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Andalucía y México. Emigración y mundo privado de los pobladores andaluces en Nueva España PDF

176 Pages·2006·0.64 MB·Spanish
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ANTONIO GARCÍA-ABÁSOLO FERNANDO QUILES MARÍA ÁNGELES FERNÁNDEZ Separata de la publicación APORTES HUMANOS, CULTURALES Y ARTÍSTICOS DE ANDALUCÍA EN MÉXICO, SIGLOS XVI-XVIII CONSEJERÍA DE CULTURA Colaboran ESCUELA DE ESTUDIOS HISPANO-AMERICANOS. CSIC ASOCIACIÓN CULTURAL LA OTRA ANDALUCÍA SEVILLA, 2006 Esta obra ha sido editada por la Consejería de Cultura, con la colaboración de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos (CSIC) y la Asociación Cultural La Otra Andalucía, como contribución a la Feria Internacional del Libro de Guada- lajara 2006, en la que Andalucía es la invitada de honor. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita del titular/es delcopyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cual- quier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía yel tratamiento informático, y su distribución. Edita: JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura C/. Santa María la Blanca, 1 – 41071 Sevilla. http://www.juntadeandalucia.es/cultura/ © JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura © Antonio García-Abásolo Fernando Quiles M.ª Ángeles Fernández ISBN: 84-8266-625-8 Depósito legal: SE-4610-06 Cuidado de la edición: Jesús Raúl Navarro García Cubierta: Melchor Pérez de Holguín, “Entrada del Virrey” Diseño y maquetación: Juan Carlos Martínez Gil Impresión: EGONDI Artes Gráficas, S.A. Impreso en España/Printed in Spain Andalucía y México. Emigración y mundo privado de los pobladores andaluces en Nueva España Antonio García-Abásolo Universidad de Córdoba [email protected] Las conmemoraciones del quinto centenario del descubrimiento de América han estimulado la aportación de trabajos en los que se destaca la participación de las distintas regiones españolas al descubrimiento y colo- nización de América. Los más frecuentes han destacado la aportación humana, de manera que los años finales del siglo XX han sido pródigos en trabajos relacionados con la emigración. Como era de esperar, ha habido una variedad de tratamientos grande, en razón de la importancia de la vin- culación de las regiones españolas a América, sin embargo, de casi todas ellas ha habido una muestra, aunque sea pequeña, de su relación con las Indias. De ese panorama interesa destacar aquí los trabajos realizados sobre la emigración a América de Andalucía, Extremadura y Castilla, que fueron las zonas que más pobladores aportaron al Nuevo Mundo entre el descu- brimiento y el siglo XVIII, tiempo en el que se moverá este trabajo. Esto no obsta para que también sea posible disponer de trabajos, de diverso por- te y calado, sobre la emigración de otras regiones, como Galicia, Cataluña, Canarias o el País Vasco. La mayoría de esas aportaciones se han centrado en los aspectos cuan- titativos más tradicionales, sobre todo conocer el número de personas que se embarcaron a Indias, con especificaciones sobre hombres, mujeres, eda- des, destinos y profesiones. Pero ahora también podemos contar con algu- nas investigaciones más novedosas que se interesan por el entorno social y económico de los emigrantes, su experiencia vital en América y las reper- cusiones de esa experiencia en la tierra de origen. Esto ha requerido la investigación de nuevos materiales documentales procedentes de los archi- 19 ANTONIO GARCÍA-ABÁSOLO vos de protocolos notariales, los archivos eclesiásticos y también algunas secciones del Archivo General de Indias que, por circunstancias adminis- trativas peculiares, contienen un tipo de documentación similar a la de los protocolos, que es rica en aspectos relacionados con el mundo privado de los pobladores de Indias. No es ésta la ocasión de hacer un análisis crítico de estos trabajos, porque no es el lugar apropiado y me llevaría más espacio del que dispon- go, así que remito al lector a la puesta al día —una vez más en este tipo de trabajos— realizada por Magnus Mörner1. Centrando la atención en los tra- bajos sobre la emigración andaluza, que es la que aquí interesa, tengo que mencionar en primer lugar el realizado por un equipo de trabajo dirigido por Lourdes Díaz-Trechuelo —del que formé parte—, que se ocupó de la emigración andaluza en los siglos XVII y XVIII. Trabajamos también el siglo XVI, que posteriormente depuré con Lourdes Díaz-Trechuelo, aun- que los resultados todavía no han sido publicados. Por tanto, voy a poder utilizar para analizar la emigración andaluza a Nueva España datos corres- pondientes a los tres siglos, XVI, XVII y XVIII, que suponen un total de 33.775 emigrantes andaluces a América y Filipinas, de los cuales 11.943 fueron a Nueva España2. Aunque los estudios sobre emigración proliferaron en torno a 1992, sólo hay un trabajo global de características similares al de la emigración andaluza, que hizo María del Carmen Martínez para la castellana en los siglos XVI y XVII3. Hay otros dedicados a otras emigraciones regionales, 1 Mörner, M.: “Spanish Historians on Spanish Migration to America during the Colonial Period”.Latin American Research Review, vol. 30, núm. 2, 1995, págs. 251-267. Otras revisiones ante- riores de Mörner sobre el mismo tema se pueden encontrar en “La emigración española al Nuevo Mundo antes de 1810. Un informe del estado de la investigación”, Anuario de Estudios Americanos, XXXII, Sevilla, 1975, págs. 43-131, y “Migraciones a Hispanoamérica durante la época colonial”, Suplemento del Anuario de Estudios Americanos, 48:2 (1991), págs. 3-25. 2 Díaz-Trechuelo, Lourdes (Coord.), Antonio García-Abásolo, Antonio Garrido Aranda y Antonio Dueñas Olmo: La emigración andaluza a América. Siglos XVII y XVIII.Sevilla, Consejería de Cultura, 1990. Los datos utilizados para la elaboración de cuadros y gráficos proceden siempre de este trabajo, salvo que se especifique otra cosa. 3 Martínez Martínez, M.ª del Carmen: La emigración castellana y leonesa a Indias (1517- 1700).Junta de Castilla y León, 2 vols., Valladolid, 1993. Hay un estudio sobre La migración canaria, 1500-1980, de Antonio Macías Hernández (Columbres, 1992), pero no tiene características similares a los mencionados aquí. Otros trabajos, como el de A. Eiras Roel y Ofelia Rey Castelao titulado Los gallegos y América (Madrid, 1992) y el de Estíbaliz Ruiz de Arana titulado Los vascos y América (Madrid, 1992) se sitúan en un entorno peninsular y en una época que se corresponde menos a los de Andalucía, Castilla y Extremadura, mejores modelos a comparar en este trabajo. 20 EMIGRACIÓN Y MUNDO PRIVADO DE LOS ANDALUCES EN NUEVA ESPAÑA pero o son de menor entidad o no han utilizado como fuente fundamental los datos de pasajeros del Archivo General de Indias, es decir los Libros de pasajeros y las informaciones y licencias4. El trabajo sobre la emigración castellana a Indias me permitirá hacer comparaciones que servirán para remarcar las características peculiares de la emigración andaluza. Por otra parte, para enmarcar la emigración andaluza en la emigración española a América, la obra fundamental sigue siendo la de Peter Boyd-Bowman, que también será punto de referencia aunque se centre en la primera época colonial5. De otro lado, el trabajo de Ida Altman sobre la emigración extremeña en el siglo XVI es también un excelente punto de referencia, especialmen- te para cotejar las aportaciones que pueden proporcionar al conocimiento de la emigración española a Indias las fuentes de los archivos locales, en particular y en este caso los archivos de protocolos notariales. Otras cir- cunstancias singulares de este trabajo, como es el hecho de que los emi- grantes de Cáceres y de Trujillo se localizaran preferentemente en Perú, pueden convertirlo en modelo útil para establecer un modelo de relación entre una zona española y otra americana en el período colonial. En este caso tiene las limitaciones derivadas de su focalización en Cáceres y Trujillo, que no representan más que una parte de Extremadura, aunque aporta las ventajas de facilitar el seguimiento de familias de emigrantes en un tipo de estudio de la emigración con una perspectiva más centrada en lo social que en lo estadístico6. Para ser más preciso, este tipo de estudio requiere esa focalización en zonas restringidas para que sea eficaz, a menos que se disponga de un gran equipo de trabajo y de mucho tiempo por delan- te para investigar y coordinar los estudios sobre espacios más amplios. Los trabajos de Carmen Martínez y de Ida Altman, por tanto, me van a facilitar unas referencias para cotejar los resultados de mi trabajo sobre la 4 La mayor parte de estos trabajos se ha publicado en cuatro Actas de las Jornadas Andalucía y América(Sevilla, 1981-1985) y se han dedicado tanto a trabajos de cuantificación como a temas rela- cionados con el mundo social y económico de los pobladores andaluces de América. 5 Boyd-Bowman, Peter: Índice geobiográfico de más de 56 mil pobladores de la América Hispánica, vol. 1 (1453-1519), México, 1985. Otra aportación general es la recopilada en el libro LaEmigración Española a Ultramar 1492-1914, Editor A. Eiras Roel, Madrid, Tabapress, 1991. Es de justicia considerar también los trabajos realizados para formar el Catálogo de pasajeros a Indias en el Archivo General de Indias de Sevilla, que se han ocupado del siglo XVI, y en los que han trabajado entre otros Carmen Galbis y Luis Romera Iruela. Los últimos volúmenes se publicaron en 1980 y 1986. 6 Altman, Ida: Emigrantes y sociedad. Extremadura y América en el siglo XVI. Madrid, 1992. 21 ANTONIO GARCÍA-ABÁSOLO emigración andaluza, teniendo en cuenta que en el primer caso los térmi- nos a comparar serán las emigraciones castellana y andaluza a Indias en general y no sólo a Nueva España, y que en el segundo Altman ha trabaja- do sobre Cáceres y Trujillo en Extremadura y yo he trabajado sobre Córdoba en Andalucía, aunque en ambos casos sobre archivos locales7. Debo añadir que en mi trabajo, la fuente fundamental fue la documentación recopilada en los autos de bienes de difuntos del Archivo General de Indias, complementada con las del Archivo Histórico Provincial de Córdoba y el Archivo General de Obispado de Córdoba. La documentación de los autos de bienes de difuntos, que procede de la gestión de la admi- nistración española para dar cumplimiento a las disposiciones testamenta- rias de los pobladores de Indias, o cuando no había declaración de volun- tades a la legislación sobre herencias, tiene una gran riqueza de datos sobre el entorno social y económico desde el que emigró y del ámbito en el que se movió en el mundo colonial. En esencia, los autos contienen el testa- mento —o diligencias por muerte abintestato— inventario de bienes, almo- neda para transformarlos en dinero, informaciones de legitimidad en las que los testigos son parientes y conocidos del poblador en cuestión. Por último, un aporte más de gran calidad lo constituyen las cartas escritas por los pobladores desde América a sus familiares en España, de las cuales hay abundantes ya publicadas por Enrique Otte, James Lockhart, Francisco Morales Padrón e Isabelo Macías Domínguez, y algunas de las que daré noticia que aún permanecen inéditas, todas ellas con datos tam- bién propios del mundo privado de los pobladores de Indias, tanto en América como en sus lugares de origen8. Éstos serán los fundamentos para afrontar el tema de las relaciones entre Andalucía y Nueva España en los siglos XVI, XVII y XVIII, de mane- ra que me permitirán considerar la aportación humana andaluza desde unas perspectivas cuantitativas, es decir, cuántos andaluces fueron, de dónde eran dentro de Andalucía y cuándo partieron, y también en alguna medida entrar en otras consideraciones que pertenecen más al mundo socio-económico, como el entorno del que salieron y en el que se establecieron en América, el 7 García-Abásolo, Antonio: La vida y la muerte en Indias. Cordobeses en América. Córdoba, CajaSur, 1993. 8 Otte, Enrique: Cartas privadas de emigrantes a Indias, 1540-1616. Sevilla, 1988. Colabora Guadalupe Albi. Las citas de estas cartas se harán en adelante con el número de orden que el autor le asigna en el libro. 22 EMIGRACIÓN Y MUNDO PRIVADO DE LOS ANDALUCES EN NUEVA ESPAÑA éxito o el fracaso en el cumplimiento de los objetivos, y las repercusiones de su experiencia mexicana en sus lugares de origen en Andalucía. El programa a seguir supone en primer lugar fijar la atención de Andalucía, a fin de analizar la evolución de su población y la situación de su economía en los siglos XVI, XVII y XVIII, para poder valorar la evolu- ción de la emigración y de sus características en el tiempo, en el espacio y en la forma, es decir, cuántos salieron y de qué zonas de Andalucía y si fue una emigración temporal o definitiva; en otros términos, de personas solte- ras con intención de regresar o de familias con el objetivo de asentarse en las nuevas tierras. Una vez en Nueva España, es necesario analizar la dis- tribución de los andaluces en el espacio del virreinato, dónde se asentaron y cómo, a qué se dedicaron y si tuvieron éxito o no en la satisfacción de sus expectativas. La documentación privada permite también entrar a valorar cuestiones que suelen ser difíciles de percibir a través de documentos admi- nistrativos, como la importancia del paisanaje y de los vínculos familiares en la emigración, el asentamiento y el desarrollo de las actividades econó- micas en el mundo colonial. Por fin, la documentación privada procedente de los autos de bienes de difuntos, de los protocolos y de los archivos eclesiásticos son funda- mentales para comprender y valorar la importancia de la experiencia ame- ricana para las familias de los pobladores de Nueva España, no ya en Andalucía en su conjunto sino en la patria chica, es decir, su pueblo o su ciudad. En este ámbito se mueven los envíos de dinero que pueden llegar a transformar radicalmente la vida de una familia y que, en todo caso, al menos siempre mejoran la situación económica. Igualmente entran aquí las donaciones realizadas por los pobladores andaluces para fundar obras pías, que normalmente fueron capellanías y patronatos con funciones de carác- ter espiritual pero también con frecuencia de beneficio social. Es preciso considerar que en bastantes ocasiones el recuerdo de la patria chica se cen- tró en iglesias, conventos y ermitas para los cuales el poblador envió ayu- das económicas, objetos de culto o para el ornamento e incluso imágenes que podían responder a devociones de Nueva España que ellos transmiten a Andalucía enriqueciendo el mundo de la piedad, o imágenes tradiciona- les pero con indudable sabor mexicano. En el rico patrimonio mexicano de Andalucía están presentes abundantes pinturas de la Virgen de Guadalupe y muchos cristos de caña de maíz que están perfectamente arraigados en el mundo religioso local desde hace siglos. 23 ANTONIO GARCÍA-ABÁSOLO ANDALUCÍA BASE DE LA POBLACIÓN DE ESPAÑA Desde el siglo XVI al XVIII Andalucía se mantuvo como una de las regiones españolas de población más abundante. Ésta es una realidad que todos admiten, aunque los conocimientos sobre la demografía andaluza —y la española en general— en la Edad Moderna tienen mucho por recorrer. Por el momento se puede disponer de síntesis generales acerca de la pobla- ción andaluza en los siglos XVI, XVII y XVIII, realizadas por buenos cono- cedores de la región, como Antonio Domínguez Ortiz, Bernard Vincent, Antonio Miguel Bernal y Antonio García-Baquero, pero sólo en los últimos años se han comenzado a hacer estudios locales que pueden aportar los datos precisos (normalmente actas de bautismo) y las matizaciones que los estudios sobre fenómenos como la emigración precisan. Lo que aquí se podrá decir, por tanto, estará fundamentado en las síntesis mencionadas, con las escasas noticias locales que esporádicamente se pueden incluir9. Es preciso comenzar señalando que Andalucía es una región variada en sus características, en la que se delimitan dos zonas, la Andalucía Occidental o Baja Andalucía y la Andalucía Oriental o Alta Andalucía. En el siglo XVI creció la población en todo el conjunto regional, en virtud de que fue una época de buenos rendimientos agrícolas y en la que las epide- mias, aunque hicieron acto de presencia con su carga letal, no tuvieron los efectos catastróficos de los siglos precedentes y siguientes. Síntoma de esa bonanza fue el incremento de la población en ciudades como Jaén y Úbeda en la parte Oriental y Jerez y Sevilla en la Occidental. En realidad, el creci- miento demográfico se extendió por todo el valle del Guadalquivir, aunque fue menos notable en otros centros andaluces importantes. En 1530 se cal- cula que Andalucía tenía 700.000 habitantes distribuidos entre los Reinos de Sevilla, Córdoba y Jaén, es decir, sin contar el de Granada. Sevilla tenía 50.000 habitantes, Córdoba 30.000, Jaén y Écija 22.500 y Jerez 17.900. 9 Pueden verse estas síntesis en la Historia de Andalucíadirigida por Antonio Domínguez Ortiz y editada por Planeta (Madrid, 1980), en particular los tomos IV. La Andalucía del Renacimiento y V. Los inicios del capitalismo (1621-1778). Un trabajo de síntesis más reciente y con la aportación de fuentes locales se puede ver en Pérez García José Manuel: “La evolución de la población andaluza en la Edad Moderna”, Actas del II Congreso de Historia de Andalucía, Córdoba, 1991, Historia Moderna, Vol I, CajaSur, 1995, págs. 29-47. Vuelve a tratarse el tema de la demografía andaluza en la Edad Moderna en el tercer congreso de Historia de Andalucía, pero sólo se pueden encontrar en las actas estudios locales; no se hizo un estudio de síntesis para el conjunto de Andalucía (Actas del III Congreso de Historia de Andalucía, Córdoba, 2001. El primer tomo dedicado a demografía). 24 EMIGRACIÓN Y MUNDO PRIVADO DE LOS ANDALUCES EN NUEVA ESPAÑA Andalucía Córdoba Jaén Huelva Sevilla Granada Almería Málaga Océano Atlántico Cádiz Mar Mediterráneo Andalucía occidental o baja Andalucía Andalucía oriental o alta Andalucía El fin de la actividad reconquistadora a fines del siglo XV y la guerra entre Castilla y Portugal por la sucesión a la Corona de Castilla convirtie- ron a Andalucía en una región receptora de pobladores de otros lugares de la Península, en particular Santander, León, Soria, Portugal y Extremadura, y también en una región en la que se efectuaron grandes migraciones inter- nas, desde zonas superpobladas, como la Sierra de Huelva, a otras faltas de población, con frecuencia en zonas de Andalucía Oriental. También la Andalucía Oriental tuvo que atender a repoblaciones internas, sobre todo la causada por la expulsión de los moriscos, que fueron repartidos por otros lugares de Andalucía y sustituidos por aportes externos. Estos movimien- tos poblacionales internos son muy interesantes en la medida en que se podría decir que prepararon a los andaluces ante la inmediata emigración a Indias. Además, el modelo de repoblador andaluz fue una mezcla de labra- dor y soldado, que se trasladaba con su familia con la idea de asentarse y defender el lugar, lo mismo que se necesitó en la primera población espa- ñola de América. 25 ANTONIO GARCÍA-ABÁSOLO La población de Andalucía creció constantemente durante el siglo XVI, produciéndose las cifras máximas en la década de los años ochenta. Domínguez Ortiz estima que Andalucía llegó a tener en 1599 1.200.000 habitantes, y otros trabajos más recientes sitúan la tasa de fecundidad para las dos últimas décadas del siglo, las mejores desde el punto de vista demo- gráfico, en el 43,1 por mil. APORTACIÓN DE LAS COMARCAS ANDALUZAS A NUEVA ESPAÑA Campiña de Cádiz . . . . . . . . . 664 Sierra de Huelva . . . . . . . . . . 184 Costa Noroeste de Cádiz . . . . 1.040 Campiña Sur de Jaén . . . . . . . 88 Campiña Alta de Córdoba . . . 101 La Loma Jaén . . . . . . . . . . . . 105 Campiña Baja de Córdoba . . 258 Antequera. Málaga . . . . . . . . 63 Pedroches de Córdoba . . . . . . 82 Guadalhorce. Málaga . . . . . . . 120 Vega de Granada . . . . . . . . . . 289 Aljarafe de Sevilla . . . . . . . . . 122 Andévalo Occid. Huelva . . . . 64 Campiña de Sevilla . . . . . . . . 419 Condado Campiña Huelva . . . 165 Sierra Norte de Sevilla . . . . . 515 Condado Litoral Huelva . . . . 86 Vega de Sevilla . . . . . . . . . . . 6.471 Costa de Huelva . . . . . . . . . . . 120 DISTRIBUCIÓN POR ZONAS GEOGRÁFICAS ANDALUZAS SIERRA (9%) CAMPIÑA (16%) COSTA (14%) VEGA (61%) 26

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Lo primero es situar la emigración andaluza a Nueva España en el contexto de la .. Nueva España y se estableció en México. No hay noticia de su
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