PROLOGO A LA SEGUNDA EDICCION En nuestro permanente afan de perfeccionamiento en la publi- cación de nuestro libros, hemos incorporado a la presente edi- ción nuevas palabras y significados en especial en la parte Mapudungun- Castellano. De igual manera hemos incluido una sección aparte de Toponimia, donde se especifica el significa- do de los nombres de algunas localidades geográficas en Ma- pudungun. Por último quisiera dedicar esta edición a mi abuelo Abraham Urrutia Huenchún, quién fuera profesor primario en diferentes partes de Chile en la primera mitad del siglo pasado. En espe- cial mis respetos también a la parte Huenchún de mi familia quienes aún hoy no conozco. Rafael Muñoz Urrutia 5 6 INTRODUCCION Sabemos que no somos los primeros, ni tampoco seremos los últimos en este esfuerzo de impulsar la aproximación de la na- ción mapuche y chilenos. Sólo pretendemos ser un ladrillo más en la construcción de una sociedad en que convivan con res- peto y armonía nuestros pueblos. Esa aproximación es necesaria, es urgente. Los mapuches son los padres, los abuelos de los chilenos. Sin embargo, poco nos conocemos, poco sabemos los unos de los otros. No nos entendemos, no hemos logrado vencer las barreras que nos imponen nuestros respectivos idiomas, además del descono- cimiento mutuo de nuestras respectivas idiosincracias. Necesi- tamos comunicarnos. Para comunicarnos entre nosotros los humanos, la naturaleza ha desarrollado maravillosos e intrincados mecanismos cere- brales que llegan a plasmarse en el lenguaje. Y cada pueblo ha llegado a construir uno propio que le es funcional a sus ne- cesidades, a sus sentimientos, a sus emociones. Que es ca- paz de interpretarlo plenamente, pero ese idioma, no siempre logra llegar al fondo del alma de otros pueblos que hablan idiomas distintos. El castellano, por ejemplo, no es suficiente para expresar ese sentimiento de apego de los mapuches ha- cia la tierra que los vio nacer y que guarda en su seno los res- tos venerados de su antepasados. Podemos formularlo en castellano, desde el conocimiento, desde la lógica; pero es im- posible que le demos la connotación emocional y profunda que sólo el mapudungún, con sus propias sutilezas puede hacerlo. 7 Por eso, vale la pena hacer un esfuerzo de aproximación. Pa- rece que ha llegado la hora en que chilenos y mapuches aprendamos el lenguaje de la amistad, en que ambos pueblos nos transformemos en bilingües. En este sentido, es que nos atrevemos a lanzar esta obra que pomposamente llamamos diccionario, a falta de un vocablo que lo represente mejor. No pretendemos, ni mucho menos, vaciar aquí una lengua enriquecida por una cultura ancestral, sólo hemos querido recoger los vocablos de uso familiar, colo- quial, cotidiano. Una de las tantas dificultades con que nos encontramos es que al ser una lengua que no tiene expresión escrita ni norma que pueda orientarnos, en muchos casos aparecen dos o más términos para una misma idea. La variación corresponde a las distintas formas que adquiere un vocablo en las diferentes lo- calidades. Por otra parte, hay que considerar cuán difícil es expresar en lenguaje escrito los sonidos para los cuales no existen signos que los representen fielmente. Modestamente esperamos que este diccionario pueda servir de herramienta elemental para quienes se interesen en com- prender en su lenguaje a nuestros hermanos mapuches. Pero, fundamentalmente, aspiramos a que pueda servir de apoyo a los niños de habla mapudungun que hoy aprenden castellano en las escuelas y al revés, a los escolares de habla castellana que en las aulas aprenden mapudungún. 8 FONETICA DE LA LENGUA MAPUCHE ALFABETO El mapudungun tiene siete vocales y dieciocho consonan- tes. Las vocales Además de las cinco vocales del idioma español (a, e, i, o, u), cuya pronunciación es igual, el mapudungún tiene dos vo- cales más: ë, ü La ë, tiene una pronunciación semejante a la e, pero de so- nido sordo, vago. La ü, es vocal cerrada, mezcla de la u con la i, más gutural. Suena como la ü francesa. Se pronuncia redondeando los la- bios ligeramente abiertos. Las consonantes La mayoría de las consonantes en mapudungún, se pro- nuncian como en español. Tienen pronunciación diferente las consonantes que siguen: K suple a la c, en todos los casos ka, ke, ke, ki, ko, ku. También suple el sonido qu antes de e, i Ch: con sonido suave del español. D: sonido entre D española y la Th inglesa. F: suena como F española o V, labiodental según las regio- nes. 9 Ng: se pronuncia en la parte más interior de la boca, teniendo ésta a medio abrir y la punta de la lengua contra las encí- as de los dientes inferiores. De esta forma se consigue el sonido parecido al de la n española en palabras como blanco, banco. Q: se pronuncia como en español con mayor suavidad; aun- que tal letra en la práctica, es absorbida por la K, como en el caso de la C . T parecida al español, pero se pronuncia con la punta de la legua entre los dientes. W de sonido suave, como en inglés. Y se pronucia como en español, cumpliendo siempre su función de consonante. 10 SISTEMA NUMERAL 1 kiñe 2 epu 3 küla 4 meli 5 kechu 6 kayu 7 regle 8 pura 9 aylla 10 mari 11 mari kiñe 12 mari epu 13 mari küla 14 mari meli 15 mari kechu 16 mari kayu 17 mariregle 18 mari pura 19 mari aylla 20 epu mari 21 epu mari kiñe 40 meli mari 72 regle mari epu 24 epu mari meli 40 meli mari 72 regle mari epu 100 pataka 124 kiñe pataka epu mari meli 857 pura pataka kechu mari regle 1.000 warangk 1997 kiñe warangka aylla pataka aylla mari regle 1998 kiñe warangka aylla pataka mari pura 1999 kiñe warangka aylla pataka mari aylla 2000 epu warangka 2001 epu warangka kiñe 2002 epu warangka epu 11 10 CASTELLANO - MAPUDUNGUN 11 12
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