Ryan no es precisamente un santo. Casado con Nora, no es la primera vez que tiene un desliz con alguna compañera de trabajo en el hospital.
Tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe, eso es lo que dicen y eso es lo que le ocurre al atractivo ginecólogo irlandés cuando su mujer descubre una de sus aventuras.
De un día para otro, se ve con las maletas en la calle y decide comenzar de cero en otro lugar, eligiendo el Oviedo natal de su padre para hacerlo. En la bonita ciudad asturiana no tarda en comenzar a trabajar en una clínica que tiene como principal hándicap a su director, pues Demetrio es un patán que ocupa ese puesto por ser el hijo del dueño.
Enseguida, Ryan descubre que el principal mérito de Demetrio consiste en haberse adueñado del corazón de Iris, su joven novia, y un auténtico bombón que Ryan también desea degustar, pese a que a Oviedo ha llegado con el mejor de los pies y las chicas se lo rifan.
Entre Iris y él surge una bonita conexión que, tristemente, se rompe por la fama de donjuán de este. No obstante, Ryan lucha por recuperar la complicidad con esa compañera tan especial que alegra sus días como ninguna otra.
Cuando parece que se va ganando su confianza nuevos contratiempos se interponen entre ambos, ¿quieres descubrirlos? Bébete las líneas de la primera parte de una trilogía en la que las emociones están desde el minuto uno a flor de piel.