ebook img

Comentario de JUAN, de William Hendriksen PDF

597 Pages·2009·8.72 MB·Spanish
by  
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview Comentario de JUAN, de William Hendriksen

2 [p iii] COMENTARIO AL NUEVO TESTAMENTO por WILLIAM HENDRIKSEN Exposición del Evangelio Según San Juan 1981 4 [p v] CONTENIDO Introducción Lista de abreviaturas Introducción al Evangelio según Juan Escritor, fecha, lugar Lectores y propósito Características Gramática Tema y divisiones Comentario Bosquejo de los capítulos 1–6 Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Bosquejo de los capítulos 7–10 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Bosquejo de los capítulos 11, 12 Capítulo 11 Capítulo 12 Bosquejo del capítulo 13 Capítulo 13 Bosquejo de los capítulos 14–17 Capítulo 14 Capítulo 15 Capítulo 16 Capítulo 17 Bosquejo de los capítulos 18, 19 Capítulo 18 Capítulo 19 5 Bosquejo de los capítulos 20, 21 Capítulo 20 Capítulo 21 Bibliografía 6 [p vii] INTRODUCCION Nuestro propósito al escribir este comentario ha sido alcanzar los siguientes objetivos: (1) Una cuidadosa traducción del texto. Esta traducción debe hacerse en el idioma contemporáneo y debe ser fiel al original. No debe ser una simple paráfrasis. Por el contrario, debe seguir muy de cerca al texto, haciendo resaltar, siempre que sea posible, los puntos que dicho texto enfatiza. (2) Una discusión más completa de los problemas de introducción que la que se halla en muchos comentarios, con un énfasis especial en los problemas de la paternidad literaria. (3) Un breve análisis del texto, considerando sus conceptos y relaciones. Los pasajes centrales, tales como 3:16, se deben tratar más ampliamente que otros. (4) Una síntesis al final de cada unidad de pensamiento, para hacer resaltar claramente las principales ideas de cada sección. El análisis siempre debe ir seguido de una síntesis. La exégesis incluye a ambos. De otro modo veríamos los árboles pero no el bosque. (5) Una defensa de la posición conservadora. Creemos que el Evangelio de Juan exige esto. (6) Una presentación actualizada. En los últimos años se ha avanzado en muchos aspectos de la erudición novotestamentaria. De vez en cuando han aparecido libros importantes que tratan algún aspecto de este tema; y también excelentes artículos en revistas religiosas que han arrojado nueva luz sobre algunas palabras y frases (p. ej., Juan 2:4; 4:9). Se han presentado también tesis doctorales que tratan conceptos que aparecen con frecuencia en el cuarto Evangelio. Tales materiales se han utilizado en esta obra. Hemos preparado una Bibliografía Selecta que aparece al fin del libro. (7) Un resumen completo de algunas construcciones gramaticales que se repiten con mucha frecuencia. A través de todo el comentario se hace referencia a puntos importantes de gramática y sintaxis, pero sin recargar el comentario con este material, de forma que el que no esté familiarizado con el griego no pudiera usarlo. Hemos intentado respetar los valiosos elementos de la teoría aramea, pero sin suponer un original arameo escrito. [p viii] Comprendemos perfectamente que estos objetivos no se han alcanzado completamente. No obstante, la amable acogida que se dispensó a nuestras anteriores obras nos ha animado a hacer este esfuerzo. Que aquel Señor, cuyo amor se describe en este Evangelio, reciba la gloria. Guillermo Hendriksen 7 [p ix] LISTA DE ABREVIATURAS Las letras que se refieren a abreviaturas de libros van seguidas de puntos. Las que indican abreviaturas de revistas omiten los puntos. De esta forma se puede distinguir inmediatamente si la abreviatura se refiere a un libro o a una publicación periódica. A. Abreviaturas de libros B.D.B. Brown-Driver-Briggs, Hebrew and English Lexicon to the Old Testament D.C.G. Hastings, Dictionary of Christ and the Gospels. Gram. N.T. A. T. Robertson, Grammar of the Greek New Testament in the Light of Historial Research. H.B.A. Hurlbut, Bible Atlas (última edición). I.S.B.E. International Standard Bible Encyclopedia. L.N.T. Thayer’s Greek-English Lexicon of the New Testament. N.N. Novum Testamentum Graece, editado por D. Eberhard Nestle y D. Erwin Nestle (última edición). S.BK. Strack and Billerbeck, Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch. Th.W.N.T. Theologisches Wörtenbuch zum Neuen Testament (editada por G. Kitt). W.D.B. Westminster Dictionary of the Bible. W.H.A.B Westminster Historical Atlas of the Bible. B. Abreviaturas de revistas AJTh American Journal of Theology. ChrC Christian Century. ClW Classical Weekly. CQR Church Quarterly Review. CThM Concordia Theological Monthly. EQ Evangelical Quarterly. ExT Expository Times. GThT Gereformeerd Theologisch Tijdschrift. HJ Hibbert Journal. [p x] HThR Harvard Theological Review. JBL Journal of Biblical Literature. JThS Journal of Theological Studies. PThR Princeton Theological Review. RThPh Revue de Thèologie et de Philosophie. ThG Theologie und Glaube. VD Verbum Domini. WE Watchman-Examiner. 8 ZNTW Zeitschrift fur die neutestamentl. Wissenschaft. 9 [p 1] INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO SEGÚN JUAN [p 3] I. Escritor, fecha, lugar El Evangelio según Juan es el libro más extraordinario que jamás se haya escrito. “Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde estás es santo”. Bien pudiera ser ésta la actitud de cualquiera que pisa el umbral de estudio de este libro; porque si su testimonio es verdadero, entonces la fe en Jesucristo como el Hijo de Dios ha recibido una confirmación gloriosa. Pronto se verá la razón de esta afirmación. El libro nos dice que, evidentemente en los días del emperador Tiberio y del tetrarca Herodes Antipas, vivía en Palestina un judío (4:19), llamado Jesús, que afirmaba que era el dueño legítimo de todas las cosas, el Pan de Vida, el Agua Viva, el Buen Pastor que daría su vida por sus ovejas, aquel que resucitaría a los muertos en el último día, el Mesías mismo, el Camino a Dios, el objeto legítimo de la fe y la adoración, una persona tan completamente divina en todos los sentidos, que podía decir: “Yo y el Padre una cosa somos”. Esto es, en verdad, asombroso. Pero más maravilloso aun es esto: ¡el escritor del libro acepta estas afirmaciones como verdaderas! Al “Jesús de la historia” le atribuye los títulos más exaltados. Lo llama el Verbo (Logos) de Dios, y nos dice que este Verbo había estado “con Dios” desde la eternidad, habitando en la presencia inmediata del Padre. Osadamente el escritor incluso le llama Dios, ¡Y esto en el primer versículo! Para el escritor, Jesús no es en nada menos de lo que dice ser. El Dios hecho carne (1:1, 14). ¿Quién es este escritor que acepta tales afirmaciones y hace tan extraordinarias declaraciones? ¿Es acaso un extranjero que vive en un país alejado del escenario que describe, de forma que la distancia le ha dado cierto encanto a su relato? ¿O tal vez escribe mucho tiempo después de los sucesos, y por ello el “héroe” de la historia se ha transformado gradualmente en un obrador de milagros, y, luego, en rigurosa obediencia a las leyes de la leyenda y del folklore, ha llegado a la larga a ser un dios? ¡Todo lo contrario! El escritor del cuarto Evangelio aparece como alguien que pertenece a la misma raza, tronco y familia que su “héroe”. Se presenta como contemporáneo y testigo ocular (21:24; cf. 1 Jn. 1:1–4). No sólo pertenece al amplio círculo de los seguidores del Maestro, sino que según la tradición es también uno de los doce, y dentro de ese grupo de doce es uno de los [p 4] tres (Mr. 5:37; 9:2; 14:33). Pero aun en el caso de que alguien pusiera reparos a estas citas de los Sinópticos y quisiera limitarse tan sólo al cuarto Evangelio, tendría que admitir que en él se considera al escritor como uno de los dos primeros discípulos (1:35, 40). Esta es la conclusión lógica a que se llega, a menos que se adopte la improbable opinión de que el discípulo sin nombre en 21:24 es alguien distinto del discípulo anónimo en 1:35, 40. Y, de estos dos, él es el que se describe a sí mismo como el discípulo “al cual Jesús amaba” (13:23). Nadie conoció a Jesús mejor que él. Anduvo con él día tras día y, por tanto, tuvo sobradas oportunidades para observar las faltas de su carácter y los defectos de su personalidad, si los hubiera habido. En la noche más sagrada de todas, la noche de la Cena, se reclinó en su pecho. Permaneció junto a su cruz. Llegó, incluso, a entrar en el sepulcro (13:25; 19:26; 20:8). Y, con todo, es este mismo discípulo el que, como escritor del cuarto Evangelio, no se retrae de proclamar abiertamente a todos que este Jesús de la historia a quien él conoció tan bien, ¡es Dios mismo! Y no sólo esto, sino que ya en el primer capítulo nos presenta a otros testigos oculares. Nos dice que aquellos hombres quedaron tan profundamente impresionados en su primer encuentro con Jesús que dieron expresión a sus pensamientos y emociones de la siguiente manera: 10 Andrés: “Hemos hallado al Mesías”. Felipe: “Hemos hallado a aquel de quien escribieron tanto Moisés en la ley como también los profetas”. Natanael: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel” (1:41, 45, 49). A esto podemos añadir el testimonio de Juan el Bautista que también queda registrado en el primer capítulo: “No soy digno de desatar la correa de las sandalias.… He aquí, el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.… He dado testimonio que éste es el Hijo de Dios” (1:27, 29, 34). Los que se oponen al punto de vista tradicional no pueden permitir que este testimonio se mantenga incólume. Se dan perfecta cuenta de que si no lo desacreditan no han perdido no sólo una batalla sino toda la guerra. Y bien, ¿qué es lo que la Alta Crítica puede presentar para sacudir dicho testimonio? ¿Cómo tratan los anticonservadores de probar que el cuarto Evangelio no fue escrito por un contemporáneo y testigo ocular; y que no lo escribió el apóstol Juan en Asia [p 5] Menor, como dice la tradición? Sus argumentos se pueden resumir de la siguiente manera:1 1 Cualquiera que lea los siguientes libros—una selección de entre centenares de obras escritas acerca de este tema—podrá ver tanto los argumentos de los críticos como las respuestas que han dado los que sostienen el punto de vista tradicional con respecto a la paternidad literaria del Cuarto Evangelio. Agradecemos a todos los siguientes: Albright, W. F., From the Stone Age to Christianity, Baltimore 1940, especialmente pp. 298–300. Andrews, Mary E., “The Authorship and Significance of the Gospel of John”, JBL 64 (1945), 183–192. Bacon, B. W., The Fourth Gospel in Research and Debate, Nueva York, 1910. Bernard, J. H., A Critical and Exegetical Commentary on the Gospel according to St. John, 2 tomos (en International Critical Commentary), Nueva York, 1929. Burney, C. F., The Aramaic Origin of the Fourth Gospel, Oxford, 1922, especialmente pp. 126–152. Dods, M., The Gospel of St. John en The Expositor’s Greek Testament, reimpresión, Grand Rapids, Michigan, sin fecha, vol. I, especialmente pp. 655–681. Gardner-Smith, Percival, St. John and the Synoptic Gospels, Cambridge, 1938. Godet, F., Commentary on the Gospel of John, 2 Tomos, Nueva York, 1886. Goguel, M., Le Quatriéme Evangile, París, 1924. Goodenough, E. R., “John a Primitive Gospel”, JBL 64 (1945), 145–182. Grosheide, F. W., Johannes (en Kommentaar op het Nieuwe Testament), 2 tomos, Amsterdam, 1950, especialmente vol. I, pp. 1–42. Hoskyns, E. C., The Fourth Gospel, 2 tomos, Londres, 1940. Howard, W. F., The Fourth Gospel in Recent Criticism and Interpretation, Londres, 1945. Howard, W. F., Christianity According to St. John, Filadelfia, 1946, especialmente pp. 11–33; también su recensión de The Fourth Gospel, de Hoskyns, JThS 42 (1941), 75–81. Luthardt, C. E., St. John the Author of the Fourth Gospel. Edimburgo, 1875. Menoud, P. H., L’évangile de Jean d’apres les recherches recentés, Neuchatel y París, 1943. Nunn, H. P. V., The Fourth Gospel, An Outline of the Problem and Evidence, Londres, 1946. Redlich, E. B., An Introduction to the Fourth Gospel, Londres, 1939. Roberts, C. H., An Unpublished Fragment of the Fourth Gospel, Manchester, 1935. Robertson, A. T., John, in Word Pictures, Nueva York y Londres, 1932, vol. V, especialmente pp. ix–xxvii (Introducción). Robinson, J. A., The Historical Character of St. John’s Gospel, Londres y Nueva York, 1908. Sanday, W., The Authorship and Historical Character of the Fourth Gospel, Londres, 1872. Sanday, W., The Criticism of the Fourth Gospel, Oxford, 1905. Scott, E. F., The Fourth Gospel, Its Purpose and Theology, Edimburgo, 1906. Strachan, R. H., The Fourth Evangelist, Dramatist or Historian?, Londres, 1925. Streeter, B. H., The Four Gospels, Nueva York, 1925. Taylor, Vincent, “The Fourth Gospel and some Recent Criticism”, en Contemporary Thinking About Jesus, editado por T. S. Kepler, Nueva York y Nashville, 1944, pp. 99–106.

Description:
Nuestro propósito al escribir este comentario ha sido alcanzar los siguientes muchos comentarios, con un énfasis especial en los problemas de la
See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.