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ARQUITECTURA Y CONSTRUCCIÓN ISLÁMICA PDF

235 Pages·1993·32.64 MB·Spanish
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A RQUITECTURA Y ISLÁMICA CONSTRUCCIÓN HISTORIA DE LA CONSTRUCCIÓN. ESCUELA UNIVERSITARIA DE ARQUITECTURA TÉCNICA. UPV. ISIDRO MARTINEZ COSTA. Profesor de Historia de la Construcción. Valencia, 1998. ARQUITECTURA ISLÁMICA TIPOLOGÍAS La MEZQUITA Es el modelo más representativo de la construcción islámica; edificio destinado a la oración comunitaria de los musulmanes que puede variar en tamaño y tipología arquitectónica. Debe tener la amplitud suficiente como para poder albergar en la plegaria de los viernes a todos los fieles (jami). Los ejemplos más importantes de este tipo de edificios se construyeron entre el siglo VII, poco tiempo después de la aparición del islám en Arabia, y el siglo XVI. Una teoría supone que la primera mezquita estaba constituida por el patio y la propia casa de Mahoma en Madinat-al-Nabi, 'Ciudad del Profeta'; o Madinat Rasul Allah 'Ciudad del apóstol de Dios'), ciudad del oeste de Arabia Saudí, situada en la región de al Hiyaz. (622). El muro del patio que miraba en dirección a La Meca —conocido como quibla— disponía de un santuario cubierto desde el que se recitaban las oraciones, mientras que el resto de los muros estaban flanqueados por soportales de arquerías para proporcionar sombra en el caluroso desierto. Esta tipología se trasmitió a las mezquitas posteriores. Entender la facultad islámica necesaria para interpretar un edificio, donde oración y aforo fuesen condicionantes obligatorios para una solución espiritualmente coherente, es compleja. Esta nueva religión arrastra una falta de tradiciones arquitectónicas y constructivas, puesto que los primeros creyentes proceden, en su mayoría, de tribus nómadas. El programa de usos propios de la mezquita esbozó una organización espacial basada en el precepto coránico que obliga a los creyentes a rezar con el cuerpo en dirección a la Meca. En las sociedades islámicas, las mezquitas no sólo se emplearon con fines religiosos, sino también políticos y sociales, llegando a convertirse en un auténtico foro para múltiples cometidos, como tribunales de justicia, escuelas, salas de asambleas e incluso como lugar de desfiles. El esquema básico se constituye mediante dos elementos simples (derivados de los preceptos coránicos de la oración), que se mantendrán constantes independientemente de la tipología utilizada. Estos elementos son: el muro de la “Quibla “ que sirve como referencia en el interior de las mezquitas, para que los fieles puedan rezar en dirección a la Meca y el “Mirhab”, que tiene como fin la guarda de los Textos del Corán y la distinción de este muro de los restantes; se encuentra situado en el centro del muro de la Quibla y tiene forma de hornacina o nicho, de tamaño variable según la mezquita. Además de estos elementos, hay otros que también participan en todas las mezquitas como el Mimbar, situado a la dercha, que es el púlpito desde donde el imán o jefe religioso predica el sermón y dirige la oración de los viernes. El proceso de expansión del Islám fue rápido y amplio. Las mezquitas que se construyeron en los nuevos territorios incorporaban elementos propios de la arquitectura local existente en la zona conquistada. Sirva como ejemplo la Mezquita Mayor de Damasco (siglo VIII), construida sobre una antigua iglesia basilical cristiana edificada sobre un anterior edificio pagano. Esta trayectoria condicionó la arquitectura religiosa islámica que buscó como nueva tipología la basílica romana, adoptando un origen clásico. La diferencia que incorpora la mezquita basilical es la equivalencia de sus tres naves, tanto en anchura como en altura, que produce un efecto espacial más parecido al de las salas hipóstilas dotando a todo el espacio de la misma jerarquía. CONSTRUCCIÓN ISLÁMICA Almagro Gorbea e Ignacio Arce, en su artículo titulado “El alcazar omeya de Amman, crisol de técnicas constructivas”1, apuntan que las técnicas y modos constructivos han estado siempre ligados a tradiciones culturales condicionadas por los recursos materiales del área geográfica en que se han desarrollado. La cultura islámica, como ya hemos leído anteriormente, se expresa desde la Península Iberica hasta la Índia. Un ámbito geográfico consolidado por tradiciones culturales locales: visigodas, romanas, bizantinas, sasánidas, etc y recursos materiales del área geográfica: ladrillo –arcilla-, madera, piedra – mampostería, sillarejo, sillares, etc.- que definirán la calidad constructiva y del espacio arquitectónico de cada una de las tipologías. En dicho artículo, merced a las excavaciones arqueológicas por ellos realizadas, describen las técnicas constructivas del alcarzar de Amman, gran conjunto aúlico construido en época omeya en la colina de ésta ciudad. En él aprecian claros testimonios del mestizaje cultural y técnico existente a comienzos del periódo islámico. Éste edificio se levantó entre las ruinas de monumentales construcciones romanas, destacando la omeya por la inclusión de nuevas formas y especialmente de nuevas técnicas constructivas. La construcción romana está realizada mediante opus quadratum –es difícil la utilización del opus caementicium, probablemente porque la obtención de buena cal estuvo limitada por la falta de combustible abundante-. Aprovechando los restos romanos y bizantinos, los omeyas planificaron el palacio siguiendo modelos arquitectónicos sasánidas y utilizaron un nuevo material, el yeso. A pesar de todo, siguieron manteniendo técnicas constructivas locales características de épocas romana y bizantina, -muros de sillería, y la mayor parte de los muros y estructuras se realizaron con mampotería similares en aparejo de las precedentes-. La utilización de materiales y técnicas constructivas tradicionales obligaba a los gobernantes a contratar operarios de disitinta procedencia, como se demuestra en determinados textos. Sirva relacionar el alcazar de Amman; el concepto de palacio, tipología de la mayor parte de los edificios y estancias y la generalidad de las disposiciones estructurales y decorativas demuestran el origen oriental del arquitecto. Junto a él debieron trabajar operarios que conocían materiales y formas de construir distintas a la romana y bizantina imperante hasta ese momento en Siria. Las técnicas de la tradición local servían como medio para conseguir construcciones novedosas, por ejemplo, la fábrica de cantería utilizada en la construcción de las trompas de tipo sasánida que se encuentran en la gran sala 1 Actas del Primer Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Madrid, del 19 al 21 de septiembre de 1996. de ingreso del palacio. Los modelos persas de este tipo de trompas se construyeron con mampostería y yeso, enluciéndose después. Almagro y Arce apuntan que “ésto provocó la falta de rigor en su definición geométrica que pasó de ser medio cono a una forma indeterminada y moldeada directamente in situ; cuando se intentaba repetir las mismas formas en cantería, la falta de una correcta definición geométrica impide la resolución satisfactoría de su estereotomía, obteniéndose finalmente una solución en que la cara exterior tuvo que ser, sin duda, labrada in situ.” También se resuelven con técnicas locales las nuevas formas y tipologías de origen oriental, como por ejemplo el arranque de los arcos y bóvedas que se inician con un ligero saliente de escasos centímetros mancando así una imposta muy por debajo del inicio real de la curvatura de los arcos y bóvedas. Quizás, lo más notorio de este edificio sea la utilización de las técnicas construtivas de origen persa y mesopotámico, donde aparece el uso de un conglomerante prácticamente desconocido en construcciones anteriores en la zona y que tuvo gran expansión en el arte islámico: el yeso, que se empleó de forma puntual en determinda elementos constructivos del palacio. MATERIALES Yeso: El punto de referencia a considerar en la expansión de las técnicas construtivas basdas en el uso del yeso por el mundo islámico, tal y como otros edificios de época omeya ya lo eran en su utilización como material para realizar decoraciones lo encontramos en el Alcazar de Amman. En determinadas zonas su aparición servirá como testigo para conocer si una obra es islámica o cristiana. Por ejemplo, tras la conquista musulmana de la península ibérica, el uso del yeso llegó a ser casi exclusivo en amplias zonas, como el Valle del Ebro y el sur de Aragón, donde se utiliza como conglomerante en fábricas de mampostería pétrea y de ladrillo y en tapiales. En el alcazar de Amman, el yeso aparece utilzado en elementos que requerían una puesta en carga inmediata: dinteles de puertas formados por piedras irregulares dispuestas con forma de tosco dovelaje, y en las columnas y arcos de los patios, construidos igualmente con mampostería irregular. Son elementos realizado al mismo tiempo que el resto puesto que solo se aprecia solución de continuidad en el mortero que se utilizado para asentar las piedras y que se encuentra extendido por todo el espesor del muro, no pudiendo por tanto, corresponder a operaciones de reparación. Dato interesante en el uso del yeso es su utilización para la realización de elementos prefabricados que permitiesen una construcción más rápida y con menos medios auxiliares. Prefabricados: Algunos de estos elementos, encontrados en el alcazar de Amman, estaban realizado con yeso y lo componen placas cuadradas de 80 cm de lado y 4 o 5 cms de espesor, usados a modo de capitel sobre las columnas cilíndricas. Servían como elemento de transición de la sección circular de la columna a la sección cuadrada de las impostas de los arcos. Como el material utilizado es siempre piedra irregular, estas piezas servían no solo para dar un perfil regular a las aristas, sino como elemento de soporte auxiliar, pero perdidos luego en la propia obra, sobre los que apoyar las primeras piedras de los arcos. Las piezas presentan una cara bien alisada mientras que la otra aparece rugosa. Será la cara alisada la que esté en contacto con el fuste. Su fabricación pudo ser sencilla, por medio de un molde de madera sobre un lecho de arena en el suelo. La cara superior, que luego era colocada boca abajo para quedar parcialmente aparente, se alisaba con cuidado, seguramente con una llana o instrumento similar. La cara inferior, sobre la que luego se iniciaba la construcción de los arcos, quedaba rugosa con la forma del lecho, facilitando una mejor adherencia del yeso y la mampostería. Mortero de Cal: El mortero de cal, en el alcazar de Amman, se utilizó para la construcción de los muros de las fábrica de mampostería y los enlucidos. Para el asiento de los muros se usó uno de escasa calidad y con abundancia de cenizas vegetales; el de mejor calidad y consistencia se empleó en los enlucidos, siguiendo en ambos casos la tradición local. En el asiento de la sillería del vestíbulo y en los enlucidos, sobre todo de los elementos hidráulicos (cisternas y canalizaciones), la cal es de gran calidad y dureza. La cal de los morteros de asiento de la mampostería es escasa en la porporción en que se integra en éste y la adición de cenizas no mejora el fraguado. La inclusión de las cenizas pudo tener dos objetivos: espojar el mortero en muros de gran espesor permitiendo la entrada de anhídrido carbónico para facilitar la carbonatación a costa de reducir la compacidad del mortero y funcionar como aditivo para dar mayor hidraulicidad al mortero, aunque su origen vegetal plantea serias dudas. Ejemplos Cristo de la luz, Iglesia-mezquita del, la mezquita Bab al-Mardum, situada en la ciudad deToledo (España), y convertida en templo cristiano bajo el nombre de iglesia del Cristo de la Luz, es una hermosa muestra de la arquitectura califal tardía toledana de finales del siglo X, más entroncada con el arte de los llamados reinos de Taifas en que se disgregó el califato cordobés. La fecha exacta de su terminación, según reza en una inscripción, data del año 999. La planta de este diminuto oratorio, al margen de la cabecera mudéjar que se añadiría después en 1187, es un cuadrado con cuatro columnas exentas centrales que dividen con arcos de herradura el espacio en nueve pequeños compartimentos de dos por dos metros, más alto el central que busca una tenue iluminación superior. Cada uno de ellos está cubierto con una característica bóveda califal de nervaduras y plementería. Todas son distintas, marcando un cierto empeño decorativo en su conjunto. La estructura en planta es bizantina, con una tipología que se encuentra también en las iglesias de la dinastía de los Commenos. Los soportes, con capiteles muy toscos, son restos de obras visigodas. La mezquita del Cristo de la Luz es representativa de lo que luego fue rasgo fundamental de la arquitectura mudéjar en España: el empleo del ladrillo como elemento constructivo y decorativo. En la parte inferior de los muros se emplea el aparejo mixto de ladrillo y mampostería. La fachada a la calle principal lleva sobre las puertas una elegante arquería ciega de arcos entrecruzados y sobre ella un paño con decoración geométrica de rombos, coronado todo ello con una inscripción cúfica a la manera mesopotámica. Introducción General A partir del siglo VII la zona sur del Mediterráneo es conquistada por quienes siguieron el dogma del último profeta de Dios: Mahoma. Eran los portadores de una nueva cultura, de una nueva religión, la Islámica. Además de los paises mediterráneos, Arabia, cuna del Islám, Persia, Mesopotamia, la India fueron también conquistados durante los primeros siglos del nacimiento islámico. En su período de máxima expansión la zona de influencia musulmana se situaba entre los 20º y 45º de latitud, al sur y al este del mediterráneo, de tal manera que el clima no variaba demasiado, manteniéndose del mismo modo invariables los criterios arquitectónicos referidos a aspectos climáticos: huecos de luz pequeños, arquerías protectoras. Carentes de cualquier consideración artística, su Arquitectura responderá más a los preceptos religiosos del Corán que a la conciencia particular o nacional; y aunque revela características peculiares locales en su modo de construir, expone un aire, entendamos familiar, que la hace fácilmente reconocible. Se basa en dos elementos fundamentales: la ornamentación, que tiene características propias como consecuencia de la reticencia del Corán al uso de figuras humanas y animales, y el uso del arco en el que se encuentra implicita la idea del Dios único. Quienes emprendieron la conquista del Mediterráneo provenían de tribus nómadas sin ninguna tradición constructiva, por ello recogerán a lo largo y ancho de sus regiones conquistadas las técnicas tradicionales constructivas para adaptarlas posteriormente a sus nuevas tipologías arquitectónicas. Naturalmente, la primera gran civilización que encontraron fue la romana; de ella aprenderá y adoptará un gran repertorio, no solo de soluciones constructivas, sino también arquitectónicas. La cronología básica de esta nueva arquitectura envuelta en un arte envidiable comienza en el año 622, el de la Héjira, iniciando las conquistas diez años después: Persia en el 641, Siria en el 639, Egipto en el 640, España en el 711, Turquía fue ocupada en parte durante los siglos XI y XII, la India empezó a ser invadida en el 1027. En 1453 acabaron su úlitma gran conquista medieval: el imperio Bizantino. LA OTRA GRAN RELIGIÓN El Islám es una importante religión basada en las enseñanzas de Mahoma (570-632), llamado el Profeta. Originaria de la península de Arabia, se encuentra establecida en los continentes más poblados del planeta. Su arquitectura, presente en todo el mundo, es mestiza y pura, exuberante y discreta, sobria pero de enorme belleza. Bastaría recordar edificios tan emblemáticos como la Mezquita de Córdoba, el palacio de la Alhambra y el Generalife de Granada entre otras grandes construcciones arquitectónicas europeas, la Gran Mezquita de Samarra en Irak y el Taj Mahal, situado en Agra, que es el más famoso de todos los edificios antiguos de la India, y uno de los monumentos más emblemáticos del arte mogol, las mezquitas mediterráneas de Ibn Tulun y Mehmed Ali en El Cairo y la de Kairuán en Túnez. Islam, en árabe, significa “entregarse” y a través del Corán se establece su sentido religioso; entregarse(cid:198)someterse a la voluntad de Dios. Para los seres humanos, que tienen potestad de obrar por elección y reflexión, la práctica del islam no implica obediencia sino la aceptación libre de los mandamientos divinos de Dios. ISLÁM Y SOCIEDAD. El proyecto de la sociedad islámica está basado en el concepto de Teocracia, que persigue un objetivo común fundado sobre el "gobierno de Dios en la Tierra", donde las actuaciones políticas están impregnadas con las leyes coránicas. Las autoridades religiosas han tenido una considerable influencia política en ciertas sociedades musulmanas. La filosofía social islámica se basa en la creencia de que todos los niveles de la vida — social, religioso, político y económico— constituyen una única acción dotada de todos los valores islámicos, inspira conceptos tales como Derecho islámico y Estado islámico, y explica el acentuado énfasis del islám en la vida y en las obligaciones sociales. Incluso los deberes religiosos fundamentales establecidos en los cinco pilares del islam tienen nítidas implicaciones en lo que afecta a la comunidad. ISLÁM Y ARTE La rápida expansión islámica durante el siglo VII, desde la Península Ibérica hasta la Índia, dió a conocer a esta naciente cultura religioso-política otras ya centenarias, llenas de una gran variedad de tradiciones: sasánida, bizantina, romana, visigoda, etc. Por supuesto, todas ellas eran ajenas a la islámica, con mayor experiencia y tradición en el campo de la arquitectura. El dominio islámico se consolida con los Omeyas (dinastía de califas que gobernó el califato árabe del islam desde el 661 hasta el 750 y la España musulmana desde el 929 hasta el 1031). Surgirá entonces la necesidad de construir edificios que manifiesten la realidad política y cultural vigente. Los nuevos gobernantes acudirán a las diversas culturas que se encuentran en sus recientes territorios en busca del modelo arquitectónico válido y de constructores capaces de realizarlos. El Islám, a diferencia de la homogeneidad del mundo cultural romano, presenta una diversidad artística que dificulta su propia definición como arte. Si nos atenemos al aspecto monumental descubrimos que, cuando intentamos concretar los perfiles que presentan las mezquitas u otras tipologías, existen grandes diferencias, no solo en el uso de materiales y técnicas constructivas, sino también en determinados aspectos formales que las definen arquitectónicamente. El carácter heterogéneo demostrado por el arte islámico es fruto de múltiples adquisiciones formales y técnicas que sirvieron de elemento modelador en la inserción de los preceptos coranicos dentro de las actividades artísticas, a priori, carentes de expresión religiosa.

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