Description:Clark Jerome, dueño del rancho que llevaba su nombre, palmeó una de las piernas de Bob, que ya había montado a caballo, y preguntó: —¿Cuándo vas a sentar la cabeza, muchacho? Bob lanzó una alegre carcajada. Era la imagen misma del optimismo y de la juventud, montado en aquel magnífico corcel y con sólo veintitrés años a la espalda. Tenía, además, salud, fuerza. Había derribado, en peleas para entrenamiento, a todos los demás hombres del rancho y llevando en el bolsillo, la paga de seis meses de trabajo. —Soy muy joven para pensar en cosas serias, patrón —rio—. Lo único que quiero ahora es conocer nuevas tierras y nuevos ambientes. Jerome se pasó una mano por los ojos.