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Arcipreste de Talavera o Corbacho PDF

302 Pages·1970·60.266 MB·Spanish
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, ALFONSO MARTINEZ DE TOLEDO ARCIPRESTED E TALAV ERA o CORBACHO Edición, introducción y notas de J. GONZALEZ M DELA Madrid Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN © Copyright Editorial Castalia, 1970 Zurbano, 39 - Madrid (10) - Tel. 4198940 Impreso en España. Printed in Spain por Artes Gráficas Soler, S. A. Valencia Depósito Legal: V. 2.477 - 1970 Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN \\(~\ \C\ SUMARIO .. - .... '"' \ \ _) INTRODUCCIÓN BIOGRÁFICA Y CRÍTICA 7 Biografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 7 La obra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 10 La literatura antifeminista en España 15 El estilo . . . . . . . . . . . . . .. 17 Fuentes . . . . . . . .. 28 NOTICIA BmLIOGRÁFICA 31 BIBLIOGRAFÍA SELECTA 33 NOTA PREVIA 35 ARCIPRESTE DE TALA VERA •.. 39 Prólogo . . . . . . . .. . .. . . . .. . . . . . .. 41 Primera Parte (Capítulos I al XXXVIII) 47 Segunda Parte (Capítulos I al XIV) 121 Tercera Parte (Capítulos I al X) ... .. . . . . 180 Media Parte (Capítulos I al 111) . . . . . . . . . 207 El auctor faze fin a la presente obra e demanda perdón si en algo de lo que ha dicho ha eno- jado o no bien dicho . . . . . . . . . . . . .. . 280 282 ÍNDICE DE CAPÍTULOS .. . . . • . . . . . . . . . . . . . . . .. . 1500 285 VARIANTES DE LA EDICIÓN DE TOLEDO DE GLOSARIO . . . . . . .. . 29 5 ÍNDICE DE LÁMINAS 305 Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN INTRODUCCIÓN BIOGRÁFICA Y CRITICA BIOGRAFÍA L noticias sobre la vida de Alfonso Martínez de AS Toledo, arcipreste de Talavera, bachiller en <lecre tos y capellán del rey don Juan 11 de Castilla, las debemos, aparte de al propio arcipreste, a los traba jos de Pérez Pastor, García Rey, Erich von Richthofen (véase la Bibliografía) y a R. Miguel y Planas en la introducción de su traducción El Espejo, de Jaime Roig, "Clásicos españoles de lengua catalana", Barcelona, 1936-1942. Estas noticias han sido resumidas por Mar tín de Riquer en el prólogo de su edición del texto que nos ocupa, y ampliamente elaboradas por Mario Penna en su edición de Turín del mismo texto. Al comienzo del tratado que nuevamente editamos se declara : "Libro conpuesto por Alfonso Martines de Toledo, arcipreste de Talavera, en hedat suya de qua renta años. Acabado a quinze de mar90, año del nas cimiento de Nuestro Salvador Jesuchristo de mill e qua trocientos e treynta e ocho años. Sin bautismo, sea por nombre llamado Arcipreste de Talavera dondequier que fuere levado". El autor de Arcipreste de Talavera nació, pues, en 1398, el mismo afio que el Marqués de Santillana, y el propio arcipreste se declara oriundo de la ciudad de 7 Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN 8 INTRODUCCIÓN Toledo en una anotación que hizo en el ejemplar que poseía de la Crónica Troyana. 1 Debió de pertenecer a una familia distinguida -a juz gar por el blasón de su tumba, que volveremos a men cionar- e influyente, ya que a los diecisiete años obtuvo un beneficio eclesiástico en la capilla de los Reyes Vie jos de la catedral de Toledo, cargo del que fue despo seído por no sabemos exactamente qué razones (García Rey imagina enemistades con sus colegas o deficiente cumplimiento de sus deberes), pero recuperó el puesto y a un pudo acrecentar sus dignidades : prestigio en la corte arzobispal, capellán del Rey, y arcipreste de Ta la vera ya antes de 1436. Su prestigio no debió de ba sarse solamente en la influencia de su familia, sino en su talento, su experiencia en materias morales, jurídicas y eclesiásticas, y de la vida en general, después de haber viajado por Italia para rehabilitarse en su puesto de racionero, según conjetura Miquel y Planas, y por tie rras del reino de Aragón, como nos cuenta el propio Martínez de Toledo. La obra a la que dio con cierto orgullo su propio título, Arcipreste de Talavera, terminada en la madurez de los cuarenta años, si bien fue la que más nos admira y nos mueve hoy día, no fue la única. Sus deberes de "clérigo", en el sentido en que esta palabra se entendía en la Edad Media, le llevaron a escribir la importante A talaya de las crónicas, 1443, en la que se propone "copilar los más reyes assy godos como españoles o castellanos, que yo pudiese alcan~ar e saber, so el más conpendio breve que a mí posible fuese". Va desde los reyes godos hasta Enrique 111 de Castilla. 2 Y también adaptó en castellano las Vidas de San Isidoro y San lldefonso (edic. José Madoz y Moleres, S. l., "Clásicos Castellanos", Madrid, 1962). 1 M. Menéndez Pelayo, Orígenes de la novela, I, Madrid, 1925, p. CVIII, nota 2. 2 Véase Madeleine Pardo, "Remarques sur L' Atalaya de l'archi pretre de Talavera", Romania, 88 (1967), pp. 350-398. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN , INTRODUCCION 9 El lector podrá ver en el texto la narración de algu nos sucesos que el arcipreste presenció durante sus andanzas por tierras de Cataluña : aunque fuese un erudito, no consumió todo su tiempo en la biblioteca, sino que se halló presente en los lugares de acción e interés vital, tal vez por curiosidad hacia el ser huma no y, también, en ejercicio de su profesión sacerdotal. Un hombre activo, inquieto e inteligente. Pero no han llegado hasta nosotros más datos para completar su biografía. No se sabe cuándo murió. Parece que estaba vivo, según documentos publicados por Pérez Pastor, en se tiembre de 1466, cuando frisaba los setenta (y cuando Contreras copiaba el manuscrito del Arcipreste de Ta Javera que se conserva hoy en El Escorial). El coman dante don Verardo García Rey nos da cuenta de la lá pida que recuerda su muerte con fecha de 1460. "Esta lápida del arcipreste, tan originalísima [porque no lleva los apellidos, pero sí el blasón], pudo colocarse algunos años después de acaecida su muerte, quizás en 1470 como supuso Pérez Pastor, y como homenaje a la me moria de tan distinguido capellán, por su condición linajuda, sus virtudes ascéticas ... y sus condiciones emi nentes de escritor ... " 3 Acerca de la lápida dice lo siguiente el comandante García Rey : "En la santa igle sia primada de Toledo se ve colocada, en la parte inte rior del pilar situado entre la monumental puerta de la Chapinería o del Reloj y la escalinata de acceso a la capilla de San Pedro, fundación del arzobispo D. San cho de Rojas, la siguiente lápida sepulcral: dimensiones 0'630 por 0'550." (Véase la reproducción del dibujo de García Rey en las ilustraciones de esta edición). "El blasón... que lleva pintado el lucillo copiado, prueba la condición distinguida de la persona a quien se contrae o familia a quien se refiere, y que mereció por hechos insignes, guerreros o políticos. Son sus armas 3 V. García Rey, "El arcipreste de Talavera, Alonso Martínez de Toledo", Reu. de la Biblioteca, Archivo r Museo, Ayuntamien to de Madrid, Año V, julio 1928, núm. XIX, p. 302. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN 10 INTRODUCCIÓN escudo cuartelado : 1.0 y 4.º , un árbol sinople en campo de oro, que corresponden al apellido Martínez; 2.º y 3-0. en campo azur, un león rampante de gules que no , he podido identificar." Martínez de Toledo, miembro de la Cofradía de la Santa Caridad, fundó una memoria para que "cada año se ofrendase su sepultura y se pusiesen en ella dos ve las", lo cual toda vía se cumplía en 1779. 4 LA OBRA La obra que ahora presentamos debe llamarse Arci preste de Talavera, por voluntad de su autor, pero ha pasado a la historia con el nombre de Corbacho, y el subtítulo de "Reprobación del loco amor", a partir del incunable de Sevilla de 1498. La obra de Boccaccio, el Corbaccio, era conocida en España por la traducción catalana que antes de 1397 hizo el mercader Narcís Franch, pero nuestro arcipreste no piensa en ella tanto como en otros libros de Boccaccio. Arcipreste de Talavera nos ha sido transmitido a tra vés de un solo manuscrito hoy conservado en la Biblio teca de El Escorial (sig. h.111.10)y de varias ediciones de fines del siglo xv y principios del que parecen XVI, indicar la existencia de otro u otros manuscritos. Pero es inútil discutir esta cuestión, y todavía es un poco arriesgada la labor de una edición crítica. El libro trata, como prometen el título y subtítulos a partir de 1498, de los vicios de las malas mujeres y complexiones de los hombres. También trata de muchas cosas más, desde astrología a cosmética, y, como su predecesor el arcipreste de Hita y su sucesor Fernando de Rojas, nos deja perplejos respecto a la conclusión que debemos sacar, pues en la última página que se publica a partir de 1498 se arrepiente de las severas moralidades en que nos había instruído, según veremos 4 García Rey, art. cit., pp. 298, 302, 305 y 304. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN INTRODUCCIÓN 11 más adelante. ¿Se arrepiente en broma, o para dejar al lector la libertad y responsabilidad del juicio? Aunque el libro sigue corrientes literarias conocidas en Europa, resulta un tanto extraño si tenemos que estudiarlo dentro de la literatura europea de la Edad Media, pero no tan extraño dentro de la literatura es pañola, con el precedente y el subsiguiente citados : Juan Ruiz y Fernando de Rojas. Parece que está si guiendo un texto clásico en toda la Edad Media, el De A 1nore de Andreas Capellanus, pero según Penna es la tercera parte de esa obra, la "Reprobatio", la que más afecta a nuestro autor. No se refleja el difícil equi librio que quería mantener Andreas entre el alma que sabe lo que desea y el inevitable y torpe cuerpo que si gue los instintos animales. En nuestro arcipreste no se menciona un "amor cortés" (claro que eso sería ino portuno feminismo) ni una posible "caballería" (aunque la "caballería" de Cifar o Amadís fuera bastante ho nesta), sino una brutal carnalidad por un lado y una ascética espiritualidad por otro, salva la ley de matri monio, la cual, según se nos pinta con detalles, las mujeres son muy sabias en infringir. Y aún dentro del matrimonio no se nos ahorra el asco carnal, cuando, por ejemplo, se habla de la unión entre viejos y viejas o entre viejos y jóvenes. Nos sorprende la ausencia de flexibilidad y buen humor, o sano humor, y de alegría hacia el arte de amar que se ve en otras literaturas europeas vecinas, como la francesa o la italiana; pero claro es que ésa no era la vena en que se encontraba nuestro arcipreste, aunque sin duda podemos subrayar en su texto más de un rasgo de un tono zumbón o socarrón, y grosero. El autor nos deja colgados sin sa ber qué es más verdadero o más falso : el canto final de las vírgenes que van a las bodas con el Esposo, o el descabello: "guay del que duerme solo!" de la po siblemente auténtica Demanda que cierra el libro. Tal vez las dos cosas eran verdaderas para él. Si la obra termina con esa ambigüedad, su comienzo no es más claro, aunque acaso la intención del autor Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN 12 INTRODUCCIÓN no fuese la de confundirnos. ¿Quién es Juan de Ausim, el inspirador de la obra según confiesa el manuscrito? Los editores de los incunables no se preocuparon por el problema: o le llaman simplemente Johan (en 1498) o documentan la cita con una sapiencia propia de eru ditos: era Juan Gerron (1500). Pero la influencia de Ger~on ha sido descartada por A. Baradat, el cual, en cambio, encuentra bastantes correspondencias entre la obra de Martínez de Toledo y la de Aeneas Silvius Piccolomini, Remede de mauvais amour. 5 En lo que no hay duda, después de los estudios de Richthofen y de Mario Penna, es que la fuente principal es el De Amore de Andreas Capellanus. Pero la sugerencia de Raúl del Piero de que el desconocido Juan de Ausim sea Nicolaus de Ausim es digna de tenerse en cuenta, y habrá que seguir más de cerca en futuros estudios la pista de este Nicolaus y la del Ostiense, que fue un fiel seguidor de las Decreta/es de Gregorio IX, muy citadas por nuestro arcipreste. Martínez de Toledo parece seguir un orden en su tratado : el propósito de la obra es reprobar el amor mundano y alabar el amor de Dios. O condenación eterna por un goce muy pasajero, o salvación. Pero hay que subrayar que no hace la execración del pecado con la fruición casi propagandística de Juan R uiz, el arcipreste de Hita. El de Talavera es, ciertamente, un moralista de otro estilo y no se divierte con la descrip ción de las tentaciones. La primera parte trata de las desgracias -físicas y materiales- que se siguen al amar corporalmente. Y se demuestra cómo el amador va, uno tras otro, contra los diez mandamientos, cómo incurre en los siete pe cados capitales y cómo se pierden todas las virtudes. El orden que se sigue al tratar de los mandamientos es el siguiente: 1.0 "amarás a Dios sobre todas las cosas", 2.0 "non jurarás el su santo nombre en vano", 3.0 "guar- a 5 A. Baradat, "Qui a inspiré son livre l'archipretre de Tala vera ?", Mélanges o//erts cL. H. Gavel, Toulouse, 1948, pp. 3-12. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN INTRODUCCIÓN 13 darás los días santos de los domingos e santas fiestas por la universal Eglesia mandados guardar", 4.º "hon rarás a tu padre e a tu madre, e luengamente en el mundo bivirás", 5.0 "non matarás a ninguno nin algu na", 6.0 "non serás ladrón, nin cosa agena furtarás", 7.º "non farás fornicio nin luxuria cometerás", 8.0 "non farás falso testimonio nin contra ninguno le levanta rás", 9.0 "guardarás la muger de tu vezino como la tuya mesma", y 10.º "non dessearás las cosas de tu próximo". El orden de los pecados capitales es: soberbia, avari cia, luxuria, envidia, gula, ira y pereza. A la argumentación de tipo abstracto acompañan ca sos vistos por el propio arcipreste en sus viajes por tierras levantinas. En resumen : degradación del cuerpo y degradación del alma. La segunda parte trata de "los vicios y tachas y ma las condiciones de las perversas mugeres", empezando con las avariciosas y siguiendo con las murmurantes, codiciosas, envidiosas, inconstantes, las que son como cuchillo de dos filos, las desobedientes, soberbias, vana gloriosas, borrachas, cotillas, y las que no discriminan sobre a quién aman. Después de este formidable estudio de sicología femenina experimental, se advierte que sólo en amar a Dios consiste la sabiduría. La tercera parte quiere estudiar científicamente la na .. turaleza humana y su disposición para el amor. Trata, pues, de las complexiones y de las influencias de los planetas sobre la naturaleza del hombre. Si en la parte anterior se trataba de sicología y moral, ahora se trata de fisiología y sicología, con un poco de astrología, si guiendo la tradición de Aristóteles, para el que la Ética era un verdadero tratado de sicología. Pero el autor se da cuenta del peligro que hay en hablar de astrología, ya que creer en la influencia de los planetas es menospreciar el poder de Dios y renun ciar al libre albedrío. Por eso escribe la media parte, en la que, sin poder evitar la creencia en la astrología, que en su tiempo tenía auténtico valor científico, se antepo ne a ella la suprema sabiduría de Dios todopoderoso. Google Original from Digitized by UNIVERSITYO F MICHIGAN

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