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Asociación entre los ambientes escolares y las actitudes de apoyo hacia la violencia en ... PDF

28 Pages·2014·0.27 MB·Spanish
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Asociación entre los ambientes escolares y las actitudes de apoyo hacia la violencia en estudiantes colombianos //The association between school Revista Colombiana Investigaciones de Educación, N.º 66. climate and Colombian students´ Primer semestre de 2014, Bogotá, Colombia. supportive attitudes toward violence //Relação entre os ambientes escolares e as atitudes de apoio à violência em estudantes colombianos Recibido: 29/12/2013 Evaluado: 23/02/2014 Silvia Diazgranados Ferráns* * Candidata doctoral, Human Development and Education, Harvard Graduate School of Education. Correo electrónico: [email protected] Resumen En el presente estudio se explora si los estudiantes que atienden instituciones con ambientes escolares de cuidado, en orden y abiertos a la participación estu- diantil, demuestran tener menos actitudes de apoyo a la violencia que los estu- diantes que atienden instituciones educativas con ambientes que exhiben poco orden, poco cuidado y poca apertura a la participación, después de contro- lar por variables demográficas e institucionales. Se usan los datos piloto de la prueba Saber 2012 en competencias ciudadanas y modelos de regresiones mul- tinivel con interceptos aleatorios para predecir las actitudes de apoyo a la vio- lencia de 253 estudiantes a partir de los ambientes escolares en que estudian, tal y como fueron descritos por un grupo independiente de 274 pares en 39 institu- ciones educativas. Los resultados indican que las actitudes de apoyo a la violen- cia tienen una relación negativa, moderada y estadísticamente significativa con los ambientes de cuidado (p<.001), positiva, moderada y estadísticamente signi- ficativa con los ambiente en orden (p=.01) y ninguna relación aparente con los ambientes escolares abiertos a la participación estudiantil. Después de construir una tipología de cuatro ambientes prototípicos cruzando las características de cuidado y orden, se observa que los estudiantes en ambientes autoritarios exhi- ben las actitudes más altas de apoyo a la violencia del grupo, seguidos por los estudiantes en ambientes negligentes, autoritativos, y por último, con el puntaje más bajo, los estudiantes en ambientes permisivos. Se discuten las implicacio- Palabras Clave nes de estudio para la práctica, así como limitaciones e investigaciones futuras. Clima escolar, violencia, compe- Abstract tencias ciudadanas. This study explores whether students who attend institutions with school envi- ronments that are caring, ordered and open to student participation exhi- Keywords bit less supportive attitudes towards violence than students in schools that are less caring, less ordered and less open to student participation, after controlling School climate, violence, citi- demographic and institutional variables. Pilot data from the 2012 SABER test of zenship competences. citizenship competences in Colombia is used, and multi-level regression models with random intercepts to estimate the attitudes towards violence of 253 stu- dents from 39 institutions, according to the quality of their school environments Palavras chave as described by an independent group of 274 peers from the same schools, are employed. Results show that students’ supporting attitudes towards violence are Clima da escola, violência, com- negatively, moderately and significantly related with caring school environments petências de cidadania. (p<.001), positively, moderately and significantly related to ordered school envi- pp. 173-200 ronments (p<.001) and not related to environments that are open to students’ par- ticipation. After constructing a typology of four school climates, based on diffe- rent values of care and order, evidence shows that students from authoritarian environments exhibit the highest supporting attitudes towards violence, followed by students from negligent environments, then students from democratic envi- ronments, and with the lowest score of all groups, students from permissive envi- ronments. Implications of this study for practice, as well as limitations and future research are discussed. Resumo Este estudo explora se estudantes de instituições com ambientes escolares de cuidado, ordem e abertos à participação estudantil mostram menos atitudes de apoio à violência do que estudantes em ambientes de pouco ordem e cuidado, e escassa abertura à participação, controlando variáveis demográficas e institucio- nais. Usaram-se dados piloto da prova Saber 2012 sobre competências de cida- dania, e modelos de regressão multinível com interceptos aleatórios para prever as atitudes de apoio à violência de 253 estudantes, partindo dos ambientes esco- lares em que estudam como foram descritos por um grupo independente de 274 6 N.º 6 pares em 39 escolas. Os resultados mostram que as atitudes de apoio à violência n têm relação negativa moderada e estatisticamente significativa com os ambien- ó aci tes de cuidado (p<.001), positiva moderada e estatisticamente significativa com duc os ambientes de ordem (p=.01), e não tiveram relação com as ambientes aber- Revista Colombiana de E ISSN 0120-3916 Primer semestre de 2014 tpeltstoêiaiscrvnçsotouo õctàsodsie, .a tas peí S npdae ãptiro eocpto iso cgerd s eirsúip uqsmclcaputri uçouimasãt,zmia oodass b ean cefigsudoes utatonmuuis tddr e aiaooamssss ne.a pctpsuialcleit.rcoo laoaArrtieçespt áõreómíresssitsato iu ccisdsdoa omabsn naesodttissrexettuusor i acd,re mu oomui s dpma eaaataismdrt tauoutb id adpiee eaop snnlor otmátreegdtsiasice a ineams em d,a ,gme l ltoa iaeqgmbssues mbdnaeietrtoerev o nasaq ,pt- uaesdomeseei opambq esiàu oerl emnivcm irtiooeásiss---- N.º 66 Las actitudes de apoyo a la violencia se refieren a las creencias 174 de que la agresividad es un medio efectivo para resolver los pro- blemas, que puede usarse para obtener lo que se quiere (Lucken- bill y Doyle, 1989). El efecto de las actitudes de apoyo a la vio- lencia sobre el bienestar de las personas y las comunidades no se debe subestimar. Las personas que favorecen el uso de la violen- cia están en mayor riesgo de experimentar conflictos interpersona- les, involucrarse en violencia escolar (Gellman y Delucia-Waack, 2006), violencia de pareja y violencia doméstica (Eckhardt, Sam- per, Suhr y Holtzworth-Munroe, 2012), violencia con armas (Gol- dberg et al., 2010), y en general, volverse perpetradores de violen- cia (Copeland-Linder, Johnson, Haynie, Chung, y Cheng, 2012). Los jóvenes que tienen actitudes que favorecen el uso de la vio- lencia están el alto riesgo de abandonar la escuela (Farmer y otros, 2003; French y Conrad, 2001; Kokko, Tremblay, Lacourse, Nagin, y Vitaro, 2006) Nagin, & Vitaro, 2006 y de tener problemas con el sistema de justicia criminal (Kelty, Hall y O’Brien-Malone, 2012). Al respecto, es posible pensar que las comunidades en que preva- lecen actitudes culturales de apoyo a nismos importantes de intervención la violencia se encuentren en mayor que pueden contribuir a transforma- riesgo de sufrir altas tasas de violen- ciones positivas para prevenir la vio- cia, actividad criminal y violaciones lencia. Primero, las escuelas pueden de derechos humanos. Sobra decir ofrecer a los estudiantes ambien- que estos problemas no solo consti- tes seguros y pacíficos, en donde se tuyen una amenaza para la estabili- encuentren menos expuestos a la vio- dad de la democracia y la prosperi- lencia y rodeados de relaciones de dad de la economía, sino que tam- cuidado que faciliten su desarrollo. bién ponen en riesgo la posibilidad Segundo, las escuelas pueden ofrecer de encontrar y de mantener una paz a los estudiantes ambientes demo- duraEdxiesrtae eunn eal paamísp.l ia literatura que cdreánti cao sd ye spaarrrotilclaipr atliavso sc oqmuep eletes nacyiaus- actitudes mbianos tdlcpmrrleaeeeeisoonsanlsetacr u dtcntdyecuadoio e iammilpóssa a ronderiscile er noeoeqanes tssncuagtn ltoot oaeetisrlst sael ul rqtoos eujduós lasldoe aa evgcisscc eorf o saeitdnsaóeilcst eeem unitqevg sod au.bnoier oepeeicssSesso,s ui nm neyfeyotx oipen urnep lsmetyoamdr lr ao seioailvb nrmsan acica d naopovrusugs moiolnoooaalrnaa------, qbcalbcglsaeiipoaulusossec rmee mnepeni no anueonia nldrdnrefmsmmeueei cdsdnnereia atnectseesnidi itf ntoayeidm.ac c ,nanUs alaiaarul oron n m ps neacseaoaa sliur prgeecalrameounesu tsnvrntepur oteiooelldes ais sim idao óv aief elninnieavole t scteellnsedteatraeroste n nosn sr v tpa eutihapiincusdds.ia v ip eaocorApeóda o nsrdtede notaeeiinne------l Asociación entre los ambientes escolares y las de apoyo hacia la violencia en estudiantes colo Silvia Diazgranados Ferráns pp. 173-200 N.º 66 parte muy relevante en la vida de la textuales que se encuentran asocia- gente joven, ya que además de ser dos a las actitudes de apoyo a la vio- 175 los lugares donde reciben su educa- lencia. ción formal, también son los princi- El efecto de los pales escenarios en que desarrollan ambientes de cuidado, los conocimientos, las actitudes y habilidades cognitivas y socioemo- en orden y abiertos cionales que necesitan para resolver a la participación sus conflictos de manera no violenta (Eccles y Roeser, 2011; Jones, Brown Las investigaciones sugieren y Aber, 2011). En efecto, en las ins- que tanto los ambientes fami- tituciones educativas se pueden rea- liares (Baumrind, 1973; Nelsen, lizar intervenciones tempranas, con- 2006) como los ambientes escola- sistentes y sostenibles orientadas a la res (Chaux, 2012, Hughes, 2002; prevención de la violencia (Kellam y LaRusso y Selman, 2011, Diazgra- Langevin, 2003; Coie, Miller-Johnson nados y Selman, 2014) que se carac- y Bagwell, 2000). Al respecto, Velás- terizan por un gran énfasis en el quez y Chaux (2009) han sugerido cuidado por las relaciones y por la que las escuelas brindan dos meca- existencia de orden en la claridad y reforzamiento de las reglas favorecen el desarrollo de actitudes y habilidades prosociales. Basándose en los estudios de Baumrind (1973) sobre estilos parentales de crianza, Hughes (2002) iden- tificó a profesores con estilos de enseñanza autoritativos como aquellos que crean relaciones de cuidado con sus estudiantes y establecen ambientes en orden a través de reglas claras que refuerzan de manera consistente, a profesores con estilos permi- sivos como aquellos que cuidan las relaciones con sus estudian- tes pero no se preocupan por establecer ni reforzar las reglas, a profesores con estilos autoritarios como aquellos que no estable- cen relaciones cálidas y de cuidado con sus estudiantes pero se esfuerzan por mantener el orden a través de reglas que se refuer- zan de manera consistente, y a profesores con estilos negligen- tes como aquellos que no establecen relaciones de cuidado ni ambientes en orden. Al respecto, Chaux (2012) indica que estilo 6 N.º 6 de enseñanza ideal para el desarrollo de competencias socioe- ón mocionales en los jóvenes es el autoritativo –o democrático–, ucaci mientras que el peor es el negligente. Desde su punto de vista, d Revista Colombiana de E ISSN 0120-3916 Primer semestre de 2014 ldncyoa eecssss ota eidmgrsertoopipl,loo elyorsn t e daapnmeuo etrdioqele rnsui eqtteaogu resuie noni nh sde aaoylcy , pe aplrpo eiumtsran mjbe ósirlvuseoiepsv n.eeo ler svsc itoasamopmrrp epyono srdcteeao nbm f aaaisev atnoo terloeen rc daeeerln aml oceistlei tbjduóuodve eeans-l N.º 66 Algunas investigaciones sobre clima escolar brindan apoyo a esta idea pero otros estudios brindan información mixta. 176 Por ejemplo, en un estudio sobre la relación que existen entre ambientes escolares y los comportamientos de riesgo, LaRusso y Selman (2011) encontraron que en los ambientes de cuidado, en donde los profesores usan estrategias positivas de resolución de conflictos basadas en el afecto y el respeto por las reglas, los estudiantes reportan bajos comportamientos de riesgo y baja prevalencia de violencia en sus escuelas. En ambientes de super- vivencia, en donde los profesores no desarrollan relaciones de cuidado con los estudiantes ni establecen reglas claras y efecti- vas para manejar los conflictos, los estudiantes reportan involu- crarse en altos comportamientos de riesgo y describen sus ins- tituciones educativas como lugares en que prevalecen las acti- tudes agresivas y los comportamientos de violencia. Por último, en ambientes de poder, donde los profesores se encuentran pre- ocupados por mantener el orden y control a través de los cas- tigos y reglas, pero no establecen relaciones de cercanía y cui- dado, los jóvenes reportan menores comportamientos de riesgo y prevalencia de violencia que en empoderamiento, y 3) climas esco- los ambientes de supervivencia, lares cohesivos: los estudiantes per- pero mayores actitudes agresivas ciben mucha seguridad, mucho cui- que en los ambientes de cuidado. dado, moderado orden y moderado De manera similar, Diazgrana- empoderamiento. Curiosamente, dos y Selman (2014) exploraron la los autores no encontraron en la manera cómo la percepción que los muestra estudiantes que percibieran adolescentes tienen del clima esco- climas escolares permisivos en sus lar afecta su decisión de apoyar a la instituciones educativas. En com- víctima, mantenerse al margen del paración con los ambientes cohe- conflicto o unirse a los perpetrado- sivos, los estudiantes en ambientes rdees depe ivsoiodlieonsc idae c uagarnedsoió sno nd ete sptaigroess nmeagyliogre pnrteevs ayle anuctioar idtaer iionsc iddeesncterisb dene actitudes mbianos cmehcqefdrinasauaebecd ldnelidoeoda ,t ilellzradoao eg rasc as,eo l o eanresqelse , neust mleutg eeeolqdievn oscuidaac a.oenfi ionendl Ctnetcelcaeotgotsi rsadsi dma od netrepi,eoo ne r sn 2vtnloueapi )efo ss ceanop :lus rer reot1eaddnerr)stcee c erpelondsis uaep c ,e eugicl nopisusimstd óeauralirinnaass--- vpallfrqeaooeigsuuossrstree mu uleiees dnlsatstneioivatónaicnedslnn io soae tatsaeds is gy mstdeaua d deysbcdpe ieuiieisa oe admnrmennneassitetsreutnee .esñe suas Y as q yet noaluerasaauzbnet sundate osid idvnuafmrieíiiduo cetmreaitt necionraimntianreoolcin dastscsia, sai o qcrd llimduadiooosneeesss-- Asociación entre los ambientes escolares y las de apoyo hacia la violencia en estudiantes colo Silvia Diazgranados Ferráns pp. 173-200 reglas que refuerzan de manera con- portamiento cuando están siendo N.º 66 sistente; 3) cuidado, o la medida en supervisados pero no cambian sus que los profesores establecen rela- actitudes hacia la violencia y fre- 177 ciones cálidas y cercanas con los cuentemente buscan la manera de estudiantes, y 4) empoderamiento, esconderse de los adultos para usar o la medida en que los profesores comportamientos agresivos como brindan oportunidades de aprendi- forma de resolver conflictos. zaje y desarrollo de habilidades de Con excepción de este último resolución de conflictos. En la prác- estudio, las investigaciones de esti- tica, estos tres indicadores se combi- los de crianza y enseñanza en nan para configurar diferentes tipos ambientes familiares y escolares han de ambientes escolares percibidos: dado gran importancia a las dimen- 1) climas escolares negligentes: los siones de cuidado y orden dentro de estudiantes perciben poca seguri- las familias y las escuelas, pero no dad, poco cuidado, poco orden y han hecho énfasis en el apoyo a la poco empoderamiento; 2) climas participación de los jóvenes. Al res- escolares autoritarios: los estudian- pecto, algunos estudios indican que tes perciben moderada seguridad, los ambientes participativos que poco cuidado, mucho orden y poco promueven la voz estudiantil y que brindan a los estudiantes el poder y la responsabilidad de par- ticipar en los procesos de toma de decisión que afectan a sus comunidades, promueven actitudes cívicas y valores democrá- ticos. Mager y Novak (2012) realizaron una revisión de la lite- ratura sobre los efectos de participación sobre distintos compor- tamientos y encontraron 32 publicaciones que brindan apoyo empírico a la idea de que la participación tiene efectos positivos en el desarrollo de: 1) habilidades para la vida como la comu- nicación, la cooperación, el trabajo en equipo, las competen- cias interpersonales y sociales, mayor conciencia de la realidad y de la importancia de realizar compromisos, tomar decisiones y resolver conflictos; 2) autoestima y estatus social; 3) habilida- des cívicas, y conocimiento y comprensión de los procesos y las prácticas democráticas. Así mismo, otras investigaciones han 6 documentado que las prácticas escolares participativas que se 6 N.º llevan a cabo de manera efectiva pueden incrementar la partici- n ó aci pación cívica, la responsabilidad social y la resolución positiva uc Revista Colombiana de Ed ISSN 0120-3916 Primer semestre de 2014 dtntdeouseaisnzt su aci mdddjoeaieana d rdfnegl eidsitcnit elats ao seyel sir spz,vlc roaiioáncdscgi cooptelisu rcr c o(satGoeoysmm eiiebcnuanstcsoontlr sniupet a y adyerere isaLnot eu id,on vdilfvsiairncaee eunpsc,tttae iie2grrr,st a0 i alccp0a iilrs3póoo ;aans vLc c eeetcinisóvovtinuiiemnd dneeauitn,aden 2n seie t0tsdael 0 dresgi7 e aolc)a .abo( AHpoinerplteregeonsnuxsro----, N.º 66 2002; Hess, 2009; Torney-Purta, Lopez y Education Commis- 178 sion of, 2006). El presente estudio Aun cuando existe evidencia que sugiere que los ambientes escolares de cuidado, en orden y abiertos a la participación estu- diantil se encuentran asociados al desarrollo de habilidades pro- sociales, no hay estudios cuantitativos que exploren el efecto de estas tres características sobre las actitudes de apoyo a la vio- lencia de los estudiantes. Por este motivo, el presente estudio explora la relación entre los ambientes escolares con distintos niveles de cuidado, orden y apertura a la participación estudian- til, y las actitudes de apoyo a la violencia de los estudiantes. El contexto de esta exploración es Colombia, un país en donde la mayoría de individuos han sido afectados –directa o indirecta- mente– por diferentes formas de violencia. En efecto, por más de seis décadas Colombia ha sufrido de un conflicto armado de gran complejidad que ha traído como consecuencia millones de des- plazamientos y miles de vidas perdi- cativas que se caracterizan por tener das. Así mismo, Colombia también ambientes escolares en orden, de exhibe altas tasas de violencia fami- cuidado y abiertos a la participación liar (Knaul y Ramírez, 2005), violen- estudiantil demuestran tener meno- cia de pandillas y de barrios (McI- res actitudes de apoyo a la violen- lwaine y Moser, 2001), violencia cia que los estudiantes que atienden escolar (Cepeda-Cuervo, Pacheco- instituciones educativas con menos Durán, García-Barco y Piraquive- orden, menos cuidado y menor Peña, 2008; Chaux, Molano y Pod- apertura a la participación estudian- lesky, 2009), y actividad criminal til. Específicamente, se buscaron res- que no está exclusivamente ligada puestas a las siguientes preguntas: aRlo sceonn,f lDiceto l aa Rrmosaad, oM (oBnrotooyka, yB rWoohki-, 1. ¿laCsu aácl tietus dleas rdeela acpióony oe na trlea actitudes mbianos t2decNdlpeola0eaem asc nt0 aceviaa9eñóinionsos)onc. tn,l á i geaaD2nrn2sl(a0d M ca0c0daidc0iaEr4eaia3e Nu ssq;sd C e) u aallVnoea ldc aam Msaacr cleenpfuimienoónaeacinú cstlste ialataetnesqlni eleprcu i sylioaeea dP l ssd irdC spioedeeCfau goñe íacirsrnaEuarmo,rdtt dmmaioeaufasinnas----, 2. vedp¿crceCisioaaoóscódcm lnoiemoó bqln aneyoiucrnn eeiaeaas spsce ateeei umyoxrrnd etnhb uifeloaiilrobeesrans dnje t aaientdl ea n? leesm a, s d tdebpiaosseia trec irrdnncoteietutcllaeanaiiss----, Asociación entre los ambientes escolares y las de apoyo hacia la violencia en estudiantes colo Silvia Diazgranados Ferráns pp. 173-200 can los conocimientos, las actitu- cuidado y apertura a la N.º 66 des y las habilidades que todos los participación estudiantil, de acuerdo con ambien- 179 estudiantes colombianos necesitan tes prototípicos correspon- desarrollar para saber convivir en dientes a climas autoritati- paz, participar y hacer uso respon- vos, autoritarios, permisivos sable de los mecanismos de acción y negligentes? democrática, y respetar la diversi- dad, la pluralidad y los derechos Método humanos (MEN, 2004). Como parte de este esfuerzo, el MEN creó la prueba Saber de Competencias Ciu- Base de datos dadanas que desde el año 2003 ha sido administrada en tres ocasiones Los análisis del presente estudio se a todos los estudiantes colombianos basan en ítems piloto de la prueba de quinto y noveno grados. El pre- Saber 2012 de Competencias Ciu- sente estudio aprovecha los datos dadanas que fueron administrados piloto de la prueba Saber 2012 para por el ICFES bajo estrictas condi- explorar si los estudiantes colombia- ciones de evaluación. La base de nos que atienden instituciones edu- datos piloto de la prueba Saber con- tiene 182 ítems que fueron respondidos por 1764 estudiantes de noveno grado en 87 colegios de Colombia, los cuales exploran los ambientes escolares de las instituciones educativas así como las competencias ciudadanas de los estudiantes, definidas como los conocimientos, las habilidades y las actitudes que necesitan desarrollar para vivir constructivamente en una sociedad demo- crática (MEN, 2004). Los 182 ítems contenidos en las preguntas piloto de la prueba Saber 2012 fueron distribuidos a la muestra usando una matriz compleja de 2×3. Específicamente, el ICFES creó dos paquetes diferentes para instituciones educativas, cada uno de los cuales contenía tres cuestionarios individuales con un rango de 46 a 70 preguntas. En el interior de cada institución tres grupos distintos de estudiantes respondieron distintos cuestionarios. A nivel esco- 6 lar, las dos versiones de evaluación contienen los mismos ítems, 6 N.º pero a nivel individual, los cuestionarios organizan los ítems de n ó aci manera diferente. Mientras los ítems de los cuestionarios de la uc Revista Colombiana de Ed ISSN 0120-3916 Primer semestre de 2014 vtíaynetec eapnrumrlsciueoiisórar da5nd clo0 eiiAd u acla d oeoldoassn) dst.ctá aiáAunenmsen aoíse b mtr( iigatotoiaocnsdncsma oiidrozosieano , l decsom osisdu,i s eeída tnd ecaltematdri a taavsusn ce dcqíuraeouse sir(eór rcyd enoe osa nnpB m vcol aiobenv nisvdeet eniáneernctlsne i itatoósie, prne sgpo sAaaac n d roaetieilmlzca cacirbpudeoiaseome)cssn, tpi ltiódoeoeness-- N.º 66 escolares que se usaron como predictores clave en mis análisis 180 (pruebas 25, 26 y 27), en la versión B estos mismos ítems están distribuidos en tres cuestionarios diferentes que son respondidos por distintos alumnos. Debido a esta estructura de la prueba los análisis se concentraron en las 39 instituciones educativas que contestaron la versión A de los cuestionarios. Participantes La población objetivo del presente estudio son los estudiantes colombianos entre 13 y 16 años que cursaban noveno grado el año 2012. No se incluyeron en los análisis a los estudiantes de quinto, porque la prueba piloto para este grado no incluye la escala de orden que constituye uno de los predictores clave del presente análisis. La población analítica corresponde a una muestra no representativa de 253 estudiantes en 39 colegios que proporcionaron datos sobre sus actitudes hacia la violencia, y otros 276 estudiantes en los mismos colegios que proporcio- naron datos sobre el clima escolar de su institución educativa. Todas las instituciones educativas están ubicadas en zonas urbanas. En la tabla 1 se presentan las frecuencias de los participantes en la muestra de acuerdo con su sexo, sector (público o privado) y tipo de información que proporcionaron (ambientes escolares o actitudes hacia la violencia). Tabla 1. Muestra de participantes de acuerdo con el sexo, sector y tipo de información proporcionada. Actitudes de violencia (Cuestionario 49) Ambientes escolares (Cuestionario 50) Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total PPúribvalidcoo 6405 14062 19612 3851 9664 19797 actitudes mbianos pdthtioToreaodurctna aDeelausbrre n ianlouo,at sn rsl dooa (4e o sde 8 bptle1,sri a 0mee4l4rsar9tiv i nc vmayaiecp curi5asioeó0innson)tte.nre 1asDeps4 so8dcef ureosd ep nelcriu soocétvnalusae elagddossi2eeo--i5 gs3n qabegpudsalreeceods odsar leesada csrepgdi1er 1roes me6. nl ganaCdasniiodv eeenaarrols ca ent eisadt stu1llaceae6dso 0a ev ltvlasoeoa rrrs rsii ianfiauó adbaenmil v erApbi2esd7o isue6daps nageiobltr neeellaess-- Asociación entre los ambientes escolares y las de apoyo hacia la violencia en estudiantes colo Silvia Diazgranados Ferráns pp. 173-200 res ausentes, se usaron los datos de de apoyo a la violencia de 265 com- N.º 66 265 estudiantes que respondieron pañeros que comparten sus mismos al cuestionario 49 para proveer los salones de clase pero que no con- 181 valores individuales de la variable testaron preguntas sobre ambientes dependiente de interés, las actitu- escolares, sino la escala de apoyo a des de apoyo a la violencia de cada la violencia contenida en el cuestio- participante. nario 49. Este manejo de datos per- Igualmente, se tomaron los datos mitió tomar grupos de estudiantes de los estudiantes que contestaron que se formaron aleatoria e inde- el cuestionario 50, para estimar los pendientemente, para crear los valo- valores agregados de los ambientes res de las variables dependientes e escolares –cuidado, orden y aper- independientes del análisis. De esta tura a la participación estudiantil–, manera, los estudiantes que brindan que se usaron como variables pre- los valores de actitudes hacia la vio- dictoras en los análisis. En este sen- lencia no son los mismos estudian- tido, los datos de aproximadamente tes que contestaron los ítems sobre 274 estudiantes que contestaron las los ambientes escolares que se con- pruebas 25, 26 y 27 del cuestionario sideraron para predecir sus puntajes 50, sirvieron para estimar las varia- individuales. Gracias a esta estrate- gia fue posible no usar valores endógenos en las respuestas de interés, los cuales llevarían a obtener estimaciones sesgadas del efecto de los ambientes escolares sobre las actitudes hacia la violencia de los estudiantes. Variables Variables independientes Las escalas que se enumeran a continuación son variables con- tinuas de nivel escolar que reflejan distintos aspectos de los ambientes escolares. Los valores de estas variables se obtuvie- ron después de agregar al nivel escolar los puntajes promedio de cada estudiante en sus respuestas individuales a los ítems de 6 cada escala. 6 N.º n • Ambientes en orden (α=0.70): seis ítems que miden la ó ucaci percepción que tienen los estudiantes sobre el grado en d Revista Colombiana de E ISSN 0120-3916 Primer semestre de 2014 qcputeoulnsolea e:s ag“slobiaCosneu ncspaei rnóqaodnunfoe”é ,s c tuoli“apnrSero iaes s usds tneyuea dsqe airnaunencegcat liesaore g ni sanehencs a u igtdnmeaecnn pudq lmcreuáu peunm ln”ela pa,y sl l iro“rre.Ces g Pgulealoaas,rnt s ur deedeojcneia im ubnene--l N.º 66 estudiante rompe una regla, debe hacer algo para repa- rar su falta”. Estos ítems se responden de acuerdo con 182 una escala Likert de cuatro puntos (“Nunca”, “Algunas veces”, “La mayoría de las veces”, “Siempre”). Los pun- tajes individuales fueron agregados a nivel escolar para estimar el grado de orden en las reglas de los ambientes escolares. La variable tiene una media de 2,84 puntos y exhibe una desviación estándar de 0,28 puntos. Altos puntajes indican mayor nivel de orden en las reglas y bajos puntajes menor nivel de orden en las reglas. • Ambientes de cuidado (α=0.85): Cinco ítems que miden la cantidad de profesores que se preocupan y cuidan el bienestar de sus estudiantes. “¿Cuántos de tus profesores protegen a los estudiantes si alguien los trata mal en el colegio?”, “¿Cuántos de tus profesores se preocupan por ayudar a los estudiantes si come- ten un error?”, “¿Cuántos de tus profesores escuchan con atención cuando los estudiantes les hablan de sus

Description:
plo, con rabia, gritos o insultos), se . tence through socialization. En: A.D. Pick (ed.), Minnesota Political and Socio-Emotional among Assault-Injured Youth. Journal of school violence: A comparison of violent and nonviolent.
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