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“ANTROPOLOGIA Y CIENCIAS MEDICAS EN LA OBRA DE FRANCISCO DE QUEVEDO” Memoria PDF

335 Pages·2000·18.67 MB·Spanish
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—1— UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE FARMACIA DEPARTAMENTO DE FARMACIA Y TECNOLOGíA FARMACEUTICA “ANTROPOLOGIA Y CIENCIAS MEDICAS EN LA OBRA DE FRANCISCO DE QUEVEDO” Memoria presentada por Mariano mdcl de Castro, para optar al grado de Doctor en Farmacia Madrid, Septiembre de 1.994 1 — — Este trabajo, que se presenta como Tesis Doctoral, ha sido realizadoenelDepartamentodeMedicinaPreventivay SaludPública eHistoria de la Ciencia, de la Facultad de Medicinade la Universidad Complutense de Madrid,bajo ladireccióndel DoctorD. LuisEnriqueMontiel Llorente, Prolesor Titular de Historia de la Medicina, de dicha Facultad. Como ponente ha actuado el Doctor D. Javier Puerto Sarmiento, Caatedrático de Historia de la Farmacia y Legislación Farmaceútica, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. III — — Amisquerldísimospadres,dequie- nes lo he recibido todo, absolutamente todo; y de quienes heredé mi profundo amor por la Farmacia. Alamemoriade¡nlqueridaherma- na Mary-Carmen, también farmacéuti- ca, de cuyo ejemplo, en su paso por la vida,heaprendidolasmejoreslecciones. lv - - AGRADECIMIENTOS Son tantas las personas a las que debo agradecer su permanente colaboración y apoyo, que la simple relación de sus nombres, haría intermi- nable este apartado. Acepto, por ello, de principio, que no puedo aquf recordarlos a todos; pero para todos guardo el más sincero y afectuoso reconocimiento. Noquiero, sin embargo, dejar de mencionaral ProfesorDr. D. Luis Enrique Montiel Llorente, Directorde este trabajo, por haberme orientado cii su realización y por haberme distinguido con suconfianza,Con su estímulo y con su capacidad científica y humana, me ha guiado y me ha alentado, ayudándome asuperar situacionesdifíciles que ensombrecieron la llegada al deseado final Asimismo, quiero manifestar mi gratitud al Ponente de esta Tesis, mi queridocompañero y amigo elDoctorD. JavierPuertoSarmiento, queechó sobre sus hombros la responsabilidad de rconducir un trabajo que, por penosas circunstancias, se encontrabadetenido en unalaberíntica encrucija- da. Cumplo con satisfacción, también, el deber de hacer mención especia de todoslos maestros quehan conducido mispasos por el campodel saber,desdemisprofesoresdePrimeraEnseñanzay Bachilleratohasta losque me formaron profesionalmente en lasFacultades de Farmacia de Santiago de Compostela y de Madrid. De todos ellos recuerdo con especial afecto la eminentefiguradeldesaparecido ProfesorDr. D. Guillermo FolchJou, queme acogió en la Cátedra de Historia de la Farmacia, Inmediatamente después de terminarmilicenciatura,Todosconsuconconsejoy aliento, permanentes, me ayudaron a superar el desánimo y las inevitables contrariedades que, con demasiada frecuencia, me cercaron. Quisiera ser capaz de expresar con las palabras adecuadas ml profundo sentimiento de gratitudy mi esperanza de poder ofrecerme a ellos como digno discípulo. No debo tampoco olvidarme de tantos compañeros a cuyo lado he trabajado y de quieneshe recibidoapoyo y amistad. De entre loscuales he de destacar a la Profesora Dra. D~. María del Carmen Francés Causapé y al Profesor D. Miguel Ruiz-Borrego Arrabal, cuyas aportaciones resultaron inestimables para la finalización de este trabajo. No seríajusto terminar estesentidoy sincero capítulo deagradeci- mientos sin destacar, de forma prenilnente, el cariño y el aliento infinitos recibidos, permanentemente, detodamifamilia; especialmentedemis padres y hermanos. Demis padres he aprendidocuanto de bueno conozco, yde ellos lo he recibido todo, absolutamente todo, en este mundo. -1— INTRODUCCIÓN -2- Palabras nreliminares Ha pasado mucho tiempo desde que, reden terminada la licencia- tura,me propuserealizarlatesis doctoral paraculminar un primerperiodo de formación einiciar una segunda etapa de estudio, con el deseo de continuar mi vida académica siriviendo a la Universidad, La ilusiónjuvenil de aquellos años no sólo nuna se extinguió sino que, con el paso de los días, se ha ido acrecentando. Pero la vida, que inexorablementeimpone suley, hadetenido, envariasocasiones, y porcausas muydiversas, larealización de un trabajo queconstituía mi mejor y mi mayor ambiciaón. Sólo una tenacidad rayana en la obstinación, mantenida por el aliento constante de muchosy la valiosaayuda de unospocos, han permitido que mi proyecto, que reconozco humilde, llegara a su fin. Objeto del trabalo El estudio de un tiempo pasado adquiere una especial perspectiva cuando se hace a través de la mirada de un ser genia, que vivió en esa determinada época, que convició con los hombres de su tiempo, que observó minuciosamente la vidayalhombre, y que,paradicha de quieneslesiguieron en el tiempo, dejó escritas sus impresiones, sus opiniones y sus criticas. Afortunadamente, para el concoimiento del mundo y la vida espa- ñola delos siglosXVIyXVII, contamosconlaprolija y excelente obra que nos dejó el ilustre escritos D. Francisco de Quevedo, a través de la cual se revela con toda claridad lo ocurrido durante los añosque le tocó vivir y, sobre todo, se percibe el análisis profundo y certero de aquellos hombres de cuya vidafué testigo. Desde los Reyes a los que conoció, hasta los más humildes contemporáneos con los que convivi~o, todos fueron retratados de forma maravillosa, describiendo no sólo su aspecto dísico y su carácter, sitio ahondando incluso en los rincones más recgonditos desu alma. 3- Quevedo, gloriadelasletras denuestro ‘Siglode Oro”, dentro desu generalizada curiosidad por el mundo del saber, prestó una gran atención a las ciencias, y de forma muy especial a aquellas que están directamente relacionadas con la salud. Sus observaciones, tanto en lo que hace relación a cuestiones antropológicas como las refridas a las ciencias médicas, afloran constante- mente en su obra, lo mismo een prosa que en verso. Sus atinados juicios, sus minuciosas descripciones, sus justas críticas, sus clarividentes presagios y, en fin, su personailsima y avanzada visión del hombre, de la vida y del mundo, permiten a quien lo relea con atención, deducir, sin riesgo a equivocarse, cómo era la vida en la España de sutiempoy cómoeran loshombresqueentonceslapoblaban. PorqueQuevedo describe al hombre en las circunstancias que hicieron de su literatura la verdadera razón de su vida, Elobjeto deeste trabajoeselque, deformaevidente,se describeen su título. Sepretende, atravésdeun minucioso estudiodelaobra de Quevedo, analizar cuanto en ella se encuentra relacionado con la antropología física, psíquica y moral, así como cuantas menciones hace a cuestiones relativas a la medicina, los médicos, la farmcia, los boticarios y a cuentas actividades o personastenían algoquever conla salud,conla enfermedad y conla curación del hombre. Estado de la cuestión La obra de Quevedo, admirada popularmente, aunque casi nunca bien conocida, ha sido desde antiguo punto de referencia y fuente de inspiración para numerosos oradores, articulistas y escritores. Aél se acude para sustentar, sobresussentencias, afirmacionesquedeeste modoresultan doblemente creibles. Aélse harecurridotambién,en diversasocasiones, para hablardeantropologíay decienciasmédicas, peronoexiste, que conozcamos, unarevisióndetalladay exhaustiva desuobraentalsentido,sinó aportaciones puntuales,todasellasmuyvaliosas,porsupuesto,sobrealgúntemao cuestión determinados. 4- RecordamosaquílaconferencialeídaporelDoctorD. JoséGoyanes, en Madrid, con motivo de la FIesta del Libro del año 1934, bajo el títuloLa sátira contra los médicos y la medicina en los libros de Quevedo” y que fué publicada en la revista “El siglo médico” el día 5 de mayo del mismo año. En ella, a pesarde estar biendocumentada engeneral, sedesliza un curioso error en su comienzo, pues se refiere al Doctor Juan Pérez de Montalbán como médico, cuandoen realidadesteconocidoescritorcontemporáneoy declarado enemigo de Quevedo era Doctor, pero no en Medicina sino en Teología. Comomuchomásfundamentalenelestudio denuestro tema, es de rigor citar también un ensayo titulado La vida del hombre en la poesía de Quevedo que el eminente historiador de la Medicina Doctor D. Pedro Lain Entralgo publicó, hace yaaños, acompañado de otros de diversa índole, en la Editorial Espasa Calpe, bajo el título La aventura de leer. El Profesor Lain ya había analizado el sentido antropológico de la poesía quevedesca en varias conferencias pronunciadas en Oviedo, Vigo y Valencia durante al año 1945. Enelensayoantesaludido, D. PedroLainpresenta un Quevedo“grave”opuesto alQuevedo “satíricoyburlesco”que habitualmente seconsidera. El mismo Dr. LainEntralgofuéautor deotroensayo titulado QuevedoyHeidea~erpublicado en la revistaJerarciuia. El propio autor, (maestro indiscutible de la ¡-lisotoria de la Medicina, universalmente admirado, reconoce que con La vida del hombreenla poesiadeQuevedosedespide, en 1947,definitivamente, del tema quevedesco; si bien es notorio que lo hizo tras adentrarse en la cuestión de forma magistral, También resultaobligadomencionaruna publicacióndeAlessandro Martinengo titulada La Astrología en la obra de Quevedo, en la que sitúa a nuestro autor ante el problema de la ciencia. El Profesor Martinengo ha orientado su trabajo en tresdirecciones; parcelar ordenadamente las referen- cias quevedescas al ámbito científico, fundamentar en Quevedo un conoci- miento amplio y una permanente curiosidad en tales materias, y relacionar ambas cosas con la presencia de la ciencia, antigua y moderna, en la España de su tiempo. Nos regala además en su obra un apéndice sobre la posible bibliotecadeQuevedo,alavistadelcatálogodeladelMonasteriodeSan Martin deMadriden 1788, adonde,enparte,fueron aparar suslibrosa finesdelSiglo XVII, vendidos por la casa ducal de Medinacell, destino dela mayoría de los volúmenes del poeta a su muerte, En la obra resulta probada la afición de Quevedo a las Ciencias sospechosas (magia, alquimia, astrología) filtrada, desde luego, por la reserva crítica que imponía el dominio de la ortodoxia teológica en su época. Son numerosos los artículos aparecidos en la prensa diaria o los incluidos enrevistasespecializadas (médicas, históricasy literarias) enlos que sealudeaQuevedoyasuobra;yencasi todosellossuele ponersedemanifiesto -5- su genérica aversión hacia los médicos, boticarios, erc~.. Incluso en obras de teatro, como en la titulada El caballero de las espuelas de oro, de Alejandro Casona, se insiste endicha actitud colocando el personajecentral (que no es otro sino el propio Quevedo en su sueño, a médicos y boticarios en lo más profundocJe los infiernos. La vida y las ideas de Quevedo pasaron del estudio culto hasta la conversación cotidiana del vulgo, y por eso no puede extrañarnos haber encontradoun romancedelosdenominados“depliegoo decordel”, queparece datarde 1839 y del que conocemos una copia de 1871, en el que, con motivo de la última prisión de Quevedo, se hace referencia a sus sufrimientos y enfermedades, queseincrementarionconladurezadelencierroenSan Marcos de León. En el apartado dedicado a Bibliografia puede verse una amplia relación de publicaciones consultadas, antiguas y modernas, en las que parecen trabajos sobre Quevedo, su persona, sus andanzas, sus escritos e incluso sus testamentos y hasta su enterramiento. Una muestra de ello podría ser el curioso trabajo aparecido en la famosarevisa“IlustraciónEspañolayAiflericafla”, año 1880, tituladoLa muía del doctor, con referencias frecuentes a Quevedo y en las cuales se zahiere constantemente a los médicos; actitud que, como se puede veren el articulo, era compartida por otros escritores famosos de la época. Tambiénsedebemencionar,porsuexpresarelacióncon eltemaque nos ocupa, el trabajo del Dr. Esteva de Sagreda, publicado en la revista “El 2 2063, año 68, en el quese extiende enoportunas Monitordela Farmacia” (n consideraciones sobre los Sueños de Quevedo y su relación con cuestiones médicas y farmaceúticas. Por su parte, el asturiano Jesús Martínez Fernández publicó en 1957, en Luarca, de forma generosa y entusiasta, un libro titulado Quevedo y laMedicina, que si bien no aportaba grandes novedades al tema, ponía de manifiesto la admiración del autor por nuestro “Genio del Siglo de Oro”. Obvio es decir, que en obras especializadas sobre historia dela Medicina Española, como las del Profesor Sánchez Granjel, figuran diversas reflexiones, comentados y opiniones sobre distintos aspectos de la obra de Quevedo, puesta en relacióncon las Ciencias Médicas.

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realizadoen elDepartamento de Medicina Preventiva y Salud Pública e astrólogos, alquimistas, etc, tenía Quevedo muy mala opinión, pero de
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