XXX Semana de Estudios Medievales Estella, 14 a 18 de julio de 2003 ANTE EL MILENARIO DEL REINADO DE SANCHO EL MAYOR. UN REY NAVARRO PARA ESPAÑA Y EUROPA Título: Ante el Milenario del reinado de Sancho el Mayor. Un rey navarro para España y Europa. (Actas de la XXXSemana de Estudios Medievales de Estella. 14 al 18 de julio de 2003). © Gobierno de Navarra. Departamento de Cultura y Turismo. Institución Príncipe de Viana Diseño portada: Ana Jaurrieta Fotocomposición: Pretexto. Imprime: Gráficas Lizarra, S.L. I.S.B.N.: 84-235-2507-4 Dep. Legal: NA-670/2004 Promociona y distribuye: Fondo de Publicaciones del Gobierno de Navarra (Dirección General de Comunicación) C/ Navas de Tolosa, 21 31002 PAMPLONA Teléfono: 848 427 121 Fax: 848 427 123 [email protected] www.cfnavarra.es/publicaciones Índice PRESENTACIÓN ........................................................................................... 9 ÁNGEL J. MARTÍN DUQUE, Sancho III el Mayor de Navarra, entre la leyenda y la historia ..................................................................... 19 FERMÍN MIRANDA GARCÍA, Monarquía y espacios de poder político en el reino de Pamplona (1000-1035) ....................................... 43 DOMINIQUE BARTHÉLEMY, Sainte Foy de Conques et les violences de l’an mil .......................................................................................... 71 PASCUAL MARTÍNEZ SOPENA, Reyes, condes e infanzones. Aristocra- cia y alfetena en el reino de León ............................................... 109 EDUARDO MANZANO MORENO, Algunas reflexiones sobre el fin del Califato Omeya de Córdoba ........................................................ 155 JOSÉ ENRIQUE RUIZ-DOMÈNEC, El abad Oliba: un hombre de paz en tiempos de guerra .................................................................... 173 MANUEL C. DÍAZ Y DÍAZ, Tradiciones culturales librarias en el Rei- no de Pamplona ........................................................................... 197 JOSÉ ÁNGEL GARCÍA DE CORTÁZAR, Monasterios hispanos en torno al año mil: función social y observancia regular .......................... 213 LUIS A. GARCÍA MORENO, Estirpe goda y legitimidad del poder en tiempos de Sancho el Mayor ........................................................ 271 JULIO SAMSÓ, La introducción de la astronomía árabe en Catalu- ña a fines del siglo X ............................................................... 301 7 ÍNDICE DOMINIQUE IOGNA-PRAT, Les moines et la «blanche robe d’églises» à l’âge roman .............................................................................. 319 KLAUS HERBERS, El Imperio entre Otón I y Conrado II. Interpreta- ciones y tendencias de la historiografía actual ...................... 349 8 Presentación El tema de análisis elegido para la XXX Semana de Estudios Medie- vales representa, como es evidente, una atención singularmente notoria hacia unos contenidos evidentemente navarros: Ante el milenario del rei- nado de Sancho el Mayor. Un rey navarro para España y Europa. Sin embargo, y en contra de lo que a primera vista pudiera parecer, el tema no se ciñe a unos objetivos domésticos sino que, todo lo contrario, abar- ca unas coordenadas y horizontes mucho más amplios, como queda de manifiesto a la vista, simplemente, de los ponentes del mismo y de los títulos de sus trabajos. Conviene tener en cuenta, en este sentido, que el primer tercio del siglo XI representa un momento crucial en el desarro- llo político y social europeo e hispánico, y en esos parámetros se inscri- be la acción política de Sancho el Mayor, que actúa en todo mom ento recurriendo a los mecanismos de funcionamiento y al marco ideo lógico y cultural propios de la sociedad de su tiempo. Es por esta razón, fundamentalmente, que el volumen que sale aho- ra a la luz representa, en realidad, una aportación mucho más compleja de la que su título, en principio, puede representar. No se trata, como luego resulta evidente a la vista del sumario, de un conjunto de textos biográficos más o menos amplios sobre la figura del rey pamplonés, por meritorio que esto pudiera ser, sino de un conjunto de intensas y riguro- sas reflexiones relativas a los temas más candentes de la historiografía al- tomedieval actual. Analizar la época de Sancho el Mayor ha obligado, en primer lugar, a replantearse, por un lado, aspectos intensamente relacio- nados con el control de los espacios políticos, los niveles de la sobera- nía y el dominio y el ejercicio del poder, tanto a escala navarra como en la de los inevitables marcos peninsular y europeo en los que ésta se in- serta. En segundo lugar, era imprescindible atender a los horizontes sim- 9 PRESENTACIÓN bólicos y códigos culturales e ideológicos vigentes, sin cuyos parámetros de referencia es imposible comprender cabalmente las realidades huma- nas de cualquier tiempo. Y finalmente, no podía eludirse la proyección sobre realidades políticas más lejanas y aparentemente distantes del en- torno europeo, marco de referencia vigente entonces e imprescindible desde el punto de vista historiográfico. Del enorme interés y atractivo de los temas tratados da una idea la singular viveza de los coloquios que si- guieron a cada una de las sesiones. Desde estas premisas, por tanto, y con la antelación habitual, el Co- mité Científico previó la articulación de una Semana que sirviese, al mis- mo tiempo, para conmemorar ese primer milenio del inicio del reinado de Sancho III el Mayor, rey de Pamplona y ágil político. La apertura de la Semana, el día 14 de julio, contó con la asistencia de la Sra. Alcaldesa de Estella, Dña. Ma. José Fernánez Aguerri, que intervino con las si- guientes palabras: Un año mas, durante una semana, la ciudad de Estella-Lizarra, se congratula en acoger en el bello espacio que representa el Palacio de los Reyes de Navarra a todos ustedes, esperando que su estancia sea lo más grata posible. En ello pondremos todo nuestro empeño y así, toda la ciu- dad de Estella-Lizarra hace suya la semana con múltiples actividades que van desde la música antigua, el teatro clásico y los festejos calleje- ros. El termino medieval sugiere la atmósfera afectiva que nos evoca la Edad Media después del romanticismo, un tiempo lejano opuesto al nues- tro pero que nos atañe en lo que se refiere a nuestros orígenes; pintores- ca, de costumbres brutales, inocente y poética; líneas caprichosas y recor- tadas, arquitectura de masas agitadas e impulsadas hacia lo alto; trajes coloreados y fantásticos, prestigiosas armaduras, bellos ornamentos; un lenguaje arcaico y bello; el encanto que supone la mezcla de lo mágico y lo sobrenatural del cristianismo. La época del rey Sancho fue agitada política y militarmente, pero a la vez muy rica en lo cultural. La medicina, sobre todo en el mundo musulmán era considerada are a la par que ciencia, y los médicos ilus- tres fueron objeto del mismo respeto y prestigio que los doctores de la ley, sacerdotes, jueces, generales y almirantes, gozando de enorme as- cendencia. Abicena, médico y físico escribe su «Canon de medicina», Abulcasis termina «La Colección» enciclopedia médica en 30 libros y que versa sobre cirugía, oftalmología, urología, ginecología, basando el 10 PRESENTACIÓN conocimiento de la medicina en procesos empíricos. San Anselmo im- pulsó la Escolástica; se escribe el poema épico «Los siete infantes de Lara», y las primeras jarchas, la más antigua manifestación romance de la península. Igualmente se edita «El collar de la Paloma», una obra dividida en capítulos a través de los cuales el autor desarrolla los te- mas, ya habituales, de los tratados sobre el amor. En contraposición al amor humano la iglesia impone el celibato eclesiástico mediante rigu- rosas normas. Curiosamente culturas muy lejana a nosotros desarrollan procesos si- milares, así se produce un importante desarrollo de la matemática y de la astronomía maya. Los viajes se empiezan a posibilitar y los noruegos descubren América del Norte, si bien fracasaron en el intento de crear asentamientos. Esta búsqueda de comunicaciones coincidirá con la in- quietud de un monarca, como Sancho el Mayor que, a pesar de que vivió una época en que eran escasas las relaciones de los reinos peninsulares con el resto de la cristiandad supo aparecer como un rey deseoso de com- prender lo que pasaba al otro lado de los Pirineos y de volcarse en la co- rriente general de los reinos occidentales. Me permitirán decir que con él empieza la vuelta de España hacia Europa, que acabará por ser un he- cho en la época de sus hijos y sus nietos. Gracias a sus cualidades políticas Sancho el Mayor convirtió a su rei- no en el centro político más importante de la Península Ibérica. En Cata- luña supo encontró eficaces colaboradores como el abad Oliva de Ripio, alma de la vida religiosa y cultural de los condados pirenaicos. A través de Gascuña entró en relación con los hombres que más influyeron en la transformación religiosa y cultural que se estaba realizando en Europa. Influido por estas corrientes nuevas, Sancho el Mayor, impulsó la difusión de la reforma de Cluny. La necesidad de impedir las guerras privadas, impuso la conocida como «paz y tregua de Dios», tratando de que la venganza privada que- dara por completo marginada y se impusiese el derecho en un proceso que pretenderá alejar la barbarie. Mundo de barbarie pues le tocó vivir el final del Califato de Córdoba y el milenarismo, doctrina teológica de ca- rácter cristiano judaizante que hablaba de un reino mesiánico en el mundo al final de los tiempos, tiempos que no llegaron. Otros tiempos, muchas veces violentos, pero en otras ocasiones tre- mendamente creativos nos permite hoy, bajo la mirada atenta de los in- vestigadores conocer una época plena de sucesos justificados en si mis- mos y como ustedes siempre nos han enseñado no extrapolables a la actualidad. 11 PRESENTACIÓN Una Estella medieval les abre sus puertas en un gesto de amigable in- vitación a que se sientan inmersos en todas las actividades que la ciudad desea ofrecerles. Esperamos que su estancia sea agradable y el recuerdo de Estella-Lizarra les acompañe en su periplo vital. Muchas gracias. Intervino asimismo en la sesión de apertura el Ilmo. Sr. Consejero de Cultura del Gobierno de Navarra, D. Juan Ramón Corpas Mauleón, con las siguientes palabras: Ilma. Sra. Alcaldesa de Estella, Doña María José Fernández Aguerri, Señor Presidente del Comité Científico de la Semana de Estudios Medie- vales, Don Ángel Martín Duque, Miembros del Comité, Señores Ponentes, Semanistas, Señoras y Señores. La Semana de Estudios Medievales de Estella se ocupa este año de un tema esencialmente navarro. Es bien cierto que, desde sus inicios en 1963, nunca han faltado las referencias a Navarra en las ponencias de la Semana de Estudios Medievales, pero en esta ocasión cabe considerar que Navarra está en el eje central del tema elegido. Sancho Garcés III, rey de Pamplona –ése es el título que utilizó San- cho el Mayor– fue un rey emblemático. Su nombre es sin duda muy co- nocido para todos, pero, como con frecuencia sucede con los grandes mi- tos históricos, es un rey del que cada cual se ha forjado una visión distinta. Y eso, ya desde el siglo XII. Parece muy oportuna, por tanto, la convocatoria que el Comité Cien- tífico cursó en su día a los especialistas para que precisamente en esta Se- mana de Estudios, tan próxima al primer milenario del monarca nava- rro, se estudie con rigor su figura histórica. Ocuparnos de Sancho el Mayor, por otra parte, no supone en absolu- to encerrarnos en un tema estrictamente local o regional, como lo prue- ba, por otra parte, la presencia aquí de prestigiosos especialistas proce- dentes de diversos puntos del resto de España y aún de Europa. Se trata, en realidad, de analizar un personaje de primera línea que preside, sin duda, todo el primer tercio del siglo XI hispánico. Fiel a su ascendencia pamplonesa y castellana, y con una gran am- plitud de perspectivas y de ambiciones, se movió con igual soltura por su reino privativo, por los confines ribagorzanos y aquitanos, la corte 12 PRESENTACIÓN barcelonesa, la leonesa y, por su puesto, por el anchísimo horizonte castellano. Un hombre y también una época; es decir, la persona y sus circuns- tancias, elementos imprescindibles para comprender realmente al perso- naje y su acción política, cultural, personal: su universo mental. Sancho el Mayor y su tiempo necesitaban, así, un tratamiento riguro- so y científico, que despejara el horizonte mitológico –por más que la le- yenda con frecuencia nos siga atrapando más que la historia–; que ex- plicara las claves de un reinado complejo, del que se ha dicho que ensanchó los límites del reino hasta ocupar todo el tercio norte peninsu- lar, para dividirlo luego creando los nuevos reinos de Aragón y Castilla; un rey del que también se ha dicho, por ejemplo, que despejó y aseguró el Camino de Santiago por su actual trazado, o que tuvo que ver con la im- plantación o la difusión de los Cluniacenses en España. Reflexionar sobre éstos y otros muchos aspectos es lo que el Comité Científico de la Semana de Estudios Medievales de Estella se ha propues- to, articulando un programa que aspira a observar los ámbitos, los espa- cios y las formas de poder desde el Pirineo y Aquitania hasta los confines leoneses. Y aspira asimismo a no perder de vista el imprescindible hori- zonte mental de la Iglesia, la cultura y las otras formas políticas vecinas: el imperio germánico, el mundo carolingio, el Islam. Por todas estas razones, con todas estas aspiraciones, y próximo, como digo, a celebrarse el primer milenario de este gran rey pamplonés, dedicaremos esta trigésima Semana al análisis de su reinado, a las claves de su actuación y de su presencia en todos los rincones de la España del siglo XI y en parte del eje pirenaico, así como a la interpretación del mundo que lo rodeó. Hace ya más de un año que la propuesta quedó formulada con un sugestivo título: Ante el milenario del reinado de Sancho el Mayor. Un rey navarro para España y Europa. Se trataba de una propuesta pionera, sobre un tema de relevancia histórica que ha despertado, como era de es- perar, gran interés en Navarra y su entorno; una propuesta realizada desde la convicción de que la historia se debe estudiar con rigor, con so- siego, con espíritu crítico y con paciencia. Ésa es la tarea de los especia- listas, de quienes se dedican al estudio, la investigación y la enseñanza de la historia; con la obligación, también, de transmitir sus frutos a toda la sociedad. Los que habéis sido aquí convocados esta semana habéis trabajado ya mucho y con ilusión, seguramente, y vais a tener la oportunidad de completar durante estos días vuestros estudios con los necesarios y fecun- 13