El robusto cimmerio, que ahora capitanea su propia compañía de mercenarios, se ve atrapado en la anarquía que sigue a la muerte del rey Ofir, y entra al servicio de la voluptuosa dama Sinelle, sin saber que ésta, en secreto, es la suma sacerdotisa del demoniaco dios Al'Kiir, que ama el bestial sacrificio de bellas muchachas y guerreros perfectos.