Description:Todo esto lo supe bastante después. Una mañana quince o dieciséis días más tarde. Al entrar en mi oficina de la calle 33 Oeste. Eve, mi morena, hermosa y complaciente secretaria, me salió al paso, viniendo de su despachito, me saludó dándome un beso en la oreja, zafándose en el acto de mí cuando intenté corresponder, pero con muy mala intención, y dijo: —En su despacho hay una cría que le está esperando, John. Ése soy yo. Un hombre como otro cualquiera. Un tipo como hay muchos en Nueva York. Un detective privado, como reza la placa esmaltada en negro que hay a la entrada de mi oficina. Clavé mis grises ojos en la explosiva figura de mi secretaria y pregunté: —¿Una cría?