES Jl/RJDJCAS Talcahuano 434, Buenos Aires - ARGENTINA Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 IMPRESO EN LA ARGENTINA PROLOGO I Este libro del distinguido colega y amigo se suma con decidida positividad a la literatura criminológica de habla hispana. Mantiene el Prof. Dr. Scimé, en esta obra, una posición unifica da e integradora de la criminología, sumándose a los muchos que, como el prologuista, siguiendo caminos transitados porJerome Hall y Miguel Herrera Figueroa entre otros, hablamos de la síntesis integra dora de ía disciplina. Le asigna Scimé a la criminología, dentro de esa concepción, el develar el porqué del comportamiento delictivo con todas sus imbricaciones individuales, sociales y económicas. También, nos dice, son relevantes el ámbito psicológico, el ordenjudicixú, las referencias legislativas, la política criminal y la prevención del delito. Sdmé distingue las ciencias exactcLS délas déla naturaleza, aclarando que el objeto de la criminología es el hombre en su unidad fisü) psico-sociaL En su análisis, Scimé pasa revista a las concepciones que, como las de Jiménez de Asúa, anticiparon la absorción del derecho penal por la crimirwU^ía, y sostiene la avionomia de ambos enfoques. Tienen su propia esfera, nos expresa^ en el dominio sodocultu- ral, su objeto y su vnétodo. La criminología se centra en el marco de ía existencia humana y de su integración social. El Derecho Penal protege con normas, los valo res, como necesidad de la convivencia y el orden social Y desde aquí indica que la conducta humana típica, siendo considerada por el Dere- Salvador Francisco Scimé cho Penal, es al mismo tiempo sostén de los estudios criminológicos ya que a esta le interesa no la conducta parcializada, sino su totaMad. Nuestro autor examina también la historia de la criminología y reseña las características fundamentales de la Escuela Clásica, la Escuela Positiva y la Tercera Escuela del Derecho Penal en Italia. Toma en cuenta, también, dentro del Positivisnw dos temas centrales, el de la peligrosidad y el del tipo de autor. Concluye con Gotünger en que las tipologías criminológicas ob tenidas de la experiencia misma, no son las más frecuentes. Y ello le abre el camino para señalar los rumbos interdisciplina rios de la criminología. Entre numerosas facetas de este libro he de referirme más par ticularmente a las referencias que Scimé dedica a la Política Criirúnal, un tema vital de nuestro tiempo. Para Scimé esa Política Criminal, rebasa las fronteras de la acción del Estado y comprende todo el espectro social, afirmando con el maestro Günther Kaiser que hay una Política Criminal Científica y otra práctica. Coincide con el maestro H. Jescheck que la Política Cri minal se adentra en el estudio de las causas del delito, y de como configurar al derecho para que pueda cumplir su función en la socie dad, afirmando igualmente su carácter preventivo. Scimé estudia minucvosamente las interrelaciones de la Crimino logía, las interrelaciones de la Criminología con la Antropología, la Psi cología, la Biología, la Sociología, la Medicina Legal y hx Psiquiatría. Detendré aqui ntis reflexiones para no privar al lector ávido, de bucear ya en este libro de Scimé, que es fruto de machas décadas de esfuerzo y valiosas experiencias, entre las que su papel de Juez de la Cámara Criminal y Correccional de la Capital Federal donde fuimos colegas por algún tiempo, dá a este volumen una clara orientación realista engarzada también en su rica experiencia docente en la Uni versidad Argentina John F. Kennedy. Le auguro a esta obra una larga y fecunda vida, lo mismo que al autor y amigo. Dr. PEDRO R. DAVID PROLOGO n Quien acepta la responsabilidad de escribir el prólogo de una obra asume., automáticamente, dos compmntisos dejidelidad. El pri mero para con el autor que espera, con razón, el reconocimiento que merece por el trabajo que llevó a cabo y el segundo para con el lector que da por descontado que el juicio acerca de lo que va a leer será imparcial y por lo tanto útil para orientario en la próxima lectura Me resulta fácil cumplt el doble comprorrúso. Con el Dr. Scímé hemos recorrido un largo camino de nuestra vida pública, en lajustída y en la docencia. Las dos tareas son, por cierto, espejos de gran au mento que permiten ver hasta las mínimas manchas. El desempeño de ambas sigue siendo, para mi, una renovada y siempre vigente manera de valorarlo. Con esta obra Scimé corona el trabajo, silencioso y empecinado, que iniciara en sujuventud. Quienes lo han tratado tienen Jresca la imagen de un hombre sencillo y veraz, en la que el leve acento provin ciano de su palabra le da un toque personal y distintivo y que lo que dice pone de manifíesto que no se ha confundido con los desconocidos de siempre y que mantierve en alto su personalidad dejmMora. Esta obra rumiada oí contacto con los delitos que se cometen tierra adentro y en esta tierra de nadie, se gestó cuando surgió en él la necesidad de escribir resúmenes de su saber y de su experiencia. No 10 Salvador Francisco Scimé puedo menos, entonces, que dejar escrito que ella responde cabalmen te a las calidades del autor. Por eso el prímer compromiso de fidelidad decidió estas escue tas lineas. A iodo señor... Con respecto al segundo, le daré a usted estimado íector un Juicio crítico sobre el libro que se prepara a conocer Le va a interesar, le va a irformar, estoy seguro que coincidirá en muchas de las ideas vertidas y que algunas otras no serán de su agrado y que, en definiti va ampliarán considerablemente sus conocimientos sobre este crónico problema que acompaña a los hombres desde su aparición en el pla neta. Desde que el crimen golpeó en la conciencia humana desentra ñarlo, explicarlo, comprobarlo, razonarlo, interpretarlo y procurar la forma de combatirlo fiíe y seguirá siendo una preocupación universal El avíor que sabe bien que esta cuestión se arrastra, por des gracia sin grandes logros, lo va a llevar de la mano a través de los siglos. En el principio asombro, apelación a k> oculto y venganza con castigos interminables, como respuestas. Con el correr del tiempo us ted podrá apreciar que hay idas y venidas, üuelíos y revueltas pero que, en general, se puede apreciar un lento y paulatino mejor enfoque de la sociedad hacia ese cuerpo extraño y entrañable que es el delito y quien lo comete. Las tan distintas maneras de enfrentarlos para averiguar el porqué y para extraer del estudio de lo ocurrido ideas para que no vuelva a ocurrir van a serle expuestas en sucesivos capítulos, en pro fundidad y con amenidad. En cada tiempo la cita de los autores que dejaron sus nombres grabados fuera del tiempo, íe proporcionará un adecuado resumen y le dará también elenxentos de provecho por si usted quiera seguir calando hondo. Scimé estudia desde mucho antes de ahora los métodos expo sitivos. Es frecuente que buenos temas y propósitos pierdan interés y significado porque quien los aborda desconoce o deja de lado que para llegar al fin propuesto es menester tener claro el derrotero del esfuer- CRIMINOWGIA 11 zo. Desde ya le aseguro que la exposición de los ten\as elegidos, en espiral y sucesivas vueltas de tuerca k> ha de llevar paso a paso del lejano ayer hasta ahora, sin dificultades ni baches. Es común aceptar que la criminología tal como la entendemos en este momento nació en parto difícil con el positivismo que no se caracterizó por sus exigencias metódicas y sistemáticas, Pero también es cierto que las ideas han venido aclarándose y que muchas discq)li- nas ajines y que en el comienzo aparecían incluidas con perjuicio de la pureza científica, van adquirieruio perfiles propios. Esto lo podrá apre ciar, con provecho, en la lectura. Creo necesario señalar el acopio destacado de opiniones de doctrina que se vierte en los distintos capítulos. No tanto por la canti dad de autores citados, por cierto que extraordinaría, cuanto por su inteligente y oportuna invocación. Scimé no buscó, estoy seguro, im presionar con muestras de erudicdón que suelen ser supérfiuas y de relleno, ya que cuando vuelca una opinión ajena lo hace para apoyar o, lecdmente, mostrar discrepancia con la propicL Por eso el lector en contrará que cada tema no es sólo una expresión puramente personal y que los aportes que se le brindan acreditan la paciente búsqueda y selección. Las conclusiones siempre rematan lo quejue motivo de es tudio (como muestra, marco lo que se dice respecto de la drogadicdón). Resalto también que la obra tiene fuerte basamento en la reali dad y no es una mera visión bíbíiogró/ica y teóriccL Por supuesto que no hay remedios mágicos ni espectaculares pero el sentido convún pre side Ux coherencia de la exposición (recuérdelo cuando lea el capítulo X y ésto dicho a solo título de ejemplo). Dije al comienzo que con usted lector asumía el compromiso de la imparcialidad. Por eso culmino este ya largo prólogo con el sincero aserto de que la obra le será útil, amena y provecliosa en información y para el diario quehacer. Dr. MARIO H. PENA