CAPITULO V LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO HUMANO El Desarrollo Humano según Amartya Sen Un enfoque del Desarrollo diferente al de crecimiento económico ha sido planteado por Amartya Sen. Nacido en la India en 1933, doctor en Economía de la Universidad de Cambridge, profesor de las más prestigiosas universidades de la India, Inglaterra y EEUU, doctor Honoris Causa de 30 Universidades y Premio Nobel de Economía ha revolucionado las concepciones del Desarrollo porque ha ubicado la tesis del crecimiento dentro del horizonte de la ética, de las teorías de la libertad y de la política económica. Edgar Morín (2000) para explicar cómo la ciencia moderna se ha parcelado mediante la especialización del análisis de elementos sin tomar en cuenta la compleja realidad humana, pone como ejemplo las ciencias económicas. Afirma este autor: La economía, por ejemplo, que es la ciencia social matemáticamente más avanzada, es la ciencia social y humanamente más atrasada puesto que se ha abstraído de las condiciones sociales, históricas, políticas, psicológicas, ecológicas inseparables de las actividades económicas. Por eso sus expertos son cada vez más incapaces de interpretar las causas y consecuencias de las perturbaciones monetarias y bursátiles, de prever y predecir el curso económico incluso a corto plazo. El error económico se convierte, entonces, en la primera consecuencia de la ciencia económica. (p. 46). Esta es la crítica que hace Sen (1997) a las teorías económicas, se han apartado de la complejidad humana individual y social, simplificando el inicio de sus análisis partiendo de un supuesto reductor de la conducta humana. Para ellos un consumidor José M. Fernández racional tiene preferencias definidas y consistentes, y trata de maximizar su satisfacción. Uniendo todas las preferencias realizables de todo los individuos se crea la ley de la demanda. Asimismo un productor racional tiene unos insumos y trata de maximizar su ganancia. Uniendo todos los bienes y servicios que se ofrecen se crea la ley de la oferta. Sen (1997) afirma que estos supuestos no son totalmente ciertos pues hay decisiones individuales que no buscan beneficio personal o la utilidad. El utilitarismo es una doctrina ética que dice que el objetivo de la acción humana es y debe ser maximizar la utilidad, entendida a veces como placer, felicidad, y bienestar individual de cada persona. Esta postura ética pasó a ser un modelo analítico básico que subyace a la teoría económica y política contemporánea. Comienza por desnudar la supuesta objetividad de la ciencia que se basa en determinada información pero excluye otra, lo cual da a entender el sesgo de las conclusiones a las que se puede llegar. Insiste en que la información debe referirse al ser individual ubicado en un contexto social. Cada evaluación se basa en la información que se usa y la que se excluye. “La insensibilidad hacia la información que se excluye puede influir en el carácter del enfoque.” (Sen, 1997, p. 49). Es relevante mostrar la importancia de las fuentes de información de los distintos principios posibles. Las bases de información que emplean el utilitarismo y la justicia rawlsiana tienen serias dificultades si se considera que las libertades individuales son significativas. Para los utilitaristas el beneficio es la única base de información: placer, satisfacción, felicidad. Como esos son estados mentales subjetivos los sustituyeron por las preferencias realizadas. La fórmula utilitarista juzga cada elección en función de la suma total de las utilidades generadas por esa decisión. La injusticia estaría en la pérdida de no haber conseguido la mayor utilidad posible. Esta teoría tiene unas virtudes: Recalca la importancia que tienen los resultados de las elecciones individuales a la hora de juzgar las instituciones sociales. Juzga las decisiones por las consecuencias que éstas producen y asigna prioridad a conseguir el bienestar de las personas. 188 José M. Fernández Las desventajas de esta teoría son las siguientes: 1. Es indiferente a la distribución de la satisfacción de las personas. La utilidad de las personas se reduce a una renta que es la sumatoria de todas las utilidades. Lo importante es la maximización de la ganancia sin importar si ésta se encuentra concentrada en algunas personas cuando la mayoría apenas tiene una renta mínima. 2. Esta teoría no toma en cuenta las libertades individuales, los derechos y preferencias de las personas que no generan utilidad. 3. Adaptación y condicionamiento mental. Muchas de las elecciones que toman las personas se deben a que no tienen otra alternativa y tienen que adaptarse a su situación real la cual deben aceptar si no quieren vivir permanentemente en la desesperanza. La utilidad es la representación numérica de la elección de una persona. No permite hacer comparaciones interpersonales. Puede haber la misma función de demanda pero diferente bienestar para las personas. Otro Economista, Rawls, parte del principio de justicia: Todas las personas deben tener los bienes primarios que necesitan para conseguir sus fines. Entiende por bienes primarios los medios de uso general que ayudan a todo el mundo a promover sus fines, comprenden los derechos, las libertades y las oportunidades, la renta, la riqueza y las bases sociales del respeto a uno mismo. (Sen, 2000, p.96). Para este autor no tienen valor las consecuencias. Cada individuo es responsable de lo que pueda hacer con esos bienes. Pero el bienestar de las personas no depende de la renta ni de los bienes primarios que tenga la persona sino de las circunstancias personales y sociales. Estas circunstancias pueden ser: a. Heterogeneidad personal como edad, sexo, salud o enfermedad, educación; 189 José M. Fernández b. Diversidad relacionada con el medio ambiente: clima caluroso, frío, de estaciones, proclive a catástrofes naturales. c. Diferencias de clima social: relacionadas con las condiciones sociales de educación, delincuencia, epidemias. d. Diferencias entre las perspectivas relacionadas: Valores relacionados con la tradición y la cultura, las costumbres, los condicionamientos sociales. e. Distribución dentro de la familia: entre varones y Hembras, niños y adultos. Las diferencias entre la renta y el bienestar hacen que la opulencia sea una limitada guía de calidad de vida. Dice Sen (1997) en su libro Bienestar, Justicia y Mercado: La opulencia contribuye a las realizaciones y la capacidad que da para disponer de cosas puede ser importante para el bienestar y para el provecho que obtiene una persona… Pero un índice de opulencia o bienes primarios no puede considerarse un índice de bienestar como tal… La característica esencial del bienestar es la capacidad de conseguir realizaciones valiosas. (p.80). Si el bienestar está relacionado con las realizaciones que las personas consideran valiosas lo importante es entonces su capacidad de realización o mejor sus diferentes opciones de realización. “El conjunto de capacidades de una persona se puede definir como el conjunto de vectores de realización a su alcance” (Sen, 1997, p.81). Esto tiene que ver con la libertad de una persona para escoger las realizaciones que considere pertinentes para vivir la vida que valora como buena. A esto llama Sen “Libertad de Bienestar”. Pero la libertad tiene un rango más amplio que la capacidad de realizaciones. Es la libertad de ser agente para conseguir cualquier cosa que la persona, como agente responsable, decida que habría que conseguir. “Una ampliación de libertad de ser agente puede ir acompañada de una reducción de su bienestar real, por su propia elección y aunque a usted no le sea de ningún modo indiferente su propio bienestar” (Sen, 1997, p.90). Concluye Sen (1997): 190 José M. Fernández Llevamos un tiempo tratando de defender la idea de que en muchas evaluaciones el espacio correcto no es ni el de las utilidades (como sostienen los partidarios del enfoque del bienestar), ni el de los bienes primarios (como exige Rawls) sino el de las libertades fundamentales –las capacidades- para elegir la vida que tenemos razones para valorar. (p.99). El fin del desarrollo es centrar la atención en las oportunidades reales del individuo para alcanzar su objetivo: habría que tener no solo bienes primarios que posee una persona sino también las capacidades personales relevantes que determinan la conversión de estos bienes en libertad para optar por realizaciones que considera valiosas. La sensibilidad de Amartya Sen (2000) por la ética y por los problemas de pobreza en el mundo le ha llevado a centrar la atención no sólo en los bienes que puedan tener las personas, sino en las capacidades que hayan desarrollado para vivir y las razones para valorar la vida. De aquí su preocupación a los problemas del desarrollo que los entiende de dos maneras: 1. Se trata de concebir el desarrollo como un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos. En este enfoque se considera que la expansión de la libertad es: a) el fin primordial; b) el medio principal de desarrollo. (Sen, 2000, p. 55). 2. Se entiende desarrollo como la disminución de algunos tipos de falta de libertad que dejan a las personas pocas opciones para elegir la vida que ellos valoran. Disminución o eliminación de la falta de libertad fundamental o libertades instrumentales. Sen (2000) en su libro Desarrollo y Libertad afirma: Una concepción satisfactoria del desarrollo debe ir mucho más allá de la acumulación de la riqueza y del crecimiento del producto nacional bruto y de otras variables relacionadas con la renta. Sin olvidar la importancia del crecimiento económico debemos ir más allá. (p.30). 191 José M. Fernández Se deben investigar los fines y medios del desarrollo. La Renta es un medio para conseguir un fin. El desarrollo debe ocuparse más de mejorar la vida y las libertades. El hambre, la falta de salud, o de educación, el desempleo significan privación de libertad porque impiden capacidades de elección a la gente. También la negación de derechos políticos, de representación y participación, la libertad de expresión son negación de la calidad de vida y no se pueden limitar pensando que así hay más crecimiento económico. Más bien ocurre lo contrario. Las hambrunas sólo han ocurrido en sistemas dictatoriales que no han tenido necesidad de responder a las demandas de la población como ocurre en las democracias. Se debe atender la expansión de las capacidades de la gente y esto se puede lograr por medidas de la administración pública y por la participación de los individuos. La libertad es un valor en sí y un medio. Tener más libertad significa contar con más capacidades para realizar las cosas que valoramos y al mismo tiempo aumentan las oportunidades para conseguir cosas valiosas. Las personas deben ser agentes “que actúan y provocan cambios cuyos logros pueden juzgarse en función de los propios valores y objetivos”. (Sen, 2000, p. 35). En la economía tradicional se prestaba atención al crecimiento del Producto Interno per cápita considerando que el bienestar era una consecuencia. En ese modelo, la educación y la salud eran consideradas medios para el crecimiento. Pero las variables educación y salud son fines esenciales porque suponen las capacidades fundamentales para las opciones de libertad. Debe considerarse la pobreza como privación de capacidades básicas y no sólo como baja renta. Hay países y grupos humanos que tienen mayor Renta per cápita que otros, pero gozan de menor esperanza de vida y menores niveles de educación. El mercado es bueno no sólo por las consecuencias sino porque es un derecho esencial de las personas el comprar y vender, de la misma manera que el conversar con otros o participar en la vida política. La libertad individual es esencialmente un producto social y existe una relación de doble sentido entre: a) los mecanismos sociales para expandir las libertades individuales y b) el uso de las libertades individuales no sólo para 192 José M. Fernández mejorar las vidas respectivas sino también para conseguir que los mecanismos sociales sean mejores y más eficaces. (Sen, 2000, p 49). La libertad también es un medio para ensanchar las capacidades que permitan seleccionar la opción de vida que se valore como buena. “El papel instrumental de la libertad se refiere a la forma en que contribuyen los diferentes tipos de derechos y oportunidades a expandir la libertad del hombre en general y por lo tanto a fomentar el desarrollo” (Sen, 2000, p.56). Se pueden considerar cinco tipos de libertades instrumentales: 1. Libertades políticas: La oportunidad que tienen los ciudadanos para decidir las normas que les rijan, los gobernantes que deben tener, la capacidad de disentir, criticar, y de tener libertad de expresión. 2. Servicios económicos: La capacidad para celebrar transacciones, para seleccionar los bienes, disponer de sus recursos en especial los financieros. 3. Oportunidades sociales: Tener acceso a los servicios de Educación y Salud, Vivienda, Servicios básicos. 4. Garantías de transparencia: garantía de interrelacionarse con claridad y franqueza. Confianza en las reglas del juego y en la palabra. 5. Seguridad protectora: Seguridad social en la vejez, ante el desempleo, ante posibles epidemias y hambrunas o catástrofes, seguridad personal. El éxito del crecimiento de los países del Este asiático (Japón, Corea, Taiwán, Singapur, China) ha derribado el paradigma tradicional de los políticos que impulsaban primero el compromiso del crecimiento, mientras el desarrollo de los recursos humanos venía después como un lujo que sólo pueden permitirse los países más ricos. Estos países, en principio con poco crecimiento, mejoraron primero sus índices en Educación y Salud, así los índices de expansión económica fueron superiores a otros que no hicieron lo mismo. Se ha afirmado que el crecimiento en el PIB ha ido correlativo al crecimiento de la longevidad, pero se ha demostrado que esto ha ocurrido cuando se ha mejorado la renta de los pobres o ha aumentado la inversión en Salud. También hay países que 193 José M. Fernández han mejorado sustancialmente sus indicadores en Educación y Salud, y no ha crecido su economía como la provincia de Kerala en la India, China (anterior a la reforma), Sri Lanka, Sudáfrica o Brasil. Las políticas de estos países no estuvieron acompañadas de oportunidades sociales, democracia y libertad o acceso a capitales. Otra investigación demostró que el crecimiento de la longevidad en Inglaterra fue mayor en las décadas que ocurrieron las dos guerras mundiales. Se pudiera pensar que fue por el crecimiento del PIB pero, no fue así. La explicación que da el investigador es que en esos años aumento en la población el sentido de solidaridad y se crearon programas masivos de nutrición para los más necesitados. También hay evidencias que en los países democráticos no ha habido hambrunas masivas por más pobres sean las naciones, ya que el funcionamiento de las libertades políticas alerta sobre posibles catástrofes y los gobernantes son proclives a poner remedio porque deben enfrentarse a procesos electorales. En la China dictatorial de Mao cuando en la política se lanzó el gran salto adelante, ocurrió una de las mayores hambrunas de la historia donde se calcula que murieron 30 millones de personas. Los planteamientos de Amartya Sen influyeron profundamente en los Órganos internacionales de ayuda al Desarrollo como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. De hecho fue asesor de los índices de desarrollo elaborados por este organismo. Los Derechos Humanos Después de la segunda Guerra Mundial, los países que vivieron tanta muerte y desastre quisieron asegurar que tal conflagración no volviera a repetirse, y crearon la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además de la Carta de Fundación que firmaron las naciones, uno de los documentos más importantes fue la Declaración de los Derechos Humanos suscrita en 1948. En esta declaración se aboga por el reconocimiento a los derechos humanos fundamentales que son la base de la paz, la justicia y la libertad. 194 José M. Fernández Se declara en estos principios el valor de la persona humana, la igualdad de derechos individuales y políticos ante la ley.: derecho a la vida y a la libertad, a no ser esclavizado, torturado, ni perseguido por manifestar ideas políticas o religiosas, derecho a la legítima defensa. Hay algunos artículos que conviene resaltar sobre los derechos de económicos y sociales: el artículo 22 reafirma el derecho de todo ciudadano a la seguridad social y “a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional… la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad”. El artículo 23 afirma el derecho al trabajo y a la remuneración digna y equitativa. El artículo 25 expresa: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios médicos necesarios”. El artículo 26 consagra el derecho de todos los ciudadanos de recibir una educación elemental y fundamental de forma gratuita. El artículo 28 instituye como un derecho de cada persona el “que se establezca un orden social internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan permanentemente efectivos.” Este artículo que para algunos luce utópico sienta las bases para un nuevo orden económico internacional y es el marco en el que se pueden lograr y sustentar los otros derechos. Además vincula la realización de los derechos humanos fundamentales a la existencia de un nuevo orden económico internacional. No fue sino en 1974 cuando la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la carta de los Derechos y Deberes económicos de los Estados. La declaración se orienta a corregir los desequilibrios existentes entre los países en desarrollo y los países desarrollados. Los principios fundamentales están orientados a corregir los grandes desequilibrios existentes entre los países dominantes y los dependientes en las siguientes áreas: “a)control eficaz de los recursos naturales; b) regulación de las actividades de las empresas transnacionales; c) precios justos y equitativos para los productos básicos y otras exportaciones de los países en desarrollo; d)reformas en la 195 José M. Fernández esfera monetaria y de la financiación del desarrollo; e) acceso a los mercados para los países en desarrollo; f) fortalecimiento de la capacidad de los países en desarrollo en materia de ciencia y tecnología” (Raúl Ferrero p. 32) A pesar de estas declaraciones firmadas por todos los países, el viejo orden económico internacional siguió fortaleciéndose incluso apoyado por organismos de las mismas Naciones Unidas. A estas conclusiones llega el estudio preparado por Raúl Ferrero, relator especial de la subcomisión de prevención de discriminaciones y protección de las minorías titulado “El nuevo orden internacional y la promoción de los derechos humanos” (1986). Aquí se presentan algunas de estas conclusiones: El orden económico internacional actual no representa precisamente un orden sino una correlación de fuerzas y poderes económicos en el ámbito mundial. Este sistema económico representa un serio obstáculo para la realización de los derechos humanos fundamentales, hace estériles los esfuerzos por reducir la brecha entre los países en desarrollo de los desarrollados. Los países dominantes se aprovechan de los recursos de los países dominados para resolver sus problemas de desempleo, inflación, estabilidad de los precios, creando el “estrangulamiento exterior del desarrollo” (Ferrero p.42) Los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial han jugado el papel de garantes del sistema dominante asegurando los intereses de los países industrializados, el cobro de las deudas, sin colocar como prioridad el apoyo a las políticas de desarrollo de los países más pobres. Sigue el informe concluyendo la interdependencia de todos los derechos humanos sin dar prioridad a ninguno, “sino establecer una relación flexible entre los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales”(Ferrero p.44) A quienes viven en la pobreza se les está negando la mayoría de los derechos humanos fundamentales. La justicia y la igualdad deben ser los principios rectores que guíen la acción internacional. Para ello debe contarse con la participación activa de los ciudadanos en cada país y la asociación y solidaridad entre países en términos de igualdad. Debe entenderse que en el centro del desarrollo está el hombre y que éste no es un ser únicamente económico sino persona que tiene derecho a la educación, la salud, a disfrutar de la vida, y a participar en los asuntos públicos. 196
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