Description:—Mabel —dijo Fulvia Walden, dirigiéndose a la mucama, que acababa de rodar hasta el salón la mesa del té, donde humeaba el hervidor—, alcánceme otra taza. Ahí está Mr. Fawcett, que regresa en auto. —Sí, señora. Con gestos precisos de sus finas y blancas manos, Fulvia púsose a preparar la infusión. A través de las seis ventanas del salón, largo y bajo de techo, percibíase el jardín. Las dalias y las zinnias cedían ya su sitio a los crisantemos. De vez en cuando una amarillenta hoja se desprendía de un árbol y caía dando vueltas. Volvió la mucama, depositó en la mesa la taza pedida y tornó a salir. Minutos más tarde entraba Gilbert Fawcett, restregándose vigorosamente las manos. —¡Hola, Fulvia! ¿El té está preparado? ¡Menos mal! Una buena taza caliente me hará bien. Sentí mucho frío en el coche. —¿No llevaba su sobretodo? —No…