Constantino Kavafis (Alejandría, Egipto; 29 de abril de 1863 – 29 de abril de 1933) fue uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna. Publicó relativamente poco en vida, aunque tras su muerte su obra cobró paulatinamente influencia. Su atípica temática —fuertemente urbana e introspectiva, y sin tapujos acerca de la orientación homosexual del poeta— demoraron su aceptación, aunque en la década de 1960 lo convirtieron en un icono de la cultura gay. La obra de Cavafis es madura, exigente, habitada por una refinada cultura grecolatina y una subyacente ironía. Cavafis compuso con frecuencia poemas no sobre grandes momentos históricos, sino sobre las decadencias después de los mismos, como el famoso Esperando a los bárbaros o Que el dios abandonaba a Antonio. El estilo de Cavafis rehúye conscientemente la retórica, pero muestra un distanciamiento grave e inteligente, solemne e irónico a la vez. Por sus poemas desfilan jóvenes chaperos ingenuos y deseables, personajes históricos contemplados en sus momentos de mayor humanidad, gentes anónimas de la calle y objetos vulgares y corrientes que de pronto adquieren un profundo valor simbólico, como por ejemplo las velas encendidas y apagadas que representan el curso de la vida.