Description:Andy Morini se sentía de muy mal humor aquel día. Tenía mala suerte. Dos veces había intentado apoderarse de sendas carteras y otras tantas veces había fracasado. En la primera de ellas, la víctima, cuando ya estaba «a punto», en opinión de Andy, había echado a andar inesperadamente, frustrando así sus deseos de conseguir una mejoría económica a costa ajena. En la segunda ocasión, había sido el sargento Burnett, viejo «amigo» suyo, quien le había frustrado el acceso a la propiedad de otro. Andy había tenido que salir por piernas —en eso sí que ganaba al sargento, pero no en astucia y zorrería—, y aun había tenido que felicitarse de que Burnett no estuviese a la distancia suficiente para ponerle las esposas. Como consecuencia de sus fracasos, Andy se sentía de muy mal humor. Había salido a «trabajar» y volvía con los bolsillos vacíos, Linda le iba a armar un escándalo que se oiría hasta en la frontera canadiense.