A ntropología y etnografía en el México del siglo XXI 2021 ISSN 2007_2414 Antropología y etnografía en el México del siglo XXI 2021 Directorio Consejo Directivo 2019-2021 Consejo Directivo 2017-2019 Presidencia Presidencia Martha Patricia Castañeda Salgado Ricardo A. Fagoaga Hernández Vicepresidencia Vicepresidencia Nicanor Rebolledo Recendiz Fernando I. Salmerón Castro Secretaría de Organización Secretaría de Organización Julieta León Romero Lizeth Pérez Cárdenas Secretaría de Organización Suplente Secretaría de Organización Suplente Antonio Zirión Pérez Nicanor Rebolledo Recendiz Secretaría Técnica Secretaría Técnica Rodolfo Oliveros Espinosa Mirza Mendoza Rico Secretaría Técnica Suplente Secretaría Técnica Suplente Milton Gabriel Hernández García Andrés Latapí Escalante Tesorera Tesorera Lizeth Pérez Cárdenas María Guadalupe Escamilla Hurtado Vicetesorera Vicetesorera Berenice Morales Aguilar Patricia Torres Mejía Comité de Vigilancia Comité de Vigilancia Ricardo A. Fagoaga Hernández Andrés Antonio Fábregas Puig Fernando I. Salmerón Castro Alejandro Alfredo González Villarruel Comité Editorial Rodrigo Díaz Cruz (uam-i) Juan José Pujadas (U Rovira i Virgili, España) Gustavo Lins Ribeiro (uam-l) Esteban Krotz (uady, Yucatán) Antonio Escobar Ohmstede (ciesas-cdmx) María Guadalupe Escamilla (ciesas-cdmx) Juan Luis Sariego † (eahnm) Hernán Salas Quintal (iia-unam) Carmen Bueno Castellanos (uia) Andrew Roth Seneff (colmich) Laura R. Valladares de la Cruz (uam-i) Boletín Colegio de Etnólogos y Antropólogos Boletín Colegio de Etnólogos y Antropólogos So- Sociales, A.C. ciales, A.C., Enero-Diciembre 2021, es una publi- cación anual editada por el Colegio de Etnólogos y Antropología y etnografía en el México del siglo Antropólogos Sociales, A.C., Av. Heroica Escuela XXI, 2021 Naval Militar No. 454 (24-A), piso 1, Col. Amplia- ción San Francisco Culhuacán, Alcaldía de Coyoa- Responsable del número: cán, C.P. 04260, Ciudad de México, México. Anne W. Johnson [email protected] Editora responsable: Laura Raquel Valladares Portada: “De la Diana a la Luna”, Ana Laura Contreras Ma- drigal, ganadora en la categoría abierta del Tercer Concurso de Arte Espacial 2018 “México hacia la Luna”, Agencia Espacial Mexicana (aem). Fotografías: Yerko Castro Neira Anne W. Johnson Rodrigo Parrini Roses ISSN: 2007_2414 Gabriela Vargas Cetina Ambulante A. C. Corrección de estilo: Alberto Emiliano Mastache Diseño de maqueta: Se autoriza la reproducción parcial de los materia- Paola Ascencio Zepeda les publicados, siempre y cuando se haga con fines estrictamente académicos, no comerciales y se cite Maquetación: la fuente. Cristina González García Este número contó con el apoyo del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Producción: Iberoamericana. Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C., Índice Presentación: Antropología y etnografía en el México del siglo xxi Anne W. Johnson 9 La escritura etnográfica: un campo común Sandra Rozental Carlos Mondragón 13 La antropología sobre las organizaciones y el arte Gabriela Vargas Cetina 25 El giro etnográfico: repensando las etnografías y las prácticas de investigación antropológica en México Yerko Castro Neira 39 Etnografía en la oscuridad: reflexiones teóricas y propuestas metodológicas para una antropología de los públicos de cine Antonio Zirión Pérez 49 Otros mundos, futuros posibles. Notas para una antropología del espacio exterior desde México Anne W. Johnson 63 Posetnografía Rodrigo Parrini Roses 75 SECCIÓN DOCUMENTAL Informe Final de Actividades del Consejo Directivo 2017-2019 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C. (ceas) Asamblea General del ceas 89 Presentación: Estos términos se asocian tanto que se lle- gan a confundir. Se dice que las antropólogas y los Antropología y antropólogos somos quienes hacemos etnografía, etnografía en el apelando a la noción de la etnografía como mé- todo cualitativo particular. Claro, esta perspectiva México del siglo xxi puede causar pánico existencial cuando nos ente- Anne W. Johnson1 ramos de los usos del método antropológico por parte de profesionistas de otras disciplinas. En ese Una etnografía lleva los seres de un mundo sentido, cuando se le pide a un antropólogo o una al otro mundo. antropóloga distinguir entre las dos actividades, Anand Pandian y Stuart McLean (2017: 1) tiende a recurrir a opciones limitadas: apela a la diferencia entre lo particular/ideográfico (etno- grafía) y lo general/nomotético (antropología). En La antropología, según Tim Ingold, es genero- este mismo tenor, es común establecer una división sa (porque presta atención y responde a lo que dice entre la teoría y la práctica, mapeada en la relación y hace la gente), es abierta (porque no busca solu- entre antropología y etnografía. En todo caso, la ciones finales, pero también porque abre el mundo etnografía se asocia con el trabajo de campo y la al visibilizar alternativas), comparativa (porque por observación participante, y la antropología con lo cualquier camino que toma las cosas, podría haber que pasa después. un sinfín de otros), y crítica (porque no podemos No obstante, Ingold desafía este orden de estar contentos con las cosas como son). Su esencia plantear el trabajo antropológico como una suce- es el diálogo. “La antropología existe para expandir sión de fases, verbigracia: observación, descripción el alcance de este diálogo: hacer de la vida humana y comparación. Por el contrario, la antropología, una conversación” (2017: 22). para él, es en sí la “práctica de observación aterri- Los textos incluidos en este número del Bo- zada en el diálogo participativo” (2008: 87). Y esta letín del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Socia- práctica puede ser mediada por otras actividades les, A. C. responden a la llamada de dialogar sobre descriptivas –las cuales se encuentran ligadas a la los contornos de la antropología mexicana en la observación, como la escritura, pero también la actualidad: sus prácticas, preocupaciones teóricas pintura y el dibujo– y forma parte del quehacer an- y debates disciplinares. La conversación parte de tropológico intrínseco, no solamente en el campo, investigaciones antropológicas llevadas a cabo en sino en otros momentos del proceso de investiga- contextos distintos, no obstante, las y los autores ción; es también fundamental en la comunicación encuentran lugares comunes; entre ellos, una serie tanto con interlocutores participantes en las inves- de reflexiones sobre la antropología y los términos tigaciones como con colegas y estudiantes. Así, la estrechamente relacionados (y a veces confundi- etnografía, en vez de ser un medio para un fin, es dos): trabajo de campo y etnografía. otro tipo de actividad que, según Ingold, implica 1 Profesora-investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y Po- apartar la mirada del campo para dirigirla al texto. líticas, Universidad Iberoamericana. Contacto: [email protected] Antropología y etnografía en el México del siglo xxi 9 De tal forma, la noción de etnografía esbo- De manera similar, en “El giro etnográfico: zada por Ingold tiene mucho en común con lo que Repensando las etnografías y las prácticas de investi- Rodrigo Parrini conceptualiza como “posetnogra- gación antropológica en México”, una reflexión sobre fía”. En su ensayo así titulado, incluido en este vo- las investigaciones que lleva a cabo con migrantes, lumen, Parrini concibe la posetnografía como “el Yerko Castro sigue la línea de Ingold al afirmar que intersticio temporal, espacial, conceptual y meto- la antropología siempre es antropología con, y no dológico que se abre cuando un campo ha conclui- acerca de, los actores humanos. Si bien Castro rescata do, pero no surge uno nuevo; sería un modo de la importancia del trabajo de campo, aun en (o, so- nombrar su desaparición y cierre, pero también una bre todo en) contextos de violencia, también señala espera y la especulación concomitante”. En otras que las preguntas antropológicas van más allá de la palabras, es un apartar la mirada del campo, como metodología, ya que buscan “situarse de un modo señala Ingold, al mismo tiempo que el campo si- particular frente a la realidad social”. gue habitando, como fantasma, al investigador o Ciertamente, entre los actores sociales con la investigadora. los cuales las y los antropólogos interactúan se in- Por otra parte, en “La escritura etnográfica: cluyen los estudiantes, como señala Ingold (2017: un campo común”, Sandra Rozental y Carlos Mon- 23). En ese sentido, tanto Castro como Gabriela dragón mantienen la conceptualización metodoló- Vargas, en “La antropología sobre las organizacio- gica de la etnografía, pero enfatizan el carácter acti- nes y el arte”, explicitan la relación entre la inves- vo de esta práctica, en su doble acepción de “método tigación en campo y la formación de estudiantes. de escritura y método de trabajo de campo” (Heiras De igual forma, varios colegas que escriben Rodríguez, 2014: 180, citado en Rozental y Mondra- en este volumen plantean la necesidad de hacer an- gón). En ambas aceptaciones, la etnografía, al igual tropología en lugares que no les han sido comunes, que el trabajo de campo, es participativa y dinámica sobre todo en el contexto de “los límites habituales (Pandian y McLean, 2017: 1). Por lo demás, en el –predominantemente nacionales– de la discusión recuento del taller etnográfico que coordinan, Ro- etnográfica” (Rozental y Mondragón).2 Por un lado, zental y Mondragón hacen un llamado a pensar la se busca evitar las oposiciones entre “lo nuestro” escritura etnográfica como “un proceso de comu- (mexicano, hispanoparlante) y “lo otro” (extranjero, nicación creativo y experimental” y a atender sus angloparlante) al abrir la discusión sobre la antropo- posibilidades poéticas (Pandian y McLean, 2017). logía hecha en o sobre México, o en otros espacios Ahora bien, la esencia antropológica de la et- geográficos por antropólogos y antropólogas vincu- nografía proviene de la noción clásica de recipro- ladas a México; y, por otro lado, se busca propiciar cidad entre los investigadores y sus interlocutores el diálogo entre colegas y sus perspectivas nacionales –tanto en “el campo” como en los espacios aca- e internacionales. Esta apertura no necesariamente démicos. Al respecto, en un eco de “generosidad” implica caer en un eurocentrismo que atente en con- antropológica –así descrita por Ingold– Rozental tra de las producciones locales, las cuales no están y Mondragón apelan a la coproducción en la antro- 2 Y habrá que matizar la relación entre “la antropología nacional” y “las pología. antropologías nacionales”. Véase el ensayo de Gabriela Vargas en este volumen para el caso de Yucatán. 10 Boletín Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C. / 2021