OrlandoBorregofueelcolaboradormáscercanodelChedurantelosañosenqueéstedirigióelMi- nisteriodeIndustrias y otrasinstituciones en Cuba.En esa épocaelComandante Guevaratambién desarrolló una intensa labor en el campo de las relaciones internacionales de la Revolución Cuba- na.El multifacéticotrabajo del Chele permitía teneruna visiónde carácter mundial.Su vastacultu- ra más una actitud antidogmática y creativa dieron fertilidad a su análisis científico para conocer a fondo los males del capitalismo y los errores cometidos en los países socialistas de Europa en su tránsito hacia una nueva sociedad. Toda su obra es "un grito dado desde el subdesarrollo" Gracias a su identificación con Fidel Castro tuvo la oportunidad de aplicar sus ideas en la creación del proyecto revolucionario cubano. Desarrollo e implantó un sistema económico integral en la in- dustria y otros sectores, cuya aspiración suprema era "la formación del hombre nuevo". Borregoquevivióestenovedoso proceso díaadía junto alChe hareunidopor primeravezeneste librolahistoria deaquellostiempos ylo halo gradode maneraorganizadaylúcida,destacando las conclusiones y enseñanzas de cada etapa. Junto a ello, una narrativa matizada de anécdotas no conocidas hasta hoy nos acerca como nunca a conocer la personalidad del Che. Sin dudas esta es la obra más importante que ha sido escrita hasta el presente sobre el pensamiento del Che y su vinculación con la práctica social. El autor ha combinado de manera magistral sus vivencias personales con la interpretación surgida del arsenal teórico práctico desarrollado por el Guerrillero Heroico en el seno de la Revolución Cubana hasta su segunda partida de Cuba para ir a encabezar la Guerrilla Boliviana. Enrique Oltuski ORLANDO BORREGO DÍAZ (HOLGUÍN, CUBA, 1936) Perteneció a la Columna 8 "Ciro Redondo" bajo el mando del Comandante Ernesto Che Guevara donde alcanzó el grado de primer teniente. Después del triunfo de la Revolución ocupó los cargos de Jefe de la Junta Económica Militar del Regimiento de La Cabaña (1959), Segundo Jefe del De- partamento de Industrialización y luego Jefe de dicho departamento (1959–1960). Subsecretario de Industrias Básicas y luego viceministro primero del Ministerio de Industrias (1961–1964). Minis- trodelaIndustria Azucarera(1964–1968). Licenciado enEconomía enlaUniversidaddeLa Haba- na (1973). Asesor del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (1973–1980). Doctor en Ciencias Económicas en el Instituto de Economía Matemática de la Academia de Ciencias de la Unión So- viética (1980). Actualmente es asesor económico de la Cátedra "Che Guevara" de la Universidad deLaHabanaytrabajacomoasesordelMinisteriodeTransportedeCuba.Suspublicacionesmás conocidasson: Eldesarrollo dela industria azucareraen Cuba (1965), La cienciade dirección,an- tecedentes y enfoques actuales (1987), El Che en el socialismo (1989), El Che en el siglo xxi (1997). EDICIONES IMAGEN CONTEMPORÁNEA Director: Eduardo Torres-Cuevas Subdirector: Luis M. de las Traviesas Moreno Editora principal: Gladys Alonso González Administradora editorial: Esther Lobaina Oliva Responsable de la edición: Juan José Castellat Falcón Diseño de cubierta y mareaje tipográfico: Earles de la O Torres Digitalización de imágenes: Luis Gutiérrez Eiró Proceso del texto: Beatriz Pérez Rodríguez Esta obra se publica en coedición con la editorial argentina HOMBRE NUEVO Todos los derechos reservados. © Orlando Borrego, 2001 © Sobre la presente edición: Ediciones IMAGEN CONTEMPORÁNEA, 2001 ISBN 959-7078-30-9 Ediciones IMAGEN CONTEMPORÁNEA Casa de Altos Estudios Don Femando Ortiz, L y 27, CP 10400, Vedado, Ciudad de La Haba- na, Cuba índice PALABRAS INTRODUCTORIAS \ I. LA INDUSTRIALIZACIÓN: NUEVAS BATALLAS \ II. LA NACIONALIZACIÓN: NUEVAS ARMAS \ III. MÉTODOS Y ESTILO DE TRABAJO \ IV. EL MINISTRO DE INDUSTRIAS \ V. EL HOMBRE NUEVO Y EL DESARROLLO TÉCNICO \ VI. MINISTRO Y COMANDANTE: PLAYA GIRÓN \ VII. LA POLÉMICA TEÓRICA \ VIII. LA JUVENTUD, LOS AMIGOS \ IX. LA ÉTICA Y LA MORAL \ X. COMANDANTE Y MINISTRO: LA CRISIS DE LOS MÍSILES \ XI. UN RETO AL FUTURO \ XII. EL RETORNO \ EPÍLOGO \ BIBLIOGRAFÍA \ IMÁGENES EN MI MEMORIA \ Palabras introductorias Cualquier lector avisadopodrá notar que este libro debió haberse escrito mucho antes. Frente a tal observación, quizás lo más honrado es responder que no existen justificaciones creíbles. Sin em- bargo,desdehace variosaños mehedebatido anteladisyuntivadedarprioridadal trabajoasigna- dopor la Revoluciónodedicarme durantealgún tiempo aescribir el libro. Comono debíaposponer la tarea y no me parecía correcto afectar el cumplimiento del deber social ante el trabajo, dada la si- tuaciónde"períodoespecial"quevivemipaísdespuésdelderrumbedelcamposocialistaeuropeo, decidíhacerlasdoscosasalmismotiempo.Aestadecisiónsesumóelhechodequevariasperso- nas me insistieron en hacerlo y dos de ellas, muy allegadas, casi me conminaron con reiterada y fraternalinsistencia.Lasdos estánunidas alChepor vínculos desangre. Ellasson: CamiloGueva- raMarch y RafaelGuevaraLezica: elprimero,su hijo;y elsegundo,unode sussobrinosnacidoen Argentina y que luego se hiciera médico en Cuba. Lo que aquí está escrito no es una biografía acerca de la extraordinaria personalidad del Coman- dante Ernesto Che Guevara. Con el perdón de los autores que pudieran sentirse aludidos, soy de los que piensan que la verdadera biografía del Che, integral, abarcadora y con toda la objetividad históricaqueserequiere,aúnestáporescribir,noobstantetodaslasquese hanpublicadohastala fecha. Este es un testimonio sobre dos facetas de la vida del Guerrillero Heroico muy poco conoci- dasparalamayoríadeloslectores.LaprimeratrataacercadelafecundalabordelChecomohom- bre de Estado en la Revolución Cubana, y más específicamente como Jefe del Departamento de IndustrializaciónyluegoMinistrodeIndustrias,cargoesteúltimoqueocupóhastasuprimerasalida de Cuba para ir a brindar sus "modestos esfuerzos" a la liberación de otros pueblos. Por razones obvias esta etapa ocupa la mayor parte del libro. Lasegundaestá dedicadaaun temasobre el cualsehaespeculadoenvarioslibros escritossobre el Che, y en el que siempre me he visto involucrado, con ciertos desajustes propagandísticos, por quienes han escrito sobre esa etapa del Comandante Guevara. Me refiero a las notas que me en- viara desde Praga, después de su campaña en el Congo, con el encargo de que trabajara,aunque fuera "a manera de ejercicio", con otros compañeros, en la elaboración de un libro que, entre otras cosas,analizara críticamentedistintos problemascontenidos enel Manualde Economía Políticade laAcademiade Cienciasdela Unión Soviéticaelcual seescribiera ensu momento porórdenes de Stalin. Sobre este controvertido, pero interesante tema, se presenta aquí una síntesis de mis reflexiones sobre las más importantes notas inéditas del Che al famoso libro de economía política, con obvias consideraciones actualizadas, ante el imperativo de los nuevos acontecimientos sucedidos a partir del derrumbe del campo socialista, que el propio Che pronosticara entre los años 1965 y 1966 con su deslumbrante visión de pensador marxista. Esta segunda parte la he titulado "El Retorno". Dicho título no tiene nada que ver con ninguna fan- tasíadelpensamientoniconlabúsquedadeunaexpresiónsugestivaparaadornarunaretóricana- rrativa. Cuando el Che retorna a Cuba –después de haberlo convencido Fidel acerca de la conve- niencia de hacerlo por su propia seguridad y por las ventajas organizativas y de recursos de que podría disponer para la organización de la guerrilla boliviana– tuve la excepcional e inolvidable oportunidaddeconversar con élen distintasocasiones sobre losmateriales quemeenviara meses atrás desde Praga. Ellector tendrá laoportunidad deconocerel contenido esencial deaquellasconversaciones ycom- prenderconmásfacilidadporquéanalizoloreferidoalasnotasdePragaenelcontextodelhistóri- coretornodelComandanteGuevaraanuestrapatria.Esprecisamenteenestasegundaparte,don- de sus aportes teóricos, resultantes de sus últimos estudios y reflexiones más profundas, se pre- sentan de forma inédita ilustrando con nuevas evidencias sus análisis acerca de las contradicciones y deformaciones de la sociedad socialista, que de no ser rectificadas a tiempo, según él, conduci- rían a una involución del sistema con evidentes consecuencias impredecibles para la humanidad. En tal sentido el pensamiento del Che alcanza una nueva dimensión con perspectivas que permiti- rían la reorientación exitosa del nuevo proyecto histórico, siempre marchando a la par con la con- cienciación del ser humano como garantía de la evolución histórica hacia una sociedad definitiva- mentemás justaparalasgeneracionesfuturas.Deesta forma,elanálisis críticoquenos ofreceso- bre las últimas manifestaciones de las sociedades socialistas y su invariable convicción acerca de la injusticia de la sociedad capitalista, induce a un nuevo replanteo sobre las vías para alcanzar el triunfodefinitivodelasfuerzasrevolucionariasencadaunodelospaísesdeacuerdoconsussitua- ciones concretas. Con la indulgencia de los lectores es necesario que me refiera al espíritu internacionalista del Che, cualidad que permitió que contáramos con él como un soldado más en nuestras filas revoluciona- rias.Junto a su ejemplo siempre hay que recurrir al de otros igualmente imperecederos como el de Máximo Gómez, dominicano, general en jefe de nuestro Ejército Libertador, que dedicó gran parte desu vidaa la libertad deCuba. Eselegado explica, en granmedida, el internacionalismo del pue- blo cubano y la acogida que recibió el Che Guevara, como un hermano más de la Patria America- na, cuando se unió al grupo revolucionario liderado por Fidel en México en aquella histórica noche de 1955, que él recordara siempre con todo fervor revolucionario. Cuando es responsabilizado por el Gobierno Revolucionario para hacerse cargo del desarrollo in- dustrial del país el 7 de octubre de 1959, ya había sumado a la expedición del Granma su heroica luchaenla SierraMaestra, la invasiónaLas Villasconelfinal victoriosode latoma dela ciudadde Santa Clara, ysu experiencia como Jefe del Regimiento de La Cabaña en La Habana. Contaba en su acervo con una acentuada vocación por el desarrollo industrial que había experimentado en pe- queñaescala, primero en lasmontañas yluego en La Cabaña, lugar donde,con el interés deforjar unanueva mentalidad en sustropas, comenzóa desarrollarpequeñas industrias para nodepender totalmente del presupuesto estatal, que tanto había esquilmado el ejército parasitario de la tiranía de Batista. Había cultivado una personalidad forjada en el sacrificio y era ejemplo de austeridad permanente, queloconvirtieronenunlíderadmiradopornuestropueblo.Juntoasuscompañerosdeluchacom- parte el triunfo de una revolución que muchos consideraron imposible. Nunca en América sucedieron acontecimientos tan novedosos como los vividos por la Revolución Cubana y por su pueblo. Según el Che: Este movimiento, grandemente heterodoxo en sus formas y manifestaciones, ha seguido, sin em- bargo no podía ser de otra manera, las líneas generales de todos los grandes acontecimientos his- tóricos del Siglo, caracterizados por las luchas anticoloniales y el tránsito al socialismo. A partir de su designación en el nuevo cargo, comienza para él una nueva época colmada de he- chosrelevantes yqueaños después calificaraen sucarta dedespedida comoel finaldeunaetapa enlacualhabía dejadolomáspurodesusesperanzasdeconstructor.Mientrastanto,en sumente analítica bulle el acontecer del mundo y su pensamiento está signado por la dinámica y las contra- diccionesdelaépoca.Todoloprincipaldelaobrarevolucionariauniversalcomienzaapasarporsu escrutadora vista, ahora en forma más sistemática y con el acicate de la práctica, en lucha por lle- var a la realidad los sueños de todos los revolucionarios honestos del mundo. Junto a esos estudios se adentra en el análisis del capitalismo contemporáneo en su fase imperia- lista.En rigurosa continuidadpenetra enelestudio delosmonopolios, nosóloen susmanifestacio- nes a escala mundial, sino en el propio entorno de la economía cubana. Con ello trataba de cono- cer todo lo negativo de su contenido y efectos, pero también aquellos rasgos positivos que habían desarrollado,yqueeventualmentepudiesen serútilesala direccióneconómicadel país. Asíva es- calando nuevos peldaños en el ascenso creador de su pensamiento y sólo así podemos compren- der hoy toda la profundidad y amplitud de sus ideas. EstoúltimoresultamuyimportantealahoradeestudiaralChe,porquetodavíahayalgunosqueno han percibido que su creación teórica marcha a la par con su decisión de lucha ysu heroísmo per- sonal;esalgoquelasnuevasgeneracionesdeluchadoresporelbiendelahumanidadnodeberían olvidar, sobre todo cuando muchas veces se enaltecen únicamente sus acciones guerrilleras sin va- lorar en toda su dimensión sus aportes a la liberación humana desde el punto de vista teórico. El Che trata de recuperar en aquellos años el contenido dialéctico del marxismo que tan preterido se encontraba por el determinismo social y oficialista. Desde tal perspectiva, y casi como parte de susreflejoscondicionados, tratade revalorizarel humanismo revolucionario,que entan alta estima ha mantenido la Revolución Cubana desde José Martí hasta hoy. Comienza a observar que para algunos compañeros revolucionarios dentro y fuera de Cuba se con- sideraba como "único" el modelo de dirección económica que se practicaba en la Unión Soviética. Esemodeloestabaprefijadoporunférreodeterminismoquenoestabadispuestoaaceptar.Fueron precisamenteesosdogmaslosquelollevanaunapolémicadesdelafilosofíadelapraxis,dondeel hombreenlasociedadsocialistavendríaaconvertirse,poreldesarrollodesuconciencia,enelver- daderoartíficedesu realizacióncomo serhumano, y noporlosmecanismosdel mercado capitalis- ta que se venían introduciendo en la economía socialista, hibridizando el organismo "celular" de todo el sistema. Poresaépocamuchossecuestionaban,desdeposicionesdeizquierda,la realposibilidaddellevar a cabo una revolución socialista de liberación nacional y se negaba el intento de crear un socialis- mo no mercantil en un país subdesarrollado. Los impulsos implacables de las fuerzas productivas no lo permitirían, como lo argumentaban muchos de los opositores del Che. Sin embargo, para él, que parte de la premisa de que en el socialismo los hombres pueden dirigir conscientemente los procesos económicos a través de la planificación y las modernas técnicas de dirección heredadas de los monopolios interviniendo activa y organizadamente en el desarrollo histórico –luchando con- tralosfetichismos–,esposiblequeendeterminadassituacioneslasrelacionesdeproducciónestén más avanzadas que las fuerzas productivas, aunque eso parezca una herejía digan lo que digan los manuales. Unpaís como Cuba,dada suscaracterísticashistóricas, geográficas,económicas ypolíticas, podía "forzar" la marcha y adelantar las relaciones de producción socialistas para incentivar el desarrollo delas fuerzasproductivas, afirmaba el Che. No aceptabaque se le tildarade idealistao voluntaris- ta; su posición estaba de acuerdo con la teoría marxista. Para él resultaría mecanicista defender el postuladoabsolutodeldesarrollopreviodelasfuerzasproductivas,antesdequepuedadesarrollar- se la conciencia del individuo. De igual forma, sostiene que se puede y se debe forzar la marcha dentro de lo que objetivamente es posible y tampoco fija un plazo para ese proceso. Esa misma actitud irreverente frente a la caricatura dogmática de la economía lo lleva también a cri- ticar otras facetas teóricas que atenían contra el desarrollo gradual del hombre nuevo, proceso en el que trabaja con devoción, seguro de que constituye el objetivo esencial de la nueva sociedad, junto a la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales del individuo. Su coherencia lo pone en discusión con las doctrinas oficiales del "realismo socialista" en el arte y la cultura. Ataca otras deformaciones en la práctica del socialismo precedente que él ha venido estudiando y cono- ciendo. El Che estaba convencido que eso no sucedería en el seno de la Revolución Cubana. Por esoserebelótambiéncontralaliturgiamanualista,quetantosutilizabanaligualqueotroslohacían con la Biblia como texto sagrado e incuestionable. Por eso ironiza sobre la dogmatización del pen- samiento teórico diciendo que por desgracia la Biblia no es El Capital sino el manual. En El socialismo yel hombreen Cuba,el Che hace una confesión: Déjeme decirle, ariesgo de pa- recer ridículo que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Por sumodestiapersonalnopodíadeclararqueyahabíaalcanzadoeltítuloderevolucionarioauténtico y era admirado tanto en Cuba como en otros países. Se le reconocían sus méritos como comba- tienteguerrilleroejemplar,estadistabrillanteylíderparadigmáticoantelasmasas.Sucapacidadde sacrificio, su amor inconmensurable al trabajo y su sentido ético ante la vida lo convirtieron en el prototipo del hombre nuevo de la sociedad socialista. Considerando que el ejemplo personal era la primera cualidad que debía imponerse un dirigente revolucionario, situó el concepto del trabajo vo- luntarioenunlugarcimerodentro delconjuntodesus ideasrevolucionarias.Fuecapaz dedarleun toquedeternura parahumanizarlo,ytomándolocomounsímbolosembró susemillaenel límitede lo poético. Encontroversia fraternal con LeónFelipe, su admirado poeta de "El Siervo" deja sentado queen la nuevaCuba el hombre es capaz de cavar alritmo delsol y de sembrar unaespiga con amor y con gracia, reencontrando el camino del fuego al traspasar las etapas de la enajenación capitalista. El proceso de transformación socialseguía su curso y todos recordamos al Che sumido en el ince- sante fragor del trabajo que se le había asignado, cargado con el peso de otras responsabilidades políticas y militares, y al mismo tiempo profundizando en la teoría revolucionaria y en las expe- riencias anteriores de la construcción del socialismo, no como un observador solitario, criticando o analizando la obra precedente, sino como un militante intérprete de ella. Lamaduración delpensamiento delChe seirá nutriendodíaadía conlailustración teóricayelaci- catedelapráctica.Simultáneamentesusideas fuerontomandocuerpoenel SistemaPresupuesta- riodeFinanciamiento,proyectoestealquededicó intensivamentetodassusenergíaseinteligencia como uno de los principales edificadores de la nueva sociedad cubana. Durante toda esa época tuve el privilegio de trabajar junto al Che. Tal oportunidad hizo que se bo- rraraelprotagonismopersonaldetodoslosquecolaboramosconél,noobstantehaberrepresenta- do una faceta imborrable en nuestras vidas como revolucionarios. Dicho antecedente es acicate para una advertencia, quizás inusual, en estas Palabras introductorias. Me refiero a la ausencia de reconocimientos explícitos al comienzo del libro, como casi siempre se acostumbra hacer. El méto- doampliamenteparticipativoquesiemprepracticó el Cheyla inmensa cantidad deactividadesque atendía al frente de la industria exigió la participación de miles de compañeros y compañeras que hicieron aportes significativos durante aquella etapa histórica. Como mencionarlos a todos es prác- ticamenteimposible,heoptadopor citar sóloaalgunosdeellos cuandomeha resultadoimprescin- dible. A lo largo del libro se introduce un número considerable de citas inéditas. Me refiero fundamental- mente,alasintervencionesdelCheenlasreunionesperiódicasdelConsejodeDireccióndelMinis- terio de Industrias y en las reuniones bimestrales de dicho Consejo, donde siempre se trataron te- mas relevantes o de tipo estratégico para el desarrollo de la industria o de la revolución en sentido general. Hasta 1962, sus palabras en dichas reuniones eran tomadas taquigráficamente y a partir deeseañofuerongrabadasconsuaprobaciónpersonal.Todoloexpuestoporélenlasdosetapas aparece en este libro tal como lo expresó y fue recogido por los medios ya señalados. Duranteesos años febriles tambiéndejó parala posteridaduna prolijaobra escrita,además de sus discursos,conferenciaseintervencionesennumerososeventosnacionaleseinternacionalesenlos queparticipó enrepresentaciónde nuestropaís.Cada palabra pronunciadaoescritapor elChelle- valaimprontadesuestrictoapegoalaverdad.Enmásdeunaocasióninsistióenqueparaescribir historia era necesario ajustarse a la verdad como un dedo a un guante y esa premisa la cumplió siempre con la mayor exigencia durante toda su intensa vida revolucionaria. En las páginas que siguen he asumido el severo compromiso de cumplir estrictamente sus reco- mendaciones, aunque consciente de poder caer en eventuales y lógicas omisiones, pero siempre con el propósito de no trasmitir al lector ningún hecho o acontecimiento, del tipo que este sea, del cual no tenga la mayor confirmación desde el punto de vista histórico. Advierto que el enfoque del libro está orientado a un objetivo con no poca atribución de compleji- dad:laconjugacióndelateoríaconlapráctica.Deloquesetrataesdeexponertodoelcaudalteó- rico que el Che fue desarrollando, unido a la aplicación práctica de sus ideas, expresadas en sus métodos de trabajo, su estilo de dirección, su labor educativa y en los demás elementos que com- ponen la difícil tarea de dirección. Dentro de ese conjunto trato de destacar, con marcado interés, algunos rasgos fundamentales de supersonalidadvinculados asu calidad humanay ala formaenque serelacionaba conlas demás personas cotidianamente. Es decir, el Che: hombre de este mundo, desmitificado, separado de los anuncioscomerciales quehan tratadode congelarsu figuraa travésdeun posterparadesnaturali- zarlo. A los compañeros que compartieron conmigo aquellos años fecundos junto a él sólo les pido una tolerancia casi "religiosa" ante cualquier olvido involuntario, además de retarlos en la medida de su clemencia a que escriban sus recuerdos de esa etapa antes de que la edad les juegue una mala pasada. Creo sinceramente que ello constituye un deber insoslayable con nuestro pueblo, con to- dos los hombres y mujeres del planeta que sueñan con algo mejor para el futuro, y especialmente con aquella parte a la que el Che llamó "arcilla maleable" de la sociedad: la juventud cubana y del mundo, fuente y reservorio de todas las esperanzas más promisorias de la humanidad. I. La industrialización: nuevas batallas Un día húmedo del mes deseptiembre de 1959 fui citado por el Che alas siete dela mañana a su casa de Santiago de las Vegas, en las afueras de la ciudad de La Habana, para intercambiar las primeras ideas acerca del trabajo en el Departamento de Industrialización. Después de un frugal desayuno salimos en dirección al edificio sede del Instituto Nacional de Reforma Agraria en la Plaza de la Revolución, ocupado actualmente por el Ministerio de nuestras Fuerzas Armadas Revolucio- narias. En aquella fecha aún estaba sin terminar la construcción del referido edificio cuya costosa inversión obedeció a un proyecto desarrollado por el gobierno de la tiranía de Batista para dar al- bergue a la corrupta alcaldía de la ciudad de La Habana. Entre otros recuerdos que vuelven a mi memoria está el recorrido desde Santiago de las Vegas hastaeledificiomencionadoalolargodelaAvenidaRanchoBoyerosquecomunicabaelaeropuer- to internacional del mismo nombre (actualmente "José Martí") con la ciudad de La Habana. Un pri- mer hecho ejemplarizante que jamás olvidaré junto a otras enseñanzas posteriores del Che fue el propio auto en que hicimos aquel recorrido. Casi todos los jóvenes cubanos de mi generación con- tábamosentrenuestrasaspiraciones, dentrodelaenajenantesociedadcapitalistaenquevivíamos, el poseer un automóvil más o menos presentable, y si era de una marca reconocida, pues mucho mejor. Demasiadas veces habíamos aspirado, casi como un derecho adquirido por la costumbre, a tenerun auto de este tipo, aunque nuestros estómagos no tuvierancómo alimentarse.Para mi sor- presa el vehículo utilizado por el Che en aquel momento era un pequeño automóvil Studebaker de colornegroquedesencantabahastaalmenospretencioso.Sindesdén,peroconciertoasombro,lo acompañé en aquel vehículo hasta nuestro destino. La imagen que recuerdo del piso que se había asignado al ya mencionado departamento era la de un conjunto de locales, la mayoría sin terminación, y que debían ser preparados y habilitados para nuestras flamantes oficinas. Al ser nombrado ese mismo día Administrador del Departamento se me encargó, entre otras tareas, la de coordinar con los responsables correspondientes la termina- ción de las oficinas y comenzar la organización de las mismas. LosobjetivosdelGobiernoRevolucionarioylastareasasignadasalChehabíansidodefinidoslacó- nicamente: desarrollarlaindustrializacióndel país. Enmayo de1959Fidel había salido deviaje por algunos países latinoamericanos y en Buenos Aires, en la conferencia de los delegados de las 21 repúblicas latinoamericanas, expresaba: "Todo depende de que nosotros saquemos a los pueblos de esa atmósfera, de ese letargo donde hanestadosumidos,y loselevemosa unagrancoincidenciacon unagranaspiraciónnacional,que enestecaso,coincidaconunagranaspiraciónlatinoamericana,yunagranaspiracióncontinental... así se habla aquí de industrialización. Efectivamente, nosotros en Cuba confrontamos ese proble- maysabemos quelos700000desempleados dealláno haymaneradeocuparlos, lasoluciónúni- caque tiene el problema es sencillamente establecer industrias...las industriasque se establezcan para el mercado interno, porque no hay industria que prospere si no tiene quién le compre, y otro caso trágico de América Latina es que la mayoría de su población es rural y la población rural no tiene ingreso, por eso nosotros la solución del problema de Cuba la hemos basado en dos princi- pios: Reforma Agraria y desarrollo industrial, porque los campesinos de nuestra patria no perciben ingresos, la industria ¿a quién le va a vender? Luego nosotros hemos llegado a la conclusión en nuestro país de que la Reforma Agraria es esencial a nuestro desarrollo industrial, y además por- que el extraordinario número de desempleados sólo podemos ocuparlos si ponemos una parte a producir para los que trabajen en las fábricas, y poner a los de las fábricas a producir para los que trabajan en el campo." DesdelosprimerosdíasdespuésdeltriunfodelaRevoluciónycuandoaúnnosepensabaquefue-
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