Los Rayos y las Iniciaciones Por el Maestro Tibetano Djwhal Khul Tratado Sobre Los Siete Rayos Tomo V (Alice A. Bailey) Pág.: 1 de 361 Obras de Alice A. Bailey Editadas por Fundación Lucis Discípulado en la Nueva Era - Tomo I Discípulado en la Nueva Era - Tomo II La Exteriorización de La Jerarquía La Conciencia del Atomo El Alma y su Mecanismo Del Intelecto a la Intuición Autobiografía Inconclusa El Destino de las Naciones De Belén al Calvario La Reaparición de Cristo Los Problemas de la Humanidad Espejismo (Glamour) Cartas sobre Meditación Ocultista Iniciación Humana y Solar La Educación en la Nueva Era La Luz del Alma Telepatía y el Vehículo Etérico Siete Rayos - Tomo I (Psicología Esotérica) Siete Rayos - Tomo II (Psicología Esotérica) Siete Rayos - Tomo III (Astrología Esotérica) Siete Rayos - Tomo IV (Curación Esotérica) Siete Rayos - Tomo V (Los Rayos y las Iniciaciones) Tratado sobre Fuego Cósmico Tratado sobre Magia Blanca Los Trabajos de Hércules El Problema Sexual El Sexo (Recopilación de los libros de El Tibetano) La Muerte (Recopilación de los libros de El Tibetano) El Alma, la cualidad de la vida (Recopilación) Reflexionen sobre Esto (Recopilación) Sirviendo a la Humanidad (Recopilación) El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo Pág.: 2 de 361 El Señor Buda ha expresado que: No hemos de creer en lo dicho, simplemente porque fue dicho; ni en las tradiciones, porque han sido trasmitidas desde la antigüedad; ni en los rumores; ni en los escritos de los sabios, porque han venido de ellos; ni en las fantasías, que se suponen haber sido inspiradas por un deva (es decir, una supuesta inspiración espiritual); ni en las deducciones basadas en alguna suposición casual; ni por lo que parece ser una necesidad analógica; ni por la mera autoridad de nuestros instructores o maestros, sino que hemos de creer cuando lo escrito, la doctrina o lo dicho, está corroborado por nuestra propia razón y conciencia. Por eso, enseñé a no creer lo que oyen decir, sino que, cuando lo crean conscientemente, actúen de acuerdo y plenamente. La Doctrina Secreta, T. VI. p. 49 RESUMEN DE UNA DECLARACIÓN HECHA POR EL TIBETANO PUBLICADA EN AGOSTO DE 1934 Solamente diré que soy un discípulo tibetano de cierto grado; esto puede significar muy poco para ustedes, porque todos son discípulos, desde el aspirante más humilde hasta más allá del Cristo Mismo. Tengo cuerpo físico lo mismo que todos los hombres; resido en los confines del Tíbet y, a veces (desde el punto de vista exotérico), cuando me lo permiten mis obligaciones, presido un grupo numeroso de lamas tibetanos. A esto se debe la difusión de que soy un abad de ese monasterio lamásico. Aquellos que están asociados conmigo en el trabajo de la Jerarquía (todos los verdaderos discípulos están unidos en este trabajo) me conocen también con otro nombre y cargo. A, A. B. conoce dos de mis nombres. Soy un hermano que ha andado un poco más por el sendero y, por consiguiente, tengo más responsabilidades que el estudiante común. He luchado y me he abierto camino hacia la luz y logrado mayor cantidad de luz que el aspirante que leerá este artículo, por lo tanto, tengo que actuar como transmisor de luz, cueste lo que cueste. No soy un hombre viejo, con respecto a lo que la edad puede significar en un instructor, ni tampoco soy joven e inexperto. Mi trabajo consiste en enseñar y difundir el conocimiento de la Sabiduría Eterna donde quiera que encuentre respuesta, y esto lo he estado haciendo durante muchos años. Trato también de ayudar a los Maestros M. y K. H. en todo momento, porque estoy relacionado con Ellos y Su trabajo. Lo expuesto hasta aquí encierra mucho, pero no les digo nada que pueda inducirles a ofrecerme esa ciega obediencia y tonta devoción que el aspirante emocional brinda al Gurú y Maestro con el que aún no está en condiciones de tomar contacto, ni puede lograrlo hasta tanto no haya trasmutado la devoción emocional en desinteresado servicio a: la humanidad, no al Maestro. No espero que sean aceptados los libros que he escrito. Pueden o no ser exactos, correctos y útiles. El lector puede comprobar su verdad mediante la práctica y el ejercicio de la intuición. Ni A. A. B. ni yo, tenemos interés en que se los considere como que han sido inspirados, ni tampoco que se diga misteriosamente que son el trabajo de uno de los Maestros. Si estos libros presentan la verdad de tal manera que pueda considerarse como la continuación de las enseñanzas impartidas en el mundo, y si la instrucción suministrada eleva la aspiración y la voluntad de servir desde el plano de las emociones al plano mental (el plano donde pueden hallarse los Maestros), entonces estos libros habrán cumplido su propósito. Si la enseñanza impartida encuentra eco en la mente iluminada del trabajador mundial y si despierta su intuición, entonces acéptense tales enseñanzas. Si estas afirmaciones son comprobadas oportunamente y consideradas como verdaderas bajo la prueba de la Ley de Correspondencias, muy bien, pero si esto no es así, no se acepte lo expuesto. Pág.: 3 de 361 INDICE PRIMERA PARTE 7 CATORCE REGLAS PARA LA INICIACIÓN GRUPAL Pag. OBSERVACIONES PRELIMINARES 7 PALABRAS DE INTRODUCCIÓN 12 Regla Uno El Devenir y la Función Grupales 18 Regla Dos Aceptado como Grupo 29 Regla Tres Dual es el Movimiento hacia delante 38 Regla Cuatro Evocación de la Voluntad 47 Regla Cinco El Todo Macrocósmico 57 Regla Seis El Grupo sigue adelante en la Vida 63 Regla Siete La Palabra Invocadora 67 Regla Ocho Los Siete, los Tres y el Uno 74 Regla Nueve El Iniciador Uno 84 Regla Diez O.M. el Sonido Creador 89 Regla Once El Cuarto Gran Ciclo de Realización 102 Regla Doce Servicio Grupal Iluminado-Salvador 110 Regla Trece El Misterio Oculto 120 Regla Catorce La Quíntuple Demanda 138 SEGUNDA PARTE 154 LOS RAYOS Y LAS INICIACIONES OBSERVACIONES PRELIMINARES 154 PRIMERA SECCIÓN. EL ASPIRANTE Y LOS MISTERIOS DE LA INICIACIÓN 165 La Entrada a través de los dos Portales de la Iniciación 165 El Portal de la Iniciación 165 El Portal que da entrada al Camino de la Evolución Superior 169 La Entrada en el Ashrama 174 Los siete Grupos de Ashramas dentro de la Jerarquía 177 Los siete Senderos que enfrenta el Maestro 187 El Sendero del Servicio en la Tierra 188 El Sendero del Trabajo Magnético 190 El Sendero de entrenamiento para los Logos Planetarios 192 Ciertos Cambios Jerárquicos 193 El Sendero hacia Sirio 195 El Sendero de Rayo 198 El Sendero que recorre el Logos Mismo 199 El Sendero de la Filiación Absoluta 200 Párrafos Extraídos de Tratado sobre Fuego Cósmico 201 Análisis de la Tensión Mundial 203 La Vida Dual del Proceso Iniciático 204 La Vida Dual del Discípulo 206 La Existencia Dual del Maestro 207 Pág.: 4 de 361 La Ciencia del Antakarana 209 La Construcción del Antakarana 210 La Naturaleza del Antakarana 214 El Puente entre los Tres Aspectos de la Mente 216 El Puente como Agente de Alineamiento 223 La Técnica de la Construcción 225 En el Pasado 226 En el Presente 228 Seis Etapas del Proceso de Construcción 230 La Tarea Inmediata 235 Los Siete Métodos de Rayo 237 Delineamiento de la Contemplación Reflexiva 242 Significado del Proceso Iniciático 252 Fusión de la Conciencia del Maestro con la del Discípulo 257 Impresión de la Intención Jerárquica en la Mente del Discípulo 260 SECCIÓN SEGUNDA. EL ASPIRANTE Y LAS INICIACIONES MAYORES 263 La Relación de los Siete Rayos con las Iniciaciones 263 Los Rayos y las Cinco Iniciaciones que enfrenta la Humanidad 267 Primera Iniciación. El Nacimiento. Séptimo Rayo 268 Segunda Iniciación. El Bautismo. Sexto Rayo 271 Tercera Iniciación. La Transfiguración. Quinto Rayo 278 Cuarta Iniciación. La Renunciación. Cuarto Rayo 284 El Tipo particular de la Energía involucrada y su Efecto iniciático 285 El Efecto de la Energía de Armonía a través del Conflicto sobre la Humanidad 288 El Factor del Rayo Amor-Sabiduría cuando controla al Cuarto Rayo 290 El Efecto del Rayo de Armonía a través del Conflicto en el Mundo Moderno de Naciones 292 Los resultados de la Actividad del Cuarto Rayo sobre el Discípulo Individual 299 Resumen y Predicción 300 Los Rayos de Aspecto y las Iniciaciones Superiores 301 Quinta Iniciación. La Revelación. Primer Rayo 302 El Efecto que en la Actualidad Produce el Primer Rayo sobre la Humanidad 304 Sexta Iniciación. La Decisión. Tercer Rayo 307 Séptima Iniciación. La Resurrección. Segundo Rayo 308 Octava Iniciación. La Gran Transición. Cuarto, quinto, sexto, y séptimo rayos 308 (Los cuatro rayos menores) Novena Iniciación. La Negación. Primero, segundo y tercer rayos 308 (Los tres rayos mayores) LAS SIETE Y LAS NUEVE INICIACIONES DE NUESTRA VIDA PLANETARIA 309 La Significación de las Iniciaciones 311 Primera Iniciación. El Nacimiento en Belén 312 Segunda Iniciación. El Bautismo en el Jordán 316 Tercera Iniciación. La Transfiguración 322 Pág.: 5 de 361 Cuarta Iniciación. La Gran Renunciación o Crucifixión 324 Quinta Iniciación. La Revelación 329 La Parte que Desempeña la Energía al Inducir a la Revelación 331 El Lugar que ocupa la Voluntad para Inducir a la Revelación 334 Sexta Iniciación. La Decisión 336 Séptima Iniciación. La Resurrección 340 Octava Iniciación. La Gran Transición 343 Novena Iniciación. La Negación 343 APÉNDICE 345 CINCO GRANDES ACONTECIMIENTOS ESPIRITUALES 345 ESTANZAS PARA DISCÍPULOS 355 Pág.: 6 de 361 PRIMERA PARTE CATORCE REGLAS PARA LA INICIACIÓN GRUPAL OBSERVACIONES PRELIMINARES Creo que sería conveniente, hermanos míos, subrayar nuevamente el hecho de que sólo puede penetrar en el mundo amorfo el aspirante que ha adquirido cierta capacidad de centrarse en los niveles abstractos del plano mental. Ello involucra, lógicamente, haber logrado algún desarrollo interno en la propia naturaleza del aspirante, pues de otra manera sería imposible obtener el contacto requerido. Es necesario el autoesfuerzo, cuyo resultante desarrollo podría describirse de la manera siguiente: I. La Repolarización de Todo el Hombre Inferior a fin de cambiar su actitud hacia el conglomerado de formas que componen su campo general de contactos. Entonces ya no se dejara ilusionar por las cosas de los sentidos, tendrá en sus manos el hilo o clave que eventualmente lo guiará del laberinto de las percepciones de la vida inferior, llevándolo al campo del claro conocimiento y al reino de la luz del día, y ya no caminará en las tinieblas. Esta repolarización se obtiene de cuatro maneras, cada una de las cuales proporciona el siguiente paso a dar y, en conjunto (si se las sigue debidamente), llegarán a subyugar totalmente a la personalidad. Los cuatro métodos son: El constante e infalible esfuerzo para centrar la conciencia en la cabeza. Desde esta posición central, el Hombre Real, el agente rector, dirigirá y guiará todos sus miembros, imponiendo un nuevo ritmo y hábito de respuesta a los "señores lunares" del cuerpo físico. Dos factores valiosos y benéficos producirán la necesaria polarización: Valorar constantemente las palabras "Yo soy el Yo, el Yo soy Yo". Habituarse a meditar por la mañana temprano, centrándose el Pensador en el punto de control, y comenzar el día de experiencia y de contactos, entendiendo que sólo es el Observador, el Perceptor y. el Actor. Una minuciosa consideración del uso y abuso de la energía durante el día. Cada hombre debe comprender que al emplear energía ejerce dirección y recorre el sendero. Produce oportunamente la fiel manifestación y despliegue de la propia luz a fin de irradiarla sobre las circunstancias, ayudando así a los demás peregrinos. Los estudiantes deberán familiarizarse con el "concepto energía" y aprender a considerarse como unidades de energía que despliegan ciertos tipos de energía. Debe tenerse presente al respecto, que cuando la energía espiritual y material (dos polos opuestos) se ponen en relación, se produce un tercer tipo de energía, y el trabajo del cuarto o reino humano, consiste en demostrar este tipo peculiar. A fin de aclarar las ideas sería conveniente que los estudiantes recordaran que las entidades superhumanas despliegan energía espiritual, las entidades subhumanas despliegan energía de la materia, las entidades humanas despliegan energía del alma. Cuando estas tres energías se manifiesten en forma perfecta se consumará el plan de la creación. Además debe recordarse que las tres manifiestan sin embargo la dualidad -espíritu y materia-, siendo la manifestación de una gran Existencia y de Su aparición. Por lo tanto, las denominadas "tres gunas" (cualidades) de la filosofía hindú, sólo son cualidades que esa Existencia manifiesta por medio de tales tipos de entidades. Las vidas superhumanas expresan sattva, guna o la cualidad del ritmo y de la respuesta armoniosa al impulso divino del perfecto despliegue de la colaboración coordinada con el propósito de la manifestación. Las vidas humanas demuestran la cualidad de rajas, de movilidad, de constante y consciente cambio a fin de descubrir lo Real y demostrar, por medio de la experiencia, la verdadera naturaleza de la respuesta rítmica. Pág.: 7 de 361 Las vidas subhumanas expresan la cualidad de tamas o inercia Actúan ciegamente y no tienen la capacidad de responder conscientemente al plan. Constituyen la suma total de las "unidades de inercia", así como los entes humanos son denominados "puntos de luz que se mueven dentro del cuadrado". Esto resultará de interés para los masones. Este tema sobre el uso y el abuso de la energía puede ser desarrollado al infinito, y lo traté extensamente en otros libros donde di bastante información sobre los centros. Ahora sólo trato de impartirles lo que puede ser de utilidad inmediata para los estudiantes, sentando así las bases para el trabajo posterior. El cuidadoso estudio de la necesaria transmutación de la energía astral y emocional en amor, la energía del amor. Involucra la sublimación del sentimiento personal en comprensión o consciencia grupal, y cuando se realiza exitosamente crea con el tiempo un cuerpo superior y más sutil, la envoltura búdica Cuando ésta se materializa, marca una elevada etapa de progreso, pero las etapas anteriores pueden ser encaradas inteligentemente por el estudiante y probacionista sensato. A fin de trasmutar la emoción en amor es necesario comprender los puntos siguientes: 1. Que toda disposición de ánimo demostración de tristeza, dolor o emoción feliz, se debe a que nos identificamos con los objetos de nuestros deseos, con el aspecto forma y lo material. 2. Que el cuerpo emocional o astral y la parte que desempeña en el desarrollo del estudiante debe ser reconocido como la sombra de la mónada, y establecerse una conexión entre la envoltura astral 2do. plano, la envoltura monádica 4to. plano, la envoltura búdica 6to. plano, y también debe ser considerada cuidadosamente la actuación que le corresponde a los pétalos de amor del loto egoico. 3. Que la potencia de la envoltura astral se debe a su naturaleza indivisible 4. Que el estudio de la función del plexo solar y la parte que desempeña como órgano para la trasferencia de energía, desde los tres grandes centros abajo del diafragma a los tres centros superiores, constituye una estrecha analogía con el loto solar, el cuerpo egoico, que ocupa el punto medio entre la triple mónada y el triple hombre inferior. Quienes están más avanzados deberían comprender esto. El desarrollo de la facultad de la mente, a fin de que el Pensador se aferre y se mantenga firme en el proceso mental y aprenda a considerar la mente como intérprete de los estados de conciencia, como transmisor de la intención egoica al cerebro físico y como ventana a través de la cual el Ego, el Hombre Real, observa vastos campos de conocimiento y (para la mayoría) aun son ignotos. II. Surgimiento a la Manifestación del Aspecto Subjetivo en el Hombre. Uno de lo objetivos de la evolución consiste en que sea reconocida oportunamente la realidad subjetiva. Esto se puede expresar de varias maneras simbólicas, conteniendo todas el mismo hecho de la naturaleza: El nacimiento del Cristo interno. El brillo de la radiación interna o gloria. La manifestación del segundo aspecto o aspecto amor. La manifestación del Ángel solar. La aparición del Hijo de Dios, el Ego o Alma inmanente. La plena expresión de budi a medida que utiliza a manas. Cómo se produce este surgimiento a la manifestación, puede deducirse de las frases siguientes: El refinamiento de los cuerpos, los cuales constituyen el cascarón o envoltura que oculta la realidad. Pág.: 8 de 361 El proceso de "retirar los velos", a fin de que uno por uno los cuerpos que velan al Yo lleguen a ser trasparentes, permitiendo a la naturaleza divina brillar plenamente. La expansión de conciencia, lograda por la capacidad del Yo para identificarse como el Observador, con su verdadera naturaleza, sin considerarse a sí mismo como el órgano de percepción. III. EI Realineamiento de las Envolturas Inferiores a fin de que el contacto con el verdadero Hombre, el Pensador, el Angel solar, en los niveles superiores del plano mental, llegue a ser total y continuo. Ello es posible sólo cuando son captados los dos puntos anteriores y se comprende parcialmente la teoría de la constitución del hombre. A medida que practiquemos la meditación, dominemos conscientemente los cuerpos inferiores y comprendamos mejor el Sutratma o Hilo, entonces podrá llevarse cada vez más a la personalidad inferior, en el plano físico, esa iluminación espiritual y esa energía divina que es herencia del alma. Paulatinamente la luz brillará; año tras año la fortaleza del contacto superior aumentará; gradualmente la afluencia del amor y sabiduría divinos a los centros de la cabeza se acrecentará, hasta que con el tiempo el hombre inferior se trasformará totalmente, sus envolturas se refinarán, y podrá controlarlas y emplearlas: entonces expresará en la tierra los poderes del Guiador, Instructor o Manipulador, de acuerdo al rayo mayor a que pertenezca su mónada. IV. Una Serie de Pruebas que Conducen. a la Iniciación. Cuando el hombre comience a manifestar las cualidades de su rayo y llegue gradualmente a ser de mayor importancia para su grupo, será preparado por medio de pruebas, experiencias y tentaciones, para esas etapas finales de desenvolvimiento que lo pondrán en posesión de: El conocimiento de ciertas leyes que rigen a la materia y a la forma. Las claves de los misterios vinculados a la energía, la polaridad y la relación grupal. Ciertas Palabras de Poder que le otorgarán el control de las fuerzas elementales de la naturaleza. La visión interna de los planos planetarios. No es necesario explayarme sobre esto, ni tampoco desarrollar el tema de la Iniciación (Discipulado en la Nueva Era, Tomos I y II. El primer trabajo a realizar consiste en estimular al aspirante y preparar a esos pocos que ansían recorrer el sendero del discipulado. El punto final de nuestro tema concierne a: V. La Esencialidad Básica de Poseer un Carácter Puro. Esto es algo más que ser simplemente bueno. Tiene que ver con el aspecto materia y está relacionado con el aferramiento o control que ejerce la forma sobre el hombre. Podría expresarse, a fin de darle un significado más esotérico, de la manera siguiente: Si uno de los tres elementales inferiores -físico, astral y mental- es el factor que controla la vida del hombre éste -por ese mismo hecho es llevado a una posición peligrosa y debe dar los pasos necesarios para detener ese control antes de intentar la penetración en los reinos amorfos. Se evidencia la razón de ello. De acuerdo con la ley que rige a la materia, la Ley de Economía, la vida elemental atraerá hacia sí las vidas similares, lo cual dará por resultado dos peligros y son: Uno: La acumulación en la forma -debido a la dominante nota emitida por el elemental de la forma-, de materia de vibración sincronizada. Ello tenderá a acrecentar la magnitud de la tarea que tiene por delante el Ego e impulsará al hombre inferior a adquirir mayor predominio. Los "señores lunares" aumentarán su poder y disminuirá el del Señor solar. Dos: el hombre con el tiempo se encontrará rodeado de formas mentales de orden inferior (desde el punto de vista del alma), y antes de poder entrar en el Arcano de la sabiduría y hallar el camino hacia el mundo del Maestro tendrá que disipar las nubes de formas mentales que ha atraído hacia sí. Si el discípulo no aprende que aspiración y autodisciplina deben ir a la par, hallará que la energía espiritual que puede conocer y con la cual hacer contacto, sólo servirá para estimular las malignas energías latentes en su naturaleza, demostrando así la exactitud de la verdad enseñada por el gran Señor, al relatar el episodio del hombre que barrió fuera de su hogar a siete demonios y descubrió, oportunamente, que estaba en peor situación que antes. Es muy esencial que los aspirantes comprendan la naturaleza del Pág.: 9 de 361 hombre inferior y capten el hecho de que todo sistema coherente posee sus variados tipos de energía y que la perfección se logra cuando predomina el tipo más elevado de energía inherente. Si la energía inferior del conjunto de átomos-forma constituye el factor controlador, entonces ocurrirán tres cosas: 1. La forma misma crecerá por acumulación, aumentando constantemente su poder, hasta que la dominante voz de sus "señores lunares" apagará las demás voces y el hombre será arrastrado nuevamente a la inercia, a la ceguera y a la esclavitud. 2. Hay muchas personas que no sólo están controladas por algunas de esas formas, sino que son prisioneras de las tres. Al estudiar al triple hombre inferior y a las energías o vidas, que tratan de controlarlo, debe recordarse que éstas son de tres categorías: a. Las diminutas vidas individuales que denominamos átomos o células del cuerpo. Son de tres clases y componen respectivamente los cuatro tipos de cuerpos: físico denso, etérico, astral y mental. b. El conjunto de estas vidas que constituyen en sí cuatro tipos de elementales o existencias separadas coherentes, aunque no autoconscientes. Estos cuatro señores lunares constituyen lo que "la Sabiduría Antigua denomina "los cuatro lados de un cuadrado". Son el "cuaternario inferior", los "cubos aprisionantes" o la cruz sobre la cual el Hombre espiritual interno será crucificado. Estos cuatro elementales poseen inteligencia propia, se hallan en el arco involutivo; cuando tienden a ser demasiado poderosos acatan la ley de su propio ser y expresan plenamente lo que hay en ellos. c. Un dominante señor lunar, que conocemos por el término de "personalidad inferior"; él (si puede emplearse el pronombre personal) es la suma total de los elementales físico, astral y mental, y constituye el poder que en la actualidad obliga a las "energías ígneas" del cuerpo a nutrir los tres centros inferiores El cuerpo etérico tiene una función excepcional y curiosa, siendo simplemente el vehículo para el prana o vida y el centro que emplea, tiene su categoría propia. 3. Todas las formas subhumanas, en conjunto, prueban ser un poderoso factor que detiene el progreso hacia la emancipación del Hombre Real. Constituyen el reverso de lo que entendemos por el mundo del Maestro, y ambos están en directa oposición entre sí, desde el punto de vista del aspirante. El adepto puede penetrar en el mundo de la forma, entrar en contacto con él y actuar en ese mundo, sin que lo afecte, pues nada hay en él que responda a ese mundo. A través de la ilusión ve la realidad que subyace detrás y, sabiendo donde está situado, nada que lo atraiga existe en la demanda y llamado de estos señores lunares. Está ubicado entre los pares de opuestos. En la comprensión de la naturaleza del mundo de la forma y de las vidas que lo componen, en la habilidad de oír la voz del "Uno amorfo", por encima del tráfago de las voces inferiores, el aspirante tiene la oportunidad de zafarse del dominio de la materia. Hermanos míos, el verdadero trabajo-mágico consiste en comprender los sonidos de todos los seres, y su clave reside en la habilidad de hablar el lenguaje del alma. Estas facultades, correctamente empleadas, imponen sobre las vidas menores ese control que conducirá a la liberación final y, con el tiempo, llevará a esas vidas al reino de la autoconciencia. Este aspecto de la materia es aún muy poco comprendido por los hijos de los hombres. Si sólo se dieran cuenta de que por su predisposición a caer bajo el control lunar precipitan a las diminutas vidas de su pequeña sistema, más profundamente en la oscuridad de la ignorancia, quizás asumirían más rápidamente sus justas responsabilidades; si comprendieran que por su constante tentativa de imponer el ritmo del Señor solar, sobre el conjunto de los señores lunares, impulsan esas vidas hacia el desenvolvimiento autoconsciente, quizás procederían con más prevención e inteligencia. Éste es un mensaje que debe difundirse, pues los diversos aspectos de la vida de Dios son interdependientes y ninguno progresa hacia una mayor comprensión sin beneficiar a todo el grupo. Pág.: 10 de 361
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