Índice PRÓLOGO 15 AGRADECIMIENTOS 19 MANDATO Y PROCEDIMIENTO DE TRABAJO 23 I. Integración, instalación y operación en general 23 Establecimiento de la CEH 23 Integración 27 Estatuto jurídico 27 Instalación 29 Régimen de trabajo y procedimiento de los Comisionados 30 Financiación 30 Estructura y organización de las operaciones 31 La Oficina de Apoyo a la CEH 31 Despliegue territorial 32 Repliegue y concentración del personal en la sede central 34 Divulgación y convocatoria 35 Duración 41 II. El mandato 42 Fundamentos inspiradores 42 Finalidades 42 Funcionamiento 43 Interpretación y aplicación de aspectos centrales del mandato de la Comisión 44 III. La colaboración de las Partes 48 Colaboración del Estado en la instalación y el funcionamiento de la CEH 49 Colaboración del Estado con las investigaciones de la CEH 49 Colaboración de la URNG con las investigaciones de la CEH 51 IV. La investigación de las violaciones de derechos humanos y hechos de violencia vinculados con el enfrentamiento armado interno 51 Sustento principal 51 El esclarecimiento de los casos de violaciones de derechos humanos y hechos de violencia vinculados con el enfrentamiento armado interno 58 La sistematización y análisis de la información y la elaboración del Informe final 64 La base de datos 66 Cifras sobre el total de víctimas 71 CAPÍTULO PRIMERO: CAUSAS Y ORÍGENES DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO INTERNO 77 I. Introducción 77 II. Causas históricas 82 La estructura agraria y la exclusión económica 83 El racismo, la subordinación y la exclusión del indígena 86 La dictadura y el autoritarismo 94 III. Antecedentes inmediatos (1944-1961) 97 La revolución de 1944 98 La reforma agraria 101 La campaña anticomunista 103 El derrocamiento de Arbenz y la intervención militar de 1954 105 Institucionalización del anticomunismo 108 Inestabilidad política 113 Implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional 117 El levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960 122 IV. Orígenes del enfrentamiento armado interno (1962-1970) 123 El inicio del enfrentamiento armado 124 Las jornadas de marzo y abril de 1962 125 Constitución y primeras acciones de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) 128 El golpe de Estado del 30 de marzo de 1963 130 Transición política condicionada: las elecciones de 1966 134 El movimiento social y el nuevo papel de la Iglesia Católica 137 Emergencia y expansión de las fuerzas civiles paramilitares 142 Operaciones y derrota de las FAR 145 V. Reorganización de los actores del enfrentamiento (1971-1978) 147 Los gobiernos militares de Arana Osorio y Laugerud García 150 Crecimiento del movimiento social 158 El movimiento indígena 164 Reestructuración del movimiento insurgente 172 Relación de las organizaciones guerrilleras con la población y la cuestión indígena 178 VI. Agudización de la violencia y militarización del Estado (1979-1985) 183 El Gobierno de Lucas García 184 La destrucción del movimiento social 187 La ofensiva guerrillera 191 El Gobierno de Ríos Montt: tierra arrasada y segunda derrota de la guerrilla 193 El Gobierno de facto de Mejía Víctores 201 Resurgimiento del movimiento social 203 La nueva Constitución 205 VII. La transición política (1986-1996) 209 El Gobierno de Cerezo Arévalo 211 El nuevo movimiento social 217 El Gobierno de Jorge Serrano Elías 221 El Gobierno de Ramiro de León Carpio 225 Finalización del enfrentamiento 227 APÉNDICES 229 Mapas 229 1. Mapa político de Guatemala 229 2. Mapa de exclusión social 230 3. Mapa de comunidades lingüísticas 231 Materiales de síntesis histórica 232 4. Períodos presidenciales 1900 a 1996 232 5. Cronología del período del enfrentamiento armado interno 236 6. Decretos de excepción y amnistía 243 7. Guatemala: los actores y el contexto internacional 1962-1996 257 8. Breve resumen cronológico del proceso de paz 262 9. Composición étnica de Guatemala 267 10. Políticas de tratamiento jurídico de los indígenas en Guatemala 268 Documentos históricos 269 11. Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre: “Quiénes somos, qué queremos y por qué luchamos”, 27 de febrero de 1962 269 12. Fuerzas Armadas Rebeldes: “Proclama de las Fuerzas Armadas Rebeldes”, 30 de noviembre de 1963 272 13. Presidencia de la República: “Pueblo de Guatemala defiende tus libertades frente a la agresión castrocomunista”, 15 de abril de 1962 277 14. Episcopado guatemalteco: “Carta”, 24 de abril de 1962 279 15. Listado de organizaciones paramilitares anticomunistas, 1962-1981 281 16. Consejo Anticomunista de Guatemala (CADEG): “Alerta Pueblo de Guatemala”, 24 de junio de 1967 282 17. Afiche “Yo acuso”, 24 de noviembre de 1966 284 18. Afiche “Mural Rojo”, enero de 1968 285 19. Texto del Pacto suscrito entre el Ejército de Guatemala y el Partido Revolucionario, 1966 286 Capítulo primero: Causas y orígenes del enfrentamiento armado interno I. INTRODUCCIÓN 213. Uno de los principales objetivos de la Comisión para el Esclareci- miento Histórico es el de contribuir a fomentar una cultura de respeto mu- tuo y observancia de los Derechos Humanos que restituya la dignidad de la sociedad guatemalteca y, en particular, la de las víctimas. Ligado a lo an- terior está en su mandato ofrecer elementos objetivos de juicio de carácter histórico de la violencia en la sociedad guatemalteca. 214. En la compleja tarea de comprensión y juicio histórico de Guatemala y del enfrentamiento armado, una constatación es insoslayable: que ésta es una sociedad profundamente heterogénea y polarizada en términos econó- micos, sociales y culturales, sin un proyecto común de nación que reconoz- ca en los hechos la igualdad de oportunidades para todos sus ciudadanos. A continuación un brevísimo perfil descriptivo de Guatemala del presente, más precisamente, alrededor del año de la firma de los Acuerdos de Paz.16 l Guatemala está dividida en 22 departamentos administrativos. Es un país básicamente rural (65% de la población total), predominante- mente agrícola, con una población mayoritariamente Maya y una es- tructura en la tenencia de la tierra sumamente desigual e inflexible. El 10% de los guatemaltecos concentra casi la mitad de los ingresos de toda la población. l En efecto, Guatemala tiene la peor situación en América Latina res- pecto a desigualdad en la tenencia de la tierra. El 54% del total de fincas (menores de 1.4 has.) ocupan sólo el 4% de la superficie total de tierras agrícolas, mientras que el 2.6% de las fincas más grandes (en promedio con 195 o más has.) ocupan casi dos tercios de la su- perficie total. 16 Perfil elaborado con información contenida en Asociación Amigos del País, Historia General de Guatemala,Tomo IV, “Época Contemporánea: de 1945 a laActualidad”, Fundación para la Cul- tura y el Desarrollo, Guatemala, 1997 y Sílvel Elías, Gisela Gellert, Edgar Pape y Edgar Reyes, Evaluación de la sostenibilidad en Guatemala,FLACSO, Guatemala, 1997. 78 l Durante la década de los noventa la economía nacional ha crecido con un promedio anual del 3% al 4% del PIB. La actividad indus- trial está concentrada en la región metropolitana, aun cuando la agroindustria se distribuye en forma más amplia en la región de la Costa Sur, donde también se cultivan y cultivaban en grandes fincas los productos tradicionales de exportación, hoy el azúcar, antes el al- godón, y el más importante de ellos, el café. El Altiplano y el Orien- te concentran la mayor parte de la producción de granos básicos (maíz y frijol especialmente), típicamente en pequeños terrenos o microfincas. l La reaparición en los últimos años del capital externo no se orienta a la inversión productiva, sino más bien sostiene el crecimiento del co- mercio y los servicios bancarios. Paralelamente se han consolidado las opciones económicas perversas que se expresan en el tráfico de dro- gas y el lavado de dinero. l En todas las regiones del país, la mayor parte de la Población Econó- micamente Activa (PEA) corresponde a la agricultura y fluctúa alre- dedor del 70%, excepto en la región metropolitana que concentra mayoritariamente a la población laboral de la industria, construc- ción, comercio, transporte y servicios. Los salarios medios de la agri- cultura, en 1995, no cubrieron ni el 50% del costo de la canasta bá- sica de alimentos. l El empleo se ha ido agravando crecientemente en la medida en que las actividades productivas han cedido espacio al sector de servicios. El desempleo total pasó del 30% de la PEA en 1980 al 36% en 1995, concentrándose el 50% en las actividades agropecuarias. El empleo formal ha aumentado hasta constituir el 28% de la PEA; crecimien- to cuya mayor intensidad se registró en el comercio, que incluye la banca y seguros. El 36% restante de la PEA está constituido por el llamado sector informal urbano y los campesinos. l Como resultado, la pobreza extrema se ha incrementado dramática- mente, la misma que en 1980 alcanzaba al 31.6% de la población, en 1989 llegaba al 54%, ubicándose fundamentalmente en la región del Altiplano, la más poblada del país. En el 45% de los hogares del Altiplano no hay acceso al agua potable, la falta de energía eléctrica incide en el 64% de los hogares, y una cama hospitalaria sirve para 1,733 habitantes de la región. l El analfabetismo en la población mayor de 15 años es de 41%, entre las mujeres es de 56% y en las áreas rurales es de 77%. l La tasa global de fecundidad es la más elevada en América Latina, con una clara diferenciación entre la fecundidad rural, 6.2 hijos, y la urbana, con 3.8 hijos. 79 l Con respecto a las migraciones, en la actualidad siguen vigentes co- mo principales regiones de expulsión el Altiplano y el Oriente del país, en tanto el minifundio como medio de subsistencia para la ma- yoría de sus habitantes se está agotando crecientemente. Hoy, el des- tino de la migración no es principalmente la ciudad capital como ocurrió a partir de 1950 hasta fines de los setenta. La migración la- boral hacia el exterior se incrementó desde los primeros años de los ochenta, pero creció en forma casi explosiva durante los años recien- tes. Según cifras del Banco de Guatemala, sólo en los años compren- didos entre 1989 y 1995 las remesas recibidas aumentaron de 64 a 417 millones de dólares, constituyendo este último año el segundo aportante de ingreso de divisas, siendo el primero el que proviene de la exportación de café. l Se estima que un millón y medio de guatemaltecos permanecen en la actualidad fuera del país en condición de migrantes legales. Si a él se agrega la cifra de los migrantes ilegales, por lo menos una quinta par- te de los guatemaltecos viven fuera de Guatemala. 215. En Guatemala es evidente un complejo de relaciones asimétricas que a lo largo de su historia han provocado el surgimiento de conflictos de dis- tinto tipo. La concentración del poder económico y político, el carácter ra- cista y discriminatorio de la sociedad frente a la mayoría de la población que es indígena, y la exclusión económica y social de grandes sectores em- pobrecidos —mayas y ladinos— se han expresado en el analfabetismo y la consolidación de comunidades locales aisladas y excluidas de la nación. No se requiere experticia particular para imaginar —con el perfil precedente— cómo era la Guatemala de los años cuarenta. Sólo un dato adicional: en el período 1949-1951 la esperanza de vida al nacer para la población indíge- na fue de 39 años. 216. La historia inmediata no es suficiente para explicar el enfrentamien- to armado cuya gestación es tan antigua como la evolución republicana de un país con conflictos estructurales. La ausencia de mecanismos institucio- nales que permitieran canalizar las inquietudes, reivindicaciones y pro- puestas de los distintos grupos de población definió una cultura política donde la intolerancia caracterizó la totalidad de los comportamientos so- ciales y el poder estableció normas excluyentes que definieron en ocasiones una escasa y, casi de manera permanente, una nula permeabilidad hacia los procesos de cambio. 217. En una sociedad como la guatemalteca, frente a la magnitud de la violencia y lo prolongado del enfrentamiento armado no es posible postu- lar explicaciones simplistas que sitúen el conflicto armado como una ma- nifestación directa de la confrontación Este-Oeste y la Guerra Fría. Las 80 causas internas son fundamentales en la explicación del fenómeno aunque estuvieron condicionadas por influencias externas, sobre todo en sus mo- mentos claves. De otro modo, no hay manera de entender por qué se pro- dujeron enfrentamientos armados sólo en algunas sociedades de la región (Guatemala, El Salvador y Nicaragua), y por qué no en el resto de países (Honduras, Costa Rica, Belice, Panamá). 218. El enfrentamiento armado en Guatemala constituyó un fenóme- no cuya explicación es multicausal, porque no es posible identificar una sola causa que explique por sí sola el desencadenamiento y la persisten- cia del mismo en el tiempo. Dentro de la multicausalidad no todos los factores tienen el mismo peso, ni ejercen la misma influencia a lo largo del tiempo, ya que su eficiencia explicativa suele derivar del contexto o conjunto de condiciones dentro del que cada móvil o factor se va ins- cribiendo. 219. Si bien en el enfrentamiento armado aparecen como actores visibles el Ejército y la insurgencia, la investigación histórica realizada por la CEH ha puesto en evidencia la responsabilidad y participación, bajo diferentes formas, de los grupos de poder económico, los partidos políticos y los di- versos sectores de la sociedad civil. El Estado entero con todos sus meca- nismos y agentes ha estado involucrado. En este sentido cualquier reduc- cionismo a una lógica de dos actores es no sólo insuficiente sino elusiva, dado que no explicaría ni la magnitud ni la significación que tuvo la par- ticipación de los partidos políticos, fuerzas económicas y las iglesias en la génesis, desarrollo y perpetuación de la violencia, ni la constante moviliza- ción y diversa participación de sectores sociales que buscaban reivindica- ciones sociales, económicas y políticas. 220. Los avatares de la Constitución guatemalteca condensan el rol juga- do no sólo por el poder legislativo, sino por el conjunto de las institucio- nes del Estado. La cuarta Junta Militar de 1954 deroga la Constitución de 1945 y el país se rige por el llamado Estatuto Político de la República de Guatemala, hasta que entra en vigor la nueva Constitución de 1956, for- mulada bajo un gobierno militar, inicialmente de facto y luego ratificado por plebiscito, que estará vigente hasta 1963. En estos seis años se sucede- rán un nuevo golpe y un militar designado como Presidente. De 1963 a 1965 el país se rige por la llamada Carta Fundamental de Gobierno, ins- trumento también transitorio. En 1965 se promulga una nueva Constitu- ción, formulada por un gobierno también militar. En 1982 se produce otro golpe militar el cual deroga la anterior Constitución y emite otro Es- tatuto Fundamental de Gobierno, el cual regirá hasta 1986 cuando entra en vigor la actual Constitución Política. 221. No sólo por los estatutos transitorios, sino a través de los decretos de excepción, las autoridades locales, municipales y de gobernación, así como
Description: