Pocos textos, en la literatura mexicana de imaginación, tiene la belleza y la expresividad de este relato, Aura, en que los procedimientos de la ficción están llevados a sus últimas consecuencias. Las imagenes del sueño alteran la realidad o la realidad se ve contaminada por el sueño. Aura es más que una intensa historia de fantasmas: es una lúcida y alucinada exploracion de lo sobrenatural, un encuentro de esa vaga frontera entre la irrealidad y lo tangible, esa zona del arte donde el horror engendra la hermosura.