Budismo Sin Creencias Una gu(cid:237)a contemporÆnea al despertar Stephen Batchelor -ooOoo- . Budismo Sin Creencias Stephen Batchelor En memoria de Osbert Moore ((cid:209)a(cid:9)n.amoli Bhikkhu) 1905-1960 & Harold Musson((cid:209)a(cid:9)n.av(cid:9)(cid:25)ra Thera) 1920-1965 i Budismo Sin Creencias Stephen Batchelor El emperador Wudi de Liang le pregunt(cid:243) al gran maestro Bodhidharma, "(cid:190)CuÆl es el signi(cid:28)cado mÆs elevado de las verdades sagradas?" Bodhidhar- ma dijo, "Vac(cid:237)o, sin santidad". El emperador dijo, "(cid:190)QuiØn estÆ enfrente m(cid:237)o?" Bodhidharma respondi(cid:243) "(cid:190)No sØ?". (cid:21)El "Blue Cli(cid:27) Record" No recibimos sabidur(cid:237)a, debemos descubrirla nosotros mismos, luego de una jornada en la selva, que nadie puede hacer por nosotros, de la que nadie nos puede librar, porque nuestra sabidur(cid:237)a es el punto de vista desde el cual por (cid:28)n miramos el mundo. (cid:21)Marcel Proust ii ˝ndice 1. Despertar 4 2. Agnosticismo 11 3. Angustia 15 4. Muerte 19 5. Renacimiento 23 6. Resoluci(cid:243)n 26 7. Integridad 29 8. Amistad 32 9. Darse cuenta 38 10.Llegar a ser 44 11.Vac(cid:237)o 49 12.Compasi(cid:243)n 54 13.Libertad 60 14.Imaginaci(cid:243)n 65 15.Cultura 70 iii Prefacio He tratado de escribir un libro sobre budismo en lenguaje ordinario, evitando el uso de palabras extranjeras, tØrminos tØcnicos, listas y jerga. La œnica excepci(cid:243)n es "dharma" para la que no encuentro equivalente. En l(cid:237)neas generales, "dharma" se re(cid:28)ere a las enseæanzas del Buda as(cid:237) como a aque- llosaspectosdelarealidadyexperienciaqueconciernenaesasenseæanzas."PrÆcticadel dharma" se re(cid:28)ere a la forma de vida que toma alguien inspirado por esas enseæanzas. Estoy agradecido a Helen Tworkov y Lorraine Kisly, quienes me convencieron de que escribiera este libro, y por la gu(cid:237)a editorial de Lorraine, que mantuvo enfocada la meta del trabajo y refren(cid:243) mi tendencia a divagar. Del mismo modo estoy agradecido a Mary South, de Riverhead, por la edici(cid:243)n (cid:28)nal del manuscrito. Agradezco tambiØn al Fideicomiso Sharpam, de Devon, Inglaterra, y al Centro Budista de Retiros, de Ixopo, SudÆfrica, los que brindaron sus hermosos ambientes rurales para trabajar en el texto; y a mi esposa, Martine, por su (cid:28)rme y continuo apoyo. Stephen Batchelor Sharpham College Septiembre de 1996 1 Base 2 Budismo Sin Creencias Stephen Batchelor No estØn satisfechos con rumores o con la tradici(cid:243)n o con erudici(cid:243)n legendaria o con lo que ha bajado en las escrituras o con conjeturas o con inferencias l(cid:243)gicas o con pesar evidencia o con gustar un punto de vista luego de ponderarlo o con la habilidad de otro o con el pensamiento "El monje es mi maestro". Cuando sepan internamente: "Estas cosas son (cid:237)ntegras, sin culpa, alabadas por el sabio y al ser adoptadas y aplicadas llevan al bienestar y felicidad", entonces deber(cid:237)an practicarlas y morar en ellas ... (cid:21)El Buda Kalama Sutha 3 Cap(cid:237)tulo 1 Despertar Mientras mi visi(cid:243)n no fuera totalmente clara ... respecto de las cuatro verdades que ennoblecen, no pretend(cid:237) haber llegado a un despertar autØnti- co... (cid:21)El Buda Regresemos al punto inicial: el despertar de Siddhartha Gautama, tambiØn conocido como Tatagata, Sakyamuni, el Honrado por el Mundo (cid:21)el propio Buda. (cid:201)l fue quien ech(cid:243) a andar la rueda del dharma en un comienzo. (cid:201)l fue quien seæal(cid:243) el sendero (el famoso "Camino Medio"). (cid:201)l fue el pionero. Suyas son las huellas que encontraremos al (cid:28)nal del sendero. Comencemos con su primer discurso, dado a los cinco ascetas ex compaæeros suyos, en el Parque del Venado de Sarnath. Fue aqu(cid:237), varias semanas luego de su despertar y la consiguiente ambivalencia sobre si decir algo o no, que la compasi(cid:243)n lo llev(cid:243) a abrazar la angustia ajena. ZambullØndose en el mar traicionero de las palabras "puso en movimiento la rueda del dharma". Se puede resumir este corto discurso como sigue: El Buda declara que ha encontrado el camino medio a travØs de evitar la complacencia y la morti(cid:28)caci(cid:243)n. Luego describi(cid:243) las cuatro verdades que ennoblecen: la angustia, sus or(cid:237)genes, su cesaci(cid:243)n y el camino que lleva a Østa. La angustia, dijo, debe ser entendida, sus or(cid:237)genes soltados, la cesaci(cid:243)n materializada y el camino cultivado. Y esto es precisamente lo que Øl mimo hab(cid:237)a hecho: hab(cid:237)a entendido la angustia, soltado sus or(cid:237)genes, llevado a cabo su cesaci(cid:243)n y cultivado el camino. S(cid:243)lo conociendo estas verdades, sabiendo como actuar sobre ellas y reconociendo que ha actuado sobre ellas puede Øl a(cid:28)rmar que ha encontrado un "autØntico despertar". A pesar del relato sucinto del propio Buda sobre su despertar, Øste ha llegado a ser representado (aœn por budistas) como algo muy diferente. El despertar ha llegado a ser una experiencia m(cid:237)stica, un momento de revelaci(cid:243)n trascendental sobre la Verdad. Las interpretaciones religiosas invariablemente reducen la complejidad a uniformidad, al mismo tiempo que elevan lo pragmÆtico a sagrado. Con el tiempo, se ha puesto un ØnfasiscrecienteenunsolaVerdadAbsoluta,como"elInmortal","elNoCondicionado", 4 Budismo Sin Creencias Stephen Batchelor "el Vacuo", "Nirvana", "Naturaleza Bœdica", etc., en vez de un complejo de verdades entrelazadas. La distinci(cid:243)n crucial de que cada verdad debe ser actuada en su forma particular (entendiendo la angustia, soltando los or(cid:237)genes, materializando la cesaci(cid:243)n y cultivando elcamino)hasidorelegadoalosmÆrgenesdelconocimientodoctrinaldeunespecialista. Pocos budistas estÆn probablemente al tanto de la distinci(cid:243)n. Pero al fallar en hacer esta distinci(cid:243)n, las cuatro verdades que deben ser actuadas se convierten en cuatro proposiciones a ser cre(cid:237)das. La primera verdad pasa a ser: "La Vida es Sufrimiento"; la segunda "La Causa del Sufrimiento es el Anhelo" (cid:21)y as(cid:237) sucesivamente. En ese momento, el budismo se convierte en una religi(cid:243)n. Un budista es alguien que cree en esas cuatro proposiciones. Al nivelar las verdades a proposiciones que se a(cid:28)rma ser verdaderas, los budistas se distinguen de los cristianos, musulmanes e hindœes, quienes creen en otros conjuntos de proposiciones. Las cuatro verdades que ennoblecen pasan a ser el dogma de un sistema de creencias conocido como "budismo". El Buda no fue un m(cid:237)stico. Su despertar no fue una iluminaci(cid:243)n devastadora a una Verdad trascendente que le revel(cid:243) los misterios de Dios. No a(cid:28)rm(cid:243) haber tenido una experienciaquelehab(cid:237)adadounconocimientoprivilegiadoyesotØricodec(cid:243)mofunciona el Universo. S(cid:243)lo cuando el budismo se fue convirtiendo mÆs y mÆs en una religi(cid:243)n se le fueron imputando esas pretensiones grandiosas a su despertar. Al describir a los cinco ascetas lo que signi(cid:28)c(cid:243) sus despertar, Øl habl(cid:243) de haber descubierto una libertad total para el coraz(cid:243)n y la mente, de las convulsiones del anhelo. (cid:201)l llam(cid:243) a tal libertad el sabor del dharma. El Buda despert(cid:243) de la confusi(cid:243)n existencial. Esta experiencia fue tan estremecedora e inesperada que al principio supuso que si fuera a hablar de ella nadie le entender(cid:237)a. Una persona dormida o estÆ perdida en una inconsciencia profunda o absorbida en un sueæo. Metaf(cid:243)ricamente, as(cid:237) es como el Buda debe haber visto tanto su estado anterior como el de todos los demÆs que hab(cid:237)a conocido; o eran ciegos a las cuestiones de la existencia o buscaban consuelo de ellas en fantas(cid:237)as metaf(cid:237)sicas o religiosas. Su despertar, sin embargo, trajo tanto a las preguntas como a sus resoluciones a un foco v(cid:237)vido y no anticipado. El Buda despert(cid:243) a la naturaleza del dilema humano como a un camino para su resoluci(cid:243)n. Las dos primeras verdades (angustia y or(cid:237)genes) describen el dilema, las œltimas dos (cesaci(cid:243)n y camino) su resoluci(cid:243)n. Despert(cid:243) a un conjunto de verdades vinculadas enraizadas en la inmediatez de la experiencia aqu(cid:237) y ahora. El Buda experiment(cid:243) estas verdades como ennoblecientes. El despertar no era tan s(cid:243)lo conseguir un punto de vista mÆs iluminado. Le conced(cid:237)a una integridad natural, una dignidad y autoridad a su vida. Aunque los cinco ascetas hab(cid:237)an jurado no hacerle caso a su ex compaæero disidente, cuando entr(cid:243) al Parque del Venado en Sarnath y se les acerc(cid:243), se descubrieron parÆndose para ofrecerle su respeto. A pesar de ellos mismos, fueron incapaces de resistir la autoridad de la presencia de Gautama. Una existencia sin despertar, en la cual derivamos inconscientes en una oleada de impulsos habituales, es tanto innoble como poco digna. En vez de tener una autoridad natural y no coercitiva, imponemos nuestra voluntad en los demÆs ya sea por manipu- 5 Budismo Sin Creencias Stephen Batchelor laci(cid:243)n e intimidaci(cid:243)n o apelando a la opini(cid:243)n de personas mÆs poderosas que nosotros. La autoridad pasa a ser una cuesti(cid:243)n de fuerza en vez de integridad. En vez de presentarse como un salvador, el Buda se vio a s(cid:237) mismo como un curador. Present(cid:243) sus verdades en la forma de diagn(cid:243)stico, pron(cid:243)stico y tratamiento mØdicos. Si tienes undoloren el pecho,primerotienes que reconocerlo. Luego vas con eldoctorpara que te examine. Su diagn(cid:243)stico tanto identi(cid:28)carÆ la causa del dolor como te dirÆ si es curable. Si lo es, Øl te aconsejarÆ a seguir el curso de un tratamiento. Del mismo modo, el Buda reconoci(cid:243) la condici(cid:243)n existencial de la angustia. Al examinarla encontr(cid:243) que su origen estÆ en el anhelo egocØntrico. Se dio cuenta de que esto pod(cid:237)a cesar y prescribi(cid:243) como tratamiento el cultivo de un camino de vida que abraza todos los aspectos de la vida humana. Aunque "budismo" sugiere otro sistema de creencias, "prÆctica del dharma" sugiere un curso de acci(cid:243)n. Las cuatro verdades que ennoblecen no son proposiciones a creer; son desaf(cid:237)os a actuar. Hay un pasaje en Alicia en el pa(cid:237)s de las maravillas en el que Alicia entra a una habitaci(cid:243)n donde encuentra una botella con una etiqueta que dice "BØbeme". La eti- queta no le dice a Alicia quØ es lo que hay dentro de la botella sino le dice quØ hacer con ella. Cuando el Buda present(cid:243) sus cuatro verdades, primero las describi(cid:243) y luego invit(cid:243) a sus escuchas a actuar sobre ellas. Una vez que captamos lo que quiere decir por "angustia", somos invitados a entenderla (cid:21)a travØs de la etiqueta "EntiØndeme". La verdad de la angustia pasa a ser una invitaci(cid:243)n a actuar. La primera verdad desaf(cid:237)a nuestra relaci(cid:243)n habitual con la angustia. En el sentido mÆs amplio; desaf(cid:237)a la forma en que nos relacionamos con nuestra existencia en cuanto tal: nuestro nacimiento, enfermedades, envejecimiento y muerte. (cid:190)Hasta quØ punto fa- llamos en entender estas realidades y sus implicaciones? (cid:190)CuÆnto tiempo se pierde en distracci(cid:243)n e inconsciencia? Cuando estamos sujetos por una preocupaci(cid:243)n, por ejem- plo, (cid:190)quØ hacemos? Podemos tratar de sacudirla. O podemos tratar de convencernos de que las cosas no son lo que parecen y, al fallar esto, buscamos preocuparnos de otra cosa. (cid:190)QuØ tan seguido abrazamos esa preocupaci(cid:243)n, aceptamos nuestra situaci(cid:243)n y tratamos de entenderla? La angustia mantiene su poder todo el tiempo que le permitamos intimidarnos. Al considerarla habitualmente como temible y amenazante, no logramos ver las palabras escritas en ella por el Buda: "EntiØndeme". Si tratamos de evitar una ola poderosa que surge amenazante sobre nosotros en la playa, nos estrellarÆ contra la arena y la rompiente. Pero si la enfrentamos y nadamos directamente a ella, descubrimos tan s(cid:243)lo agua. Entender una preocupaci(cid:243)n es reconocerla calma y claramente por lo que es: tran- sitoria, contingente y falta de una identidad intr(cid:237)nseca. Mientras que no entenderla es congelarla en algo (cid:28)jo, separado e independiente. Al preocuparnos de si un amigo to- dav(cid:237)a nos quiere, por ejemplo, esto pasa a ser un objeto aislado, en vez de una parte de un proceso que emerge de una corriente de contingencias. Esta percepci(cid:243)n induce a su vez un estado de Ænimo psicol(cid:243)gicamente bloqueado, trabado y obsesionado. Cuanto mÆs dure este estado poco digno, mÆs vamos a ser incapaces de actuar. El desaf(cid:237)o de la 6
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