• 1 ' ~ l ircuitos, centra i a es están ar e vi a Un ensayo de geografía económica Jorge Iván González, Martha Cardozo, Guillermo Rivas, Guillermo Ruíz, Camilo Castro, Diana Galvis , COLECCION TERRITORIO, PODER Y CONFLICTO , CIRCUITOS, CENTRALIDAD ES Y ESTANDAR DE VIDA Un ensayo de geografía económica , CIRCUITOS, CENTRALIDAD ES Y ESTANDAR DE VIDA Un ensayo de geografía económica Jorge lván González B. Martha Cardozo B. Guillermo Rivas M. Guillermo Ruíz P. Camilo Castro G. Diana Galvis R. , IDep·artarnento Admlnis.tralivo de Ciencia, Tecnología e lnnovaclól'l Colcienci as ~;;rm11ltQ~"~~T,, rm Tft,i;'\I LT.\1' \.'ICI'"'i..1A!i (Qtl:-«},.Ul' A!i Ub!nlldvOM'e. Répúbli'ea de Colombia CI:N,."O lOE INVts'flGACIOHI!S ,.AAA El DISAI"\OLI.. . O -'CI.D © Odecofi-Cinep Carrera S• No. 33B - 02 PBX (57-l) 2456181 • (57-l) 3230715 Bogotá D. C., Colombia www.cmep.org.co www.odecofi.org.co © Centro de Investigaciones para el Desarrollo, CID Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional de Colombia Calle 44 # 45-67, Unidad Camilo Torres, Bloque B4 (571) 3165000 Ext.l0359 Bogotá, Colombia http://www.cid. unal.edu.co/cid © Jorge Iván González, [email protected] Martha Cardozo, [email protected] Guillermo Rivas, [email protected] Guillermo Ruíz, [email protected] Camilo Castro, [email protected] Diana Galvisl, [email protected] Las investigaciones incluidas en esta publicación han sido realizadas con la colaboración financiera de Colciencias, entidad pública cuyo objetivo es impulsar el desarrollo científico, tecnológico e innovador de Colombia Editor General Colección Odecofi: Fernán E. González G. Coordinación editorial: Helena Gardeazábal Garzón Corrección de estilo: Álvaro Delgado Guzmán Diagramación: Alberto Sosa Diseño de carátula: Marcela Otero Morales Impresión: Ediciones Antropos Ltda. ISBN: 978-958-644-155-1 Diciembre de 2011 Impreso en Colombia - Printed in Colombia Contenido Prólogo Un acercamiento a las posibilidades de desarrollo endógeno en zonas afectadas por la violencia Por Fernán E. González G. 7 Introducción 17 Capítulo 1 El circuito económico 31 Capítulo 2 La geografía económica y la convergencia regional 43 Capítulo 3 La pobreza y los recursos propios 57 Capítulo 4 Los Montes de María 65 Capítulo S El Magdalena Medio 85 Capítulo 6 El Oriente Antioqueño 107 6 Circuitos, centralidades ye stándar de vida Capítulo 7 El Catatumbo 127 Capítulo 8 El Piedemonte Llanero 145 Conclusiones 167 ANEXOS Anexo 1 Estimación del índice de capacidad municipal 171 Anexo 2 El índice de centralidad 184 Anexo 3 Análisis de convergencia 185 Referencias bibliográficas 187 Prólogo Un acercamiento a las posibilidades de desarrollo endógeno en zonas afectadas por la violencia Por Femán E. González G. El presente libro de Jorge Iván González y su grupo de investigadores es un análisis del desarrollo desigual del país que compara cinco espacios geográficos a partir de tres ejes: el estudio de los circuitos económicos -basado en Bernard Lonergan-, la geografía económica y la convergen cia entre las regiones. Este equipo de investigación se inscribe en la línea de "Iniciativas de desarrollo, paz y civilidad" del Observatorio para el desarrollo, la convivencia y el fortalecimiento institucional, (Odecofi), el centro de excelencia escogido por Colciencias en el área de las Cien cias Sociales, que pretende establecer un diálogo entre las iniciativas de desarrollo y paz puestas en marcha por múltiples grupos de la sociedad civil en regiones afectadas por el conflicto armado interno y los acumu lados investigativos de varios grupos académicos sobre esas regiones y su relación con la vida política y económica del conjunto de la nación. El grupo que adelantó la presente investigación parte de constatar que el crecimiento económico, medido en términos del aumento del PIB, no conduce necesariamente a la elevación de las condiciones de vida de la población, y ni siquiera al aumento del empleo. En los tiem pos recientes el crecimiento colombiano se debe a la expansión de la economía extractiva del petróleo y la minería, del sector financiero y del comercio: se trata entonces de una economía reprimarizada y especula tiva, que no se refleja en el mayor bienestar de los hogares colombianos. Por otra parte, las estadísticas tradicionales y los indicadores tradiciona les, debido a su carácter excesivamente agregado, no permiten acercarse a la realidad económica de familias e individuos y, a veces, ni siquiera 8 Circuitos, centralidades ye stándar de vida a la de las regiones y subregiones. Más todavía, la experiencia de los programas regionales de desarrollo y paz, junto con algunos estudios de caso realizados en las respectivas regiones, hacen evidente el carácter enormemente desigual del desarrollo según las regiones, lo mismo que las dificultades de algunas de ellas para impulsar procesos endógenos de desarrollo que equilibren las desigualdades y el carácter de enclave de las economías petrolera y carbonífera. De ahí que este equipo se proponga buscar medidas socioeconómi cas referidas a la categoría de estándar de vida elaborada por Lonergan, que vayan más allá de los indicadores convencionales. Para ello adopta el índice de condiciones de vida de los municipios, cosa que le permite aproximarse al índice de pobreza multidimensional, que sería la medida más adecuada para determinar la calidad de vida de la población. Poste riormente este índice de condiciones de vida es incorporado al índice de capacidad municipal y complementado con los análisis de la geografía económica, que conjugan el índice de centralidad con la distancia y la densidad poblacional, a fin de examinar la fuerza gravitacional de los municipios. Tales acercamientos permiten efectuar la comparación de regiones o subregiones como los Montes de María, el Magdalena Medio, el Oriente Antioqueño, el Catatumbo y el Piedemonte Llanero. Dos de ellas, el Piedemonte Llanero y el Magdalena Medio, se destacan por la producción de petróleo, sin que los excedentes se reflejen en mejores condiciones de vida de la población, como suele suceder en las econo mías extractivas. Similar contraste entre riqueza y pobreza originó la propuesta del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, liderada por Fran cisco de Roux e inspirada en la obra de Bernard Lonergan, el teólogo y filósofo jesuita. Este autor explicaba la pobreza como efecto de la de bilidad de la función distributiva, que tiene como efectos la inequidad social, manifestada en la creciente brecha entre el campo y la ciudad, la inequidad intergeneracional que obliga al ahorro a favor de las genera ciones futuras y la inequidad interregional, manifiesta en la creciente distancia entre regiones ricas y pobres. A partir de la propuesta del cir cuito lonerganiano, el equipo de Jorge Iván González insiste en la im portancia de la función distributiva, que permite reflexionar sobre la relación entre bienes básicos y excedentarios, las dinámicas de los ciclos real y monetario y la necesidad de tener en cuenta la dimensión tempo ral en los análisis. Para Lonergan, el estándar de vida mejora cuando la mayoría de la población tiene acceso a los bienes básicos en cada fase del Prólogo 9 circuito económico, en vez de que los recursos se filtren hacia el consu mo de bienes de lujo. Así, los logros de la producción de bienes básicos deberían ser universalizados y accesibles a todos, antes de pasar a la elaboración de bienes suntuarios. En contra de la teoría convencional, el esquema de recurrencia de Lonergan introduce la dimensión de cicli cidad, que rompe con la mirada unilineal de los ciclos real y monetario, para mostrar la multicausalidad de los fenómenos y su interdependen cia intertemporal. Finalmente, el énfasis de González y su grupo en la función distri butiva los lleva a mostrar la necesidad del control de los municipios sobre la tributación como la única manera de que las comunidades se apropien de los excedentes generados en sus áreas, ya que el tránsito de un ciclo a otro no es automático sino que debe ser equilibrado por la función distributiva de los ingresos fiscales, que tiene varios niveles: el nacional, el departamental y el municipal. El grupo insiste en que el margen de maniobra de los gobiernos locales, aunque es mucho menor que el del nivel central, sigue siendo bastante significativo para lograr la distribución de recursos entre el ciclo básico y el excedentario. A di ferencia de la poca autonomía del nivel departamental, los municipios poseen mayores potencialidades tributarias y amplios márgenes de ac ción. Y gozan de una ventaja adicional: pueden conjugar el espacio con los circuitos económicos, porque los impuestos prediales afectan el es pacio, la localización y el suelo, mientras que el impuesto de industria y comercio afecta la actividad económica. Obviamente, este enfoque sitúa el problema en el campo político de las localidades, que normalmente carecen de instituciones capaces de adelantar el cobro eficaz de los im puestos, por estar sujetas al juego político de las facciones que dominan los concejos y las administraciones locales. Este énfasis en la función distributiva es complementado por los aportes de la nueva geografía económica, que señalan la importancia del ordenamiento espacial y de la interacción de las personas en la aglo meración, tanto para el proceso productivo como para la calidad de vida de las personas. Tales aspectos, normalmente pasados por alto en los estudios convencionales sobre pobreza y bienestar, muestran la impor tancia de la localización espacial para analizar las potencialidades de los municipios y las regiones. Se trata de una potencialidad que emana de la convergencia regional, que a su vez depende de dos condiciones: la ten dencia a la igualdad -que supone que en torno de un eje gravitacional operan más fuerzas centrípetas que centrífugas y que la atracción lleva a 1O Circuitos, centralidades y estándar de vida la reducción de las diferencias internas- y la centralidad fiscal, que logra tasar la propiedad del suelo y la producción interna. A partir de los análisis geográficos, combinados con los estudios de los ingresos fiscales propios de los municipios, el equipo de Jorge Iván González emprende la comparación entre las regiones objeto de estu dio para determinar si los flujos económicos gravitan o no en torno a un polo de atracción dentro de su espacio propio. Y tiende a mostrar que las dinámicas regionales endógenas solo se originan en el Orien te Antioqueño, más específicamente en el llamado Oriente cercano -el valle de San Nicolás, más vinculado al desarrollo económico del valle de Aburrá-, y en proporción mucho menor en el resto del Oriente. Las dinámicas de las otras zonas de estudio giran en torno a polos externos a sus áreas y tienden a ampliar la brecha existente con las zonas más de sarrolladas. Además, otras dos de las regiones estudiadas, el Piedemonte Llanero y el Magdalena Medio, tienen características de economías de enclave, lo que conspira aún más contra el deseo de que las regiones productoras se beneficien de los excedentes. Las grandes plantaciones, los cultivos ilegales y la minería no tienden a incrementar la convergen cia regional ni favorecen la función distributiva. Para empeorar más la situación, en el nivel nacional las diferencias económicas entre las regio nes han venido aumentando y la tendencia hacia la desindustrialización tampoco favorece la convergencia. Por eso, sostiene el equipo de González, hace falta conjugar políti cas nacionales y locales que impulsen proyectos estratégicos dirigidos al desarrollo regional, a fin de que la distribución de las regalías provoque cierto desenclave relativo de las regiones. Para ello tiene en cuenta los aportes de la geografía económica, que introducen las dimensiones es paciales y temporales en los análisis y permiten examinar las posibilida des que cada país tiene de competir en la economía mundial. Subrayan así la importancia de la aglomeración en los rendimientos crecientes a escala, porque reducen los costos de transporte, consolidan la demanda y permiten recuperar la importancia del suelo como factor de produc ción. Además, rescatan la importancia del poblamiento y su localización espacial, que muestran la interacción entre ingreso, densidad demográ fica y costo del transporte. Sin embargo, al lado de fuerzas centrípetas, como el mercado de las ciudades, aparecen otras de orden centrífugo, como el precio del suelo urbano, ya que es más barato vivir lejos de los centros poblados. Por eso, la geografía económica busca analizar las tensiones entre esas fuerzas de atracción y repulsión como interacciones