ASÍ EN ORIENTE COMO EN OCCIDENTE: EL ORIGEN ORIENTAL DE LOS ALTARES TAURODÉRMICOS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA THUS IN THE EAST AND THE WEST: THE EASTERN ORIGIN OF THE BULL SKIN ALTARS OF THE IBERIAN PENINSULA ÁLVARO GÓMEZ PEÑA* “ […] el argumento de que aras con esta forma no se conocen en el Mediterráneo oriental queda de nuevo invalidado si las imágenes de dicho símbolo grabadas sobre algunos sellos chipriotas, que se han leído como lingotes se interpretan en cambio como altares” (Escacena 2007: 628). Resumen: En las siguientes líneas nos proponemos, en primer Abstract: Firstly in the following lines we aim to prove the lugar, demostrar el origen siriochipriota de los altares taurodér- Sirian-Cypriot origin of the bull-skin-shaped shrines of the micos de la protohistoria de la Península Ibérica exponiendo Protohistory of the Iberian Peninsula by showing the sam- los ejemplos recogidos procedentes del Mediterráneo Oriental ples collected from the Eastern Mediterranean and compar- y comparando sus contextos con los de los altares en forma de ing their contexts with the bull-skin-shaped shrines of the piel de toro del Hierro I hallados hasta la fecha en España; en Iron Age I found in Spain. Secondly, it will be proven that segundo lugar, demostrar que los tradicionalmente denomina- the traditionally named Cypriot ingots, Sirian-Cypriots for dos lingotes chipriotas, siriochipriotas para nosotros, no son el us, are not the motif imitated by the bull-skin-shaped shrines, motivo que imitan los altares taurodérmicos, sino que ambas but both models come from a single one stock: the crafted ramas son el resultado de un mismo tronco común: la piel de bull-skin. Finally the identitarian character of the Phoenopu- toro trabajada y; por último, recalcar el carácter identitario fe- nic bull-skin-shaped shrines dated from the Iron Age II that nopúnico de los altares taurodérmicos fechables en el Hierro II have appeared throughout the Iberian Peninsula coast will be que han aparecido por toda la costa peninsular ibérica. highlighted. Palabras claves: Altares taurodérmicos, lingotes, cilindros- Key words: Bull-skin-shaped shrines, ingots, cylinder-seals, sellos, asherah. asherah. En los últimos veinte años el descubrimiento de importancia para entender la religiosidad fenopúnica. numerosos altares taurodérmicos ha empezado a lle- Éstos, presentes en el caso del Hierro I, han apare- nar en parte un vacío en las investigaciones protohis- cido en santuarios de tradición levantina cuyos datos tóricas de la Península Ibérica que se antoja de suma apuntan hacia una continuidad cultual y cultural en- tre los complejos religiosos del Mediterráneo del Este y los santuarios orientales del Mediterráneo Occiden- tal: thymiateria, huevos de avestruz, conchas, smiting * Miembro del Grupo de Investigación Historiografía y Pa- gods, betilos, alabastrinos, cornamentas de animales trimonio Andaluz (HUM-402). Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. y así con una larga lista de elementos que tienen sus ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 SPAL 19 (2010): 129-148 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 130 ÁLVARO GÓMEZ PEÑA equivalencias al otro lado del posterior Mare Nostrum. ¿Cómo es posible que de todos ellos, los altares no tu- vieran sus paralelos orientales? El altar, como objeto que encierra las actuaciones más sagradas de una co- munidad religiosa se convierte inmediatamente en la pieza clave en torno a la que giran los rituales de dicho colectivo y, por tanto, en un buen elemento identitario. 1. DIOSES, LINGOTES Y SELLOS EN LA TRADICIÓN SIRIOCHIPRIOTA Recientemente hemos tratado desde un punto de vista historiográfico y metodológico la relación de ele- mentos taurodérmicos hallados en la Península Ibérica (Gómez Peña e. p.), y no nos ha sorprendido compro- bar que la inmensa mayoría de los autores que ha traba- jado sobre ellos ha seguido la tradicional interpretación que relaciona estas formas con los lingotes “chipriotas”, pues efectivamente ambas formas están emparenta- das. Sin embargo, dicha interpretación es desde nuestro Figura 2. Varios tipos de lingotes de cobre de procedencia oriental paralelizables con los altares de El Carambolo, Caura punto de vista inexacta ya que existe una idea que aglu- y Malaka (a partir de Buchholz y Karageorghis 1973: 279). tina a ambas: la taurodérmica. No obstante, hay quie- nes han pensado que el parecido entre ambos, lingotes y pieles, es puramente casual (Bass 1961: 272; 1986: 275; paralelismo existente entre sus diversas facturas y las Pulak 1988: 6, nota a pie 8) ya que el contorno de los de los altares de forma de piel de toro del Suroeste pe- primeros se realizó para facilitar su transporte sobre los ninsular (fig. 2), proponiéndonos demostrar a partir de hombros como se observa en diferentes representacio- aquí el origen siriochipriota tanto de los lingotes, como nes (fig. 1). No podemos saber con seguridad si la forma de esta forma y de su respectiva simbología introdu- se escogió por su fácil transporte o si aquélla acabó en- cida en occidente. contrando buen acomodo en los hombros de sus carga- Siguiendo la metodología expuesta en otra oca- dores, pero aun así no es óbice para pensar que su más sión (Gómez Peña e. p.), son los propios lingotes los fácil transporte y su simbolismo sean incompatibles. que nos indican que en la tradición oriental se cono- El motivo, por tanto, por el que analizaremos aquí cía el trabajo de la piel bovina con factura idéntica o si- los lingotes de forma taurodérmica radica en el estrecho milar a los ejemplares conocidos en la Península Ibé- rica. No ya sólo lo evidencia la forma de las piezas, con sus esquinas pronunciadas, sino que algunos ejempla- res muestran un doble contorno como los altares de El Carambolo, Caura o Malaka, entre otros. Incluso tene- mos representaciones de pieles con este perfil tanto en monturas como la del caballero de Byblos (siglos VIII- VI a. C.) (fig. 3), como en instrumentos musicales visi- bles en decoraciones de menaje de lujo procedentes de Chipre (fig. 4). Adviértase que en dicho plato aparecen tanto los lingotes como las pieles trabajadas, ambos con idéntica factura. En este último ejemplo tiene fácil lec- tura la forma de piel de bóvido de los panderos, pero el mayor problema al que nos hemos tenido que en- frentar y que auguramos que de buen seguro dará bas- Figura 1. Fragmento de bronce procedente de Chipre mostrando a un hombre portando un lingote sobre sus tantes quebraderos de cabeza en un futuro es discernir hombros (Karageorghis y Papasavvas 2001: 340). cuándo estamos ante las representaciones de lingotes SPAL 19 (2010): 129-148 ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 ASÍ EN ORIENTE COMO EN OCCIDENTE: EL ORIGEN ORIENTAL DE LOS ALTARES TAURODÉRMICOS... 131 Figura 4. En la imagen se observan lingotes transportados en barcas junto a un cuerpo de música y danza con instrumentos de percusión en forma de piel trabajada (Bikai 1987: portada). El primero de los barcos encontrados se trata del pe- cio de Cabo Gelidonya (fig. 5), al suroeste de Turquía, en el que se hallaron 30 lingotes y 10 medios lingotes con forma de piel de toro (Bass 1961: 271). Miden 60 cm de largo y 45 cm de ancho, y pesan 20,6 kg de media. A pesar de ser la parte más numerosa del cargamento, éste apareció compuesto en su gran mayoría por objetos de prestigio que han sido relacionados con el mundo si- rio y chipriota. El trasiego de objetos y mercancías en- tre estas dos partes del Mediterráneo nos hace pensar en que su estrecha vinculación pudo haber sido no sólo co- mercial. De hecho, G. F. Bass, postuló un origen sirio para el barco, aunque opinaba que los lingotes son de procedencia chipriota (Bass 1991: 69-70). Figura 3. La montura recuerda a los ejemplares de Cancho Roano Justo dos años después, en 1963, se halló en una y El Cigarralejo (según Institut du Monde Arabe 2008: 190). fosa fundacional de un santuario de Enkomi (Chipre) propiamente dichos y cuándo estamos ante los altares un smiting god cuyos pies aparecen sobre un objeto taurodérmicos, porque siguiendo la primera interpreta- considerado tradicionalmente de forma de lingote chi- ción, todo lo que en Oriente ha tenido este contorno priota (fig. 6). Desde ese momento y hasta el presente ha sido considerado representación de un lingote. Mu- ha sido una pieza clave en la historiografía del estudio cho tienen que ver en esta interpretación los hallazgos de los lingotes. Se trata de una estatuilla de 35 cm de de dos pecios durante el siglo XX hundidos frente a las altura que representa a una figura masculina ataviada costas de la actual Turquía en los que se encontró entre con un casco con cuernos, barba, camisa con escote en su cargamento cientos de lingotes con esta forma. No V, falda corta abierta por delante y grebas en sus pier- obstante, no fueron los primeros descubrimientos reali- nas. Sujeta en su mano izquierda un escudo y en la de- zados de este tipo de objetos, pues ya H.-G. Buchholz recha una lanza en posición hierática. Su hallazgo en había realizado en 1958 y 1959 dos estudios al respecto intentando ver la evolución formal de los ejemplares en el tiempo (Buchholz 1958 y 1959, en Bass 1961: 271, bastantes puntos del Mediterráneo e incluso en zonas de Europa más alejadas del posterior Mare Nostrum. Desde Egipto (Nibbi 1987: 57- notas a pie 17, 18 y 19), así como su representación se 90), pasando por Israel (Buchholz 1988: 203-204), Líbano, Chipre ha creído ver en cilindros-sellos (Masson 1957, en Bass (Buchholz 1988: 206), Turquía (Muhly, Wheeler y Maddin 1977; 1961, nota a pie 17)1. Bass 1986; Pulak 1988), Bulgaria (Buchholz 1988: 204), Croacia, Grecia, Creta (Buchholz 1988: 206-207), Sicilia (Buchholz 1988: 210), Cerdeña (Balmuth y Tylecote 1976), Córcega (Knapp 2008: 1. Hasta el presente se ha documentado el hallazgo de lingotes 131), Alemania (Knapp 2008: 131) e incluso Irlanda (Buchholz 1988; y medios lingotes taurodérmicos, tanto comerciales como votivos, en Gale 1991). ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 SPAL 19 (2010): 129-148 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 132 ÁLVARO GÓMEZ PEÑA Figura 5. Planta de la situación en que se halló parte del cargamento del pecio de Cabo Gelidonya (web del Institute of Nautical Archaeology). dicha fosa, excavada en la cella del templo, sacó a la Bomford del Ashmolean Museum de Oxford por pre- luz no sólo a la estatuilla de pie, sino varios vasos muy sentarse también de pie sobre, según la interpretación probablemente de uso ritual a su alrededor (Schaeffer tradicional, el mismo tipo de lingote (fig. 7). Su pro- 1971: 525 y ss.). Por su parte, en el suelo de dicha sala cedencia es desconocida pero por sus características se encontraron restos óseos de diferentes animales en- formales se le ha otorgado un origen chipriota (Cat- tre los que destacan los bucráneos y las cornamentas ling 1971). Las constantes relaciones entre los lingo- de toros y de otros bóvidos, así como restos óseos de tes y la isla de Chipre han sido motivo para asociar am- cérvidos (Schaeffer 1964: 179) que denotan la realiza- bas estatuillas por parte de algunos investigadores con ción de sacrificios de animales asociados a los altares divinidades de origen chipriota (Catling 1971; Marín presentes en la estancia. De igual manera, en otro san- 2006: 45). Ambas estatuillas han sido relacionadas con tuario situado a 50 m de éste apareció otra figura de el culto a una pareja de divinidades, siendo la mascu- pie en una fosa de las mismas características que porta lina protectora de los trabajos en las minas de la isla y un casco igualmente con cuernos, de ahí que se co- la femenina garante de la fecundidad de las mismas. La nozca al templo como el del “dios cornudo” (Schaeffer primera de ellas, denominada desde su hallazgo como 1971: 533 y ss.). También aparecieron restos de anima- “el dios del lingote”, ha sido identificada con el Nergal les por toda la estancia, entre ellos huesos de ciervos, babilónico y con el Reshef sirio como dos encarnacio- cabras y especialmente bueyes al parecer cremados y nes para una misma fuerza del mundo de los muertos libados. En ambos casos han aparecido en el interior (Schaeffer 1971: 506-510). de los santuarios varios lingotes votivos, si bien no es El segundo pecio fue hallado en el cabo Ulu Burun, una particularidad de éstos, pues han aparecido igual- cerca de Kas (Turquía), en 1984. En él, el equipo diri- mente en Egipto entre otros lugares (Buchholz 1988). gido por C. Pulak, del Instituto de Arqueología Náu- Relacionada con el “dios del lingote”, nombre que de- tica de Texas, halló un cargamento de clara proce- signa también al santuario en el que se halló, existe otra dencia siria para la mayoría de las piezas entre el que figura, esta vez femenina, procedente de la colección había 354 lingotes con forma de piel de toro (fig. 8), SPAL 19 (2010): 129-148 ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 ASÍ EN ORIENTE COMO EN OCCIDENTE: EL ORIGEN ORIENTAL DE LOS ALTARES TAURODÉRMICOS... 133 Figura 6. Smiting god masculino del Figura 7. Smiting god femenino de diosa sobre altar. Esta “dios del lingote” representando a una hipótesis es posible gracias a los hallazgos de altares de divinidad manifestándose sobre el altar forma taurodérmica aparecidos en la Península Ibérica (Celestino 2008: 323-324). (Celestino 2008: 323-324). documentándose los primeros de estaño (Bass 1986: cuanto a la procedencia del pecio, posteriores campa- 276; Pulak 1988: 4). Acompañando a la ingente can- ñas y estudios han posibilitado atribuir también un ori- tidad de lingotes de cobre y estaño había colmillos de gen sirio para la forma que dejan entrever los escasos elefante, ánforas cananeas y vasijas de tradición si- restos encontrados, entre ellos la propia madera de ce- ria, incienso probablemente procedente de Ugarit, ar- dro de la que estuvo hecho el barco. A esta hipótesis mas cananeas, joyas sirias, pesas cuyos pesos equiva- viene a sumarse la opinión de quienes ven en la mayor len al sistema sirio, sirio necef, babilónico y peyem, parte de los utensilios de uso común el origen de los tri- anclas de un sólo orificio igual a las encontradas en Tell pulantes puesto que las herramientas, instrumentos, es- Abu Hawam, Ugarit, Biblos, en el pecio de Cabo Ge- tatuillas, las citadas anclas, las pesas de balanza y las lidonya y en Kition. Todos estos objetos hicieron a G. lámparas de aceite son atribuibles al mundo levantino F. Bass, excavador del pecio de Cabo Gelidonya atri- (cananeo o sirio) (Bass 1989; Pulak 2001: 14 y 49, en buir una procedencia siria para el cargamento, no así Gestoso 2007: 30). Incluso las tablillas de contabilidad, del barco del que no se pronuncia, atribuyendo el ori- realizadas en madera de boj, de procedencia ugarítica, gen de los lingotes a la misma zona (Bass 1986: 295) reafirman esta hipótesis, siendo a nuestro juicio un fac- entre otros motivos porque el único molde encontrado tor para pensar que la persona encargada de llevar las hasta aquella fecha (y hasta el presente) ha sido el ha- cuentas en la nave estaba bajo la esfera de influencia llado en Ugarit, como más adelante comentaremos. En ugarítica ya que el tipo de soporte de escritura a base de ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 SPAL 19 (2010): 129-148 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 134 ÁLVARO GÓMEZ PEÑA Figura 8. Planta de la situación en la que se encontraba el pecio de Ulu Burun tras la campaña de 1986 (Bass 1989: 3). SPAL 19 (2010): 129-148 ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 ASÍ EN ORIENTE COMO EN OCCIDENTE: EL ORIGEN ORIENTAL DE LOS ALTARES TAURODÉRMICOS... 135 láminas de cera es propio del Próximo Oriente (Gracia y Munilla 2004: 70-71). Los elementos identificables como chipriotas o micénicos, por citar dos proceden- cias de las argüidas en la literatura científica, no descar- tan la posibilidad de una tripulación mixta, pero enten- demos que la iniciativa estatal, debido a la cualidad del cargamento, es ugarítica y bajo tal hay que entender la mayor parte de la tripulación y de los objetos hallados. Otro dato que nos habla en favor de la estrecha re- lación entre los lingotes taurodérmicos y el mundo si- rio es la serie de representaciones en tumbas egipcias desde el siglo XV hasta el XII a. C., apareciendo siem- pre portadores de clara vestimenta siria llevando so- Figura 9. Portadores cretenses representados en la tumba de bre sus hombros lingotes taurodérmicos como tributo Rekhmire (arriba). Portadores sirios procedentes de la misma al difunto. El caso más citado en la bibliografía al uso tumba (abajo) (Maier 2003: 93). sobre este tema es el de la tumba de Rekhmiré, preci- samente por su carácter excepcional al aparecer repre- sentados en sus paredes portadores egeos, siendo ésta cayendo ante un doble espejismo: el de la procedencia la única escena en la que personajes de tradición no ca- chipriota de estos lingotes y el de tomar por tal todo ob- nanea portan lingotes de este tipo de todos los ejemplos jeto con cuatro prolongaciones en sus esquinas. Para el hallados hasta el presente en el mundo egipcio (fig. 9). primer caso, un buen ejemplo lo tenemos en el molde La estrecha conexión entre estos lingotes y el mundo recién citado encontrado en Ugarit (fig. 10). Sugerente sirio es tal que hasta la fecha el único molde para este para nuestra propuesta es que los análisis efectuados tipo de lingotes ha sido hallado en Ugarit (actual Ras por N. Gale y por Z. Stos-Gale a los restos de cobre en- Shamra) (Lagarce y Lagarce 1997: 73-76). Pero a pesar contrados en forma de gotas alrededor del mismo han de este paralelismo, es imposible negar la relación exis- certificado la procedencia chipriota del metal, por lo tente con la isla de Chipre. No obstante, quizás estemos que el origen de los metales que componían la aleación Figura 10. Molde ugarítico con forma de piel de toro (Lagarce y Lagarce 1997: 75). ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 SPAL 19 (2010): 129-148 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 136 ÁLVARO GÓMEZ PEÑA no indica que los lingotes hayan sido fabricados en Chi- tratarse de un altar hacia el que ambas víctimas se es- pre (Lagarce y Lagarce 1997: 76). No obstante, J. La- tarían encaminando para ser sacrificadas (fig. 11). En- garce y E. Lagarce dejan ver la posibilidad de que el tre el posible altar y el último de los animales, un pá- metal hubiera podido ser extraído del norte de Siria, en jaro de significado incierto, y entre ambos animales un concreto del macizo de Bassit, una prolongación de la símbolo astral representado por un conjunto de puntos formación geológica chipriota. Sin embargo, hasta el identificable quizás con el cúmulo de las Pléyades, cie- momento tan sólo han aparecido en dicha zona cerámi- rran el conjunto de figuras (Bordreuil y Gubel 1990: cas helenísticas, romanas y bizantinas que apuntan a la 484, fig. 2; Lagarce y Lagarce 1997: 80, fig. 4, ima- posibilidad de la explotación de esta zona durante esos gen inferior). períodos (Lagarce y Lagarce 1997: 76-77, nota a pie 9). De especial interés dentro del campo epigráfico re- Es más, como comenta J. Vidal, es probable que exis- sulta la inscripción aparecida en el sello: ṣp (Bordreuil tieran en la propia Ugarit tanto fundidores como meta- y Gubel 1990: 484). Estos dos signos, complicados de lurgos, por lo que no había necesidad de traer el metal interpretar, deben de ser tomados en consideración se- ya moldeado del exterior: gún el lugar en el que se encuentran inscritos. Los ci- lindros-sellos identificaban, controlaban o sancionaban “Los trabajadores del metal aparecen referidos bienes relacionando con claridad su impronta gráfica en la documentación ugarítica bajo el apelativo de con una autoridad o individuo. No obstante, en ocasio- nsk, literalmente ‘fundidor’. Dicha categoría es po- nes se han encontrado ejemplares que por su contexto sible que englobara las dos tareas principales relacio- nos indican que se convirtieron también, por sí mismos, nadas con la producción de objetos metálicos iden- pero sobre todo por lo que representaban, en objeto pre- tificadas en el ámbito sirio gracias a las referencias ciado, en una joya que intervendría en los juegos de os- recogidas en los archivos de Ebla y Mari: los fundi- dores (SIMUG / napp fum), encargados de la fundi- tentación (Zamora 2006: 496). Los paralelos relacio- ción y fusión de los metales, y los metalúrgicos (TI- nables nos indican que aquellos cilindros-sellos con BIRA / qurqurrum), individuos dedicados al trabajo inscripción entendible llevan nombres de persona, con del metal con el fin de darle su forma definitiva” (Vi- sus filiaciones y sus cargos en los casos más explícitos, dal 2003: 103). desde el rey a los grandes magistrados ugaríticos. Los Ante esta serie de datos, nos vemos en disposición cilindros-sellos del área inmediata siria también tienen de considerar la forma de estos lingotes como propios, la misma pauta, pero en silabario mesopotámico. Si- no sólo del mundo chipriota, sino también del mundo guiendo la opinión de J. A. Zamora (2006: 496 y ss.)3, ugarítico, y poder reinterpretar así desde la tradición si- podríamos considerar una introducción en Siria de la ria una serie de formas aparecidas en cilindros-sellos tradición mesopotámica de los cilindros-sellos desde hallados en Ras Shamra (Ugarit) y que han sido tradi- muy antiguo por su funcionalidad, adaptándose pronto cionalmente interpretados como lingotes dado los para- motivos gráficos locales e incorporando muy ocasio- lelos con que se contaba hasta la aparición de los alta- nalmente textos, primero en toda el área en acadio y en res en la Península Ibérica. Se trata de dos sellos en los el caso de Ugarit dado el éxito del alfabeto cuneiforme, que aparecen sendas formas de piel de toro en un con- también en el signario local. En estos casos, las inscrip- texto claramente ritual. ciones son siempre breves y difíciles, pero cuando se En el primero de ellos, procedente del Museo de leen (con, además, una cierta longitud) son claros nom- Aleppo (RS 6127), se observa a un hombre de pie bres de personajes, que se citan con su filiación y sus afrontado a un animal estilizado al que se aproxima cargos. ¿Podríamos estar por tanto ante un antropónimo en actitud de cogerle por los cuernos, los cuales son que nos indicase el nombre del personaje representado de perfil curvado hacia atrás, lo que nos hace asimi- en la acción? ¿Podría interpretarse ṣp como un nombre lar a este animal con una cabra. Tras ella, otro animal derivado de la advocación ugarítica ṣpn? de menor estatura le sigue en la misma dirección. Am- En la segunda de las piezas (Lagarce y Lagarce bos podrían estar siendo dirigidos hacia la pieza que se 1997: 80, fig. 4 arriba) se observa la figura de un hom- encuentra detrás de la figura humana2, de clara silueta bre sentado sobre una silla baja que porta unos cuer- taurodérmica y que aparece representada desde una vi- nos en su cabeza similares también, como en el primer sión cenital para que se vea su forma. Esta pieza podría 3. Agradecemos a J. A. Zamora López su amabilidad para con 2. Los cilindros-sellos tienen la peculiaridad de no señalar cuál nosotros a la hora de responder a nuestras dudas sobre la inscrip- es el comienzo y el final de la escena. ción a estudio. SPAL 19 (2010): 129-148 ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 ASÍ EN ORIENTE COMO EN OCCIDENTE: EL ORIGEN ORIENTAL DE LOS ALTARES TAURODÉRMICOS... 137 Figura 11. Cilindro-sello ugarítico actualmente en el Museo de Aleppo (Lagarce y Lagarce 1997: 80). Figura 12. Cilindro-sello procedente de Ugarit (Lagarce y Lagarce 1997: 80). sello, a los de una cabra, en ademán de coger a un ani- femeninas semitas (van der Toorn et al. 1999: 101). Un mal de su cornamenta y alzando amenazante la otra elemento más representado en el sello es una figura re- mano quizás en actitud de sacrificio. Resulta sugerente dondeada a la que se le representa su contorno y que a este respecto observar la posición en la que se en- relacionamos con un símbolo astral quizás identifica- cuentra el animal, de nuevo una cabra según la forma ble con el Sol o con la Luna. Todos estos elementos nos de sus cuernos, pues la mitad delantera de su cuerpo vuelven a hacer pensar que estamos ante la plasmación se encuentra sobre otro elemento de forma taurodér- de un ritual sacrificial. Por último, una figura humana mica, esta vez representado desde su cenit en horizon- bocabajo sosteniendo un objeto alargado con su mano tal para que su forma pueda ser vista de acuerdo con cierra la escena sin que podamos hipotetizar sobre ella. la orientación del cuerpo del animal (fig. 12). Nueva- De Chipre procede una buena muestra de cilin- mente interpretamos esta pieza como un altar taurodér- dros-sellos en los que se aprecia la misma forma tau- mico, acompañado esta vez de un árbol identificable rodérmica (fig. 13), de los que la mayor parte procede con una asherah, árbol sagrado de tradición cananea y de Enkomi. Las escenas representan la misma temá- fenicia que recoge las propiedades de las divinidades tica que las procedentes de Ugarit pero no muestran ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 SPAL 19 (2010): 129-148 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06 138 ÁLVARO GÓMEZ PEÑA los demás muestran tan sólo a la figura solar sobre el al- tar. Quizás el más interesante para nuestros resultados sea el ejemplar hallado en Hala Sultan Tekke (fig. 13, J), sin duda el que más elementos presenta y el único en el que apreciamos una serie de triángulos entre el altar y el símbolo solar que interpretamos como las llamas que intentan reflejar el holocausto del sol, de ahí que poda- mos observar bajo el altar otro símbolo solar, probable- mente de resurrección. En la misma línea se interpreta- ron las líneas grabadas en una de las caras de un vaso de mármol procedente de Sidón y datable en torno al s. IV a. C. como la representación del fuego que testimo- nia la muerte por combustión del dios sobre el altar, tra- tándose de un ejemplo más que ha sido relacionado con la muerte y resurrección de la divinidad baálica a través de una hipótesis astronómica y no relacionada con los ciclos de la naturaleza (Escacena 2009: 109). De igual modo, estas figuras de tipo astral aparecen sobre y bajo altares taurodérmicos en dos cilindros-sellos proceden- Figura 13. Improntas de cilindros-sellos procedentes de Chipre. tes también de Chipre, destacando entre su glíptica un animal cornudo con un betilo sobre su lomo, represen- tación de la divinidad anicónica de tradición semítica escenas con animales, sino otras más simbólicas en to- (fig. 13, B), lo que da un carácter más religioso si cabe dos los casos que conocemos. En ellas se suelen repetir a estas escenas, alejándolas de las interpretaciones me- una serie de elementos ya vistos en los cilindros-sellos talúrgicas y pecuarias (Kenna 1967: 577). de Ugarit: un personaje masculino de pie, un supuesto Así, entre las características de este tipo de rituales, lingote de forma taurodérmica, un árbol, una cabra y en visibles en los cilindros-sellos de Ugarit, observamos ocasiones bucráneos o cornamentas. Los paralelos visi- algunas peculiaridades adscribibles al culto practicado bles con los ejemplares ugaríticos nos remiten al mismo en santuarios chipriotas como el de Enkomi, descrito ámbito religioso del que hemos hecho mención antes. más arriba. El primero tiene relación con los huesos ha- Los hasta ahora considerados lingotes chipriotas (qui- llados en la estancia principal del templo del “dios del zás deberíamos de decir siriochipriotas) son interpre- lingote”: se trata de una serie de cráneos de bóvidos que tados por nosotros como altares rodeados de todos los no conservan parte del esqueleto en la zona posterior y elementos relacionados con la práctica cultual recogi- que dada esta característica ha servido a los investiga- dos en las piezas sirias. Así, junto a los altares vuelven dores para otorgarles un uso como máscaras rituales que a aparecer las asherah y los cráneos o cornamentas re- serían usadas por los sacerdotes durante las liturgias. lacionables tanto con los hallados en los santuarios de Este ejemplo nos remite a los cuernos que lleva sobre la Enkomi como en los cilindros-sellos hallados en la ac- cabeza la figura sedente del segundo de los cilindros-se- tual Ras Shamra. Un elemento sí que querríamos des- llos aquí analizados procedente de Ugarit que tiene su tacar de todos los aparecidos en los ejemplares que mano en los cuernos de la cabra y levanta amenazante la conocemos. Se trata de una figura formada por tres cír- otra. Quizás podamos afirmar con este paralelo que en culos concéntricos, interpretable como un signo astral este cilindro-sello estamos ante un sacerdote ataviado al igual que el conjunto de puntos o el signo con doble con una máscara de este tipo durante el ritual sacrificial. contorno de los ejemplares ugaríticos. Pero queremos De igual modo, varias veces aparecen representados bu- llevar más allá esta idea y especificar que podríamos es- cráneos y elementos que podrían ser relacionados con tar ante una representación solar o lunisolar según los cornamentas, acaso relacionadas una vez más con los casos que se manifestaría en todas las ocasiones encima ejemplos citados procedentes tanto de los cilindros-se- del altar, y cuando no lo hace no aparece en ninguna llos chipriotas como de los santuarios de la misma isla. otra parte de los cilindros-sellos. Así, el ejemplar proce- Junto a estas representaciones también se reco- dente de Kourion (fig. 13, A) tiene sobre el altar la ima- gen, como en los ejemplares ugaríticos, asherah junto gen de un posible sol con un cuarto lunar, mientras que a los altares, lo que nos remite a un ambiente semítico SPAL 19 (2010): 129-148 ISSN: 1133-4525 ISSN-e: 2255-3924 http://dx.doi.org/10.12795/spal.2010.i19.06
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