Description:Al oír el timbre de la puerta de llamada, Malcolm Mac Bride levantó la vista del periódico que estaba leyendo y dijo: —No te molestes, querida; yo mismo iré a abrir. Parsimoniosamente, se quitó las gafas, que metió en el bolsillo superior del batín de lana que vestía, dobló el periódico y se puso en pie. La lluvia batía contra los cristales. La tarde era desapacible. En la chimenea, ardían alegremente unos cuantos troncos. El ambiente, en el interior de la estancia, resultaba así sumamente confortable.