Description:Paul percibió que ocho rostros estaban pendientes de él. A pesar del tono irónico de la estilizada y «progre» Cheryl. Decidió que la noticia que traía a la pandilla llevaba en sí suficiente dinamita como para permitirse una cierta dosis de guasa marchosa. Por eso elevó los dos dedos de la mano derecha que sostenían su «porro» y chupó delicadamente dos o tres veces, consciente de la expectación que había provocado en el auditorio su tensa exclamación. En total se reunían en el descarnado sótano del edificio en construcción (cuyos trabajos se habían abandonado dos años atrás), cinco muchachas y cuatro mozalbetes, incluyendo al divertido Paul.