Ante el tiempo tiene un subtítulo que precisa el contenido del libro: Historia del arte y anacronismo de las imágenes. Georges Didi-Huberman aborda una mul tiplicidad de problemas y debates de la historia del arte en relación con el tiempo, así como las tensiones que esa historia del arre mantiene con los modelos temporales de la historia propiamente dicha. La noción de ammmisnw es epistemológicamente decisiva. Li imagen es |uiriad<>ra de memoria, de modo que la relación cniiv iieni|m e imagen supone un montaje de tieni|Kis hclcnigi'iieus v discontinuos que sin embargo se ennecian. Didi-Huberman plantea dos pivguinas llave ",que relación de la historia con el licmpn nos impuni la imagen?” y “¿qué consecuencia liene csln |>aia la pulí ih a de la historia del arre?”. El libro propone una an|ueologlii de la Insuma di I arte, cuestionando sin eufemismos ni vai liai Imu s la < l amí de Erwin Panol'sky sobre la "lilsnma di I au.............. disciplina humanista". Esia vision, aim n dida .............. tradición teórica que une a Vasail mn l‘ mi ............I mismo l’anolsky, se prolonga li,isla 11 pn si ni, ni luí,, i le cerrado el paso a quienes se |ini|'iisii nm n .............I, Aby Warburg, Waliei den|,imln i I ad I 1111,11, El libro se iciilia en estos in s |u in ni.........I, I ....... nismo, auloivs de ulnas |sidi nisann un i...... ni", , i sus textos teórkos las liiiilgims un i......... I, i ...... 1 fetiches ¡ntcm|Nnales sosnnlila pm la i-n u■ i o la de limpies crónlms ligia ai Ice i nuin up 1 de ara poiltlvlsia. Por vil tW aiiammlsniii , i pm 11 historiador- DWId tul minan pi1................ Georges Didi-Huberman Ante el tiempo Historia del arte y anacronismo de las imágenes Traducción y nota preliminar de Antonio Oviedo Adriana Hidalgo editora Didi-Huberman, Georges Ante el tiempo - la ed. 2a reimp. Buenos Aires : Adriana Hidalgo editora. 2011. 396 p. ; 19x13 cm. - (Filosofía e historia) ISBN 978-987-1156-32-0 1. Filosofía francesa I. Título CDD 194 filosofía e historia Título original: Devant le temps. Histoire de I ‘art et anachronisme des images Traducción: Oscar Antonio Oviedo Funes Editor: Fabián Lebenglik Maqueta original: Eduardo Stupía Diseño: Gabriela Di Giuseppe 3‘ edición en Argentina: octubre de 2011 Ia edición en España: octubre de 2011 © 2000 by Les Éditions de Minuit © Adriana Hidalgo editora S.A., 2006, 2008, 2011 Córdoba 836 - P. 13 - Of. 1301 (1054) Buenos Aires e-mail: [email protected] www.adrianahidalgo.com ISBN Argentina: 978-987-1156-32-0 ISBN España: 978-84-92857-58-6 Impreso en Argentina Printed in Argentina Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723 Prohibida la reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial. Todos los derechos reservados. Esta edición se terminó de imprimir en Artes Gráficas Delsur, Alte. Solier 2450, Avellaneda, Peía, de Buenos Aires, en el mes de septiembre de 2011. “En cierto sentido, todo problema es el de un empleo del tiempo.” G. Bataille, Método de meditación (1947) “La manera por la que el pasado recibe la impresión de una actualidad más reciente está dada por la ima gen en la cual se halla comprendido. Y esta penetración dialéctica, esta capacidad de ha cer presentes las correlaciones pasadas, es la prueba de verdad de la acción presente. Eso significa que ella enciende la mecha del explosivo que mora en lo que ha sido." W. Benjamin, Paris capitale du XIXsiècle. Le livre des passages (1927-1940) I. Fra Angelico, parre inlerior de la Virgen rie 1<K Soînbriis, hacia 1440-1450. Fresco. Florencia, convento ele San Marcos, corredor septentrional. Altura: 1,50 m. Foto: C¡. D.-H. N ota prelim inar Si se trata de establecer los alcances del contenido del libro de Georges Didi-Huberman, el subtítulo de Ante el tiempo puede acaso resumirlos con cierta precisión, siempre y cuan do luego se examinen al menos sus desarrollos fundamenta les: Historia del arte y anacronismo de las imágenes. Pese a ser tan escuetos, los ocho términos “abren” (un verbo insepa rable de los recorridos teóricos hubermanianos) una multi plicidad de problemas y debates inherentes a la historia del arte, a las relaciones y tironeos de esa historia del arte con los modelos temporales de la historia tout court, a la noción epis temológicamente decisiva de anacronismo y sus nexos con la supervivencia, el síntoma y la imagen, si se admite que esta última, siendo portadora de una memoria, da cabida a un montaje de tiempos heterogéneos y discontinuos que, sin embargo, se conectan y se interpenetran. Pero son dos pre guntas formuladas por Didi-Huberman las que introducen las problemáticas más álgidas, planteadas y retomadas, discu tidas y cuestionadas a la luz de diferentes matices y enfoques en el curso de Ante el tiempo-, “¿qué relación de la historia con el tiempo nos impone la imagen?” y “¿qué consecuencia tiene esto para la práctica de la historia del arte?”. Es cierto que Ante el tiempo viene a ser como una conti nuación, o incluso, dicho con las debidas precauciones, una 11 Georges Didi-Huberman segunda parte de una obra anterior de Didi-Huberman, Devant l’image (editada en 1990). De todos modos, en uno y en otro, la noción de la imagen adquiere igual prominencia. Su tratamiento, desde ángulos diferentes pero estrechamente conectados a través de sus respectivos caminos de análisis, le otorga un papel central a esa tan recurrente atracción por la imagen, por sus movimientos de inagotables metamorfosis, por el espesor proteico que sacude sus inflexiones, por su ap titud dirigida a proveerse de nuevas formas reacias a dejarse asimilar. A todas ellas Didi-Huberman las ha sabido explorar y cultivar sin pausa: uno de sus últimos libros publicados, Images malgré tout (2003) lo confirma en relación a los he chos atroces de un campo de exterminio captados por cuatro fotografías. Además, no es menos enfática otra afirmación suya —en un reportaje del 23/11/2000, en Libération— acerca del poder ejercido por la imagen, que es capaz de “pertur bar y hacer recomenzar el pensamiento en todos los planos”. Lo cual entraña una virtual recomendación según la cual “se pide muy poco a la imagen al reducirla a una apariencia; se le pide demasiado cuando se busca en ella a lo real”. El objetivo, como asegura Didi-Huberman en Ante el tiempo, consiste en plantear una arqueología de la historia del arte, cuestionando sin eufemismos ni vacilaciones la visión panofskiana de la “historia del arte como disciplina humanista” (antecedida por una tradición teórica que une a Vasari con Kant y con el mismo Panofsky, y que se pro longa hasta el presente tras haberle cerrado el paso a quienes se propusieron “reinventarla”, produciendo lo que se puede llamar su “mutación epistemológica”: Aby Warburg, Walter Benjamin, Carl Einstein. Esta meta focaliza desde luego al “objeto arte” albergado en el nombre mismo de historia del arte. De modo simultáneo, el otro objeto que corresponde 12 Nota preliminar examinar es el “objeto historia”. Así, lo que se pone en juego son los modelos o los valores de uso del tiempo en el campo histórico, en la historia del arte, cuyos objetos de investiga ción y estudio son precisamente las imágenes. £1 ideal del historiador no consistiría en otra cosa que en interpretar el pasado con las categorías del pasado, evitando cuidadosa mente proyectar nuestros conceptos o gustos sobre las rea lidades del pasado, dado que, de acuerdo a esta posición, la clave para comprender un objeto del pasado se encuentra en el mismo pasado: para comprender los fragmentos de los muros de Fra Angelico habrá que hallar una fuente de época que permita acceder a la actividad pictórica del monje. Bajo esta actitud canónica del historiador, que procura, advierte Didi-Huberman, la concordancia de tiempos, los tiempos eucrónicos o correctos (factuales, contextúales), lo que subya ce es lisa y llanamente una expulsión de un tiempo que no es el del pasado sino el de la memoria, que es a la cual, en rigor, el historiador convoca e interpela, y que es también un recep táculo de tiempos heterogéneos, repletos de disparidades que hacen trizas las cronologías. Aquí es donde emerge o irrumpe el anacronismo (una “intrusión” de una época en otra, de finido por los surrealistas con la frase: “Julio César muerto por un disparo de Browning”) para romper precisamente “la linealidad del relato histórico”. Su “fermento de irracionali dad” no excluye la muy afianzada posibilidad de convertir al anacronismo (error, bestia negra, vergüenza, pecado im perdonable, herejía: denominaciones todas acuñadas por un gran número de historiadores encabezados en su momento por Lucien Fébvre y Ernst Bloch, a los que más adelante se agregan, entre otros, Georges Duby o J.-P. Vernant, pero a los cuales no corresponde sumar el nombre de Michel de Certeau) en un paradigma de la interrogación histórica, esto 13