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Codices Egerton Y Becker II PDF

247 Pages·2007·96.562 MB·Spanish
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CÓDICES MEXICANOS IX La gran familia de los reyes mixtecos texto expUcativo de los CÓDICES EGERTON y BECKER II FERDINAND ANDERS (Viena) / MAARTEN JANSEN (Leiden) LUIS REYES GARcÍA (México) \, (Comisi6n Técnica InoestigadoraJ ,1 IA GRAN FAMILIA DE WS REYES MIXTECOS libro explicativo de los códices llamados EGERTON BECKER y II 2895 British Museum, Inglaterra; Museum Für Vólkerkunde, Austria Introducción y explicación [¡J ti '"IUISAIIO AKADEMISCHE DRUCK· FONDO DE CULTIJRA UNO VERLAGSANSTALT EcoNÓMICA f (Austria) (Májco) Primera edición, 1994 D.R por esta reprodua::i6n facsimilar del códice: e 1994, AxADEMJSCHE DRucx-UND VERL\GSANSTALT Neufeldweg 75, A-8010, Graz, Austria D.R por ellfbro aplJcatlvo y 8U& c:aract.erlatlc t:ipogJ:Üc:aS: e 1994, FoNDo DE CuL1llRA EcoNOMICA, S.A. DE C.Y. Carretera Pk:acho-~ 227, 14200 Mbico, D.F. ISBN 968-16-4482-4 :ImpReo y hecho en Austria (facsfmjJ) Imprao y hecho en Mtldco (libro apUcattvo y estuche) Prólogo L PATRIMONIO LITERARIO DEL MIDa:co ANTIGUO es polifacético. Los có dices que ahora se conocen de modo abreviado como Egerton (Londres) y Becker 11 (Viena) -que incluye el llamado Fragmento de Nochis- tlan (Hamburgo)- son ejemplos de manuscritos pictóricos que no impactan por la belleza, la variedad o el simbolismo religioso de sus escenas, pero que son sumamente interesantes por su significado histórico. Ambos presentan genealogías de familias gobernantes de la Mixteca Baja. Vistos dentro del conjunto de otros "documentos menores", nos ayudan mu cho a entender el carácter y el objetivo de la historiografia mixteca. En atención a que su contenido es relativamente simple, pueden servir de manera exce lente como un ejercicio preliminar pera la lectnra de códices históricos más complejos. Nos enseñan mucho sobre los nombres de los reyes antiguos y so bre sus preocupaciones genealógicas. Por eso se ha concebido este libro explicativo como una introducción gene ral a la materia, en que se analizan los aspectos más importantes de los códices históricos mixtecos y se da un esbozo del antiguo escenario político. Un mosaico de fuentes variadas -textos pictográ.ficos en la tradición precolo nial y textos escritos en lengua mixteca con el alfabeto español- permite entender mejor la estructura de los señoríos posclásicos y el funcionamiento del sistema pictográfico mismo. Este libro reúne los resultados de diferentes investigaciones, para las que he recibido la ayuda y la colaboración de muchas personas e instituciones. Los mismos mixtecos, así como colegas de diversos países, han compartido sus co nocimientos conmJgo y han ampliado mi horizonte con sus constructivos comen tarios. Esencial en este aspecto fue la ayuda de mi esposa, Gabina Aurora Pé rez Jiménez. Manifiesto también mi gratitud especial a Mary Elizabeth Smith y a Viola KOnig por sus valiosas orientaciones y a Ferdinand Andera por su ayuda en la preparación de este libro. Mucho aprendí de los Talleres de Lectura de los Códices Mixtecos, organi zados en Oaxaca por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologia Social (CIESAS) en los años 1989 Y 1990. Agradezco igualmente la 7 buena colaboración de las autoridades de Tecomaxtlauaca y Yucunama, así como del Archivo del Juzgado de Tepozcolula, de la Biblioteca del Estado de Oaxaca, del Centro Regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Oaxaca, del Archivo General de la Nación y de la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología. La Fundación Neerlandesa para el Fomento de In vestigaciones Tropicales (WarRO) dio algunas subvenciones. La Universidad de Leiden, Holanda, hizo posible todos mis estudios con su apoyo institucional. 8 PRlMERAPARTE Linajes, tributos y tierras l. El Linaje de Tilantongo l'iii!I ~ L CRONlsrA ESPAOOL ANroNto DE lIERRm<A (1549-1625), stntetizando reportes del siglo XVI, elogió el paisaje de la "provincia mixte- ca"como tierra que, aunque hay pocos ríos y fuentes, es fertillstma, y DO le faltan aguas( ... ] Hay muchos minerales de donde sacan plata y oro, cristal, caparrosa Y muchas piedras de diferentes colores para la hijada Y para sangre y leche, y la piedra beza bar. natural y perfecta. Darlase muy bien el vino Y aceite, criase seda Y grano Y ca ilafistola. Dánse bien todas las frutas, semll1as y cosas de Ca.stilla, y asimismo los ganados de todas suertes. Y aunque, fuera de este valle [de Oaxaca) y de otros algunos, todas estas provindas son semm.fas y tieITBB muy ásperas, la mayor parte son de gran fertilidad, Y se crian en ellas las sobredichas cosas, con muchos árboles y hierbas saludables y ponzoñosas [Dtaula m, Libro m, cap. 12]. Todavfa en 1905 la Mixteca ofrecía un panorama similar. El historiador 08. xaqueño Manuel Martinez Gracida escribió entonces: El suelo y las montañas presentan una vegetación exuberante; el primero se ve sem brado de florido cesped y de variedad de plantas, y las segundas se encuentran ves tidas de eterno verdor. semejando pirámides de esmeralda. Fonnan esta galana vestidura boeques que contienen millom.. . de ocotales que saliendo del fondo de las cañadas eobrepasan las cimas de los montes. .. selvas virgenes cuajadas de palme ras en forma de abanico. .. gruesas y seculares encinas, carrascas o cajigas cubiertas de putle blanco. .. [Obra intdita.]l Actualmente, el aspecto de la región es mucho menos verde, fértil y atracti-. YO. Siglos de despojo y la continua tala de árboles, ahom más intensa que llUIICa, han afectado el deUcado equilibrio natumI. En todas partes se nota un alarmante proceso de erosión y deserti1icactón. Hoy día la Mixteca es pobre y en muchos aspectos está abandonada. lBl.atorla Antigua de la MIzteca, tmno 4. Obra conserwda en la Biblioteca del Estado de 0. DCa. Para la importanda de las obras de Martlnez Graclda, vtase Jansen (1987). 11 LINAJES, TRIBUl'OS En la antigüedad precolonial ese paisaje fragoso y boscoso, con sus impre YTIERRAS sionantes serranias y valles pequeños o laderas cultivables a lo largo de los arroyos, habia dado origen a una fragmentación de la Mixteca en diversas sub áreas geopolíticas, cada una con su propia variante dialectal de la lengua mix teca Y organizada en uno o más reinos o señoríos diferentes_ El señorío em una especie de "ciudad-estado" autónoma, con su propio gobernante hereditario. Los mixtecos mismos llamaban aquella unidad política yuvui tayu, "petate - trono", o ñuu tayu, "lugar - trono", un difrasismo que podríamos traducir como "nación". En nauatl se dice lo mismo: petlatl icpaUi.2 Eran reinos de amplios recursos y de una civilización refinada. Los títulos originales de la élite en el poder eran iya, "Señor" e iya dzehe, "Señora", palabms que se aplicaban (y aplican) también a Jos seres divinos. En nauatl "señor" se dice tecuhtU. El soberano mismo se designaba como iya to niñe, término que combina iya con una palabra que probablemente se compone de toho, "señor, persona estimada", y Riñe, "sangre". Este título especifico se puede traducir como "rey". El término correspondiente en nauatl es tlatoani, "el que habla". El palacio o "lugar del señor" se llama aniñe, lo que corres ponde al tecpan de los aztecas. Para impedir posibles confusiones con la designación de su propia familia real, los españoles preferian referirse a aquellos señores con el préstamo anti llano de "cacique". En los documentos coloniales es generalizado el uso de ese término para señalar a los miembros de la aristocracia indígena. Hay que tener en mente que con el tiempo la palabra "cacique" ha cambiado de significación, conforme la lenta transformación de la estructura social de México, de una especie de feudalismo colonial al capitalismo periférico y dependiente. Con la Independencia ya no se reconocen los títulos de la nobleza indígena y hoy día "cacique" es cualquier persona rica y poderosa, un explotador local o regional. La diferencia es importante. Los caciques antiguos eran "reyes", es decir: una nobleza hereditaria, considerada como legítima por la población. El ca cique capitalista, en cambio, no es una autoridad legítima, sino una especie de terrateniente, que se aprovecha de la injusticia social, y firnda su dominio so bre dinero e intimidación, engaño y violencia. ~ de la caída del imperio de los aztecas, con la toma de Mexico-Te nocht:ltlan (1521), la élite mixteca se sujetó a la Corona españom y trató de mantenerse dentro de la nueva jerarquía. Con pocas excepciones, se convirtió rápidamente al catolicismo y adoptó la cultura de los invasores. • Si no se indica otm ~ el mfltteco que se usa en este libro es el que se hablaba en el siglo lM ea Tepozco1ula, y que ba Bldo deacrlto por fray Antonio de 106 Reyes y fray FmncilIco de 11 Alvarado (vtaae también Arana, 1965). Naturalmente los españoles vieron la utilidad de una capa intennedia entre ELUNAJE colonizadores y colonizados, y la ocuparon como una manem de "gobierno in DE 1lLANIONGO directo". Pero, obviamente, los indígenas tenían que aceptar las condiciones del colonizador y adaptarse a sus modalidades, y hasta tuvieron que cambiar sus nombres. En el nivel simbólico, el bautismo em el mecanismo clave, de fuerte conno tación ideológica y política, que marcaba el paso irrevocable de la autonomía mesoamericana a la servidumbre colonial. En su barroca crónica de la evange lización de Oaxaca, el dominico fray Francisco de Burgoa (l934b, l, p. 371) describe este acto en la corte de TUantnngo, el reinado más prestigioso de la Mixteca: Sucedió que el primer rey de Tilantongo que se bautizó, antes de recibir el sacramento preguntó cómo era el nom· bre del Rey Nuestro Señor, a quien daba la obediencia. Y dijéronle los conquistadores que nuestro Rey Señor se 11a.mab& don Felipe de Austria. Entonces dijo él: "Pues ese mismo nombre y alcuña escojo, y quiero así me nombren." y así se llamó, poniendo a sus hijos, al uno Don Fmncisco Pimentel, que em el mayorazgo y heredero; y al segundo Don Juan de AguiIa.r, a quien encomendó el señorío de Tezoatlan. Y al mayor casó con la cactca y señom más rica Y poderosa que había en su reino, que era la de Yanhui tlan, doña Inés de Guzmán [ .. .] 3 Esta cita nos demuestra cómo los antiguos "caci ques" se consideraban originalmente los iguales de los reyes españoles. Empotrado en la pared del municipio de Santiago Dlantongo estA un relieve de piedm con el "escudo de armas" del rey mixteco, que muestra la mis ma mentalidad: signos pictográficos en un marco herál El escudo de annas de Tilantongo dico español. Posteriormente la administración colonial (según Caso). prohibió que los caciques indigenas adoptamn en el bautismo el nombre del rey de España. Entonces las fa- milias aristocráticas recurrieron a otros nombres de gloria y poder, como los de los conquistadores, de los encomenderos y de los virreyes. Ahom los an tiguos reyes se recuerdan todavía en la tradición oml, donde sus hechos apare- 8 Tanto en este caso como en las citas stguientes de t.t:xtos en eepaiíol antiguo se han hecho algunO!! cambios de redacct6n, adaptando la ortogra8a Y la puntuación al uso moderno, para facilitar su comprensión. 18

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